La verdad es que no es que la paciencia se me agote, porque hace tiempo que eso ocurrió. Es que ya afronto los partidos con una cierta desesperación. Y no hablo de los del Real Madrid, no. Hablo de los de cualquier equipo. Y el motivo es Karim Benzema. Mi particular desamor, del que quiero hablar hoy dado que es San Valentín.
Me preguntaban ayer unos amigos que cómo iba la cosa con lo de los goles fallados del galo a puerta vacía (o a bocajarro). Porque sí, efectivamente hubo una época en que llevaba la cuenta de esto. Cuando iba aproximadamente por una decena, me perdí, lo hacía sólo de memoria. Daría para un extenso Excel.
Karim Benzema se lamenta después de fallar una ocasión.
Como decía, me enfado con este tema con cualquier partido. Pongo uno del Barça, y veo al que posiblemente sea el mejor ‘9’ del mundo, Luis Suárez. Un animal. Marca un gol por partido, y si no entra en el debate de si es hoy en día el mejor jugador que hay es porque comparte equipo con Messi. Sus ansias de marcar no parecen tener límite, se pega con los defensas, pelea cada balón, va desbocado a cada centro. Y acaba marcando goles sin parar, porque además de su desmedida ambición tiene, por supuesto, una gran calidad.
Y luego veo al ‘9’ de mi equipo. Pasota, como sin ganas. Pierde un balón ante el Sevilla en el último minuto con empate en el marcador y le da igual, se desentiende de la jugada, no le persigue y la jugada acaba en gol. Mi paciencia estaba ya ese día en el límite.
Dicen que se asocia como nadie, que es el mejor delantero combinando con sus compañeros, aunque su cifra de asistencias lo desmienta y sea discreta. Y además, que me da igual eso, lo que yo quiero es otra cosa, son goles. Veo partidos del Atlético y hasta Fernando Torres marca. Sí, hasta Torres. Me da por pensar que, hoy en día, cualquier delantero es mejor que el de mi equipo. Cualquiera.
Y entonces pienso en Morata. De este canterano con pinta de no haber roto un plato tengo ciertas dudas, porque a veces parece hasta que se va a tropezar con el balón y otras se saca una jugada de esas que se va de todos desde el centro del campo. Desconcierta. Pero el chaval tiene ganas, se lució en su mili particular en la Juventus y cada vez que sale, mejora al titular. Pienso que lo tiene que estar pasando realmente mal por ello, como cualquiera que ve que un trabajo peor de otro tiene mayor premio que el suyo.
También tenemos por Italia a Gonzalo Higuaín, con el que hay mucho jijijaja en Internet sobre si está gordo y bastante sorna con su mala suerte en las finales. Pero año tras año se hincha a marcar goles. Este año, lleva 18 ya en la Juventus, el año pasado hizo 36 en el Nápoles. Efectivamente, nos quedamos con el Gato y vendimos al Perro.
Benzema te gana un día con una genialidad, quizás hasta por fin marque un gol en una final (de momento, ni uno), y puede que hasta le dé la Duodécima al Madrid, vaya usted a saber. Pero del ‘9’ del Madrid espero que sea el mejor, que marque día sí, día también, que luche por el Pichichi de la Liga, no que marque 5 goles. Eso sí, son los mismos que lleva Torres. Algo es algo.