La crónica verde La crónica verde

Podrán cortar todas las flores, pero no podrán detener la primavera. (Pablo Neruda)

Barbacoa de especies protegidas en Lanzarote

Dos de la tarde. Restaurante frente al mar en una turística localidad marinera de Lanzarote cercana al Parque Nacional de Timanfaya. Desde la terraza el paisaje es espectacular; no en vano toda la isla está declarada Reserva de la Biosfera.

Llega el camarero y nos deja la carta. ¿Ustedes no son de aquí, verdad? Pues si quieren comer algo verdaderamente delicioso, prueben nuestro pollo especial. Y al decirlo, nos guiña el ojo con gesto de complicidad.

En realidad nos está ofreciendo pollo asado de pardela cenicienta, una especie de gaviota nocturna protegida, en peligro de extinción, cuyas crías acaban todos los veranos asadas por miles en Lanzarote y en menor medida Fuerteventura. La denuncia que desde allí mismo hago a la Guardia Civil no sirve de nada, pues no tengo pruebas ni se hacen registros. Otro menos remilgoso se las comerá sólo por el placer de darse una tripada diferente, cual manjar exquisito. Que sea una especie protegida y en peligro de extinción les da lo mismo. Como ya os he contado, hasta 100 euros por pollo llegan a pagar estos criminales de morro fino.

Hace unos días, un equipo de voluntarios de WWF que trabaja en la conservación del islote de Alegranza (Lanzarote) sorprendió a cuatro cazadores furtivos asaltando varios nidos de pardela cenicienta. En la isla se concentra la segunda colonia más importante del mundo de este ave, protegida por la Unión Europea e incluida en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas, más de 8.000 parejas.

A pesar de ello y de ser el primer Parque Natural en declararse en Canarias, desde entonces, año 1986, carece de un órgano de gestión específico o de vigilancia eficiente. Los pardeleros se ponen las botas. Como dice el periodista majorero Juan Luis Calero,

Si conocieran a mis amigas, las pardelas, nadie acabaría con ellas. Porque te seducen, son el símbolo de cualquier isleño que desee beberse el mar de un trago.

Pero algunos, bestias de dos patas, prefieren comérselas e incluso se beberían el mar si les dijeran que es ron. Impunemente.


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210 comentarios

  1. Dice ser Pues si,

    da pena, espero que también te de pena la cantidad de parados que hay, gracias a los votantes socialistas.

    02 septiembre 2010 | 19:19

  2. Dice ser Javier godoy

    Entre tantas mentiras, no había leído, ni oído tan grandes como las de mojo yoyo, que te comas pardelas muertas, huevos picados y que solo vendes 20-30, ni tú mismo te lo creesssss. El ser canario no implica que nos podamos por costumbre comernos las especies protegidas, la denominación ya te lo impide, lo indignante es que la autoridad no intervenga, y sabiendo que es posible que sea cierto dicho ofrecimiento de los restaurantes no si hagan inspecciones. Sea cierto o no, se debe de actuar en consecuencia ya que por desgracia entre las actuaciones politiquejas se han descatalogado muchas especies protegidas, solo faltaba que los desconsiderados se dediquen a continuar con la desaparición de nuestras especies protegidas.
    Con ese argumento de unos pocos por acá y otros pocos por allá los yanquis casi exterminaron a los Búfalos

    02 septiembre 2010 | 20:39

  3. Dice ser animalillos

    Javier Godoy.

    Perdona, con lo que tu sabes de especies protegidas, catalogadas y descatalogadas como tales y cositas así, como la mayoría de urbanitas meapilas que pululan por aquí; supongo que con los nervios del momento al escribir tan solemne post, no te habrás dado cuenta de la cagada de confundir búfalos con bisontes americanos.

    ¿Verdad que sólo ha sido un lapsus?

    03 septiembre 2010 | 11:34

  4. Dice ser Emilia

    Pues espera que se enteren los japoneses de que la pardela es un manjar. Hay gente que le puede más los caprichos que el sentido común.

    03 septiembre 2010 | 12:51

  5. Dice ser canaria

    animalillos.
    Claro que fue un lapsus hombre como va a confundir búfalos con bisontes. Sólo hay que fijarse en cual fue el mayor cazador de bisontes de la hisotira «Búfalo Bill»…¿o se llamaba Bisonte Bill? ¡Dios mío que lapsus!

    04 septiembre 2010 | 01:25

  6. Dice ser bettyspaguetti

    Conozco un restaurante en esa zona «el Torado» en el que varios amigos me han dicho que les han ofrecido pardelas, incluso un taxista que vive allí llevó a uno de ellos directamente al restaurante para comer y le recomendó que pidiera el pollo de la isla. Yo lo he puesto en conocimiento de las autoridades, pero no pueden hacer nada si alguien que esté allí no lo denuncia, porque para conseguir una orden de registro no basta con un testimonio.
    Hace muchos años una de las únicas fuentes de proteínas podían ser las pardelas y gracias a ellas muchos mataron el hambre. Hoy en día no somos cuatro gatos sino miles. Si todos hacemos lo que propones- Mojoyoyo- me parece que las generaciones venideras (tus hijos y nietos) no podrán tener ese recurso. No es lo mismo comer un ternero que se cría sin problema. La pardela pone un solo huevo al año y más del 80% de los pollos no llegan a adultos, por lo que si nosotros ponemos un obstáculo más, la cosa está jodida.

    04 septiembre 2010 | 11:45

  7. Dice ser kike

    Objetivo logrado, reportaje-montaje. Cierto es que alguna pardela se manda algún desalmado, como algún pez espada es traido a tierra sin dar un peso por otros desalmados y fotografiado y publicitado por otros desalmados,; pero esto muy amarillo. Ah, otra cosa también es cierto que aquí cuidamos las pardelas y nos gastamos una pasta en su protección para que engorden bien y luego emigrea a Africa, en donde las hacen una gran fiesta y la agasajan, promoviendo el día de la pardela cenicienta que a partir de las doce de la noche se convierte en un manjar.En fin cosas de la vida.

    06 septiembre 2010 | 23:12

  8. Dice ser Bechanga

    Soy de Lanzarote y me pateo la isla todos los fines de semana. Con mis amigos, solemos ir a comer a localidades de la zona que dices, que seguramente sea una localidad costera del sur, y turística. Esto es El Golfo. O alomejor tiraste más para Tinajo y fuiste a parar a La Santa, Tenésera o algo así. Sigo apostando por el Golfo porque tiene muchos restaurantes al ladito del mar, todos buenísimos. Pero de pardelas nada. La isla es pequeña y todos sabemos lo que pasa aunque siempre nos hagamos los locos. Tú pregunta en la otra punta de la isla quien es el tonelero de San Bartolomé o José María Gil el del molino y todos saben decirte. ¿Cómo no se va a saber qué restaurante vende pardelas? Si es cierto que hay gente que las caza y se las come, como uso particular, pero nada más. al igual que hay quien caza perdices o conejos. Es de locos el artículo. Además, los conejeros siempre nos hemos caracterizado por cuidar mucho y sentir muy nuestra la isla. Cosa que los políticos no hacen.

    07 septiembre 2010 | 19:33

  9. Dice ser martin

    Una cosa, que parece que nadie lo ha mencionado: pardelas no son gaviotas, por favor!!!

    10 septiembre 2010 | 17:12

  10. Dice ser Para Mojo Yoyo y sus secuaces

    Dáis pena. Que valiente es la ignorancia.

    24 septiembre 2010 | 16:28

Los comentarios están cerrados.