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Casillas sigue pidiendo volver a la selección en 2019… y conviene recordar lo que Del Bosque dijo de él

Iker Casillas y Del Bosque

Iker Casillas y Del Bosque tras la Eurocopa de 2016 (TWITTER).

Estamos ya a mediados de marzo de 2019. Xavi vive su retiro dorado en la democrática tierra catarí, Iniesta deleita en Japón, Villa golea en el país nipón. Puyol y Valdés ni recuerdo cuánto hace que se jubilaron. Y mientras, Casillas sigue diciéndole a todo aquel que quiere ponerle un micrófono delante que quiere volver a la selección. Qué cansino todo.

No es el objetivo de este post crear un foro para discutir los méritos del bueno de Iker, clave en los grandes éxitos de la Roja en el irrepetible periodo 2008-2012 que se saldó con un Mundial y dos Eurocopas. El penalti detenido ante Italia, su pierna milagrosa ante Robben y otras muchas paradas mágicas son ya historia de España, seas de Casillas o no. Pero estamos en 2019. Repito, 2019.

Es probable que el nivel del mostoleño sea ahora mucho mejor que hace unos años, lo cual no era difícil. Sus últimas temporadas en el Madrid y sus primeras en Oporto estuvieron plagadas de jugadas que rozaban lo cómico y que apuntaban a que su retirada era cuestión de muy poco tiempo. Pero Iker se ha sabido reinventar, algo que le honra, y ha subido su nivel hasta el punto de convertirse en indiscutible en todo un cuartofinalista de Champions pese a que sus grandes virtudes como portero (los reflejos, la intuición, la agilidad…) se pierden en exceso, al menos en teoría, con el paso de los años.

Casillas tiene suerte, demás, de vivir lejos de los focos mediáticos. Que le pregunte a su gran amigo Buffon lo que pasa cuando se está en el más alto nivel de exigencia, cuando un error te convierte en el blanco absoluto de las críticas. Al italiano se le ha dicho de ‘viejo’ para arriba estos días por sus errores que han sido claves en la eliminación europea del PSG.

Y ese nivel de exigencia es el que tendría con la selección española, esta vez al que le puede preguntar es a David de Gea, aunque con el portero del United no tiene tan buena relación. Casillas dejó de ir con la Roja después de que el hombre que parece el más bondadoso del planeta, Vicente del Bosque, dijera de él que no se portó nada bien en 2016 con el cuerpo técnico debido a su suplencia en el citado campeonato. No fue Mourinho, repito, fue Del Bosque, el oso amoroso que jamás critica a nadie que no sea presidente del Real Madrid.

Esa salida está prácticamente olvidada porque para qué, mejor quedarse con la gloria que dio a España. Pero si él va repitiendo con insistencia su deseo de volver a ser convocado con la selección, es bueno recordar lo que pasó en esa despedida que él aún no ha aceptado. Y también que hay porteros españoles mejores que él actualmente, claro. Porque entiendo que si vuelve, no será exigiendo ser titular. ¿Reaccionaría ante su suplencia igual que en 2016?

El último sainete de Del Bosque

Aún no sabemos si la eliminación ante Italia fue el final definitivo de una etapa, la de Del Bosque, porque el seleccionador no ha querido decidir si se va, si con tres ridículos consecutivos (hay que recordar también la final de la Confederaciones en 2013) es suficiente o necesita más pruebas de que su tiempo en la selección se ha acabado.

Del Bosque

Vicente del Bosque (EFE).

Pero sí, la era de España se ha acabado. No fue ayer, fue hace bastante más tiempo, pero en el país del ‘con lo que nos ha dado’ hacen falta al menos tres o cuatro batacazos para que algunos se den cuenta de la realidad. Porque esa realidad es que España, que cuenta todavía con magníficos jugadores, quedó eliminada en la primera ronda del Mundial en 2014 (top 32, por lo tanto) y fuera en octavos de la Eurocopa de 2016 (top 16). Un absoluto desastre. Y algo que en la era moderna no había sucedido jamás.

Aun con ello, hay gente que sigue defendiendo que estaría en su derecho de continuar al frente de la selección. Después de ver el desastre táctico ante Italia, cómo Conte le aplastó con su planteamiento, cómo sigue apostando por jugadores trasnochados como Cesc, como ignora a jóvenes valores que están infinitamente mejor que varios de los que jugaron ayer y cómo remató la jugada con la bajada de pantalones que fue recurrir a Pedro para intentar la remontada en los minutos finales, sí, aún hay gente que mantiene que está en su derecho de decidir si sigue o no.

Ayer vimos a un entrenador que, además de preparar de manera magistral el partido, se comió la banda, escenificado en la furiosa patada a un balón que le llegó cerca. En definitiva, transmitió energía a su equipo. Al otro lado, hubo otro que apostó por exactamente el mismo 11 que en los tres partidos anteriores, sus protegidos, que no hizo ningún cambio táctico cuando las cosas iban mal y que transmite desilusión, desidia, complacencia. El hambre se quedó en casa (Saúl) o en el banquillo (Thiago, Lucas). Es hora de que, dos años más tarde de lo que debería haber sido, se produzca un relevo en el banquillo de la selección. Podía haber sido con un gracias sincero, ahora será por la puerta de atrás.

La convocatoria de Del Bosque: más de lo mismo

Hace tiempo que es habitual que las convocatorias de Del Bosque no dejen satisfechos a nadie. Su querencia por convocar a jugadores en los que siempre ha confiado pese a que hayan realizado desastrosas temporadas hace que muchos cuestionen sus listas. Me sorprende tan poco ya, que ni me inmuto, me deja indiferente que se cometam ciertas injusticias.

Casillas y Cesc

Casillas y Cesc en la Eurocopa 2012 (GTRES).

Sus pretorianos ya le fallaron en 2014, y creo que de ello algo ha aprendido el seleccionador. Vuelve a haber casos flagrantes en la lista, y ver que jugadores como Cesc o Pedro están en ella deja estupefacto a cualquiera que haya visto más de cinco partidos del Chelsea esta campaña.

También sorprende ver a Bartra, que apenas ha disputado cuatro partidos como titular en esta Liga con el Barça, o a Isco, muy gris y discutido toda la temporada en el Real Madrid. De Casillas, para qué comentar más de lo que ya se ha hecho hasta ahora. ¿Han visto sus highlights en la liga portuguesa de esta temporada? Pero sigue habiendo que pagar la deuda que al parecer contrajo la selección con él en 2010. Seis años ya, cual crédito de un coche.

Los buenos estados de forma han sido premiados solo en algunos casos. Agrada ver a Saúl, Lucas Vázquez y Aduriz, el gran momento de Torres y el buen final de temporada de Diego Costa no se ha tenido en cuenta. Tampoco demasiado que reprochar, en este caso.

Pero pese a la importancia de la convocatoria de jugadores que irán a la Eurocopa, no me parece esta vez que eso sea relevante. Sí lo será quienes forman el núcleo de jugadores que disputarán la mayoría de encuentros, esos 14-15 jugadores que disputarán casi todos los minutos. Y ahí es donde hay que exigirle a Del Bosque que apueste por De Gea por encima de Casillas, que Cesc o Pedro tengan un papel residual y que los jugadores que se han salido esta temporada sean los que cuenten con un rol importante. Vamos, que no pase como en Brasil.

Diego Costa, el ‘buenismo’ y el dilema de Vicente del Bosque

Llevar o no llevar a Diego Costa. Ese es el gran dilema que se le presenta a Vicente del Bosque (si es que no lo ha decidido ya, por supuesto) para la convocatoria de este viernes de cara a los partidos amistosos de la selección española.

Diego Costa

Diego Costa con la selección española (EFE).

Será, sin duda, una de las listas que más expectación creará, con la Eurocopa a la vuelta de la esquina y varios delanteros (Aduriz y Lucas Pérez especialmente) llamando con fuerza a las puertas del combinado nacional.

Y justo unos días antes de que Del Bosque desvele sus elegidos, va Diego Costa y la lía. A lo grande además, con un amago de mordisco (que Barry desmintió después) y escupiendo a los pies del árbitro. Acabó expulsado, por supuesto.

Al debate deportivo de si debe ir Diego Costa a la selección, de si su estilo se adapta al juego combinativo y de toque de ‘la roja’, se une ahora el del ‘buenismo’: convocar o no a un jugador que la lía con cierta frecuencia en los terrenos de juego, lejos del discurso de ‘los buenos chicos’ de Del Bosque.

Costa está en su mejor momento de la temporada, su 2016 está siendo excepcional y sus goles son la clave de la pequeña reacción del Chelsea. En la Champions el hispano-brasileño lo fue todo ante el PSG, su sola presencia causó pavor al equipo parisino y solo cuando se lesionó, después de marcar un gol, respiró el equipo galo y sentenció la eliminatoria.

En lo deportivo, por tanto, hay pocas dudas. Si se le llamó en su momento, no hay motivos para dejar de llamarle ahora que está en un excepcional estado de forma. Pero queda el absurdo debate moral. Que cada uno opine lo que quiera pero yo lo tengo claro, jugadores como Diego Costa, de su calidad y carácter, siempre en mi equipo.

Debate absurdo, favores por servicios prestados y la decisión de Del Bosque

En el fútbol muchas veces se abren debates de lo más absurdos. Hace aproximadamente dos décadas se llegó a discutir sobre si debía ser el titular Luis Milla o Fernando Redondo, por poner un ejemplo. También se llegó a decir por Chamartín allá por el año 2000 que el Madrid jugaba mejor sin Zidane. Xavi estuvo cerca de irse del Barça ante las críticas a su juego y aún hoy hay voces críticas con la trayectoria de Cristiano Ronaldo.

De Gea y Casillas en un entrenamiento con la selección española (GTRES).

De Gea y Casillas en un entrenamiento con la selección española (GTRES).

El nuevo debate surrealista lo tenemos ya montado, y no es otro que el de la portería de la selección. La exhibición de David de Gea ante Ucrania nos recordó que él no es el titular con España, que el que juega los partidos importantes es Casillas y es en él en quien confía Del Bosque, a priori, para defender la portería en la Eurocopa de Francia.

El debate se retomará con fuerza en verano, pero es tan absurdo como los arriba mencionados. Uno de los (al menos) cinco mejores porteros del mundo en su plenitud (y va a más), que gana puntos constantemente para su equipo y cuyas actuaciones despiertan elogios y admiración es, ahora mismo, el suplente de un arquero en claro declive y que alterna alguna buena parada con fallos garrafales en esta recta final de su carrera.

Creo que hay que decir basta, que hay que dejar rendir tributo por mucho que nos haya dado. El Mundial de Brasil ya fue suficiente penitencia. Es hora de que jueguen los mejores, los que pueden devolver a España al lugar que ocupó hace pocos años, la afición quiere victorias, no hay que pagar servicios prestados. De Gea debe ser el titular en la Eurocopa, Del Bosque debe aceptar, de una vez, la realidad futbolística. Principalmente, porque es lo más justo.

Del Bosque: se le acabó el crédito

Después del ridículo de España en el Mundial, a Vicente del Bosque aún le quedaba algo de crédito. Sus éxitos anteriores, donde supo aprovechar a la perfección el viento de cara, le avalaban en cierto modo. Su ciclo apuntaba a acabado, sí, pero haber convertido a la Roja en campeona de Europa y del Mundo le otorgaban el crédito suficiente para hacerse cargo del proceso de renovación.

Del  Bosque

Vicente del Bosque en el partido ante Holanda (EFE).

El gran problema que afrontaba era el lazo afectivo que le une con los jugadores, lo que le impide sentar a -por ejemplo- Casillas si su momento de forma lo requiere o si hay un portero que esté en mejor momento. O echar una bronca histórica en el descanso de un partido a lo Benito Floro.

El balance de la selección post-Mundial es muy malo, con cuatro derrotas y cinco victorias, todas ellas ante rivales muy inferiores. Ante equipos de nivel parejo (Francia, Alemania, Holanda), fracaso absoluto y mala imagen.

Esta España no tiene sangre, ni orgullo. Independientemente de los nombres que salgan al campo, este equipo da una sensación de apatía descorazonadora. Y ahí el primer responsable es el entrenador, a él hay que exigirle que la selección no haga el ridículo en Holanda, no ya por juego, sino por actitud.

Cuesta mucho poner en cuestión a un entrenador que ha ganado tanto, y también es difícil por su carácter. Siempre afable, nunca una mala cara. Pero es inadmisible jugar así con el prestigio de la que hace nada era el mejor equipo del mundo y uno de los mejores de la historia. Porque, recordemos, del último éxito han pasado ya casi tres años. ¿Hasta cuándo hay que vivir de las rentas?

Del Bosque y su ‘España va bien’: ¿Hasta cuándo tiene crédito?

España cayó el jueves ante una selección menor, del montón, sin estrellas internacionales ni apenas jugadores de calidad. La número 40 del ranking FIFA que no estuvo ni en el pasado Mundial ni en la última Eurocopa.

Del Bosque

Del Bosque en el partido ante Eslovaquia (EFE).

Pero no se hizo nada mal. Al menos para el que manda en este equipo. La mala suerte es la única explicación que dio el seleccionador para justificar una derrota ante Eslovaquia que entra de lleno en las grandes debacles de la historia del combinado español. A Casillas el balón le hizo un extraño, no hubo fortuna de cara al gol y ya está, punto final a los motivos que, para Vicente del Bosque, causaron el desastre. «No hemos fallado, ellos han tenido sus virtudes» o «si la suerte no ha estado de nuestro lado es un factor a tener en cuenta», dijo. Desolador.

Han pasado ya cuatro meses desde que la entonces campeona del mundo hiciera uno de los mayores ridículos de la historia de los Mundiales y seguimos en el mismo punto de entonces. Solo los jugadores que han decidido por voluntad propia dejar de acudir a la selección no son citados por Del Bosque, que se empeña en llamar y poner en el campo a jugadores fuera de forma y cuyo mejor nivel hace años que no se ve.

No tenemos solo el ejemplo de Casillas, que es el que focaliza ahora el debate, también está el de jugadores como Piqué, Albiol, Alba, Pedro o Cazorla.

Esta selección pide a gritos una renovación, nombres nuevos y que ilusionen, pero este seleccionador podemos comprobar que no está por la labor de hacerlo. Sus lazos sentimentales pueden más que los méritos en el campo de los jugadores y por el camino se nos ha ido una oportunidad grandiosa en un Mundial y ahora retomamos los ridículos en campos de selecciones menores de otros tiempos. ¿Hasta cuando tiene crédito Del Bosque?

De fracasos y decepciones: fútbol, baloncesto y la diferencia entre Del Bosque y Orenga

Al presenciar la debacle de la selección española de baloncesto, es imposible que no le venga a uno a la memoria lo ocurrido con la de fútbol apenas unos meses antes.

Juan Orenga y Del Bosque

Juan Orenga y Del Bosque (GTRES ONLINE)

Las previas de los dos torneos eran idénticas, con titulares bien parecidos. ‘El último Mundial de la generación de oro del fútbol/baloncesto español’. Una oportunidad única y perfecta para culminar de la mejor manera una época gloriosa en ambos deportes.

Las similitudes son evidentes, y las debacles han sido de similares magnitudes en ambos casos, aunque de una manera diferente. Mientras que en Brasil, el equipo de Del Bosque dio una penosa imagen y fue aplastado por Holanda y Chile, el de Juan Orenga dio una inmejorable imagen durante seis choques, aplastó a cuanto rival se encontró por delante y solo un mal día –o bueno, una mala planificación de partido– le apartó de la lucha por las medallas y quizás algo más grande.

Lo peor de lo ocurrido en Madrid es la sensación de que este equipo tenía más, mucho más. Que estos jugadores tienen baloncesto de sobra para haber llegado mucho más lejos e incluso para haber plantado cara a Estados Unidos en esa ansiada final que nos quedaremos toda la vida con las ganas de haber visto.

Pero las resacas de ambos batacazos han sido radicalmente distintas. Mientras en el fútbol parece que se ha concluido que con un pequeño relevo generacional bastará para mantener los éxitos y apenas ha habido voces críticas –en la prensa deportiva, me refiero– con Del Bosque, que ya ha empezado una tibia renovación, el caso de Orenga es distinto: público y prensa exigen su cabeza de inmediato.

La diferencia, eso sí, es evidente hasta para los detractores del salmantino: a Del Bosque le respaldan una Eurocopa y un Mundial. Orenga, como bien reconoce él mismo, es “un hombre de la federación” que no presenta ningún aval de garantías anterior. La pena es que nadie en la FEB lo quiso ver después del Eurobasket de 2013.

La lista de Del Bosque: méritos del pasado

Méritos del pasado. Ese es el criterio que Vicente del Bosque ha elegido para confeccionar la lista de 23 que intentará revalidar el campeonato del mundo en Brasil. El seleccionador sabe, estoy seguro, que lleva a muchos jugadores que están lejos de su mejor nivel y que, además, no van a recuperar ya su mejor forma. Pero le da igual. Son sus hombres, los que le han dado todo, y está dispuesto a morir con ellos.

Villa y Torres con España

Villa y Torres celebrando un gol con España. (EFE)

Repasar cada línea del equipo produce pavor ante lo que espera en el Mundial. Jugadores cansados, o lejos de su mejor forma, o medio lesionados, o en el ocaso de sus carreras.

Con Diego Costa estando como está (esperemos que no se repita con España lo de sacarle unos minutos para cambiarle cuando se lesiones), ver a David Villa y Fernando Torres como referentes en ataque inquieta. Mejor dicho, causa pavor.

El delantero asturiano está a punto de irse a uno de esos retiros dorados de grandes futbolistas que se saben ya lejos del nivel de la élite, y en los grandes partidos del Atlético en este final de temporada su participación ha sido intrascendente. Pero aún así ha sido convocado. Torres fue uno de los delanteros más rápidos de Europa, y con eso le dio para triunfar en la Premier. Ahora es suplente en el Chelsea y ha marcado la impresionante cifra de cinco goles en la liga inglesa.

Y mientras, Negredo y, sobre todo, Fernando Llorente, verán el Mundial desde casa. Habrá que rezar por la recuperación a tiempo (y completa) de Costa.

Otra de las dudas era el lateral derecho. Juanfran, que acabó la final de la Champions acalambrado y superado por Di María con una facilidad insultante, ha dejado sin sitio a Carvajal, que ha acabado la temporada como una auténtica moto.

Pienso en jugadores que hayan hecho una gran temporada de esta lista y me salen pocos, muy pocos. De Gea, Ramos, Azpilicueta, Koke y Diego Costa. Poco más.

Hace días que ya se intuían este tipo de decisiones, pero duele verlo hecho realidad. El crédito deportivo de Del Bosque es infinito, pero no por ello se debe dejar de señalar las injusticias que comete. Y en esta lista hay demasiadas. Que Brasil dicte sentencia.

Los espartanos de Del Bosque

Vicente del Bosque es un entrenador que confía en los hombres que le han dado a España dos Eurocopas y un Mundial. No le suele importar en exceso los momentos de forma, ni si son titulares o suplentes en sus clubes. Son sus jugadores, los campeones europeos y mundiales, y con ellos va a muerte en cada torneo que afronta.

Casillas y Arbeloa

Casillas y Arbeloa con la camiseta de la selección. (EFE)

Da igual que Fernando Torres haya metido ocho goles en la Premier League, o que David Villa no sea titular cada vez que llega la hora de la verdad en el Atlético. Si Casillas es suplente de Diego López, acude a la Confederaciones y es el portero titular aunque lleve meses sin jugar un partido. Cuando las lesiones hacen que un jugador se pierda el final de la temporada, Del Bosque arriesga con él, le espera, le da el tiempo que sea necesario para ver si puede contar con su presencia. Si un jugador está en la recta final de su carrera y a años luz de su mejor nivel, también cuenta con la confianza del seleccionador nacional. Ahí tenemos el caso de Pepe Reina, también el de Xavi.

En esta preselección de 30 jugadores Del Bosque ha sido fiel a sus ideas. Se ha llevado a todos los nombres anteriormente citados, morirá o triunfará en Brasil con todos los que le han dado a España dos Eurocopas y un Mundial.

Bueno, en realidad no todos. Falta uno. Un titular en la pasada Eurocopa y Confederaciones. El único jugador presente en los títulos de 2008, 2010 y 2012 que no está convocado. El hombre que cumplió a la perfección con la complicadísima misión de parar a Ribéry en cuartos de final y a Cristiano Ronaldo en semifinales de la última Euro. Un fijo en el ‘11’ de España que ha pasado en apenas unos meses de ser titular a ni siquiera entrar en una preselección de 30 hombres.

Azpilicueta ha elevado su rendimiento -bajo las órdenes de un hombre que, dicen, odia todo lo que huela a español, curiosamente-, Juanfran ha hecho una muy buena temporada en el Atlético y Carvajal ha explotado en el final de la campaña, aprovechando precisamente una lesión de Arbeloa.

Pero siempre quedará la duda de cuánto ha influido en el seleccionador el aspecto extradeportivo para dejarle fuera. Arbeloa es el único de todos los jugadores que ha recibido un tirón de orejas de Del Bosque por un lance en un partido (aquel pisotón a Diego Costa, jugador que se distingue por ser un ejemplo de deportividad en el campo). Además no se habla con el capitán de su equipo, que es el líder de la selección española y de su vestuario junto con Xavi Hernández. El colmo es su admiración por José Mourinho, el que fuera su entrenador hasta la temporada pasada, y el apoyo incondicional que siempre le ha brindado.

Álvaro Arbeloa no es un lateral brillante, su trabajo es siempre oscuro, pero ha cumplido siempre que la selección lo ha necesitado. Aunque muchos no se lo reconocerán jamás.