Archivo de junio, 2019

Carta a Luis Enrique: Ojalá vuelvas pronto, ¿quizás para el Mundial?

Querido Luis Enrique;

Te has ido por problemas familiares. La familia es lo primero y saber priorizarla ante la gran etapa profesional que estabas viviendo te honra. Ser el seleccionador nacional era una de tus mayores ilusiones, lo conseguiste y luchaste por devolver a la Roja su esencia. Pese a las críticas, lograste llevar a cabo un recambio generacional indispensable y que seguirá produciéndose gracias a tu enseñanza. No tengo duda de que Robert Moreno será un gran sustituto porque, con él, en la selección seguirá teniendo tu toque personal. Un toque que ojalá pronto puedas seguir aportando tú mismo.

Ya lo dice el presidente de la RFEF, Luis Rubiales: «Siempre tendrás las puertas de la federación abiertas». Las de la federación y las de los corazones de todos los españoles para que devuelvas a la Roja al lugar que se merece. No se si será para la Eurocopa —ojalá que si, más que nada por el poco tiempo que queda—, para terminar lo que empezaste. Pero, sino, para el próximo Mundial.

Sería un placer (y la mejor de las noticias) ver cómo tus problemas familiares se solucionan, que vuelves al césped de la Ciudad del Fútbol de Las Rozas enfundado en el chándal con el escudo de tu país. Con esas gafas de sol que tanto usas y con tus formas de decir la lista previa a cada convocatoria tan peculiares. Has dejado huella, Lucho.

Luis Enrique entrenando con la selección. RFEF

Luis Enrique entrenando con la selección. (RFEF)

Ojalá vuelvas pronto. Significará que tu ilusión por entrenar sigue vigente, que te apartas porque crees que no puedes darlo todo, porque tu situación familiar —esa de la que nunca has hablado y respetamos— te supera; pero que estás dispuesto a volver. A volver a ilusionarnos.

Te esperaremos el tiempo que sea necesario, míster.

Simeone debe seguir el ejemplo de Klopp: campeón tras caerse dos veces

Klopp alza la Copa de Europa en Madrid (EFE).

Llegaba Klopp a esta final de Champions de Madrid con la presión añadida de haber perdido dos antes: en 2013 cuando dirigía al Borussia Dortmund, ante el Bayern, y en 2018, ya como técnico del Liverpool, ante el Real Madrid del judoca Sergio Ramos.

Se empezaba a generar una aureola de gafe para el técnico de Stuttgart, más si tenemos en cuenta que también perdió una de la Europa League, ante el Sevilla, en 2016.

Pero Klopp respondía con una sonrisa, con sarcasmos, con ironía. Y ahora celebra por fin ser el técnico del equipo campeón de Europa. A la tercera.

Por eso, creo que el ejemplo del alemán debe ser inspirador para Diego Pablo Simeone, por mucho que cada vez sea más difícil llegar hasta donde se llegó en 2014 y 2016, con cada vez mayor competencia y con el acecho de una Superliga europea que destruirá para siempre el espíritu de esta apasionante competición.

Creo que el Cholo lo tiene claro. Él siempre lo ha dicho y además, ha puesto de ejemplo a los alemanes, que siempre insisten. Y si no es a la primera, ni a la segunda, habrá que seguir peleando para que pueda ser a la tercera. Como Jürgen Klopp.

 

Aquel centro en Anfield, aquella charla con Luis Aragonés… Descansa en paz, José Antonio

Noviembre de 2004, el día de la famosa anécdota entre Reyes y Luis Aragonés (Archivo).

Este sábado era un día de fiesta en lo futbolístico. España y Madrid acogen el partido más importante del año, la final de la Champions, esta vez con el inconfundible sabor del fútbol inglés, representado en las aficiones de Tottenham y Liverpool. Pero de repente, una noticia nos ha helado a todos: José Antonio Reyes ha muerto.

Como atlético, de manera inevitable mis recuerdos del extremo utrerano se centran en dos: el maravilloso centro que salió de su bota izquierda para que Forlán marcara un gol en Anfield Road que metía al Atleti de Quique Sánchez Flores en la final de la UEFA, la primera europea en muchos años. El otro, la famosa anécdota con Luis.

Ocurrió en noviembre de 2004, en una concentración de la selección española. Luis Aragonés, seleccionador nacional, cogió por banda a Reyes y, ajeno como era el de Hortaleza a la corrección política que ya hace 15 años imperaba, quiso motivar al jugador instándole a que le dijera «al negro» (Thierry Henry, delantero francés que jugaba con Reyes en el Arsenal) que era mejor que él. A Luis le cayeron palos de todos los colores por aquella escena.

Hoy, 15 años después, estoy seguro de que Luis estará echándole otra bronca al bueno de Reyes, preguntándole qué cojones hace ahí, tan pronto.

Descanse en paz.