La crónica verde La crónica verde

Podrán cortar todas las flores, pero no podrán detener la primavera. (Pablo Neruda)

Vuelve Gaspar, el buitre sabio

¿Se acuerdan de Gaspar, el buitre sabio del famoso documental de Félix Rodríguez de la Fuente? Sí, hombre. Aquel joven de alimoche que agarraba piedras con el pico y, tras mucho suspense y demasiados fallos, las lanzaba contra un falso huevo de avestruz hasta lograr romperlo y comerse su nutritivo interior. Fue un documental único en la historia del cine científico, pues demostró que estas aves poseían una conducta instintiva, ya que el pájaro no había podido emigrar a África con sus congéneres y nadie le había enseñado a utilizar guijarros como herramientas.

El ave dio así respuesta al pequeño desafío del barón Hugo Van Lawick desde el Serengeti, quien quería saber si tan curioso comportamiento visto allí con las puestas de las avestruces lo aprendían de los adultos o era congénito.

Tres décadas después el experimento ha vuelto a ser filmado, pero esta vez en plena naturaleza. El mérito es de los naturalistas Tony y Jordi Escandell, padre e hijo, quienes con su empresa Paleârtica han logrado el difícil documental. No ha hecho falta, como en aquella ocasión, sacar un pollo de un nido y tenerlo en cautividad varios meses antes de soltarlo en pleno invierno, cuando ya los alimoches están en África. Porque han elegido la isla de Menorca, donde la especie no emigra y, como explican los Escandell, “las aves hace cientos de generaciones que no ven un huevo de avestruz”.

Nuevamente demostrado. Los alimoches tienen memoria genética, no han olvidado las enseñanzas aprendidas por sus antepasados hace miles de años en otro lejano continente.

El trabajo de filmación no fue sencillo. Los naturalistas invirtieron tres años hasta poder conseguirlo, tras ocultar las cámaras junto a un gran dormidero de alimoches con más de un centenar de individuos al que bautizaron como “la cima de los sabios”. Porque esta rapaz carroñera es tremendamente desconfiada.

En Canarias también hay una relicta población sedentaria de alimoches. Y allí las aves conservan el mismo comportamiento innato, como pude comprobar hace unos años cuando participaba en los programas de estudio y vigilancia del amenazado pájaro. Algunos ejemplares son tan rápidos manejando las piedras que casi no nos dejaban tiempo para fotografiarlos. Teníamos pocos huevos de avestruz y nos los rompieron todos.

Si Félix Rodríguez de la Fuente siguiera vivo, estoy seguro de que hubiese repetido en Menorca o Fuerteventura su experimento. Le habría entusiasmado.

4 comentarios

  1. Dice ser andros

    ESTO FUE NOTICIÓN ….EN SU DIA !!

    22 octubre 2007 | 19:01

  2. Dice ser pedro

    SALUDOS CORDIALES, perdido en la red buscando algo que hable de VIDA con mayúsculas, termino en tu bloc después de un largo camino por un desierto de intranscendentes palabras.Por lo que he dado una vuelta por tus textos, te agrego a mis favoritos, para seguirte.En referencia a esta nota del sabio buitre 2… si Félix Rodríguez de la Fuente siguiera vivo no es que hubiera estado solo encantado, Hubiera estado en un país diferente y con el todos nosotros.Me temo que su autentica labor inconclusa, era la que no se veía por la tele, la que requería de la privacidad en los despachos oficiales y de sus dotes de líder, que como todo, fue truncada aquel fatídico 15 de marzo de 1.980. cuando algo fallo en esa jodida avioneta donde el y su equipo mas querido volaban esa fría mañana cerca de Shaktoolik, a 25 Kms de la costa del mar Bernig de Alaska.Yo creo que mucho mas importante que la que pudiese haber seguido haciendo desde las camaras, esta la de sus ideas adelantadas sobre la necesidad de defensa de la diversidad y lucha contra la contaminacion, unidas a su liderazgo hubiera hecho grandes cosas necesarias.Hoy si la vida que tanto pronunciaban sus labios, le hubiera respetado hasta este 2007, seria un respetado anciano de 79 años y sin duda ese camino no recorrido de los últimos 27 años sin el, de estar, se hubiera notado en todo el mundo y por todo el mundo.Si hoy un vicepresidente que tras haber fracasado en la política y por ello dedicarse a otro menester como el de producir y excitar una verdad incomoda, esta teniendo la repercusión mundial que todos estamos viendo, que no hubiese hecho Félix, con la verdad como único objetivo y el apoyo de sus queridos amigos los niños de entonces, y hoy hombres mas todas las generaciones que están nacidas desde entonces, lo hacen un poquito huérfanas, puesto que sus ojos no les ayudan a ver la vida y sus palabras no les incitan a querer descubrirla.Su popularidad Internacional y la gran difusión de sus trabajos era en el momento de su desaparición, tan grandes en todo el mundo que hoy resulta difícil poder compararla ni de lejos con alguien que difunda cultura.el resultado se ve cada dia entre nuestra juventudpastillas, botellón, frente al interés por la ornitología o las salidas al campo que Felix producia en nuestros jovenes corazones.salsa rosa, tomate, gran hermano, frente a divulgación naturalistica y científica ocupan medios de comuicacion, cambiando el contenido de lo que en verdad es la cultura de la vida.Gracias por recordar a nuestro amigo Felix, del que pocos se acuerdan. Hasta en la que fue su casa rtve solo lo hacen cuando toca el aniversario…hasta pronto.pedro

    25 octubre 2007 | 20:08

  3. Dice ser Juanjo

    Es un vídeo que todos los años les pongo a mis alumnos en Ética para hablar del comportamiento animal. Siempre recordaré con cariño los documentales de Félix. Recuerdo que era de los pocos programas que hacían que todas las familias en España se sentaran a ver la televisión.

    14 diciembre 2009 | 23:36

  4. Dice ser Saltacharcos

    Felíx fue una perdida irreparable para su familia. Pero también muchos españoles nos sentimos un poco huerfanos desde su muerte, murio la vocación, la pasión, el sacrificio y las ganas de luchar por lo que realmente tiene valor: Nuestra flora y fauna, ademas el valor incalculable de saber transmitirlo a los españoles.

    17 diciembre 2009 | 03:27

Los comentarios están cerrados.