Archivo de noviembre, 2018

Sí, el Madrid deja su estadio para la final de la Libertadores y no para la de Copa

Florentino Pérez, en la última junta general de socios del Real Madrid (EFE).

Estaba claro que iba a pasar. Han sido muchos los que se han quejado de que el Madrid sí deja su campo para la final de la Libertadores y no para las de la Copa del Rey (con el Barça de por medio).

Así que otra vez toca recordar que el Madrid , como entidad privada que es, hace uso de sus propiedades como le viene en gana. Ya lo expliqué hace algo más de un año en el post titulado ‘¿Le dejarías la casa a tu ex para que hiciera una fiesta?’ y que tuvo una fantástica acogida.

No me quiero alargar demasiado esta vez, porque el tema me da un poco de pereza, pero sí, es claro que el club blanco, y bien que hace, ofrece su campo para un evento de dimensiones mundiales y que va a ser seguido en todo el mundo (más aún tras los repugnantes incidentes del pasado sábado) y no lo quiere hacer para que el eterno rival célebre con sorna un título. ¿De verdad alguien ve algo raro en eso más allá de buscar el enfrentamiento fácil y la crítica habitual al malvado Florentino?

La parada salvadora de De Gea, Mourinho piensa que es el mejor del mundo y la supuesta campaña de Casillas

David de Gea salvó este martes a su equipo, el Manchester United, con una parada antológica que reivindican su calidad como guardameta. Con empate en el marcador, una mano salvadora evitó el gol del Young Boys antes de que el tanto en el descuento de Fellaini diera la clasificación a los red devils.

Ha pasado poco más de una semana de la controvertida actuación del guardameta ante Croacia, partido en el que alternó varias buenas paradas con dos jugadas en las que pareció que podía haber hecho algo más.

El problema con De Gea no fue su encuentro ante los balcánicos, que no fue en líneas generales malo, sino que llovía sobre mojado tras su desastroso Mundial de Rusia hace unos meses.

Su parada salvadora ante los suizos, que valió finalmente una clasificación para los octavos de final para su equipo, le reivindica como lo que ha sido en los últimos años, uno de los mejores porteros del mundo. Para algunos, como su entrenador Mourinho, el mejor. También lo piensan otros como Víctor Valdés o Arsene Wenger.

Justo antes del partido, el portugués le señaló como el mejor del mundo, precisamente, y acusó veladamente a Casillas de hacer una campaña para desprestigiarle y así volver él a la selección.

No es el único que lo piensa. Lo explicó en un post anterior mi compañero Edu Casado, que también cree que el entorno de Iker está presionando para su regreso. Reacciones como las de Manolo Lama y su ya famoso «Vete a tu pueblo, De Gea», tras un tanto de Croacia a España en la que el comentarista, conocido defensor del actual arquero del Oporto, interpretaba que el del United podía haber hecho más y lo expresaba con una inquina sorprendente, reafirman esa postura. También la entrevista con Jorge Valdano, postulándose para volver justo ahora.

Algunos apuntan que es el estilo de la Roja el que no le viene bien a De Gea, pero eso tampoco tiene mucho que ver en paradas como la de este martes en Champions, y acciones similares, por lo que sea, no se le ven con con la elástica de España. Quizás haya algo psicológico en ello, y es probable que la presión a la que se le somete en nuestro país no le venga nada bien. Conviene recordar que los deportistas son humanos, y que la posición de portero es, seguro, la que más presión recibe en el fútbol.

Recomiendo un artículo publicado en 20 Minutos sobre la depresión que salió esta semana para ver si en los próximos partidos de De Gea empatizamos un poco más con él (me incluyo el primero) y le dejamos demostrar la calidad que ha evidenciado durante años en Inglaterra.

David de Gea celebra una parada con el United. (EFE)

David de Gea celebra una parada con el United. (EFE)

Thierry Henry calla la boca a los ‘haters’ del Cholo Simeone

Thierry Henry, en la rueda de prensa previa al Atlético-Mónaco (EFE).

El empate del sábado entre Atlético de Madrid y Barcelona abrió de nuevo las compuertas de la legión de ‘cuñaos’ que ven tres o cuatro veces al año al Atleti (contra Madrid, Barça y poco más) y que como les molesta que el equipo colchonero vaya medianamente bien, sacan a relucir el sobado argumento de que el Cholo es un cobarde (futbolísticamente hablando), que si el Atleti no juega a nada y todo el rancio fraseo habitual.

A veces, es necesario que venga alguien de fuera, no contaminado, para decir las verdades del barquero, que diría José María García, y callar las bocas de los haters del técnico argentino. Ese alguien fue este martes Thierry Henry, el entrenador del AS Monaco y leyenda del fútbol, que en la rueda de prensa previa al partido de este miércoles entre el equipo monegasco y el Atleti, dijo esto del equipo de Simeone: «Siempre hablamos del Atleti, dicen que sólo juega a la contra, pero no es verdad. Luchan el uno para el otro. Simeone tiene este club en su piel, es un entrenador extraordinario y es un honor para mí estar al lado de él».

¿Es un pelota Henry? ¿Sabe menos de fútbol que su iluminado excompañero en el Barça Sergio Busquets? No lo creo. Es solamente un tipo que, pese a haber formado parte del mejor Barcelona de la historia, no está intoxicado con el mantra de la secta de guardianes del buen y único fútbol y de ese tipo de compañero periodista que no sale del «catenaccio de los equipos italianos», «los ingleses celebran los córners como si fueran gol» o «el viaje a Rusia es complicado por el frío». La lástima, repito, es que tengan que venir de fuera a explicarlo.

No nos engañemos: ni el Barça es un equipo tan odiado, ni el Real Madrid tan querido por los aficionados

Enfrentamiento entre Piqué y Ramos, los jugadores más polémicos de ambos equipos. (EFE)

Enfrentamiento entre Piqué y Ramos, los jugadores más polémicos de ambos equipos. (EFE)

Estoy leyendo varios titulares de medios especializados deportivos que dicen: «El Real Madrid es el equipo más querido de la Liga española por los aficionados»; «El Barça es el club más odiado de la Liga por los aficionados».

Sin embargo, están sesgados. Ni el Real Madrid se libra de detractores (que tiene, y no pocos), ni el FC Barcelona ha dejado de tener seguidores. Es más, ambos lideran las dos tablas de resultados publicadas este martes por Statista European Football Benchmark, tanto la de «el club más querido» como la de «el club más odiado». Y no a mucha distancia el uno del otro.

Los equipos más queridos de La Liga. (Statista)

Los equipos más queridos de La Liga. (Statista)

En la lista de simpatías, el 46% de lo españoles se declara fan merengue frente al 36% que se identifica como azulgrana, primero y segundo respectivamente. En el extremo contrario, en lo que respecta a los detractores, el Barça es el club de fútbol que más antipatías despierta (35%) por parte de los aficionados a este deporte en España, seguido de cerca del Real Madrid (30%). Siempre según el estudio citado anteriormente.

Los equipos más odiados de La Liga. (Statista)

Los equipos más odiados de La Liga. (Statista)

Todo ello está promovido porque son los clubes que más afición despiertan en nuestro país y, por tanto, también los que más odio, como es lógico. Una cosa viene derivada de la otra. Porque cualquier seguidor del Real Madrid va a votar como el equipo más odiado al Barça, y cualquier culé lo hará con el club madridista. España está dividida (siempre lo ha estado, no es novedad) y los medios se han decantado por uno u otro resultado, pero sin ver que realmente el fondo es el mismo para ambos equipos.

Si el Real Madrid tiene más seguidores en España, siempre va a ser el Barça el que despierte más odio entre ellos. Y con esto del independentismo (en auge en el periodo mencionado en el que se realizaron las encuestas) los odios a un club azulgrana politizado están en su mayor nivel en la capital. También ejemplo de esto es que el Girona se el tercer equipo que más odio despierta. Esta encuesta, de haberse hecho a nivel mundial, seguramente sería muy dispar a la actual. Y quizá de haberse hecho en otro momento, también.

La hora de sentar en el banquillo a intocables como Bale, Varane, Modric…

Luka Modric

Luka Modric ofrece al Bernabéu el premio a mejor jugador de la UEFA (EFE).

Se juega mucho este martes por la noche el Real Madrid en Roma. Para empezar, no llegar a la última jornada con la espada de Damocles amenazando. Pero también tratar de amarrar la primera plaza del grupo, pues quedar segundos sería pan para hoy y hambre (un rival muy, muy duro en octavos) para mañana.

El partido ante el Eibar fue un golpe durísimo, y dejó claro que hay muchos jugadores que están lejos de su mejor momento, y no solo físicamente. El madridismo echa de menos el orgullo en un equipo sin carácter. No molesta solo el buen juego, lo hace más la falta de actitud, que nadie se coma el campo, que no haya arranques de rabia, o jugadores perdiendo la cabeza ante derrotas humillantes.

El Madrid ha ganado Ligas con mucho, mucho menos talento (recordemos la de Capello, con Emerson y Diarra a los mandos en el medio del campo), una competición que se ganó a base de lucha, de esfuerzo, de no rendirse nunca, de correr más que nadie, de tener fe absoluta.

A medio plazo, eso se puede solucionar fichando en el mercado invernal (esa temporada llegaron los jovencísimos Marcelo, Higuaín y Gago), pero a corto se hace sentando a jugadores que no están rindiendo, y a los que además no se les aprecia demasiada motivación. Miro a Gareth Bale y no reconozco al jugador que ha sido clave en al menos tres finales de Champions, veo a Modric y me da la sensación de que se dejó las ganas de jugar en el Mundial, en Varane observo un jugador menor que comete un fallo tras otro. Marco Asensio no va a tirar ni de este carro ni de ningún otro, al menos ahora mismo. En las manos de Solari está elegir los jugadores adecuados.

El Real Madrid, ante la amenaza de uno de los mayores ridículos de su historia

La temporada del Real Madrid está siendo una de las peores de su historia reciente. En 13 jornadas de Liga, solo lleva 20 puntos, y su golaverage es de un paupérrimo +1 (20 goles a favor, 19 en contra). Acumula goleadas desalentadoras como la del Pizjuán, dramáticas como la del Camp Nou y de absoluta vergüenza ajena como la de Ipurua de este sábado.

Gareth Bale

Gareth Bale (EFE).

Un conocido amigo madridista, de habitual pesimismo con el equipo, está convencido de que es más factible que el equipo quede 17.º antes que cuarto. Es decir, ve peligrar hasta la clasificación para la Champions, lo que sería un drama institucional, pues hunde no solo esta temporada, sino también la que viene (lo de ganar otra vez la Copa de Europa suena a utopía).

Lo cierto es que la clasificación en la Liga hace que, pese al ridículo absoluto de esta temporada… el Madrid aún pueda ganar la Liga. No será, desde luego, jugando así, pero remontar cinco puntos en noviembre no es ni mucho menos una proeza, ni hay que apelar al espíritu del clavo ardiendo.

Pero igual que ganar la Liga es más que factible y da ilusión a los que aún confían en una mejoría, también es cierto que un drama se cierne sobre el Real Madrid: puede quedar eliminado de la Champions en la fase de grupos, en lo que sería, sin duda, el mayor ridículo europeo de los blancos desde, creo recordar, aquella eliminación ante el Odense. En España, hay alguno más reciente, eso sí, con el famoso Alcorconazo aún fresco en la memoria.

Y las cuentas para que los de Solari se queden fuera no son tan complicadas. Si no gana a la Roma, una derrota ante el CSKA en la última jornada en el Bernabéu (si los rusos ganan esta semana al Pilsen en casa) dejaría sin Champions al Madrid a las primeras de cambio. Dramático.

Dembélé tiene capacidades para ser una estrella, pero sigue siendo un niñato

Dembélé en un partido con el Barça. (EFE)

Dembélé en un partido con el Barça. (EFE)

Mucho se ha hablado de la mala actitud de Dembélé en Barcelona. No va o llega tarde a los entrenamientos y no está del todo adaptado a las exigencias de uno de los mejores clubes del mundo. Nadie sabe cómo encarrilarlo y su marcha es una de las posibles soluciones que se barajan en Can Barça sobre qué hacer con el francés. De hecho, el Liverpool es uno de los interesados en comprarlo en invierno y ha llegado a ofrecer 98 millones de euros.

El galo es un misterio. Su talento es indiscutible sobre el césped, pero fuera de él deja que desear. Tiene desparpajo y resolución, buen ejemplo de ello se vio en los escasos diez minutos que jugó ante el Atleti. Podría ser una estrella si no fuera porque es incontrolable, como cualquier niñato de 21 años, y no es consciente de la oportunidad que tiene para brillar como futbolista. No lo hace y la excusa de la edad empieza a no ser suficiente.

Con sus mismos años, Cristiano Ronaldo ya llevaba 4 años en el Mánchester United y había ganado con el club inglés una Liga (2007), una FA Cup (2004), una Copa de la Liga (2006). Con Portugal había jugado la final en la Eurocopa 2004 y había quedado cuarto en el Mundial de Alemania 2006, y con el Sporting de Lisboa había conseguido una Supercopa de Portugal (2002). A su edad, Leo Messi ya estaba disputándole en el Barça el título de mejor jugador del mundo al luso: había acumulado ya dos Champions (2006 y 2009), tres Ligas (2005, 2006 y 2009), una Copa (2009), tres Supercopas de España (2005, 2006 y 2009), una de Europa (2009) y un Mundialito de Clubes (2009).

Dembélé resonaba el pasado verano como una de las grandes promesas del fútbol tras el mundial. Pero, ¿qué ha hecho con 21 años? Ha ganado una Copa del Mundo con Francia (2018), una Copa de Alemania con el Borrussia Dortmund (2017) y una Copa del Rey, una Liga y una Supercopa de España con el Barça (2018). Además de salir de fiesta, jugar a la Play, a videojuegos o partidas online, y no intentar solucionar sus problemas con el castellano.

Varias fueron las personas que se han pronunciado estos días sobre la actitud del del galo. Entre ellas se encuentra una gran figura para el barcelonismo: el eterno capitán Carles Puyol.

Desconozco como funciona el interior del vestuario, pero ahora es evidente que todo el mundo tiene que ayudar a Dembélé por el bien común. A veces cuando eres joven no te das cuenta de lo que tienes, donde estás y lo dejas escapar.

Y es que ni su entorno puede con él. También su compañero Luis Suárez aprovechó la concentración con su selección antes del amistoso ante Francia para mandar un recadito a Dembélé:

Ousmane debería concentrarse básicamente en el fútbol y ser más responsable en algunos aspectos. En el vestuario del Barcelona existen muchos ejemplos de profesionalidad y tiene que inspirarse en ellos.

Pero también su selecciónador, Didier Deschamps, quiso hablar de las ‘escapadas’ de Dembélé cuando se concentra con el combinado de su país:

Ousmane tiene la costumbre de llegar con retraso. En su defensa, yo estoy seguro de que él dirá que no es el único. Ya sea en su club o en la selección francesa, debe estar más atento a las cosas que forman parte del día a día de un futbolista de alto nivel. Es un joven jugador que ya ha conocido muchas cosas. No pierdo la esperanza de que se dé cuenta de todos estos aspectos. Son situaciones que pueden repetirse y cuanto antes las evite o se asegure de comprenderlas y de incluirlas en su funcionamiento, mejor será para todos.

 

Busquets, Jordi Alba y el postureo sin fin de los ‘dueños’ del buen juego

Sergio Busquets, en el partido entre Atlético y Barcelona (EFE).

Sergio Busquets y Jordi Alba, este sábado al acabar el encuentro de su equipo, el FC Barcelona, y el Atlético de Madrid, volvieron a demostrar que muchos jugadores del club culé viven en una permanente ensoñación heredada de aquella buena época con Guardiola y que los convierte en poco menos que en los guardianes de las esencias del buen fútbol, ése que parece el único legitimado para ser desarrollado en los terrenos de juego.

El mediocampista dijo al acabar el encuentro que «el Atlético siempre juega así, no es lo más divertido ni lo que queríamos». La frase sería graciosa si no fuera porque Busquets de verdad se cree lo que dice. Analicémosla.

Dice Busquets que «no es lo más divertido». Esta reflexión me encanta. Debe de pensar el bueno de Sergio que está la gente deprimida antes en el Calderón y ahora en el Metropolitano, que no vibra, que no salta, que no grita, que no canta. Todo lo contrario que el Camp Nou, donde los japoneses se divierten hasta el punto de disparar tantos selfies como en la Sagrada Familia. Querido Sergio, desde que llegó Simeone, los atléticos nos lo pasamos pipa. Hacía mucho que no lo pasábamos tan bien.

Pero lo mejor de todo es cuando Busquets dice que el juego del Atleti «no es lo que queríamos». Imperdonable pecado que Simeone no se acercara al vestuario culé, instantes antes del partido, para preguntarle a los señores cómo les gustaría exactamente que planteara el juego el Atlético como rival. Como aquellas ridículas quejas sobre la longitud o humedad del césped, tan ridículas como si Simeone llegara quejándose al Camp Nou porque la hierba está demasiado rápida para el juego que le gusta hacer al Atlético. El club rojiblanco está obligado a ponerle al Barça (y a cualquiera) todas las dificultades que pueda y más (dentro del reglamento) para llevarse el partido. Que es exactamente lo que hace el Barcelona y cualquier equipo del mundo.

Respecto a Jordi Alba, el lateral de L’Hospitalet dijo que «el Atleti tiene jugadores para jugar más al ataque». Espero que Miguel Ángel Gil Marín haya tomado buena nota para ofrecerle de manera inmediata el puesto de entrenador al jugador zurdo. Ayer, por cierto, el Barcelona disparó dos veces entre los tres palos. Dos.

En definitiva, ambos jugadores volvieron a demostrar que de un tiempo a esta parte, hay un inacabable postureo en cuanto al ‘buen juego’ que está absolutamente trasnochado. Todos los estilos de juego son respetables y ojo, no hay que dejarse engañar: todos persiguen lo mismo, esto es, ganar. Algún gurú repite una y otra vez su desdén hacia el que «cree que el resultado lo es todo», para inmediatamente después recordarte, como argumento de fuerza, los títulos que lleva Guardiola o las copas que alzó la España del tiki taka. Parece mentira que a estas alturas de la película haya quien confunda aún ‘jugar bonito’ con ‘jugar bien’. Y desde que Diego Pablo Simeone llegó al Atlético de Madrid, el equipo juega muy bien. Por más que le pese a Busquets.

Bendito VAR: concedió un gol al Eibar que el árbitro tardó décimas de segundo en anular

Momento en el que Martínez Munuera anula el primer gol del Eibar, que luego concedió el VAR (EFE).

Qué significativo me ha parecido el primer gol del Eibar en el partido del equipo vasco ante el Real Madrid este mediodía en Ipurúa. Escalante introdujo el balón en la portería de Courtois y de manera casi inmediata, el árbitro Martínez Munuera anuló el tanto de manera incomprensible.

Pero por fortuna, este año tenemos videoarbitraje, el famoso VAR. Los árbitros de vídeo comprobaron que, efectivamente, ni había fuera de juego ni falta ni nada que pudiera forzar la anulación del gol de los armeros. Así pues, Martínez Munuera no tuvo más remedio que señalar el círculo central. Era gol legal.

Esta situación me ha llevado a pensar cuántas, cuantísimas veces habrán ocurrido cosas similares: goles encajados por el Real Madrid (o por el Barcelona) que fueron anulados sin dudas ni pestañeos por los árbitros sin que hubiera motivo para ello. Cuántos años de impunidad que ahora, por suerte, la tecnología ataja para siempre. Bendito VAR.

Neymar, mejor que no vuelvas al Barça

Neymar celebra un gol en su anterior etapa en el Barça. (EFE)

«Segundas partes nunca fueron buenas», dice uno de los dichos más populares. Y en el caso de la posible vuelta de Neymar al Barça este refrán creo que se haría realidad. El actual jugador del París Saint Germain suena cada semana para un equipo diferente. Y desde hace días resulta que la noticia es que quiere volver al Barça. De hecho, este martes El Chiringuito da la exclusiva de que jugará la temporada que viene de azulgrana. ¿El motivo? No está a gusto en la capital francesa y… el PSG necesita vender estrellas.

El Real Madrid parecía, desde hace meses (muchos), bastante interesado en su fichaje. La salida de Cristiano había dejado a los blancos sin balas seguras de ataque, pero su compra nunca llegó a realizarse. No obstante, Florentino todavía no ha jugado todas sus cartas y la puerta a que llegue al Madrid sigue entreabierta. De esta posibilidad muchos han sido los que han dicho que la verían como una gran oportunidad para Neymar. E incluso hay barcelonistas a los que no les disgusta la idea. Entre los que me podría incluir.

¿Por qué? Neymar siempre ha sido más perfil-Madrid que perfil-Barça. Cuando llegó a Barcelona lo dije con rotundidad y muchos fueron los que se me echaron encima. Ya no por su juego, sino por sus ambiciones. Casi por norma, el Real Madrid ficha ‘estrellas’ que brillen también individualmente y no solo den éxitos al equipo. Porque no tienen un Messi en su plantilla que vaya a eclipsarlas. Y a Neymar, Messi lo eclipsó. Por eso se fue.

Y también por eso es mejor que no vuelva. Messi sigue en su máximo esplendor y nada cambiará respecto a lo que ya pasó en su etapa como jugador del Barça. Se fue al PSG para ganar más títulos individuales y poder ‘comer en la mesa de Messi y Cristiano’ (como ya le gustaría a Griezmann). Pero no está ni sentado a las espaldas de estas dos estrellas mundiales. Y ahora quiere volver porque ve que tanto el argentino como el luso se han visto desbancados en los mayores trofeos individuales y la puerta podría volver a abrirse para él. Claro, eso siempre unido a que la Liga española es mucho mejor que la francesa, tanto a nivel futbolístico como de influencia…

Entonces, ¿segunda etapa de Ney en el Barça? No diría un no rotundo, pero creo que nada mejoraría en cuanto a sus objetivos respecto a la anterior.