«¿Es cierto que quieren poner siete niños por aula?» pregunté la semana pasada en el colegio específico para niños con autismo al que va Jaime. «Sí, es cierto. Ya están haciéndolo«, me comentó uno de los profesionales que trabajan en ese centro con gesto resignado y recordándome que hay muchísimos niños en la Comunidad de Madrid con un diagnóstico que hace precisa su escolarización en aulas TGD y que no hay aulas suficientes para todos.

GTRES
Una barbaridad para cualquiera que sepa de primera mano lo que es trabajar con estos niños. Salvo que todos tengan un grado altísimo de autonomía y desarrollo, es absolutamente imposible prestar una educación de calidad a siete niños en esas aulas. Esta medida supone una importante zancadilla a los pocos arietes de inclusión que había y se va a traducir en un trasvase de muchos niños, sobre todo de los que más ayuda necesitan, a la vía de la educación especial (que a saber si no acabará incrementando su ratio también).
Esas aulas, en colegios ordinarios, solo podían tener hasta ahora cinco alumnos. Pasan de cinco a siete nada menos. La otra solución, la de abrir más aulas y dar trabajo a profesionales cualificados que sería la opción lógica no se contempla. De hecho está sucediendo lo contrario, al mismo tiempo que aumentan ratios se reducen manos: hace apenas cuatro meses era noticia que había 78.182 alumnos más y 2.451 profesores menos en los centros públicos madrileños, según datos del Gobierno regional y del Ministerio de Educación
En el presente curso, los centros educativos públicos madrileños no universitarios —desde Infantil hasta Bachillerato y Ciclos Formativos de Formación Profesional— cuentan con 632.821 alumnos y 47.313 profesores; es decir: que por cada profesor hay 13,3 alumnos. Esta cifra supone un aumento de la ratio de alumnos por profesor del 19,81% respecto al curso 2007/2008, donde había 554.639 alumnos y 49.764 profesores. Esta ratio, que desde ese curso volvió a tender al alza tras varios años de caídas, era entonces de 11, 1 alumnos por profesor. En total, la región ha ganado 78.182 alumnos (+14%) y ha perdido 2.451 profesores (-5%) en los últimos siete cursos según los datos oficiales