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¿Qué te parece que las guarderías tengan webcam? ¿Y los coles e institutos? ¿Y los centros de educación especial?

En los baños no está permitido poner webcams (GTRES)

En los baños no está permitido poner webcams (GTRES)

Lo de poner webcams en las guarderías (mejor escuelas de educación infantil, ya lo sé), es un tema que arrancaba cuando fui madre por primera vez hace una década y que había avanzado unos cuantos pasos cuando lo fui de nuevo hace casi ocho. Dado que ni Jaime ni Julia fueron a guardería, la verdad es que tampoco es algo a lo que diera demasiadas vueltas.

Recientemente he sabido de una madre mucho más reciente que yo, que a este paso tendré que buscarme otro nombre, que sí que tiene a su hijo en una de estas guarderías con cámara. Mirando por encima de su hombro, por primera vez pude ver lo que era observar a tu hijo merced a la tecnología. Era la hora de la comida y se veía a los niños sentados, tranquilos y alimentándose con ayuda. Las imágenes llegaban en blanco y negro y para cualquiera que no conociera bien a los niños resultaba imposible identificarlos, los rostros se veían muy pequeños y sin definir. Tampoco se oía nada. Muchas de esas pequeñas cabecitas podrían estar llorando y sería imposible de saber.

Sé que hay otras webcams instaladas en guarderías en las que sí hay sonido, que son en color y con más definición. También que en todos los casos emiten únicamente desde espacios comunes, sin entrar en baños, cambiadores o en lugares privados de los trabajadores. Obviamente, no emiten en abierto. Los padres reciben un código que es el que les permite asomarse a esa pequeña ventana virtual.

Viendo y enterándome de todo eso, era inevitable pensar qué hubiera querido yo de haber tenido que llevar a mis hijos a una guardería. ¿Hubiera elegido un centro por encima de otros por tener este servicio? No lo creo. Ocuparía una posición bajísima entre lo que buscaría, no sería en absoluto una prioridad. Tampoco supondría para mí un problema que tuviera webcam, que me consta que hay padres que no se sienten a gusto sabiendo que hay cámaras observando lo que hacen sus hijos. Sé que es posible que entrase de vez en cuando a mirar un rato, sobre todo al principio, pero que la norma sería no hacer ni caso a la web con la webcam. Siempre que todo fuera bien, dentro de la normalidad, claro. Es cierto que si hubiera algo que me tuviera con la mosca detrás de la oreja, desde una enfermedad a un amiguito peleón pasando por la sospecha de que los trabajadores de la guardería pasan demasiado de ellos, sí que podría estar mas pendiente. Claro que si estuviera mosqueada por algo tal vez podría malinterpretar lo que veo.

Entre los que no son partidarios al uso de cámaras en las guarderías se encuentran los que se toman muy en serio el derecho a la privacidad, muchos de ellos alegan, con razón, que no es tan difícil hackear estas webs y que un código puede pasar por muchas manos. Y no me refiero únicamente a los padres que no desean que se difundan imágenes de los niños, también están los trabajadores que tienen todo el derecho a tener su intimidad. Tanto unos como otros deben aceptar por escrito previamente la presencia de las cámaras.

Entre los defensores están los que lo consideran una garantía que asegura el bienestar del niño. Ha habido de vez en cuando, por desgracia, noticias de abusos, descuidos o trato inaceptable hacia niños pequeños por parte de sus cuidadores, en el hogar y en guarderías. Con niños tan pequeños que no pueden denunciar que algo así está sucediendo, la presencia de cámaras es un importante elemento disuasorio, porque son muchos potenciales ojos mirando. Si hay quince niños jugando, hay muchos padres que pueden estar supervisando, no solo a su hijo, también a los de los demás.

En Ser padres hay una encuesta con casi 4.500 respuestas. Al 44% sí que les gustaría poder ver a su hijo, el 18% lo consideran una intromisión innecesaria que no aporta gran cosa y el 38% no lo tiene claro, les gustaría ver a su hijo pero no que otros padres puedan verlo.

Imagino que al final, como todo, es simplemente un instrumento, una herramienta. Y como cualquier instrumento o herramienta será útil o incluso peligrosa dependiendo del uso que se le dé.

Por algún misterio insondable en todas las fotos de agencia de guarderías sale un miembro de la realeza (GTRES)

Por algún misterio insondable en todas las fotos de agencia de guarderías sale un miembro de la realeza. (GTRES)

Con niños mayores, que pueden contarnos lo que ha pasado, nadie se plantea el uso de estos dispositivos. Pero viendo casos como el de la niña que recibió una paliza en Mallorca hace pocos días, me pregunto si no sería también una herramienta útil para evitar el acoso escolar. O por lo menos para clarificarlo. Os aseguro que a mí me da más miedo lo que pueda pasarle entre clases o en el patio a mi hija cuando sea más mayor y autónoma que lo que pueda suceder en una guardería. ¿Deberíamos plantearnos el uso de cámaras el colegios de Primaria y Secundaria? ¿Y en Institutos?

Y los que soléis leerme ya sabéis que tengo un niño con autismo que va a un centro de educación especial, un centro en el que muchos chavales se encuentran en una situación similar a la de esos niños de hasta cuatro años de las guarderías: no pueden contar lo que les ha pasado, no pueden comunicar si alguien ha abusado de ellos o les ha tratado mal.

Las justificaciones que valen para poner cámaras en las guarderías podrían aplicarse también en estos centros. Y aquí hay un factor más, ver las sesiones nos podría ayudar a los padres a trabajar en la misma línea que en el colegio con nuestros hijos. ¿No deberían tener también cámaras los colegios de educación especial?

Abusos en las guarderías y titulares que son exabruptos

Mi compañera bloguera @MirenM, a la que no se le escapa una en las redes sociales, me ha hecho ver la portada web del canal de televisión Todo Noticias (TN) del grupo Clarín.

Y me he quedado en estado de shock. Por una parte como periodista por ver semejante titular de apertura en un medio. Que sí, que lo son, pero eso no es periodismo. También, como madre, por la crueldad que supone tener a un niño de nueve meses en una trona amordazado. Terrible. Y lo de las tronas como lugar de movilización infantil para que los niños no den guerra, da para otro post.

La guardería en la que ocurrió está cerrada y todo el personal despedido, pero a mí estas noticias siempre me hacen pensar en lo mucho que sucederá y no vemos. Los bebés no pueden contarnos lo que les hacen, no pueden juzgar si es normal o no. Están indefensos, tanto como niños con autismo no verbales como el mío. Cuando entregamos a nuestro hijo al cuidado de otra persona podemos intentar controlar que esa persona sea de fiar. Y podemos equivocarnos, claro, pero parece más difícil. En cambio al dejarlo en una empresa tenemos que confiar en la profesionalidad, la vocación y el buen hacer de los que allí trabajan. Y digo al dejarlo en una empresa porque muchas veces una guardería , como la de esa portada que os muestro, no deja de ser una empresa que persigue un objetivo económico, que contrata y despide gente y que hace suplencias, por lo que no conocemos a las personas que cuidan de nuestro bebés.

Y no es solo el temor a que cometan abusos claros, evidentes como amordazar a un bebé, sino el temor a que no estén aplicando los criterios que desearíamos. ¿Y si yo no soy de dejar llorar para que aprendan a dormir la siesta y en la guardería sí? ¿Y si yo no quiero en ningún caso obligar a comer a mi hijo y en la guardería se empeñan en hacerlo?

No es un ataque contra las guarderías (que sé que odian que se las llame así, pero es la forma en la que todos las denominamos), no me gustaría que este post se viera así, asumo que la mayoría de los que allí trabajan siempre tratan con cuidado exquisito y un criterio profesional a nuestros hijos, a lo que más queremos. Simplemente estoy reflexionando el temor legítimo de muchas madres, entre las que me encuentro.

No sé vosotros, pero prácticamente todos los padres recientes o futuros que conozco consideran la guardería para bebés menores de un año como la solución a la que recurrir cuando no queda otra.

Los niños pequeños y la huelga general

Jaime hoy acudirá al colegio. Es un centro concertado, específico para niños con autismo, y nos dijeron que hoy funcionarían con normalidad. Lo que no habría, eso sí, es el catering con la comida, pero sabrán apañarse.

Si Jaime hubiera estado en su anterior colegio, un centro público con aula especial para niños con trastorno generalizado del desarrollo, se hubiera quedado en casa. Allí si hacen huelga general y, aunque puedes llevar a los niños y los atienden dado que hay servicios mínimos, como Jaime es un niño con necesidades especiales que requiere mucha atención hubiera sido preferible que no fuera.

Para Julia, que no va a ningún sitio, será un día normal.

Tengo curiosidad por saber cómo son las cosas con vuestros niños pequeños, niños que acuden a guarderías públicas o privadas, niños que van a colegios públicos, privados o concertados, niños pequeños en manos de cuidadoras… y cómo os estáis organizando.

¿Podéis compartir conmigo vuestra experiencia?

¿Cuántos niños de dos años puede cuidar ocho horas seguidas un adulto?

Contestadme por favor a esa pregunta, intentad ser sinceros: si tuviérais que cuidar durante ocho horas a unos cuantos niños, dándoles de comer, cambiando pañales, haciendo que duerman la siesta, quitando mocos y también estimulándoles, jugando con ellos y cantándoles. ¿Cuántos de esos pequeños podríais manejar? ¿Con cuántos os apañaríais bien?

Yo que he tenido a veces que atender a mis hijos y sus primas creo que para hacer bien las cosas el número ideal sería cuatro. Puede que seis. Como muchísimo y en las mejores circunstancias ocho. Y eso asumiendo que tuviera a alguien para suplirme si quiero ir al baño o a hacer una llamada.

No hay guardería que tenga ese ratio alumnos/cuidador.
Me consta que a muchas guarderías no les gusta ahora que las llamen así, quieren que se las llame escuelas infantiles o casas de niños. Dicen que no guardan niños, que los cuidan y estimulan.

Qué queréis que os diga. Yo sigo creyendo que aún muchas guarderías, pese a que cuenten con cuidadores cariñosos y preparados, se dedican gran parte del tiempo simplemente a guardarnos niños. Y nosotros, los padres recientes, los dejamos allí porque no nos queda otra opción, que si no bien que los tendríamos en casa. Y como al ser humano se le da divinamente autoconvencerse de que las decisiones que toma son las mejores, nos acabamos creyendo eso de que un niño de ocho meses, un año o dos está mejor atendido y estimulado en sitios así que en casa.

Madres de día: otra opción a la guardería, los abuelos o dejar de trabajar

Hace ya bastante escribí sobre las diferentes opciones que existen cuando tienes un niño pequeño: organizar los horarios de la pareja para entre ambos atender al niño, contar con abuelos u otros familiares, dejar de trabajar, llevarle a una guardería (escuela infantil como dicen ahora que se llaman)…

No conocía entonces la opción de las madres de día.
Acabo de descubrirla tras topar con este artículo de Consumer/Eroski: Madres de día: una alternativa a la guardería.

Os dejo algunos fragmentos.

Las madres de día son educadoras que atienden a tres o cuatro niños menores de tres años en su propio hogar y les proporcionan una atención personalizada.

Un horario flexible, atención personalizada y un ambiente familiar. Éstas son algunas de las ventajas de los servicios de atención a niños menores de tres años en el hogar de una educadora, una práctica muy extendida en varios países europeos. En los últimos años, estos recursos, alternativos a las guarderías o niñeras, se han implantado en distintas ciudades de España y están avalados por organismos públicos o asociaciones que regulan su actividad y garantizan la profesionalidad de las «madres de acogida».

La práctica viene avalada por una generalización de este servicio en varios países europeos. Las «tagesmutter» en Alemania, «mamans de jour» en Suiza, «assistante maternelle» en Francia o las «childminders» en Reino Unido son profesionales, reconocidas por instituciones públicas estatales o locales, que reciben una formación y capacitación específica para ejercer su trabajo y cuentan con su propia licencia para desarrollarlo.

Se cambia de casa, pero se mantienen el ritmo y pautas que los niños necesitan a esa edad, en un ambiente similar al hogar, bajo la orientación y supervisión de «una persona formada con una titulación relacionada con la educación de los niños, que desarrolla un proyecto educativo con unos principios pedagógicos y un programa definido», matizan.

La Asociación Madre de Día, reconocida desde el año 2006 por el registro de asociaciones del Ministerio de Justicia, lucha desde sus inicios por promover y desarrollar esta profesión en nuestro país.

Hay más información en Casas Amigas o en Asociación Madre de Día (si conocéis más, por favor compartidlo en los comentarios).

Aunque incipiente, es una buena idea. ¿No os parece?

Queda prohibida la guardería

a00477850 5796Me consta que mi pediatra así se lo ha dicho a algunas madres recientes después de que su bebé no levantara cabeza en la guardería.

Incluso conozco a un caso directamente: el niño no paraba de enfermar, el pediatra le desaconsejó la guardería y sus padres tuvieron que organizarse para atender al peque en casa.

Es una buena faena para los padres.

Dejar a nuestros hijos en una guardería es algo a lo que nos vemos obligados. Yo creo que el razonamiento de que se hacen más fuertes es una manera de justificarnos por dejarlos ahí.

Y es un gran trastorno buscar una solución alternativa.

Mi peque tiene una salud de hierro, toquemos madera.

Imagino que se conjuga el hecho de que no acuda a una guardería (aunque nosotros hemos caído enfermos y no le hemos contagiado), que aún tome el pecho a sus casi dos años y que tanto su padre como yo también fuimos niños sanos que apenas pisaron la consulta del médico.

Pero si fuera a una guardería y viera que no para de enfermar probablemente también haría lo posible por evitar lo que lo provoca.

El otro día comentando esta teoría mía me dijeron que si no enfermaba ahora, lo haría más tarde cuando fuera al cole. Que todos acaban cayendo.

No sé yo. No es lo mismo el sistema inmunológico de un niño de un año que el de uno de cuatro.

¿Tú que opinas?

Sobre si espabilan más o no, si os parece, hablamos mañana…