Shkreli, el ser inhumano, continúa siéndolo

El hecho de que hoy se celebre el Día Internacional del Cáncer de Mama me sirve como excusa para recordar el caso de Martin Shkreli –el especulador– y el Daraprim –su más reciente especulación–. Resumo: Shkreli adquirió los derechos de este medicamento contra la toxoplasmosis para seguidamente multiplicar su precio por más de 50, impidiendo así el acceso a tratamiento a millones de afectados por este parásito que se ceba sobre todo en los inmunodeprimidos, como los trasplantados o los enfermos de VIH.

Martin Shkreli. Imagen de su Twitter.

Martin Shkreli. Imagen de su Twitter.

Ambas historias no tienen absolutamente ninguna relación, salvo por una lejana asociación de ideas de un servidor: los llamados «Días D» están concebidos para atraer la atención pública general sobre ciertos asuntos que muchos sufren silenciosamente durante todos los demás días del año, de manera que se mantenga un cierto nivel de interés popular de cara a sostener el apoyo a estas causas en todos los frentes. Puede que algunos periodistas de ciencia, como este que suscribe, no seamos especialmente afectos a subirnos a ese carro informativo, porque para hacerlo hoy ya están los demás; cuando se trata de temas relacionados con la ciencia, como el cáncer, el alzhéimer o el cambio climático, nosotros nos ocupamos de ellos regularmente sin necesidad de círculos en el calendario.

En cambio, el caso de Shkreli es en cierta medida el opuesto: cuando rompió la ola informativa sobre su artera maniobra, el planeta entero pareció revolverse furioso contra el tipo que ha recibido el apodo de Pharma Bro. La ola crecía a tsunami mientras Shkreli se escondía en su madriguera, cerrando al público su cuenta de Twitter. Pero la de Shkreli corría el peligro de ser una de esas noticias cerilla: prende con gran aparato y fogonazo estentóreo para después apagarse, que nadie vuelva a acordarse de ello, que el individuo en cuestión regrese a su vida, a su (llamémosle) actividad y a su Twitter, pelillos a la mar y aquí no ha pasado nada. Y mientras, el Daraprim, a 750 pavos americanos la píldora.

Izquierda, radiografía tuiteada por Shkreli, presuntamente de su muñeca. Derecha, imagen de la web Medscape.

Izquierda, radiografía tuiteada por Shkreli, presuntamente de su muñeca. Derecha, imagen de la web Medscape.

A este que suscribe no le da la gana. Y lo único que puedo aportar contra ello es recordarlo aquí: tras el escándalo, Shkreli prometió que rectificaría la escalada del precio, pero no lo ha hecho. Es más: superado el shock inicial, se diría que el sujeto ha aprovechado el tsunami para surfear sobre su cresta, acrecentando su popularidad y apareciendo en todos los medios como lo que él no sabe que es, un perfecto imbécil con la madurez de un embrión de mosca del vinagre.

Esto último puede ser, y de hecho lo es, un juicio de valor. Pero juzguen ustedes: en septiembre, Shkreli anunció una donación de 2.700 dólares a la campaña del socialdemócrata Bernie Sanders para su candidatura a la presidencia de Estados Unidos por el Partido Demócrata. La respuesta de Sanders fue de lo más brillante: en lugar de rechazar la contribución, lo que hizo fue donarla a su vez a una ONG de Washington que se dedica a atender a enfermos de VIH y a la comunidad LGBT. Shkreli publicó ayer en su Twitter que estaba tan furioso con Sanders que «pegaría un puñetazo a la pared», con una larga ristra de signos de admiracion. Poco después, el sujeto anunció que se había roto la muñeca y publicó una imagen de rayos X de su presunto miembro fracturado. Imagen que, según han descubierto algunos seguidores, es sospechosamente idéntica a otra que aparece en una web médica. ¿Es o no es?

3 comentarios

  1. Dice ser Rompecercas

    ¿y esto no es terrible?

    http://www.publico.es/sociedad/juan-gervas.html

    19 octubre 2015 | 21:50

  2. Dice ser Don Pach

    Este señor solo se merece un tiro en la nuca.

    20 octubre 2015 | 08:12

  3. Dice ser Esceptico

    Soy anti pena de muerte, pero ojala alguien se cargue a este hijode puta.

    20 octubre 2015 | 09:59

Los comentarios están cerrados.