Archivo de noviembre, 2018

El motivo del fracaso de España: no hay talento, estos jugadores no dan para más

De Gea y Sergio Ramos

De Gea y Sergio Ramos (EFE).

España se ha quedado fuera de la Final Four de la UEFA Nations League, y lo normal es mirar al seleccionador: Luis Enrique no ha cumplido el objetivo. El efecto renovador que trajo a la selección tras el decepcionante Mundial fue muy positivo, pero este se ha diluido, y la Roja ha vuelto a su realidad de los últimos años.

Conviene recordar que son ya casi seis años sumando una decepción tras otra. El declive se atisbó en la Confederaciones de 2013 con la goleada en la final de Brasil, y la catástrofe del Mundial del año siguiente confirmó las malas sensaciones. Del Bosque no llevo a cabo el relevo generacional, y en la Eurocopa de 2016 se volvió a fracasar. Lopetegui devolvió la ilusión, pero todos sabemos lo que pasó justo antes del Mundial de 2018, y con Hierro el equipo fue un desastre y se despidió con una triste imagen ante Rusia, un equipo notablemente inferior.

Con este bagaje, es la hora de asumir la realidad. España tiene un buen equipo, pero como tantos otros. No vamos a decir del montón, pues sigue siendo de la zona noble, pero quedar segundo en un grupo con la subcampeona del mundo y una semifinalista del Mundial es lo normal. Bastante que no se ha bajado a la Liga B, me atrevo a decir.

España no tiene ningún jugador diferencial. No hay ni un solo crack en el equipo. Ahora mismo, ninguno de los 30 mejores jugadores del mundo es español. De Gea es un buen portero, pero no pertenece al Top-5, y con la Roja tiene tal presión que se bloquea y suma un fallo tras otro. Sergio Ramos, Jordi Alba y Busquets sí pertenecen a la ‘nobleza’ mundial en sus puestos, pero sus posiciones en el campo son las que son, los equipos ganadores no se construyen en base a centrales, laterales o medios defensivos, aunque sean importantes.

Y ahora vamos a la zona trascendental de este juego, la ofensiva. Saúl, Isco, Ceballos, Asensio, Aspas, Rodrigo, Suso y Morata fueron los que jugaron el choque decisivo ante Croacia. Comparémoslos con Hazard, Kane, Neymar, Griezmann o Mbappé, por ejemplo. No hablemos ya de Messi o Cristiano, por supuesto. Nuestros grandes jugadores (Xavi, Villa, Iniesta, Silva) se han retirado ya, y la transición va a ser dura, muy dura. No hay talento diferencial, y más nos vale asimilarlo cuanto antes. No le exijamos a Luis Enrique que con los jugadores antes mencionados gane competiciones, y menos nada más llegar, porque eso sería un milagro.

La campaña de acoso y derribo contra De Gea desde el entorno de Iker Casillas

David de Gea celebra un gol con España (GTRES).

Está claro que no está cuajando sus mejores actuaciones con la selección. Tampoco podemos negar que no estuvo afortunado en el Mundial de Rusia. Pero la campaña absoluta de acoso y derribo que está sufriendo David de Gea, el portero titular del Manchester United y de la selección española, está rayando en lo insano.

En mi opinión, David de Gea es actualmente el mejor portero español y debería ser titular siempre. Y a lo mejor, habría que poner el foco en la defensa (recordemos que este viernes, Marca tituló «Un coladero» en portada y dentro dijo que el mejor del partido fue ¡Sergio Ramos!). Este sábado, en El ConfidencialKike Marín escribe un acertadísimo artículo en el que demuestra que De Gea no fue, ni mucho menos, el culpable de lo ocurrido en el Maksimir de Zagreb. En El Mundo, mi tocayo Eduardo J. Castelao intenta buscar algunos motivos de lo que ocurre con De Gea, y a mi parecer con bastante tino: no juega ni en el Real Madrid ni en el Barça y salió regular del Atlético, lo que acarrea carecer de defensores natos en España. El turbio ‘caso Torbe’ (algunos diarios digitales no han pedido disculpas, por cierto, cuando se supo que el meta no tenía nada que ver con el asunto) le afectó mucho y le hizo no relacionarse con la prensa deportiva de este país, a la que todos conocemos muy bien con su sistema de amistades. Todo ello le convierte en el blanco perfecto.

¿Pero quiénes le atacan y por qué? Basta con un breve paseo por redes sociales y medios de comunicación para entender lo que pasa.

Apenas unos minutos después del final del partido en Zagreb, Iker Casillas compartió este tuit:

Al día siguiente, se anuncia una entrevista hecha por Jorge Valdano a Casillas, que se emitirá la semana que viene en Vamos: «Si me llamara la selección y el Real Madrid, volvería encantado«.

El viernes, de madrugada, Manolo Lama tuiteaba: «Ay, Iker Casillas, como (sic) me acuerdo de tus paradas. Tu (sic) sí que ganabas partidos y títulos».

En términos parecidos se expresó Paco García Caridad: «Casillas sí ganaba partidos. Sufrió acoso, derribo y falta de respeto. En la selección, tras él la nada. Y así estamos».

El diario AS publicó una encuesta sobre quién debía ocupar la portería de la selección española y en ella incluye a los tres jugadores que están ahora con la selección (Pau López, De Gea y Kepa) y a Iker Casillas.

Fruto de esta encuesta es la portada de este sábado: «Hay nostalgia de Casillas. El 50,34% de 100.072 internautas prefieren al meta del Oporto como titular en La Roja».

Una casa de apuestas, incluso, insinuaba la vuelta inmediata de Iker a la meta de la selección:

El Carrusel Deportivo de la Cadena SER publicó también un tuit en el que apela a las cifras de Casillas en la liga portuguesa, por delante de los números de De Gea y Kepa en la Premier League o Pau López en LaLiga.

Y por último, el artículo de Diego Torres en El País, en el que dice que dice que De Gea estuvo «mal situado» en el primer gol croata, ya que «fue incapaz de cumplir con la primera ley de su gremio: ante la duda, tapar el primer palo». Sigue el periodista atizando al meta madrileño, al que acusa de no adaptarse al juego de la selección: «No respetó el concepto que rige su función en la selección. En lugar de acompañar las maniobras como un líbero, tal y como se exige a los porteros en los equipos que elaboran el juego, permaneció bajo los palos según el patrón de actuación de equipos contragolpeadores». «(En la selección) el portero debe ejercer de algo más que de guardián de los palos», dice también. Llegados a este punto, claro está, se revela quién es, a juicio de Torres el culpable de todo: su entrenador en el United, José Mourinho. Acabáramos.

En resumen, una campaña de acoso y derribo que, lejos de sustentarse en hechos subjetivos, está basada en filias y fobias personales y que no hacen sino minar la confianza del mejor portero español del momento, precisamente cuando más necesita de ésta.

Marco Asensio y sus indignantes y sorprendentes declaraciones: «Yo no tengo que tirar del carro en el Real Madrid»

Marco Asensio

Marco Asensio (VAMOS).

He tenido que escuchar varias veces las declaraciones de Marco Asensio para creérmelas. Un futbolista que ha empezado la temporada como titular en el Real Madrid, que estuvo en el Mundial y que es un fijo desde hace meses en la selección diciendo que «del carro tienen que tirar otros».

En el mundo del fútbol, estamos acostumbrados a las bravuconadas. «Soy una mezcla de Ronaldo y Rivaldo», dijo Renaldo cuando ficho por el Depor. «Voy a meter entre 30 y 40 goles«, soltó Manucho en su presentación con el Valladolid. «En cuatro años me veo ganando el Balón de Oro«, afirmó convencido Jesé en 2014. Las hay a patadas así, infinitas.

Pero nunca había escuchado algo similar a lo de Asensio, y el mismo debería darse cuenta de su gravísimo error. Son palabras que mezclan falta de responsabilidad con poco carácter. Aun estando de acuerdo en que hay jugadores en el Madrid con más peso que deberían ser los que se echaran al equipo a las espaldas -pienso en Bale, en Benzema, en Modric, también en Kroos o Isco- , al balear se le había presentado esta temporada una oportunidad de oro para pasar de ser una de las grandes promesas del fútbol mundial a una estrella.

El problema con Asensio es que no lo ha aprovechado. Quitando algún partido esporádico en el que ha brillado (pienso en el de la Roma), Marco ha sido una decepción tras otra partido tras partido. Su aportación ha sido escasa y su actitud, en general, ha gustado poco. Como habrá sido para que hasta haya sido incluso silbado por un sector de la afición del Bernabéu.

¿Y ahora qué pasa con Asensio? Lo normal sería que Solari, más después de esto, confíe poco en él. Que el banquillo sea su hábitat natural. ¿Y con qué cara ahora va a protestar? Él mismo ha dicho que no es el que tiene que tirar de este carro, que la situación le ha venido grande, se ha postulado para jugar solo cuando vengan bien dadas.

Ah, y la culpa, por supuesto, es de la prensa. «Ya sabemos como funciona aquí el periodismo», soltó un futbolista que ha tenido hasta ahora el apoyo absoluto de la prensa. Qué decepción.

Luis Enrique, retratado con su jugada: no llevaba a Jordi Alba por su mala relación personal

Luis Enrique

Luis Enrique, en rueda de prensa

Hace unos días, en este blog, se escribió que Luis Enrique había insinuado que no llamaría a Jordi Alba y que no lo iba a hacer por motivos deportivos.

Es muy, muy listo Lucho. En una entrevista con Mónica Marchante -nadie pregunta como ella- dijo que veía a Jordi Alba «muy bien, como siempre». Vamos, que dejaba caer que si no le había llamado era por otros motivos distintos a los deportivos y que todo el mundillo del fútbol conoce.

Pues bien, Luis Enrique ha llamado a Alba, y me parece curioso que ahora muchos digan que eso desmiente todo lo que se ha dicho, que deja claro que no había problemas entre ellos. No. Y no rotundo. Hasta ahora, no le había llevado porque su relación no era buena, un  toque de atención, un ‘aquí mando yo’. Lo que le dijo el otro día a Marchante,  ese «le veo muy bien, como siempre «, no quita la razón a los que decían (me incluyo) que no le llevaba por razones extradeportivas, al revés, se la da. ¿Por qué si está igual que hace unas semanas, según las palabras del propio seleccionador, antes no le llevaba y ahora sí?

Como trolleada, a Luis Enrique le reconozco el mérito de habernos engañado a todos. Pero tontos no somos, a Alba no se le llevó por motivos personales. Y eso es así. Por el bien de la selección, ha reculado y eso dice mucho y bien de él. Aunque su jugada al que ha retratado es a él mismo.

Sergio Ramos, cada vez más violento: debería dejar de ser capitán de España

Ramos, en el momento de partirle la nariz a Milan Havel, del Viktoria Plzen (EFE).

Lo ha vuelto a hacer. Sergio Ramos le ha partido la nariz a un rival del Viktoria Plzen. El sevillano la lía prácticamente en todos los partidos. Con la edad se supone que debería ir controlando sus impulsos, pero va a peor. Quizá sea que su nivel va bajando. Sea como sea, Sergio Ramos es sinónimo de juego duro y violento.

Por eso, Luis Enrique Martínez debería quitarle el brazalete de capitán de la selección española. El de Camas es indigno de ostentar ese cargo, una posición que representa a todos los españoles. Hace unas semanas, en aquel choque con el canterano Reguilón, Ramos demostró que no sólo está pasado de revoluciones en los partidos ante rivales, sino que también en los entrenamientos con sus compañeros.

Jugar con Ramos es un riesgo muy importante de quedar con 10 en cualquier momento. Además, lo que las aficiones todos los equipos de España sabían lo saben también fuera. Tras la llave con la que dejó fuera de combate a Mo Salah en la última final de la Champions, todo el mundo ha visto la verdadera cara de Sergio Ramos, el jugador más amonestado de la historia de la Champions, de la Liga, del Real Madrid y de España. Un jugador incapaz de controlarse y que sobrepasa la línea de la violencia cada vez más frecuentemente. Y ya está bien.

Luis Enrique insinúa que no va convocar a Jordi Alba y que el motivo no es deportivo

Luis Enrique, en rueda de prensa. (EFE)

Luis Enrique, en rueda de prensa. (EFE)

«Lo veo muy bien, en un nivel muy alto, pero siempre ha sido así». Con esa frase en el descanso del Inter de Milan – Barcelona, el seleccionador español, Luis Enrique, volvió a insinuar ante la prensa que no convocará al lateral izquierdo azulgrana Jordi Alba. Pese a las múltiples demostraciones de calidad que ofrece en cada partido, decisivo y seguro en su posición, el calatán no estará seguramente presente en la próxima lista de la Roja de cara a los próximos partidos de Liga de Naciones (jueves 15 y domingo 18).

La respuesta vino tras el recado que le dejó Gerard Piqué después del gran partido que hizo el de L’Hospitalet al terminar el clásico por no llevarlo a los encuentros internacionales. «Espero que rectifique y lo convoque», dijo a la prensa tras la manita al Real Madrid en el Camp Nou. Luis Enrique recibió el mensaje, lo valora, pero sigue en sus trece. Su visión no ha cambiado.

«Bueno, entiendo el cargo en el que estoy y acepto este tipo de de cosas. Piqué entiende mucho de fútbol, lo conozco muy bien y acepto cualquier consejo. Pero si he llegado a donde he llegado es por mi manera de ver el fútbol, por cómo lo veo y lo entiendo y así seguiré actuando«.

Una injusticia viendo el nivel actual de Jordi Alba, pero otra muestra de la mala relación entre técnico y jugador. Alba no ha jugado todavía ningún partido con España en la época del asturiano. Y en el Barça, con él de entrenador, su participación era discutible: pasó a ser suplente y la llegada de Valverde hizo que recuperara su lugar en el equipo.

El Real Madrid cobrará 1.100 millones de Adidas por su camiseta

Son muchos los que señalan que la crisis deportiva del Real Madrid se debe al escaso gasto en fichajes del club tanto este verano como en pasados. Desde el fichaje de Gareth Bale, ya hace cinco años, no ha desembolsado el conjunto blanco una fuerte cantidad por un crack. Solo promesas (aunque a precio de oro como Vinicíus o Rodrygo) y jugadores de complemento (Kovacic, Odriozola, Danilo, Theo, Ceballos…).

Camiseta del Real Madrid

Camiseta del Real Madrid (EFE).

La preocupación entre la afición blanca es si el club blanco ya no puede competir con los clubes que cuentan con el dinero de los jeques, como PSG y City, por los jugadores estrella del mercado, más aún con el importantísimo gasto que va a suponer la reforma del Bernabéu.

La buena noticia para el Real Madrid está a punto de cerrarse en forma de patrocinio. Adidas, la marca que ya viste ahora al club blanco, pagará 1.100 millones de euros por 10 años (2020-30), según informa el diario Marca. Con este contrato, que no se ha firmado aún pero que está ya prácticamente cerrado, la camiseta merengue se convertirá en la más cara del mercado.

El club madridista ha aprovechado la posición de fuerza que le ha dado sus brillantes éxitos europeos tras ganar la Champions en las tres últimas ediciones y cuatro de las últimas cinco veces.

Las negociaciones, eso sí, no han sido nada fáciles, y son ya muchos los meses que se lleva tratando el tema entre ambas compañías. Hace algo más de un año, Football Leaks desveló que existía un acuerdo entre la firma deportiva y el club de fútbol por 1.000 millones de euros en diez temporadas (2015-24), cantidad que finalmente se ha incrementado.

Los delirios de Xavi: ahora propone jugar 10 contra 10 para favorecer el espectáculo

Xavi Hernández, en un evento en Catar (GTRES).

A Xavi Hernández lo ha devorado su propio personaje. No niego que estamos hablando de uno de los dos o tres mejores jugadores españoles de la historia, pero desde que dejó el fútbol de élite (y ya un poco antes), se ha convertido en una especie de caricatura. Y todo, por su convencimiento de que posee la verdad absoluta sobre el fútbol.

Pertenecer al Barça y a la selección que sublimó el fútbol de toque (y para el que es necesario tener jugadores de determinadas características) han hecho que Xavi sea un acérrimo defensor del estilo tiki-taka radical. A mí me parece una forma de entender el fútbol tan lícita como cualquier otra, pero solo eso. No soy capaz de decir que sea mejor una que otra. Pero a lo que íbamos: famoso por sus cada vez más exageradas preocupaciones por el estado de los terrenos de juego de toda Europa (el césped, vaya), ahora Hernández propone una idea revolucionaria para el fútbol: que los partidos sean de 10 contra 10.

Lo dijo este fin de semana en una entrevista en Catalunya Ràdio. Xavi cree que con equipos con un jugador menos, el fútbol sería más visitoso, más espectacular, habría más espacios y se verían beneficiados los equipos que juegan al toque. Evidentemente, Xavi ve las cosas con sus gafas especiales de posesión de la verdad absoluta del fútbol mundial. En la entrevista Xavi dice que quiere acabar con esos equipos que disparan dos o tres veces a puerta.

Lo que Xavi quiere son equipos que salgan a tumba abierta contra el Barcelona y se lleven media docena de goles como mínimo, como le pasaba al Rayo de Jémez. Precioso. Lo que el de Tarrasa no tiene en cuenta es que hay algunos equipos que no tienen ni plantillas ni presupuestos para jugarle a un Barcelona de igual a igual. O a un Manchester City. Pero claro, el espectáculo es lo que diga él.

Tiemblo de pensar que Xavi Hernández pueda llegar a tener, en algún futuro, algún cargo en la FIFA. Espero, sin embargo, que sea entrenador y si no le pasa lo que a Guardiola (que ha entrenado a Barça, Bayern y City, es decir, presupuestos descomunales y superestrellas mundiales para tener siempre la razón), tenga la ocasión de entrenar a un equipo modesto y contar a todo el mundo cómo sales ante un equipo grande con muchos espacios y con mucho espectáculo. Y el césped, rápido y cortito, claro.