En 1980 Alaska y los Pegamoides se lanzaron al estrellato musical gracias a una pegadiza canción titulada “Horror en el hipermercado”. Ya saben, aquella que cuenta la terrible aventura de la pobre Mari Pili, quien a pesar de ir “muy mona con su faldita de goma” acabó despiezada en la sección de ultramarinos.
Pocos se acordarán de que por aquellos años de oro de la movida el carrito de la compra prácticamente acababa de llegar a nuestro país. Que hasta entonces nuestras únicas grandes superficies comerciales eran los mercados de abastos. Y que a pesar de Mari Pili, de papeles de estraza y de huevos en cestas de mimbre, comprar no nos daba más miedo que pagar, al contrario que ahora.
Pero ahora, además de ese miedo inevitable a pagar más de lo debido que nos obliga a recordar mil y un precios para evitar falsas ofertas, vamos con miedo por las estanterías sorteando grasas saturadas, hidrogenadas, de palma y de coco, evitando colorantes azoicos, descartando potenciadores del sabor, emulgentes, espesantes y gelificantes, optando por pescado procedente de pesca sostenible, eligiendo fruta y verdura local y de temporada, tratando de recordar qué era eso de la dieta mediterránea. Al final leemos más etiquetas en busca del ingrediente maldito que entradas tiene la Espasa. Nos llaman “consumidores concienciados” pero en realidad somos “consumidores asustados”.
Nunca antes en la historia de la Humanidad había existido un sistema de control sanitario y de calidad más estricto. Nunca antes se tenía la seguridad de su trazabilidad, su viaje comercial desde el lugar de producción al de consumo. Nunca antes todos estos certificados, normas, leyes y análisis se habían universalizado, globalizado. Y nunca antes habíamos tenido tanto miedo con lo que comemos. Más miedo que la pobre Mari Pili.
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A continuación os dejo el videoclip de la famosa canción de Alaska y los Pegamoides. ¿A que ahora tiene una nueva lectura?
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Pues sí que tenemos miedo. Yo no compro nada que tenga más de tres ‘E’ (conservantes o colorantes o saborizantes). Por lo que acabo comprando productos ecológicos, que me generan tranquilidad de conciencia.
Sí, ahora mucho control y trazabilidad y la fruta y verdura saturada de fitosanitarios (acordaros del barniz de las naranjas). Es una vergüenza que las autoridades sanitarias europeas y nacionales permitan producir así y echar toneladas de veneno en el campo.
Lo mejor es tener una huertita en el verano para autoproducción y en invierno consumir productos ecológicos.
23 febrero 2012 | 23:19
No se.. prefiero hablar de la canción.
estamos glorificando la basura, no sólo en comida, sino también en música.
Españistán es una mierda pinchada en un palo musicalmente hablando. Siempre lo fué.
Aprended de los americanos.. Es lo único bueno que tienen
24 febrero 2012 | 01:44
Me sigo quedando con la música… Si hablamos de miedo, buff, entre esto, la reforma laboral y el miedo a que la familia de Arancha Sánchez Vicario me robe mis ahorros…
Buen fin de semana a todos!
24 febrero 2012 | 08:33
Ahora el terror es llegar a la caja a pagar, con nuestros sueldos africanos y esos precios europeos.
http://corruPPto.elbruto.es
24 febrero 2012 | 09:51
Muy bueno el articulo! Y me he reido un rato con el video jajaja en aquella epoca teniamos hasta personalidad y creatividad, todo eso se ha perdido.
Mi unica obsesion como bien dices en el articulo son los precios, los engaños a los que nos someten con falsas ofertas de lleve dos y pague 3.
Con lo que ya no me obsesiono es con los ingredientes de los productos porque tengo asumido que hasta una simple naranja es lo mas artificial que hay, las etiquetas de procedencia se falsifican etc.
Y el sistema no quiere que tengamos nuestras propias huertas o nuestras propias granjas para autoabastecernos.
24 febrero 2012 | 10:15
Miedo al Supermercado ALCAMPO ya que se viene dando el caso que al cliente que paga con un billete falso ( e ignorando la falsedad del mismo) aun siendo de muy pequeña cantidad le denuncian, con todo lo que conlleva: perdidas de tiempo, abogados, juicio, tratan de asustarte tocando la sirena llamando la atencion para que acudan los vigilantes y eso siendo cliente y a posteriori habiendo pagado la compra
En fin mas pierden ellos, lo que les dejaba a ganar ahora se lo dejo a Mercadona que ademas es una Empresa Española
24 febrero 2012 | 12:35