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Burgos y La Rioja, los nuevos hogares del buitre negro

«Dana» y «Centinela», una de las nuevas parejas de buitre negro de la Sierra de la Demanda. Foto: GREFA

Seis años de trabajo y más de un centenar de liberaciones están detrás de un hecho natural sin precedentes, la colonización de la Sierra de la Demanda por parte del buitre negro, el gran buitre europeo.

Con la suelta este verano de seis nuevos ejemplares en Burgos, la asociación GREFA ha liberado desde 2017 un total de 102 buitres negros. Gracias a ello, se ha logrado crear una nueva colonia reproductora de esta especie amenazada. Los movimientos de muchos de estos animales son seguidos al detalle por medio de los emisores GPS y anillas que portan.

Pollo de buitre negro nacido en 2023 en el sector burgalés de la Sierra de la Demanda en compañía de uno de sus progenitores. Foto: GREFA

Éxito del método «hacking»

Cinco de los buitres liberados proceden del Centro de Recuperación de Animales Salvajes (CRAS) de Burgos, gestionado por la Junta de Castilla y León, donde ingresaron en 2022 por diferentes motivos y fueron rehabilitados antes de su traslado al recinto de aclimatación de Huerta de Arriba. El sexto es un pollo nacido este mismo año en la Sierra de la Demanda que se cayó del nido.

Estas seis últimas aves han permanecido casi siete meses en un recinto de aclimatación construido en el municipio burgalés de Huerta de Arriba. Es una técnica habitual en reintroducciones conocida con el nombre en inglés de «hacking». Con este método se crea un «nido artificial» desde el cual los pollos ven el medio natural e identifican la zona en la que se encuentran como su lugar de nacimiento, aunque procedan de otros lugares.

Una vez liberados de su nido artificial, las aves salen, exploran, investigan, dan sus primeros vuelos y sus primeros intentos de alimentarse. Y saben que pase lo que pase tendrán comida en su nido, ya que los expertos de GREFA se la siguen aportando durante varias semanas.

Examen veterinario a uno de los pollos de buitre negro nacidos en 2023 en el valle del Arlanza (Burgos). Foto: GREFA

20 nuevas parejas de buitre negro

La reintroducción de más de un centenar de buitres negros en la Sierra de la Demanda en los últimos seis años, gracias a la iniciativa de GREFA y con la colaboración de los Gobiernos castellanoleonés y riojano, ha hecho posible la consolidación de una nueva colonia reproductora en el sector norte del Sistema Ibérico, donde esta especie no criaba desde hace más de medio siglo.

De las casi veinte parejas que se han formado en la zona, quince de ellas iniciaron la puesta en 2023, de las que han nacido nueve pollos. Nueve de las parejas que se han reproducido este año tienen su nido en el sector burgalés de la Sierra de la Demanda (municipios de Huerta de Arriba y Neila).

Otras cuatro lo tienen en la parte riojana de estas montañas (municipios de Canales de la Sierra y Villavelayo).

Otras dos, aunque nidifican también en la provincia de Burgos, lo hacen a cierta distancia de las anteriores, en núcleos reproductores diferentes: una en el cercano Parque Natural Sabinares del Arlanza (municipio de Huerta del Rey) y la otra en el valle del Arlanza (municipio de Barbadillo del Mercado), lo que es un indicativo de la expansión de la colonia matriz.

Como curiosidad, dos de las parejas han hecho una segunda puesta (de reposición) en 2023, tras haber fracasado con la primera puesta; otras dos parejas tienen este año su nido en árboles diferentes a los pinos utilizados por la mayoría, en concreto en una sabina (Barbadillo del Mercado) y en un roble (Villavelayo).

También en Catalunya

Además de la provincia de Burgos y La Rioja, la Reserva de Boumort (Lleida) es otro punto donde GREFA emprendió hace más de 15 años reintroducciones de buitres negros.

El proyecto también ha sido un éxito. Gracias a él, en esta zona del Pirineo catalán se ha creado una nueva población de más de medio centenar de ejemplares.

En 2023 iniciaron su puesta 16 parejas y han salido adelante nueve pollos.

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