En mi reciente viaje a Islandia me ha sorprendido lo abundante que es en verano una planta muy olorosa, la angélica (Angelica archangelica). Indagando sobre ella, he descubierto que tan general presencia no es casual. Aunque la veamos asilvestrada por todas partes, durante siglos se ha favorecido su crecimiento en detrimento de otras especies menos interesantes.
Y es que se trata de una planta fundamental en la cultura gastronómica, pero también etnográfica, de Islandia y de todo el norte europeo.
En este vídeo grabado en la maravillosa isla de Hrísey te explico qué le hace tan especial.