Enorme revuelo el que ha despertado la presencia de Gerard Piqué en el programa La Resistencia, de David Broncano. El central del Barcelona despierta pasiones, positivas y negativas, allá por donde va. Tras lo de este jueves, queda sus referencias a su patrimonio (mayor que el presupuesto del RCD Espanyol, dijo), y una referencia sexual a las últimas victorias del Barcelona en el Bernabéu. Y claro, todo son ataques.
Me voy a posicionar: siempre con Piqué. Está claro que sus comentarios pueden sentar mal a los hinchas del RDCE y del Madrid, pero las cosas hay que mirarlas en su contexto. La Resistencia es un programa de humor, y Piqué no hizo sino adaptarse perfectamente a ese contexto. Evidentemente, hace gala del estilo ‘troll’ del programa y da un paso más en cuanto a los chistes. Y sobre los límites del humor, yo lo tengo claro: si te ofende un chiste, es tu problema. Basta con no reírte o no hacerle caso.
Creo que Gerard Piqué provoca tanto odio en algunos sectores porque es un tipo formado, inteligente, agudo, con un enorme sentido del espectáculo y que sabe desenvolverse allá donde va. Y prueba de su inteligencia es que consigue siempre que sus enemigos entren al trapo. Sinceramente, prefiero un Piqué a ese perfil de futbolista de limitado discurso y poca mano izquierda. Hacen falta más como él.
PD: El periodismo deportivo debería también reflexionar sobre dos temas: uno, por qué no es capaz de sacar entrevistas como la de este jueves y dos, cómo ha reaccionado a ésta.