En días como estos donde aprieta el verano, mi madre siempre decía que «los pájaros se caen de calor«. Es su manera de señalar las altas temperaturas que sufrimos, pero tiene razón. Con estos calores los pájaros pueden caerse muertos del cielo. Deshidratados. Especialmente nuestros vecinos alados del barrio: gorriones, pinzones, carboneros, herrerillos, mirlos, palomas y tórtolas.
En las ciudades, ya se sabe, no abundan las fuentes ni las sombras. Lee el resto de la entrada »