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¿Qué te parece que las guarderías tengan webcam? ¿Y los coles e institutos? ¿Y los centros de educación especial?

En los baños no está permitido poner webcams (GTRES)

En los baños no está permitido poner webcams (GTRES)

Lo de poner webcams en las guarderías (mejor escuelas de educación infantil, ya lo sé), es un tema que arrancaba cuando fui madre por primera vez hace una década y que había avanzado unos cuantos pasos cuando lo fui de nuevo hace casi ocho. Dado que ni Jaime ni Julia fueron a guardería, la verdad es que tampoco es algo a lo que diera demasiadas vueltas.

Recientemente he sabido de una madre mucho más reciente que yo, que a este paso tendré que buscarme otro nombre, que sí que tiene a su hijo en una de estas guarderías con cámara. Mirando por encima de su hombro, por primera vez pude ver lo que era observar a tu hijo merced a la tecnología. Era la hora de la comida y se veía a los niños sentados, tranquilos y alimentándose con ayuda. Las imágenes llegaban en blanco y negro y para cualquiera que no conociera bien a los niños resultaba imposible identificarlos, los rostros se veían muy pequeños y sin definir. Tampoco se oía nada. Muchas de esas pequeñas cabecitas podrían estar llorando y sería imposible de saber.

Sé que hay otras webcams instaladas en guarderías en las que sí hay sonido, que son en color y con más definición. También que en todos los casos emiten únicamente desde espacios comunes, sin entrar en baños, cambiadores o en lugares privados de los trabajadores. Obviamente, no emiten en abierto. Los padres reciben un código que es el que les permite asomarse a esa pequeña ventana virtual.

Viendo y enterándome de todo eso, era inevitable pensar qué hubiera querido yo de haber tenido que llevar a mis hijos a una guardería. ¿Hubiera elegido un centro por encima de otros por tener este servicio? No lo creo. Ocuparía una posición bajísima entre lo que buscaría, no sería en absoluto una prioridad. Tampoco supondría para mí un problema que tuviera webcam, que me consta que hay padres que no se sienten a gusto sabiendo que hay cámaras observando lo que hacen sus hijos. Sé que es posible que entrase de vez en cuando a mirar un rato, sobre todo al principio, pero que la norma sería no hacer ni caso a la web con la webcam. Siempre que todo fuera bien, dentro de la normalidad, claro. Es cierto que si hubiera algo que me tuviera con la mosca detrás de la oreja, desde una enfermedad a un amiguito peleón pasando por la sospecha de que los trabajadores de la guardería pasan demasiado de ellos, sí que podría estar mas pendiente. Claro que si estuviera mosqueada por algo tal vez podría malinterpretar lo que veo.

Entre los que no son partidarios al uso de cámaras en las guarderías se encuentran los que se toman muy en serio el derecho a la privacidad, muchos de ellos alegan, con razón, que no es tan difícil hackear estas webs y que un código puede pasar por muchas manos. Y no me refiero únicamente a los padres que no desean que se difundan imágenes de los niños, también están los trabajadores que tienen todo el derecho a tener su intimidad. Tanto unos como otros deben aceptar por escrito previamente la presencia de las cámaras.

Entre los defensores están los que lo consideran una garantía que asegura el bienestar del niño. Ha habido de vez en cuando, por desgracia, noticias de abusos, descuidos o trato inaceptable hacia niños pequeños por parte de sus cuidadores, en el hogar y en guarderías. Con niños tan pequeños que no pueden denunciar que algo así está sucediendo, la presencia de cámaras es un importante elemento disuasorio, porque son muchos potenciales ojos mirando. Si hay quince niños jugando, hay muchos padres que pueden estar supervisando, no solo a su hijo, también a los de los demás.

En Ser padres hay una encuesta con casi 4.500 respuestas. Al 44% sí que les gustaría poder ver a su hijo, el 18% lo consideran una intromisión innecesaria que no aporta gran cosa y el 38% no lo tiene claro, les gustaría ver a su hijo pero no que otros padres puedan verlo.

Imagino que al final, como todo, es simplemente un instrumento, una herramienta. Y como cualquier instrumento o herramienta será útil o incluso peligrosa dependiendo del uso que se le dé.

Por algún misterio insondable en todas las fotos de agencia de guarderías sale un miembro de la realeza (GTRES)

Por algún misterio insondable en todas las fotos de agencia de guarderías sale un miembro de la realeza. (GTRES)

Con niños mayores, que pueden contarnos lo que ha pasado, nadie se plantea el uso de estos dispositivos. Pero viendo casos como el de la niña que recibió una paliza en Mallorca hace pocos días, me pregunto si no sería también una herramienta útil para evitar el acoso escolar. O por lo menos para clarificarlo. Os aseguro que a mí me da más miedo lo que pueda pasarle entre clases o en el patio a mi hija cuando sea más mayor y autónoma que lo que pueda suceder en una guardería. ¿Deberíamos plantearnos el uso de cámaras el colegios de Primaria y Secundaria? ¿Y en Institutos?

Y los que soléis leerme ya sabéis que tengo un niño con autismo que va a un centro de educación especial, un centro en el que muchos chavales se encuentran en una situación similar a la de esos niños de hasta cuatro años de las guarderías: no pueden contar lo que les ha pasado, no pueden comunicar si alguien ha abusado de ellos o les ha tratado mal.

Las justificaciones que valen para poner cámaras en las guarderías podrían aplicarse también en estos centros. Y aquí hay un factor más, ver las sesiones nos podría ayudar a los padres a trabajar en la misma línea que en el colegio con nuestros hijos. ¿No deberían tener también cámaras los colegios de educación especial?

Abusos en las guarderías y titulares que son exabruptos

Mi compañera bloguera @MirenM, a la que no se le escapa una en las redes sociales, me ha hecho ver la portada web del canal de televisión Todo Noticias (TN) del grupo Clarín.

Y me he quedado en estado de shock. Por una parte como periodista por ver semejante titular de apertura en un medio. Que sí, que lo son, pero eso no es periodismo. También, como madre, por la crueldad que supone tener a un niño de nueve meses en una trona amordazado. Terrible. Y lo de las tronas como lugar de movilización infantil para que los niños no den guerra, da para otro post.

La guardería en la que ocurrió está cerrada y todo el personal despedido, pero a mí estas noticias siempre me hacen pensar en lo mucho que sucederá y no vemos. Los bebés no pueden contarnos lo que les hacen, no pueden juzgar si es normal o no. Están indefensos, tanto como niños con autismo no verbales como el mío. Cuando entregamos a nuestro hijo al cuidado de otra persona podemos intentar controlar que esa persona sea de fiar. Y podemos equivocarnos, claro, pero parece más difícil. En cambio al dejarlo en una empresa tenemos que confiar en la profesionalidad, la vocación y el buen hacer de los que allí trabajan. Y digo al dejarlo en una empresa porque muchas veces una guardería , como la de esa portada que os muestro, no deja de ser una empresa que persigue un objetivo económico, que contrata y despide gente y que hace suplencias, por lo que no conocemos a las personas que cuidan de nuestro bebés.

Y no es solo el temor a que cometan abusos claros, evidentes como amordazar a un bebé, sino el temor a que no estén aplicando los criterios que desearíamos. ¿Y si yo no soy de dejar llorar para que aprendan a dormir la siesta y en la guardería sí? ¿Y si yo no quiero en ningún caso obligar a comer a mi hijo y en la guardería se empeñan en hacerlo?

No es un ataque contra las guarderías (que sé que odian que se las llame así, pero es la forma en la que todos las denominamos), no me gustaría que este post se viera así, asumo que la mayoría de los que allí trabajan siempre tratan con cuidado exquisito y un criterio profesional a nuestros hijos, a lo que más queremos. Simplemente estoy reflexionando el temor legítimo de muchas madres, entre las que me encuentro.

No sé vosotros, pero prácticamente todos los padres recientes o futuros que conozco consideran la guardería para bebés menores de un año como la solución a la que recurrir cuando no queda otra.

¿Cuántos niños de dos años puede cuidar ocho horas seguidas un adulto?

Contestadme por favor a esa pregunta, intentad ser sinceros: si tuviérais que cuidar durante ocho horas a unos cuantos niños, dándoles de comer, cambiando pañales, haciendo que duerman la siesta, quitando mocos y también estimulándoles, jugando con ellos y cantándoles. ¿Cuántos de esos pequeños podríais manejar? ¿Con cuántos os apañaríais bien?

Yo que he tenido a veces que atender a mis hijos y sus primas creo que para hacer bien las cosas el número ideal sería cuatro. Puede que seis. Como muchísimo y en las mejores circunstancias ocho. Y eso asumiendo que tuviera a alguien para suplirme si quiero ir al baño o a hacer una llamada.

No hay guardería que tenga ese ratio alumnos/cuidador.
Me consta que a muchas guarderías no les gusta ahora que las llamen así, quieren que se las llame escuelas infantiles o casas de niños. Dicen que no guardan niños, que los cuidan y estimulan.

Qué queréis que os diga. Yo sigo creyendo que aún muchas guarderías, pese a que cuenten con cuidadores cariñosos y preparados, se dedican gran parte del tiempo simplemente a guardarnos niños. Y nosotros, los padres recientes, los dejamos allí porque no nos queda otra opción, que si no bien que los tendríamos en casa. Y como al ser humano se le da divinamente autoconvencerse de que las decisiones que toma son las mejores, nos acabamos creyendo eso de que un niño de ocho meses, un año o dos está mejor atendido y estimulado en sitios así que en casa.

Madres de día: otra opción a la guardería, los abuelos o dejar de trabajar

Hace ya bastante escribí sobre las diferentes opciones que existen cuando tienes un niño pequeño: organizar los horarios de la pareja para entre ambos atender al niño, contar con abuelos u otros familiares, dejar de trabajar, llevarle a una guardería (escuela infantil como dicen ahora que se llaman)…

No conocía entonces la opción de las madres de día.
Acabo de descubrirla tras topar con este artículo de Consumer/Eroski: Madres de día: una alternativa a la guardería.

Os dejo algunos fragmentos.

Las madres de día son educadoras que atienden a tres o cuatro niños menores de tres años en su propio hogar y les proporcionan una atención personalizada.

Un horario flexible, atención personalizada y un ambiente familiar. Éstas son algunas de las ventajas de los servicios de atención a niños menores de tres años en el hogar de una educadora, una práctica muy extendida en varios países europeos. En los últimos años, estos recursos, alternativos a las guarderías o niñeras, se han implantado en distintas ciudades de España y están avalados por organismos públicos o asociaciones que regulan su actividad y garantizan la profesionalidad de las «madres de acogida».

La práctica viene avalada por una generalización de este servicio en varios países europeos. Las «tagesmutter» en Alemania, «mamans de jour» en Suiza, «assistante maternelle» en Francia o las «childminders» en Reino Unido son profesionales, reconocidas por instituciones públicas estatales o locales, que reciben una formación y capacitación específica para ejercer su trabajo y cuentan con su propia licencia para desarrollarlo.

Se cambia de casa, pero se mantienen el ritmo y pautas que los niños necesitan a esa edad, en un ambiente similar al hogar, bajo la orientación y supervisión de «una persona formada con una titulación relacionada con la educación de los niños, que desarrolla un proyecto educativo con unos principios pedagógicos y un programa definido», matizan.

La Asociación Madre de Día, reconocida desde el año 2006 por el registro de asociaciones del Ministerio de Justicia, lucha desde sus inicios por promover y desarrollar esta profesión en nuestro país.

Hay más información en Casas Amigas o en Asociación Madre de Día (si conocéis más, por favor compartidlo en los comentarios).

Aunque incipiente, es una buena idea. ¿No os parece?

La opinión de Carlos González sobre las guarderías

Dos días seguidos voy a mencionar a Consumer Eroski y a las guarderías, por pura casualidad.

Hoy me ha llegado su último boletín por correo electrónico con una entrevista a Carlos González.

Habla un poco de todo y no creo que nada sorprenda especialmente a aquellos que han leído sus libros.

Os dejo con un fragmento sobre su opinión de las guarderías que es lo que más me ha hecho reflexionar a título particular. En mi próximo post os contaré el motivo.

Las personas deben comprender que malcriar es criar mal. Malcriar no es cogerle mucho en brazos, estar mucho con él o cantarle muchas canciones. Malcriar es no hacerle caso, abandonarle….

¿Pero usted cree que ahora se malcría a los niños, de acuerdo a la definición que acaba de exponer?

Hay de todo. Depende de la teorías que hayan seguido los padres y de las circunstancias socio económicas. Si no haces lo que piensas, acabarás pensando lo que haces; los padres que se ven más o menos obligados a dejar al niño muchas horas porque tienen que ir a trabajar para pagar la hipoteca acabarán pensando que eso es lo mejor para el niño porque en la guardería les estimulan mucho y les tratan muy bien. Si pensasen que en la guardería hay muchos niños y no hay tiempo material para estimularles, se sentirían mucho peor.

Entonces, guarderías ¿sí o no?

Debería ser sólo cuando no hubiera más remedio. Sería conveniente cambiar nuestro sistema socio-económico para que en la mayoría de los casos no fuera imprescindible llevar al niño a la guardería, y para aquellos casos en los que sí fuera imprescindible habría que hacer mejores guarderías.

El consuelo es que en la guardería se socializan, ¿no?

La socialización no necesita para nada guarderías porque de entrada los niños pequeños no se socializan. Es a partir de los tres años aproximadamente cuando empiezan a jugar unos con otros. Y eso lo pueden hacer en otros sitios. Muchas veces pensamos que los niños cambian porque les educamos y en algunos aspectos es así, sin duda, pero la mayoría de los cambios que experimentan los niños se deben a que crecen. A los dos años dicen unas cosas, a los cinco otras y a los doce otras.

Abuelos. ¿sí o no?

Los abuelos son lo mejor que hay después de los padres. Es muy positivo que los abuelos participen mucho en la vida del niño. Puestos a separarse durante siete horas de la madre, seguro que para un niño de dos años es mejor estar con los abuelos que estar hasta siete horas en la guardería.

¿Las propias condiciones de vida en las que nos movemos en la sociedad actual invitan a la malcrianza?

Sí, el problema es que se puede formar con facilidad un círculo vicioso, es decir si sabes que lo está ocurriendo está mal, aunque no quede más remedio que hacerlo, intentarás cambiarlo. Pero si llegas a creerte que está bien, ya te quedas así. En Alemania sólo el 6% de los niños acuden a la guardería antes de los tres años y en Finlandia el porcentaje es menor todavía, y son países con un mejor rendimiento académico que el nuestro.

La entrevista completa está aquí.

164 guarderías públicas y privadas a examen

No sé si conocéis las investigaciones que lleva a cabo Consumer Eroski. Yo sí, desde hace años. Y como conozco bien a algunos de sus responsables, me consta que se hacen con profesionalidad y sin intereses detrás.

El pasado mesd e septiembre la investigación tenía a las escuelas infantiles y guarderías bajo el punto de mira. Analizaron 164 centros privados y públicos en 18 provincias españolas. Aquí se puede descargar en PDF el informe.

Recuerdo que cuando lo vi en su momento pensé que, más que en septiembre, el momento de publicarlo era a comienzos de primavera, que es cuando se suele abrir el plazo de inscripción en casas de niños y guarderías públicas y cuando también muchos padres comienzan a moverse en los centros privados.

Así que me ha parecido buena idea traéroslo hoy aquí. Es posible que haya a quien le interese echarle un vistazo.

Son cinco páginas que comienzan así:

Las tarifas de las guarderías públicas son diferentes en cada caso y dependen de los baremos que se apliquen, muy vinculados a los ingresos y a la situación de la familia. En las privadas, el precio medio de los centros analizados por una jornada completa (ocho horas) que incluye comida y merienda es de 310 euros al mes (un 22% más que los 254 euros del estudio de 2005). Sin embargo, las diferencias son notables (se hallaron mensualidades inferiores a 200 euros y cuotas superiores a los 400 euros). Esta disparidad se mantiene entre las 18 provincias estudiadas (de los 410 euros de media que exigen en Barcelona hasta los 200 euros -no los alcanzan- al mes de Córdoba) y dentro de la misma provincia: en Murcia, Sevilla y Alicante 240 euros mensuales separan la guardería privada más cara y la más asequible frente a los 45 euros de Vizcaya o los 60 euros de La Rioja.

Pagar más no siempre significa recibir un mejor servicio. Los centros públicos cuentan, de media, con más cuidadores por niños en los tres grupos de edad estudiados (niños de hasta un año, de entre uno y dos años, y de entre dos y tres años) y también disponen en mayor proporción de patio o jardín propio. Sin embargo, los horarios de los centros privados son, en general, más flexibles y ofrecen la posibilidad de que los niños puedan quedarse hasta dos horas más del horario oficial, que es de ocho horas. El 96% de las guarderías infantiles públicas (proporción idéntica a la de 2005) aceptan matricular a niños con necesidades educativas especiales, mientras que sólo el 88% de las privadas contempla esa posibilidad (pese a todo, ha mejorado respecto al 81% de 2005).

En lo que coinciden tanto centros públicos como privados es en la idoneidad del perfil profesional de sus cuidadores (Magisterio en la especialidad de Educación Infantil, Técnico Especialista en Jardín de Infancia o Técnico Superior en Educación Infantil). Las 164 escuelas infantiles evaluadas (83 públicas, 69 privadas y 12 concertadas) se ubican en A Coruña, Álava, Alicante, Asturias, Barcelona, Córdoba, Granada, Guipúzcoa, La Rioja, Madrid, Málaga, Murcia, Navarra, Sevilla, Valencia, Valladolid, Vizcaya y Zaragoza.

Técnicos de la revista, haciéndose pasar por padres y madres que buscaban guarderías para sus hijos, visitaron los 164 centros y completaron la información obtenida en estas visitas con llamadas telefónicas realizadas previamente a los responsables de las guarderías (algunas escuelas infantiles de titularidad pública no pudieron visitarse sin el permiso de los directores de los centros o de las propias instituciones públicas, por lo que tuvieron que identificarse como colaboradores de la revista).

¿En la guardería los bebés espabilan más?

En un post de hace tiempo nació un debate en los comentarios que quería recoger un día de estos.

Es un debate que he visto ya unas cuantas veces en la vida real: el de los padres defensores de las guarderías como lugares en los que los niños son estimulados y espabilan antes y los de aquellos que creen que son una buena solución pero que los bebés están mejor en casa con un cuidador en exclusiva.

En el primer grupo debatían por ejemplo monnÏ y sobre todo Crítico:

monnÏ: Mi hija fue a la «guarde» a los 5 meses y pico, yo me iba a incorporar mas tarde al trabajo y por necesidades de la empresa tuve que volver antes..obviamente la dejé por el trabajo, pero ya no me daba el miedo que me daba el dejarla a las 16 semanas.. Se relacionaba con los niños desde el primer día!!, como no!! A los 6 meses gateaba, a los 7 caminaba cogida a los muebles, es superdespierta, aprende rapidísimo, habla un montón, ya no usa pañal (va a cumplir 20 meses), su desarrollo es muy bueno, es una niña independiente y alegre, nunca ha llorado por ir al cole, adora a su seño y sabe todos los nombres de sus compañeros (de los que se despide cada día uno por uno con un beso). Y en ese desarrollo nos han ayudado la psicóloga y la educadora del cole, por supuesto; sus primas, en casa con mi hermana hasta los 2 y 3 años, cuando mi hermana ha vuelto a trabajar, han sufrido en la guarde, ahora se están quitando el pañal y se relacionan mucho peor con la gente… Siempre depende de cada niño, pero desde luego, el que tiene más gente alrededor, más estímulos, socializa más, creo que eso es obvio.

Crítico: Nosotros llevamos a nuestra hija a la escuela infantil a partir de los 7 meses y es lo mejor que hemos podido hacer POR ELLA. Desde entonces está muy espabilada, se relaciona con otros niños y adultos, entra y sale contenta, juega muy bien y aprende cosillas. Teníamos alternativa: la posibilidad de que algunos días, alguno de nosotros pudiéramos tenerla en casa; y la alternativa de los abuelos. Pero ninguna de las dos nos convencía. La primera, porque no nos podíamos hacer cargo de ella todos los días todo el día. La segunda, porque conociendo a los abuelos de experiencias anteriores, el plan era el siguiente: niña en brazos casi todo el día, no decirle que no a nada, sin relación con otros niños y, en definitiva, dejación total de cualquier atisbo educativo. La prueba de las nefastas consecuencias la tenemos en un sobrino de 8 años que ha estado mucho tiempo con sus abuelos y es insufrible o en su hermano, de edad similar a nuestra hija, que está todo el día con una cuidadora que le tiene en brazos en todo momento y que no sabe jugar ni relacionarse con su prima ni jugar solo ni nada por el estilo.

En el segundo grupo estaban por ejemplo Paula y Superwoman con comentarios del tipo:

Paula: vale que mucha gente no puede elegir, vale que cada uno se busca la solución que mejor se adapta a su situación, vale que no juzgues y no serás juzgado (ojalá), pero que nos queráis vender las guarderías como la panacea… Seamos serios. Las guarderías, o escuelas infantiles, son una solución, a veces la única disponible, pero no son lo mejor para el niño por mucho que nos empeñemos. Y menos para un bebé de pocos meses. Y lo de aprender colores y formas, también lo pueden hacer con su madre o con los abuelos, tengo casos muy cercanos que lo avalan.

Superwoman: mi Superhermana trabaja de educadora en una guardería. Tienen un ratio de 12-15 niños por educador (de 12 a 15 meses). Por debajo de esa edad, son 6 o 7 niños por educador ¿De verdad pensáis que los niños están «estimulados» en esas condiciones y les enseñan los colores? El que sea más espabilado y más abierto coge los conceptos al vuelo pero lo haría también en casa. La educadora tiene que limpiar quince narices, consolar quince llantos, resolver quince peleas y cambiar quince pañales. Vamos que mucho tiempo para «proyecto educativo» no queda, por mucho que lo llamen «escuela infantil» (y no es por meterme con las guarderías… como os digo, las educadoras hacen a veces más de lo que pueden).

Cuando le comenté a ella que volvía a trabajar y que podía elegir entre meter al niño en una escuela infantil (aquí lo llaman pesebre ;)) o dejarlo con una «Tagesmutter» (cuidadora semi-profesional que cuida en casa a cuatro o cinco críos, incluídos a veces los suyos) me dijo que lo tuviera claro. Y si hubieran estado los abuelos, más claro todavía: un niño por debajo de los ocho meses donde tendría que estar es en su casa (y todas las que se dedican a ello que visité en su época me dijeron lo mismo, que niños por debajo de esa edad no aceptaban). Después se podrían estudiar otras soluciones como lo de las Tagesmutter.

Hasta los dos años y medio un niño no está preparado para socializar

Yo soy más del segundo grupo. Creo que es mejor que el bebé se quede en su casa, se despierte a la hora que le de la gana, y allí le atiendan, le canten, le lleven al parque y cuando cumpla los tres años, que ya es bastante pronto, vaya al cole.

Yo sólo hubiera llevado a mi peque a la guardería si no hubiera podido proporcionarle un cuidador en exclusiva en casa, ya fuera alguien de confianza a sueldo o los abuelos.

Claro que antes de tener un bebé y descubrir lo que suponía realmente, no pensaba así.

¿Tú que opinas?

Boicot a las guarderías y ludotecas basura

En un par de ocasiones os he hablado de la normativa que pretenden implantar en Madrid y que permitirá la creación de «guarderías basura».

El borrador de la consejería que dirige Lucía Figar sube el número de alumnos de 12 a 14 en las aulas de 1 y 2 años. Y de 16 a 20 niños y niñas en las aulas de 2-3 años.

También mengua el espacio, autorizándose centros con una superficie inferior a 30 m2: se pasa de los actuales dos metros cuadrados por niño a “al menos” uno y medio. Y ya no será necesario que dispongan de patio propio, cuando ahora se exigen 70 m2.

Y más reducciones: se reconocerán titulaciones con cualificación inferior a las actualmente en vigor.

Por último, se disminuye el número de educadores de apoyo: para los centros de tres o menos aulas no es necesario ninguno; para los que alberguen más de tres aulas, un apoyo por cada tres clases. La situación actual fija un tutor por aula y un apoyo por cada dos.

Cuando saqué el tema algunos de vosotros me comentasteis que ese tipo de guarderías de mínimos ya existían en Barcelona con el nombre de ludotecas.

Las ludotecas son centros para niños de hasta tres años que no tienen categoría de guardería ya que en ellas no se imparte formación, sino que sólo se vigila a los niños y se les mantiene distraídos.

El Síndic de Greuges ya denunció en 2005 la falta de regulación, y por lo tanto de inspección, de este tipo de centro donde se cuidan bebés de 0 a 3 años por lo que su proliferación y el intrusismo están a la orden del día.

Ayer una de esas ludotecas ha sido noticia tristemente por la muerte súbita de uno de los bebés que cuidaba, de apenas cuatro meses.

Una tragedia para sus padres. A los que recomiendo buscar apoyo en asociaciones modestas pero útiles como la que hay en Madrid: APMSL.

Pero lo que realmente me empuja a escribir no es esa desgracia fortuita, ha sido ver las imágenes de las instalaciones de la ludoteca. Aquí os pongo el vídeo.

El centro Winnie The Pooh donde murió el bebé no tenía ni un cartel en la portería que indicará qué actividad se hacía allí y su fallecimiento ha provocado que se descubran numerosas irregularidades en la gestión.

El diario La Vanguardia publica hoy que en el local había una treintena de menores en el momento de producirse el fallecimiento del bebé, cuando sólo tenía permiso para diez menores.

El rotativo indica que en el centro supuestamente se servían comidas cuando tampoco contaba con los permisos para ello, y no está claro que tuviera un seguro apropiado.

El local había abierto hace unos dos meses en el barrio de Horta-Guinardó de Barcelona .

Por favor, cuidado con la guardería en la que metéis a vuestros hijos.

En otras cosas se puede ahorrar dinero: se puede salir menos, comprar un coche peor, quedarse sin vacaciones….

Lo que sea con tal de tener la certeza de que vuestro hijo está atendido correctamente en un buen centro.

Como ya dije en el pasado, no dar negocio a esos centros es el único modo de protestar que tenemos. Y funcionaría.

Manifestación mañana contra las guarderías basura

Hace casi dos meses os contaba que Madrid planeaba una serie de medidas que empeorarían la calidad de las guarderías.

¿En qué consisten estas medidas? Cito textualmente lo que denuncian:

El borrador de la consejería que dirige Lucía Figar sube de 12 a 14 el número de alumnos y alumnas en las aulas de 1 y 2 años. Y de 16 a 20 niños y niñas en las aulas de 2-3 años. Para los menores de un año, se mantiene la ratio. También mengua el espacio, autorizándose centros con una superficie inferior a 30 m2: se pasa de los actuales dos metros cuadrados por niño a “al menos” uno y medio. Y ya no será necesario que dispongan de patio propio, cuando ahora se exigen 70 m2. Bastará con un espacio libre, aunque no sea de uso exclusivo (un parque, por ejemplo).

El declive de exigencias prosigue: las escuelas infantiles sólo tendrán que disponer de las aulas y un despacho de dirección. “Se permite suprimir la sala de reuniones para las familias y el equipo de orientación, los despachos de administración, la biblioteca, la sala de usos múltiples, la cocina y los patios exteriores”. Y más reducciones: se reconocerán titulaciones con cualificación inferior a las actualmente en vigor. Hasta la fecha era necesaria la titulación de maestro, técnico superior de educación infantil u otras equivalentes como profesor de Enseñanza General Básica (EGB). El nuevo texto propone ampliar las titulaciones a las que “determine” la consejería. Por último, se disminuye el número de educadores de apoyo: para los centros de tres o menos aulas no es necesario ninguno; para los que alberguen más de tres aulas, un apoyo por cada tres clases. La situación actual fija un tutor por aula y un apoyo por cada dos.

Hoy he estado en la reunión de redacción y ha vuelto a salir el tema.

¿Por qué? Pues por que mañana está convocada una manifestación en la Calle Alcalá a las 18:00, frente a la consejería de educación para protestar ante este decreto regional que la Comunidad de Madrid aprobó el pasado 7 de marzo en Comisión de Gobierno y que supone una ataque frontal a la educación infantil pública.

Si podéis acudir. Hacedlo.

Para terminar, aquí os dejo parte del correo que me ha escrito una lectora:

Hola, soy madre de una niña de tres años y te escribo para solicitar tu ayuda. Vamos a manifestarnos el día 12 de marzo en Madrid, la Calle Alcalá, frente a la consejería de educación, y vamos a presentar todas las firmas recogidas para que no aprueben el decreto por el que quieren privatizar todas las escuelas infantiles de la comunidad así como reducir el número de educadoras y las condiciones de los recintos.

Por favor, tú eres madre y trabajas en un medio de comunicación ayúdanos para que nuestros hijos puedan acceder a una educación digna y gratuita,

Soy madre de una niña de dos años. Mi hija está escolarizada en un centro de Educación Infantil de la Comunidad de Madrid, centro en el que se la educa y se la forma como persona, además de cuidarla y ocuparse de su correcta alimentación.

Como madre hubiese preferido pasar con mi hija sus primeros años de vida y educarla yo misma, al menos el primer año, pero la circunstancias de la vida te marcan el camino y yo tuve que confiarle su cuidado, desde los cinco meses, a educadores para poder trabajar.

Para mi es imprescindible saber que mi hija está en buenas manos y que se está formando desde la infancia, aprendiendo, desarrollando su mente, su creatividad, relacionándose con otros niños y aprendiendo a convivir, a tolerar y a respetar a otras personas.

No llevéis a vuestros hijos a las «guarderías basura»


Madrid permitirá ‘guarderías basura’

Bebés en guarderías con poco espacio para jugar, recreos en parques públicos a los que cualquiera puede tener acceso y profesores sin titulación en Educación Infantil. La Comunidad de Madrid planea una reforma que ablandará los requisitos mínimos para las escuelas infantiles de la región que albergan a niños de cero a tres años.

El objetivo, según denuncian CC OO y UGT , es favorecer el acceso de la empresa privada al sector mediante la apertura de guarderías basura: «Así podrán cubrir el tapón de plazas que existe en la Comunidad», afirma un portavoz de CC OO. En este curso, 25.000 pequeños no pudieron matricularse en centros públicos por falta de plazas.

Los educadores se están planteado convocar una huelga debido a los importantes cambios que introduce el borrador del proyecto, al cual ha tenido acceso este periódico, respecto a normativas anteriores.

Con esta noticia de nuestro diario me he desayunado hoy.

Y como a cualquier padre reciente, me parece indignante.

Rebajar la calidad de las guardería privadas como solución para los 25.000 niños madrileños que se quedaron este curso sin plaza pública, es como reparar la avería de la lavadora instalando en la cocina una piedra de lavar.

Y lo peor es que muchos padres se verán obligados por las circunstancias a cruzar los dedos para que haya suerte y llevar a sus niños a uno de estos nuevos centros.

No lo hagáis. Si de verdad este disparate sale adelante, apañaos como sea pero no llevéis a vuestros hijos a estas «guarderías basura».

Es el único modo de protestar que tenemos. Y funcionaría.

Estamos hablando de nuestros bebés. Al menos en mi caso, están legislando sobre lo que más me importa.

Lo que necesitamos son más guarderías públicas. Y sobre todo lo que necesitamos son mejores leyes de conciliación laboral y familiar.

Todas las españolas, cuando somos madres, deseamos ser suecas o noruegas.