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Messi decide quedarse en el banquillo y 30 minutos no le sirven para remontar

Leo Messi, en el banquillo del Camp Nou durante el clásico. (EFE)

Leo Messi, en el banquillo del Camp Nou durante el clásico. (EFE)

Leo Messi no jugó de inicio el clásico del Camp Nou. Entró en el minuto 62, pero no estaba en el once del partido de ida de las semifinales de la Copa del Rey ante el Real Madrid. No estaba por decisión propia. Como adelanté el martes, era la mejor decisión que podía tomar; pero no ha sido de Ernesto Valverde, ni tampoco de los médicos que trataban su contractura. La decisión —estoy convencida— es en exclusiva de Leo Messi. Él es quien decide cuándo parar en función de su estado de forma y la importancia del duelo. En este caso, no estaba al 100% —lo sabía— y el partido, pese a ser un clásico, no era de los más importantes de la temporada —teniendo en cuenta que es una eliminatoria de ida y vuelta—.

Dicho esto. Ahora también tengo que aceptar que su suplencia ha condenado al Barça a un empate que no le va a ser fácil de remontar en campo rival. La vuelta se juega en el Bernabéu y —como sabemos— los goles fuera de casa siempre valen el doble. En esta ocasión, el Real Madrid ha marcado uno, por lo que el Barça, con el 1-1, debería perforar la portería de Keylor Navas al menos una vez y que el Madrid no marque, o meter más que ellos para asegurarse el pase a la final el 27 de febrero (cuando se disputará el partido de vuelta). Es verdad que en ese duelo estará Messi ya recuperado y previsiblemente jugará de inicio, pero tendrá que tener un buen día para lograr invertir el resultado.

Lo más preocupante ahora es el vacío que deja cuando no está. La primera parte fue fatídica para un Barça que no sabía ni tocar, ni mantener el balón, ni mucho menos ocasionar peligro en el área de Keylor Navas. El último partido que enfrentó a Barça y Real Madrid (quitando el de hoy) fue en Liga. Tampoco estaba el máximo goleador de lo que va de temporada, pero los culés lograron ganar en casa 5-1 gracias a un hatt-trick de Suárez, otro gol de Coutinho y otro de Vidal. No estaba Messi, pero aparecieron sus compañeros e hicieron que su ausencia no se notara. Esta vez no ha sido así.

La sombra del argentino y la sorpresa de que no jugara ha pasado factura al equipo de Valverde. Messi tuvo que salir en la segunda mitad para intentar sofocar a un Barça que mejoró en los últimos 30 minutos. Un tiempo que no bastó.  Ahora —si quiere la Copa— tendrá que emular el duelo de cuartos ante el Sevilla y remontar. Es verdad que menos diferencia, pero no queda otra para llegar al Villamarín.

Messi y su lesión: dos clásicos valen más que uno

Messi se lesiona ante el Valencia en el Camp Nou. (FC BARCELONA)

Messi se lesiona ante el Valencia en el Camp Nou. (FC BARCELONA)

El Barça y el Real Madrid se van a enfrentar tres veces en poco menos de un mes: la ida de Copa del Rey en el Camp Nou (este miércoles), la vuelta de esa misma competición en el Bernabeu (el día 27 de este mes) y el clásico de la segunda vuelta de la Liga, también en Chamartín (2 de marzo). La incógnita llega cuando hablamos del once que va a jugar esos tres partidos. Y sobre todo si en todos estará Leo Messi.

Una contractura sufrida el pasado fin de semana frente al Valencia podría hacer que el astro argentino se pierda el primer clásico del año. Ahí está el quid de la cuestión: ¿arriesgará y jugará, o descansará y confiará en sus compañeros? Está claro que la decisión está en su mano. No en la de Valverde y me atrevería a decir que tampoco en la de los médicos. Si Messi cree que es importante jugar y se ve preparado (aunque no sea al 100%) para ello, tened claro que jugará. Otra cosa es si debería hacerlo pese a que su presencia es decisiva sobre el campo.

Ahí ya cada uno tiene su opinión. En este caso, la mía es clara: dos clásicos valen más que uno. Es decir, el menos importante de los tres es el de este miércoles justo para el que Messi está renqueante. Es el partido en el que el Barça se juega menos: habrá duelo de vuelta y, aunque el resultado sea desfavorable, se puede remontar (demostrado quedó ante el Sevilla). Por ello, no es estrictamente necesaria su presencia en el Camp Nou.

Además, si juega, su lesión podría ir a más. Los otros dos encuentros son decisivos: el de vuelta de Copa para jugar la final y luchar por el título y el de Liga para mantener el colchón que separa a los culés de su eterno rival, que casi les daría la Liga. Por tanto, que descanse y se prepare, que justo después vienen también las fases más decisivas de Champions, la gran prioridad (y obsesión) del Barça.

Aquí el vídeo del momento de la lesión:

Florentino es el que debería dimitir: sentenció al Real Madrid tras permitir la marcha de Zidane y forzar la de Cristiano

El cabeza de turco de la crisis del Real Madrid ha sido Julen Lopetegui. Hay quien culpa también a los jugadores e incluso a Florentino Pérez. Pero siempre es más fácil echar al entrenador pese a que la plantilla no haya estado a la altura y el presidente sea el verdadero culpable. Porque esa es la dura realidad. Y si no cambia, ni Conte ni Solari (si uno de ellos sustituye a Julen) podrán hacer mucho por este equipo.

Florentino dejó que Zidane se marchara pese a la opinión contraria de los jugadores y forzó la salida de un Cristiano Ronaldo harto de las malas caras y palabras de su presidente. Dos salidas del club que ni él ha sabido gestionar bien. La de Zidane intentó mitigarla quitándole su entrenador a la selección tan solo dos días antes de comenzar el Mundial de Rusia. Una jugarreta que, ahora, se ha revertido en su contra.

Florentino Pérez, presidente del Real Madrid.

Florentino Pérez, presidente del Real Madrid.

De la de Cristiano casi mejor ni hablar. El crack del club se fue por la puerta de atrás, sin despedida ni halagos pese a haberle dado al Real Madrid grandes momentos. Su mala relación se hizo en ese momento evidente y la influencia del presidente en la marcha del delantero luso también. Es más, ahora Cristiano ha querido dejarlo claro: «Lo que me decía nunca lo hizo desde el corazón», declaró en una entrevista concedida a France Football. Y añadió que Florentino, al final de su etapa en el Real Madrid, lo miraba «como si ya no fuera indispensable», lo que le hizo tomar la decisión de marcharse.

En ese momento, Florentino no permitió al club traer refuerzos a la delantera y creyó que apostando por la juventud la marcha de CR no se iba a notar…  No obstante, la humillación del Barça el domingo en el Camp Nou (5-1), precedida de otros cuatro partidos sin ganar en Liga, ha hecho evidente que esa decisión no fue la adecuada. El club necesita a un líder que no tiene (aparte de Sergio Ramos) y deberá encontrarlo en el próximo mercado de invierno.

Pero esto solo lo ve la opinión pública. Porque Florentino sigue creyéndose el amo y señor del club. Él siempre ha salido indemne de sus malas decisiones y esta vez no iba a ser de otro modo. Es Florentino quien se encarga de señalar al culpable y cargar las escopetas de la prensa para que lo señalen y lo conviertan en cabeza de turco. ¿Con qué fin? Siempre para librarse él. Esto se demostró cuando empezaron los rumores de que Lopetegui iba a ser destituido (hace unas semanas). La decisión de su cese estaba ya tomada y quería que la prensa aportara las razones cuando se fuera a hacer efectiva. Que señalaran a Lopetegui como el verdadero culpable. Porque los entrenadores son los que siempre cargan con esa responsabilidad… aunque el verdadero culpable esté sentado en el palco y no en el banquillo.

A aquellos que se alegran de la lesión de Messi: sin él el Barça ya le metió 0-4 al Madrid… y no hace mucho

Leo Messi, lesionado en el césped del Camp Nou (EFE).

«Ojalá se hubiera roto también la tibia y el peroné». Esa fue una de las frases que un madridista me espetó cuando se conoció justo el pasado sábado el alcance de la lesión de Leo Messi: estará unas tres semanas de baja por su rotura de radio en el partido ante el Sevilla. En una de las semanas más intensas que le esperan al Barça esta temporada, su talismán se lesionó. Se perdió el partido del miércoles ante el Inter de Milán (Champions) y el Barça ganó. Tampoco estará en el clásico de este domingo ante el Real Madrid (Liga). Pero ese tiempo de baja no es suficiente para quienes se consuelan de la mala racha que atraviesa su equipo con que otros también lo pasen mal. Eso es lo que el refranero español define como: mal de muchos, consuelo de tontos.

Es cierto que lo de consolarse de una derrota con la derrota del otro va implícito en el fútbol. Y todos lo hacemos: perdemos, sí, pero si los otros pierden es menos catástrofe. Pero eso de alegrarse de la lesión de un jugador, ya sea Messi, Cristiano o pepito de los palotes, es muy ruin. Véase el desafortunado tuit de Rufián que ha causado gran polémica en las redes sociales: ¡cómo se nota que es del Espanyol!

Es verdad que está el clásico de por medio pero os aseguro que no tiene que ver con eso. ¿Que Messi se lesiona justo antes de jugar ante el Alavés? Buena noticia. ¿Que Messi se lesiona justo antes de jugar cualquier partido random de Liga de Campeones? Buena noticia. ¿Que Messi se lesiona justo antes de jugar ante la Cultural en Copa? Buena noticia. Para algunos siempre es buena noticia que Leo Messi no juegue porque parece que lleva implícito, entonces, que el Barça pierde. Aunque muchas veces no sea así.

La envidia es muy mala. Es el mejor jugador del mundo, verlo jugar es una delicia y un partido sin él pierde calidad, tanto para los jugadores (cuya motivación es mayor en caso de que Messi juegue) como para los aficionados. No entiendo a quienes prefieren verlo en el banquillo y no sobre el terreno de juego: si tu equipo tiene que ganar, que sea por méritos propios, no porque el rival no tenga a su mayor estrella. Es más, que no esté tampoco asegura la victoria: la última vez que Messi no jugó un clásico de inicio el Barça le metió un 0-4 al Real Madrid. El argentino había estado de baja dos meses por lesión, fue suplente, solo jugó 34 minutos y cuando salió el marcador ya reflejaba un 0-3. Y la última vez que se perdió un partido completo por lesión los blancos solo consiguieron ganar por la mínima.

Es verdad que el Barça sin Messi pierde mucho. Es más, me atrevería a decir que se convierte en un equipo como cualquier otro: sin profundidad y sin gol. Pero también ha demostrado que sabe sobreponerse a una situación como esta. El resto de jugadores tienen que pensar que, ahora, deberán hacer el doble de trabajo para sacar adelante los partidos en los que Messi falten con los mejores resultados posibles. Serán partidos difíciles, pero deberán demostrar que «el Barça no es solo Messi«. O eso dicen.

La ventaja que el Barça no sabe aprovechar en los clásicos

El FC Barcelona nunca ha disputado un partido como visitante ante el Real Madrid en la primera vuelta de la Liga con 11 puntos más que el eterno rival. El de este sábado será el primero, en la jornada 17. Pero los datos históricos de victorias y derrotas de los clásicos a los que acudieron con ventaja no favorecen en resultados al equipo culé.

Las dos veces que los azulgrana viajaron al Bernabeu con 10 o más puntos de ventaja (ya sea en la primera o segunda vuelta) perdieron el partido. Ocurrió en la temporada 1990/1991 en un partido que comenzó con el pasillo de los madridistas a los azulgrana de Cruyff y terminó con un 1-0. Y se repitió en el año 2012/2013, cuando además llegaron con el récord de distancia al Bernabéu: +16 puntos en la Jornada 26. En ese momento el Barça de Tito Vilanova cayó por dos goles a uno contra los de Mourinho.

Leo Messi lamenta el empate del Real Madrid al final del partido

Leo Messi se lamenta al final del un clásico. (EFE)

El Barça también perdió seis partidos, empataó tres y solo ganó dos de las once veces que fue al Bernabeu con seis puntos de diferencia con los madridistas. Además, de las siete ocasiones en las que los culés viajaron a Madrid con tres o más puntos de ventaja, solo en una (1997/1998) consiguieron ganar el partido y, con ello, el título de la Liga.

Por tanto, el histórico de victorias no es nada alentador a tan solo tres días de un clásico al que los de Valverde viajan, por primera vez, con 11 puntos más que los de Zidane. ¿Será cuestión de relajación, de convicción o de mala suerte?

No lo sabemos, pero los culés tienen a su favor que en toda la historia de la Liga, el Real Madrid nunca ha logrado remontar una diferencia de más de ocho puntos con el líder para conseguir ser campeón. Aunque ahora existen otros perseguidores como Atlético o Valencia, pase lo que pase, será un partido emocionante (como siempre) y quizá decisivo.

La BBC al lado de Messi, puro postureo

Messi celebra el gol ante Bale.

Messi celebra el gol ante Bale.

Messi está un escalón por encima del resto. No hay nadie en el mundo que pueda aportar argumentos sensatos y verídicos para negar eso. No me canso de decirlo y de alabar al argentino y ya se me acaban los calificativos para un genio de tal calibre.

Da igual que le rompan la cara (literalmente hablando), Messi se recompone rápidamente para marcarse una de sus jugadas por excelencia y dejarnos a todos boquiabiertos. O para ayudar a su equipo robando balones, presionando y dando pases de gol. Lo tiene todo y es un lujo verlo cuando está en uno de sus mejores momentos, es decir, casi siempre.

Ya lleva 500 goles con el Barça, pero no es lo único que se le da bien. Dar de probar al rival de su propia medicina es otra de sus especialidades: ¿Que tú marcas un gol? él dos; ¿que tú eres el mejor lanzando faltas? él te supera. No hay quien le pare. Y así hasta llegar al clásico de ayer. Leo Messi fue el protagonista en el momento más oportuno. Marcó dos goles, pero metió el que más le duele al rival: el que se encaja en el último minuto, cuando ya no tienes capacidad de reacción, cuando tus esperanzas de ganar se esfuman y llega la rabia y la impotencia.

Una pena que Sergio Ramos tuviese que verlo desde el vestuario. ¿A que fastidia? Pero alguna vez le tendría que tocar al Real Madrid, equipo experto en decidir un partido en las ultimas jugadas gracias a la aportación del jugador de Camas, que saca a su equipo de más aprietos que su tridente galáctico.

Y es que la BBC, con Bale lesionado, Benzemá que no da pie con bola y Cristiano pasando una de sus peores rachas profesionales… es todo postureo.

Messi ya no da miedo en los clásicos

Leo Messi lamenta el empate del Real Madrid al final del partido

Leo Messi lamenta el empate del Real Madrid (1-1), al final del partido. (EFE)

Parece mentira que el mejor jugador del mundo se haga pequeñito en uno de los duelos más importantes de la temporada. Leo Messi, el mayor goleador en la historia de los clásicos (14 goles, empatado con Di Stéfano), lleva seis partidos ante el Real Madrid sin marcar. Más de 500 minutos sobre el césped sin brillar y sin ser determinante ante su víctima favorita.

Nadie duda de su calidad futbolística pero esta cifra comienza a ser preocupante. ¿Qué le pasa a Messi cuando se enfrenta al Real Madrid? ¿Le puede la presión? ¿Tiene miedo a las comparaciones con Cristiano Ronaldo?

En el partido del sábado Leo estuvo desaparecido. Solamente tuvo una oportunidad clara, un mano a mano ante Keylor Navas pero no consiguió batirlo. El disparo del argentino se fue demasiado cruzado y desaprovechó la ocasión de poner el 2-0 en el marcador y casi sentenciar el partido, un gol que les hubiera dado tranquilidad y, quizá, los tres puntos.

Y no solo eso, es que la pulga tampoco destacó precisamente por sus asistencias o jugadas personales. Perdió un total de 13 balones. Algo que a los culés nos cabrea, y mucho. Es verdad que todos los equipos ponen su foco de atención sobre Messi, que si cualquier delantero tiene detrás a un defensa, él tiene a tres. Pero debería estar acostumbrado a ello.

A pesar de que es el jugador más determinante del Barcelona, Leo Messi ya no da miedo en los clásicos. Los madridistas ya no le temen como antes y eso es una mala señal para los azulgrana. La última vez que anotó en un duelo de este calibre fue en la temporada 2013/2014: un hat trick en el Bernabéu que dio la victoria a su equipo (3-4). Cuanto menos preocupante.

Por Noelia Pérez @NoeliaPerez13, decepcionada.

¿Es favorito el Madrid pese a que el partido se juega en el Camp Nou?

Messi celebra un gol ante Cristiano en el clásico de marzo de 2014 (EFE).

Messi celebra un gol ante Cristiano en el clásico de marzo de 2014 (EFE).

Este sábado (16.15 horas, Camp Nou) juegan Real Madrid y Barça y los tres miembros de este blog nos mojamos sobre qué creemos que va a pasar:

Por Raúl Rioja @raulriojazubi, creo que toca ganar.

Ha tenido el Real Madrid un defecto en los últimos años: el de dejar vivo al eterno rival cuando peor estaba. Sucedió, lo recuerdo perfectamente, en el partido del Camp Nou hace dos temporadas, cuando pese a ser superior, acabó cayendo con un gol de Luis Suárez.

Los de Zidane llegan mejor al clásico y es el momento perfecto para que lo demuestren con una victoria que deje al Barça muy tocado y a nueve puntos. No sentenciaría la Liga, desde luego, pero sería un golpe encima de la mesa importante. El Real Madrid ha conseguido que no se noten las ausencias de jugadores tan importantes como Bale o Kroos, y el partido ante el Atlético del Calderón, donde se vio a un equipo solidario y a la vez ambicioso, es el camino a seguir para los blancos.

MI PRONÓSTICO: 1-3

Por Noelia Pérez @NoeliaPerez13, con los nervios a flor de piel.

Una victoria sin florituras ni concesiones. Eso es lo que necesita el Barça. No hay otra opción. Los azulgrana están obligados a conseguir un triunfo que cambie los fantasmas de lado, que haga que las dudas se disipen y se siembren en el bando contrario. Porque así va esto. Un día empatas con un Segunda B y estás hundido, y al siguiente le ganas al eterno rival y subes a lo más alto.

«¿Cómo ves el clásico?» me preguntaba ayer una amiga. «Pues si te digo la verdad: difícil», le contesté yo. Se sorprendió. Pero, pese a quien le pese, las preocupaciones en Barcelona son infinitas: ni los defensas del equipo culé están en su mejor forma ni los delanteros tienen afinada su puntería. Y en Madrid todo parece ir a las mil maravillas.

Es verdad que jugar en casa siempre es un factor a favor, pero eso no significa que el Barcelona sea el favorito para ganar este clásico. No lo es y hay que asumirlo. Por eso no creo que vayamos a ver un partido espectacular con grandes goles y filigranas. Será un partido sufrido y los jugadores del Barça deben saltar al césped del Camp Nou con calma, mente fría e intensidad. Una mezcla de factores compleja que le evitaría hundirse a nueve puntos del líder y, posiblemente, caer a la tercera plaza. Como para dormirse a la hora de la siesta…

MI PRONÓSTICO: 2-1

Por Edu Casado @EduCasado, que se maten entre ellos.

Más allá de las posturas ante el partido, que ya conté anoche, veo al Real Madrid muy fuerte. Más allá de su buen o mal juego, que todo es discutible, lo veo con una cosa que de por sí gana partidos, y eso es la confianza. Esta virtud la ha tenido siempre el Real Madrid muy presente, cuanto más ahora, que parece que ha encontrado con Zidane el equilibrio que durante años buscó.

El Barcelona, por su parte, tiene una cosa a favor: que tiene en el ataque a tres de los cinco mejores jugadores del mundo. Teniendo sólo a Messi sería suficiente. Habrá que ver si el de Rosario tiene uno de sus días. Si lo tiene, no hay confianza que pueda con ello.

MI PRONÓSTICO: 2-2

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Las cinco posturas que adoptan los colchoneros ante el clásico Barça-Madrid

Busquets y Benzema, en un clásico anterior (GTRES).

Busquets y Benzema, en un clásico anterior (GTRES).

Bromeaba esta mañana con mis compañeros de blog que no tenía muy claro si quería que ganara el Barça o que perdiera el Madrid. Bromas aparte, para los hinchas del Atleti llega una de esas dos citas en el año que nos obliga a tomar alguna de las siguientes posturas:

Que gane el Madrid. Vale, esto es muy increíble. Debe de haber dos o tres colchoneros en todo el planeta que formulen la frase «prefiero que gane el Madrid». Pero existen. Este sábado podrían formular la teoría de que, una vez ‘escapado’ el Madrid en la clasificación, mejor que no se escape también el Barça. Otros apelan al hecho de preferir que gane un equipo madrileño y me consta que hay otros que no pueden ver al Barça por motivos extradeportivos que no hace falta explicar. Pero insisto, son una minoría.

Del Barça desde chiquititos. Seamos realistas. sólo hay una cosa que le guste a un colchonero más que una victoria de su equipo: una derrota del Real Madrid (a veces dudo de si nos gusta más la derrota blanca). Por eso, aunque enfrente esté el mismísimo diablo, se le aplaude si gana a los merengues. Desde un punto de vista más pragmático, una victoria del Barcelona detendría el avance triunfal del Madrid al título de Liga y daría un rayito de esperanza al resto.

Que empaten. Es una solución equidistante y bastante cómoda. Ninguno de los dos se escapa en la clasificación, y te puedes meter con ambas hinchadas el lunes en el curro. Seguramente, desde el punto de vista deportivo, es el resultado más beneficioso para los intereses del Atlético de Madrid. De ganar el Atleti unas horas después el otro duelo madrileño-barcelonés, le recortaría dos puntos a cada uno. Y eso, visto lo visto, es bastante.

Modo ‘hater’. Cada vez más en boga entre la afición atlética. No tragas a ninguno de los dos equipos, y aunque finges estar en la siguiente categoría, en realidad te tragas el partido pese a repetirte constantemente a ti y a los demás que tú pasas de esos dos, que tú eres del Atleti, que mola más y que lo único que te interesa es el partido del Calderón a las 20.45 horas. Mientras, pasas de insultar a Cristiano a increpar a Messi, de criticar a Piqué a ridiculizar a Ramos… llegas incluso a conseguir defender una postura y su contraria: el árbitro favorece por igual al Barça que al Real Madrid.

¿Qué clásico? Es difícil adoptar esta postura, porque si te gusta el fútbol (y si eres del Atleti, te gusta), es casi imposible no apreciar el interés que tiene el partido. Aún así, los hay que en el clásico prefieren irse al cine, al teatro, a tomar unas cañas o a hacer yoga. Lo difícil es resistirse al torrente informativo posterior. A no ser que vivas en el Ártico, claro.

¿Que qué postura adopto yo? Seguramente, un rato cada una…

¡Que pierdan los dos!

Por Edu Casado @EduCasado, que sí verá el clásico.

Mariano le demuestra a Zidane que puede ser el plan B para el Camp Nou: gol a los 23 segundos y hat-trick

Tiene el Real Madrid un plan B, un arma con el que nadie cuenta pero que está ahí, esperando su oportunidad. Se llama Mariano y aunque tiene ya 23 años, es una de las grandes promesas de la cantera blanca.

Mariano

Mariano celebra un gol (EFE).

Para jugar en el equipo blanco hace falta tirar la puerta abajo, aprovechar cada oportunidad que se presenta y eso es lo que está haciendo Mariano, un delantero de la República Dominicana con un físico poderoso y un gran olfato de gol.

Ante la Cultural Leonesa, solo necesitó 23 segundos para marcar su primer tanto, un remate al primer toque con el que se convirtió en el goleador más rápido del Real Madrid en la Copa del Rey en toda su historia.

Después, un zapatazo de ‘killer’ puso el 3-0. Sin Morata y con Benzema aún lejos de su mejor momento, es importante para Zidane saber que tiene un delantero así en caso de que lo necesite, más aún con el clásico a la vuelta de la esquina.

Para completar la noche, después de sacarse un potente remate con la derecha, fue al remate y conectó un gran cabezazo para firmar un hat-trick.