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Récord proteccionista: 400 pollos de aguilucho salvados este año de las cosechadoras

Ejemplar hembra de aguilucho cenizo. Foto: Jorge Remacha

Más de 130 voluntarios y voluntarias de SEO/BirdLife han logrado este año un récord inimaginable. La localización y seguimiento de 262 nidos de aguilucho cenizo en las provincias de Segovia, Salamanca, Ávila, Málaga, Granada y Madrid, en los que se ha conseguido que más de 400 pollos hayan podido volar sin que las cosechadoras los maten accidentalmente.

Nombrada Ave del Año 2023, este aguilucho es una rapaz migratoria muy ligada a los ambientes agrarios. Cuenta en España con unas 4.269-5.360 parejas según el último censo realizado por SEO/BirdLife, lo que supone un declive de entre el 23% y el 27% en diez años. La intensificación de la agricultura, los plaguicidas, las cosechas tempranas, el aumento de cultivos leñosos y la eliminación de linderos y barbechos afectan gravemente a esta especie catalogada como Vulnerable tanto en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas como en el Libro Rojo de las Aves de España.

Macho de aguilucho cenizo. Foto: Dennis-Jacobsen-Shutterstock /SEO/BirdLife

Campaña de salvamento del Ave del Año 

Para contribuir a su conservación, este año -como en anteriores ocasiones- se ha puesto en marcha la campaña de salvamento de pollos de aguilucho que se desarrolla a lo largo de todo el periodo de cría, desde marzo hasta septiembre. El objetivo principal de la campaña es prospectar los lugares de cría, principalmente en zonas de cultivos de cereal, de manera que se puedan identificar y proteger el mayor número de nidos para salvarlos de las cosechadoras.

“Esta campaña ha sido posible gracias al trabajo voluntario de muchas personas que dedican horas y horas de observación y trabajo de campo para identificar y seguir los nidos”, afirma Federico García, responsable del área Social de SEO/BirdLife y añade: “Además, hay que poner en valor la colaboración de los agricultores y agricultoras que entienden y llevan a cabo actuaciones para modificar los trabajos de siega o facilitan el cercado los nidos que se han localizado es sus terrenos”.

Este año han colaborado 130 personas voluntarias para la localización y seguimiento de nidos y más de 180 agricultores y agricultoras. Además, se ha contado con la colaboración de la administración y los agentes forestales y medioambientales en varias de las zonas y se ha podido contar con el apoyo de la ciudadanía a través de donaciones.

“Gracias a estas aportaciones se han podido sufragar gastos como los desplazamientos a las zonas de cría, la manutención de los voluntarios o los materiales necesarios para el vallado y señalización de los nidos, así como la compensación a los agricultores por las posibles pérdidas de cosecha”, apunta Federico García.

Excepcional trabajo del voluntariado

La mayor parte de los nidos se han localizado en las provincias de Segovia y Málaga, con cerca de un centenar en cada caso, si bien, el número de nidos identificados depende también en parte del esfuerzo de muestreo posible en cada caso.

Por su parte, el número de pollos que finalmente vuelan es menor que el número de huevos y pollos nacidos, ya que no siempre se consigue evitar a tiempo el paso de la cosechadora, y también sufren depredación o muerte por golpes de calor o falta de alimento, llevándose en caso de necesidad a centros de recuperación. En esta campaña, en las provincias donde se ha actuado, han volado unos 400 pollos de los más de 600 nacidos, nuevos ejemplares que se enfrentan después al viaje de vuelta a África.

A todo este trabajo de los grupos locales de SEO/BirdLife, se suma el trabajo en Cáceres de la delegación de la organización en Extremadura, donde se han localizado dos nidos confirmándose la reproducción de la especie en esta provincia desde 2018. Igualmente otros grupos y administraciones llevan a cabo acciones de salvamento en otros territorios con presencia de aguilucho cenizo.

Cosechadora en un cultivo de cereal. Foto: SEO/BirdLife

El peligro de las cosechadoras

“Dada la situación de la especie y el peligro directo que supone el momento de la cosecha, estas campañas de salvamento son fundamentales para reducir, en la medida de lo posible, la mortalidad no natural de individuos y asegurar cierta productividad”, señala Ana Carricondo, responsable de Conservación de SEO/BirdLife.  “No obstante, es responsabilidad de las administraciones encargadas de la conservación de la biodiversidad, en colaboración de las administraciones competentes en agricultura, asegurar la correcta protección legal de la especie, evitando la pérdida de hábitat y promoviendo una gestión favorable de las zonas agrícolas donde se establece”, añade Carricondo.

En este sentido, SEO/BirdLife considera necesario que se aprueben los obligatorios planes de conservación y recuperación y se pongan en marcha medidas en todo el territorio de distribución de la especie, tanto para abordar este problema de la cosecha como para promover un modelo de gestión de los sistemas cerealistas que favorezca un hábitat de calidad para el aguilucho cenizo, algo que beneficiará también a otras especies amenazadas de los entornos agrarios como el sisón, la avutarda o la ganga.

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