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Ter Stegen no tiene nada que envidiar a Neuer

Cuando un futbolista está cómodo y ven que confían en él está claro que dá mucho más de sí mismo. Y desde que el Barça ha reconocido el trabajo de Ter Stegen, el portero alemán no es el mismo. Recuerdo aquel Marc-André dubitativo, que no era un experto jugando con los pies y cuya solvencia en los mano a mano dejaba mucho que desear. Fue suplente de Claudio Bravo (sí, suplente) en la Liga durante dos temporadas, de 2014 a 2016, e incluso se planteó irse del Barça para jugar más minutos.

Aquel era un Ter Stegen muy diferente al de ahora. Sus pasadas debilidades se han convertido en enormes fortalezas. Sus actuaciones en la gran parte de los partidos que juega no dejan indiferente a nadie, más bien boquiabiertos: paradas estratosféricas, de portero de balonmano, y grandes pases para iniciar la jugada desde la portería, al más puro estilo Barça son habituales.

Ter Stegen vuela ante el Dortmund. (EFE)

Ter Stegen vuela ante el Dortmund. (EFE)

Es más, la frase de «qué pesado eres, Ter Stegen» se escucha mucho entre los aficionados rivales. Y por algo lo dicen, porque les saca de quicio. No hay quien traspase su portería sin intentarlo varias veces antes (y raro es que lo consigan pese a intentarlo).

Un claro ejemplo de ello fue el partido del Barça ante el Dortmund, en el que el portero culé se lució como nadie e incluso le paró un penalti al vuelo a Marco Reus. Fue el jugador del partido y el que evitó que los de Valverde cayeran ante un rival, a priori, inferior. Hizo un partido mejor incluso que el de Messi (aunque es verdad que el argentino solo jugó media hora y sale de una lesión). Todas las portadas de los periódicos deportivos y medios especializados remarcan su buena actuación. Neuer debe estar que trina…

Por que sí, Ter Stegen no tiene nada que envidiar al portero titular con Alemania. Nada. De hecho, es normal que pida un puesto en el once inicial dada su trayectoria. Desde que debutó en 2012, Ter Stegen acumula solo 22 partidos en la selección alemana. Y se quejó de ello tras el último parón de selecciones.

No es fácil encontrar una explicación para lo que estoy viviendo. Estoy dando mi mejor versión en cada partido para hacer más difícil la decisión. Estoy intentando entrar en la portería como sea. Para mí es un golpe duro viajar y no jugar

Y tras el partido del Dortmund volvió a reclamar su titularidad a Joachim Löw:

Todos saben de qué soy capaz. Yo me fijo sólo en mí, lo que quiero es estar siempre al 100% y ha sido una buena ocasión para demostrarlo

No olvidemos que en La Liga española (una de las mejores, por no decir la mejor del mundo) es indiscutible. ¿Cómo no va a serlo con su selección? Lo será seguro, no sabemos cuando e igual más pronto que tarde. Se rumorea que Neuer (que tiene 33 años por los 27 de su compatriota) podría dejar Alemania próximamente y Ter Stegen es su MUY digno sucesor. Eso sí, esperemos que no le pase como a Messi y demuestre lo que vale con su país.

El Barça ya piensa en sustitutos para Valverde: ¿Klopp, Koeman, Allegri…?

No era una prioridad esta temporada para el Barça. Y ahora parece que ha condenado a muchos más de lo que imaginábamos. Nadie la quería (o eso decíamos los periodistas) después de caer en la ida de cuartos ante el Sevilla. Pero perder la trigesimoprimera Copa del Rey que estaba a puntito de colarse en las vitrinas del museo del Camp Nou ha sido más duro de lo esperado. Sin Champions, pero también sin Copa.

El sábado se jugó la final ante el Valencia en el Benito Villamarín. Sin titularísimos como Ter Stegen o Suárez. También sin Dembélé. Pero con la vuelta de otros como Cillesen o Coutinho, que podrían haber jugado su último partido como jugadores del Barça si se hacen finalmente efectivas sus salidas. La del primero, de hecho, parece estar prácticamente sentenciada. La del segundo, después del partido en Sevilla, quizá también lo esté.

También sigue en el aire la continuidad de Ernesto Valverde, que parece tambalearse ahoa más que nunca, después de haber cosechado dos catástrofes seguidas. Quién se lo iba a decir al Txingurri… Dos Ligas y una copa en dos años y su permanencia parece ya inviable. Por no haber logrado la Champions, claro. Pero también por no haber logrado su segunda Copa. Corre el rumor de que él mismo podría dimitir por la presión recibida… A pesar de que Bartomeu reiterase su confianza en él hasta dos veces en la semana previa a la final e incluso después de la derrota ante el Valencia.

Ernesto Valverde durante la final de Copa ante el Valencia. (EFE)

Ernesto Valverde durante la final de Copa ante el Valencia. (EFE)

Y, como siempre en estos casos, suenan algunos nombres para sentarse en el banquillo culé. Mientras esperamos a que Xavi Hernández esté del todo preparado suenan con fuerza varios nombres para dirigir a los azulgranas la próxima temporada (y quizá mas…):

  • Massimiliano Allegri: El entrenador italiano ex de la Juventus, dejó al equipo turinés hace dos semanas tras cinco temporadas como su técnico. Con su dimisión, todos los rumores sobre su posible llegada a Barcelona comenzaron a aflorar y, ahora, parece el mejor posicionado para asumir las riendas de un equipo en el que tiene que haber cambios, y muy drásticos. Allegri (51 años) tiene carácter y no le temblará el pulso al vender y fichar otros jugadores. Comparte con el Barça una obsesión: ganar la Champions League.
  • Ronald Koeman: Es 0tro de los que más suenan, sobre todo porque fue visto hace un par de semanas paseando por las calles de la Ciudad Condal. Y no parece que estuviera de vacaciones en la playa. Conocido por la afición, jugó en el club en su etapa como futbolista e incluso llegó a formar parte del equipo técnico durante una temporada. El holandés, de 56 años, tiene una dilatada carrera en grandes equipos europeos y actualmente es el entrenador de la selección de su país, una de las más emergentes en el panorama actual.
  • Jürgen Klopp: Uno de los mejores entrenadores que hay en estos momentos. Entrena ahora al Liverpool que eliminó al Barça de la Champions. Con agallas y sin rendirse. Tirando de épica y motivando a sus jugadores como nadie. El del alemán (51 años) es un fichaje difícil, incluso me atrevería a decir imposible. Pero… ¿por qué no soñar?
  • Erik ten Hag: Actual entrenador del Ajax, tendría entre sus filas a algunos de sus jugadores hasta ahora indiscutibles: De Jong y De Ligt. El juego de su equipo ha dejado boquiabiertos a muchos esta temporada y pensar que puede implantarlo en el Barça ilusionaría a cualquier culé, como lo hizo Pep Guardiola (que, incluso, a algunos les podría recordar a él). Este holandés de 49 años ha logrado alzar al Ajax hasta conquistar un doblete, y con una labor impecable en Champions (eliminando al Real Madrid y a la Juventus). El inconveniente: tiene contrato vigente hasta junio de 2020.

Otros de los que están en boca de muchos son Roberto Martínez (que también sonó para el Real Madrid hace un año); Unai Emery, que estaría encantado de volver a la Liga y se le considera un experto en eliminatorias, algo que el Barça valora mucho visto lo de los últimos años; y Laurent Blanc, cuya mejor baza que está en estos momentos libre. ¿Y tú, quien crees que encajaría mejor?

La Champions asesta un durísimo golpe a la Superliga europea

Celebración del Tottenham

Celebración del Tottenham con Pochettino y sus jugadores eufóricos (EFE).

Para los que, como yo, tenían ciertas dudas sobre la conveniencia de que se cree a corto plazo una Superliga europea, como quieren algunos mandatarios de grandes clubes del Viejo Continente, lo que ha sucedido en esta Champions, con mención especial a Anfield y el Amsterdam Arena, ha sido un golpe duro, muy duro. Para empezar, se acabó el apoyo del aficionado al fútbol, que ha disfrutado tanto en esta edición que no va a querer renunciar a una competición así.

Dejando a un lado preferencias personales -obviamente el aficionado culé no ha disfrutado de esta semana­-, lo que es innegable es el impresionante espectáculo que hemos disfrutado en esta edición. Y que nadie piense que esto resta valor a las anteriores ganadas por el Real Madrid, sino todo lo contrario, ha quedado claro lo dificilísimo que es ganar este torneo, sin duda el mejor del mundo de clubes. No fallar ni una vez en tres años cobra tintes de epopeya.

La Superliga europea rompe con todo lo que hemos vivido en esta edición. Es absolutamente imposible que en el hipotético caso de que existiera, el Tottenham fuera uno de los dos primeros. Con el Ajax pasa algo parecido. Y se antoja imposible porque es probable que estos dos clubes ni siquiera formen parte de la citada competición…

Real Madrid, Barça, Juventus, Milan, Bayern, Manchester United, Liverpool, Chelsea, Arsenal, Manchester City y Paris Saint-Germain son los fundadores del proyecto, mientras que Atlético, Inter de Milán, Roma, Borussia Dortmund y Olympique de Marsella figuran ahora como invitados. Impresionante cartel… en el que no están ninguno de los dos equipos que jugarán la final de la Champions el próximo 1 de junio. No queda claro si sería una liga cerrada o con ascensos y descensos, pero en ningún caso los holandeses hubieran estado, eso parece seguro.

Ya hemos visto con lo sucedido en el baloncesto que si los clubes lo desean, es imposible frenarles. La Euroliga es ya una Superliga en la que juegan todos contra todos en una fase regular, con unos playoffs y una Final Four después. Y la competición de la FIBA, la Champions del basket, es tan residual que hay que ser un súper entendido para saber qué equipos la juegan.

De igual manera que no apetece comer un chuletón (o una pizza, sushi, o la comida favorita de cada uno) todos los días, tampoco conviene la saturación de megapartidos cada semana. Recordemos los rallies de clásicos, como uno acaba hastiado de tanto Madrid-Barça. El riesgo de que pase lo mismo, existe, y me vuelvo a remitir al baloncesto para consolidar esa opinión.

Se avecinarán cambios en el fútbol europeo, y la Champions posiblemente necesite una remodelación para dar algo más de emoción a la primera fase del torneo. Pero lo que hemos vivido desde octavos deja claro que es un torneo muy vivo que conviene no fulminar como ha sucedido en el deporte de la canasta.

PD: Estoy seguro de que Javier Tebas habrá vibrado como el que más viendo lo bueno que ha sido esto para LaLiga y para continuar con el modelo actual.

Carta a los culés decepcionados: Tranquilos, Xavi lo conseguirá

Hinchas del Barça, decepcionados con la derrota de su equipo en Anfield. (Action Images)

Hinchas del Barça, decepcionados con la derrota de su equipo en Anfield. (Action Images)

Queridos culés;

Entiendo vuestra frustración. La comparto. Y sé que la de ayer no fue vuestra mejor noche y hoy no será vuestro mejor día. Ni quizá esta sea vuestra mejor semana. En el ascensor, en el metro, en la calle, en los bares, en el trabajo… todo el mundo, aficionado o no al fútbol, solo habla de la hecatombe del Barça en Anfield. Algunos lo harán decepcionados, tristes y compungidos como vosotros. Otros, sin embargo, estarán tan pletóricos como si hubieran ganado ellos mismos la Decimocuarta Champions.

La decepción ha sido gigantesca. Os veíais en las gradas del Wanda Metropolitano el 1 de junio y también, muy probablemente, levantando la sexta Orejona. Es normal, vuestro equipo era el gran favorito. Pero no ha podido ser. Estas jornadas posteriores de reflexión serán duras: habrá intercambios de opiniones y culpabilidades; quizá algún jugador, o quizá el entrenador, salga por la puerta de atrás con la cabeza gacha.

Pero una renovación es necesaria. Y mucho. Sobre todo para recuperar el juego del FC Barcelona. Ese que enamora y deja embobados hasta a quienes visten de blanco. Ese que os dio dos tripletes con el Barça y dos Eurocopas y un Mundial con la selección española. Ese juego ha de volver.

Es verdad que no están ni Xavi, ni Iniesta, ni Puyol… ni muchos otros jugadores que se dejaron el alma sobre el césped para lograrlo. Pero sigue habiendo cantera; sigue habiendo cientos de jóvenes en la Masía por los que apostar para hacer una piña como la de los mejores tiempos. Una piña que sienta los colores como un aficionado más, que sufra las derrotas y celebre como nadie los triunfos. Una piña que, ¿por qué no?, pueda estar entrenada por Xavi Hernández. ¡Qué bonito sería que él nos devolviera la ilusión! ¿Verdad?

La Champions pasa de ser obsesión a pesadilla para el Barça: los fantasmas de Roma resucitan en Liverpool

Alba, Messi, Coutinho y Piqué con caras largas en el partido ante el Liverpool. (Action Images)

Alba, Messi, Coutinho y Piqué con caras largas en el partido ante el Liverpool. (Action Images)

El Barça tenía un claro objetivo para esta temporada: ganar la Champions. Era tan claro que se convirtió en obsesión. Para Messi, para Valverde, para la afición… la Champions era la prioridad este año, ya lo dijo el crack argentino a principio de temporada. Una obsesión que se volvió más real cuando el eterno rival y gran favorito para volver a ganarla, el Real Madrid, (por su palmarés, más que nada) había quedado eliminado. Y eso aumentó la presión. Una presión que el equipo azulgrana no ha sabido soportar. Ni los jugadores ni el entrenador han sabido manejar la situación de verse como los grandes favoritos en todas las apuestas para llevarse la Orejona este año.

La mala planificación de los partidos de la semifinal (sobre todo el segundo y definitivo) es, en gran parte, la responsable de que los azulgrana tengan que ver la final del Wanda Metropolitano desde casa. Si la ven. Porque no se puede llegar a Anfield con un 3-0 conseguido en el Camp Nou y no saber defender ese gran resultado. Y no solo no defender, sino tampoco saber atacar cuando ves que al final el partido se te vuelve en contra. Así, los gravísimos errores cometidos en el pasado se han vuelto a repetir. Esos fantasmas que veían ya muy lejos, se han acercado, tanto que los tocan con la yema de los dedos.

La sombra de la Roma se convirtió en luz para el Liverpool, que emuló lo que pasó la temporada pasada: en aquella ocasión el Barça no hizo valer un 4-1 a favor, y ayer tampoco pudo hacerlo con 3-0. Dos escenarios que ahora para cualquier culé significan lo mismo: Roma ahora es Liverpool y Liverpool ahora es Roma. Dos ciudades malditas y dos escenarios que han convertido la obsesión, pero también la ilusión, en la peor pesadilla. Incluso, me atrevería a decir que en este caso el ánimo está más dañado: el aficionado culé se veía paseando por Madrid el 1 de junio y Messi levantando ‘SU’ Copa de Europa. Adiós Champions. Adiós triplete. ¿Adiós Valverde?

Zidane está asustado por el dominio actual del Barça

Zidane, en un partido contra el Barça. (EFE)

Zidane, en un partido contra el Barça. (EFE)

Sí. Zinedine Zidane está asustado. Y no por el mal rendimiento de su equipo en este final de temporada, sino por que el eterno rival haya ganado (dando por hecho que esta también la logrará) ocho de once títulos ligueros en la última década. OCHO, que se dice pronto. Y el Real Madrid, dos. Para el técnico galo ahora el título más importante es el nacional. Porque de la Champions ya se ha cansado… y porque ve que, a este paso y con este ritmo, el Barça le superará en número de trofeos de Liga en sus vitrinas.

Los culés llevan 26 (con esta) y los blancos, 33. Solo siete de diferencia, por lo que para 2030 ya podríamos hablar de empate ténico si se sigue la misma rutina. Pero… la culpa de ello solamente la tendrá el Real Madrid. Es verdad que actualmente la Liga es cosa de dos (o de tres si el Atleti se mete en la lucha). Y cuando uno de los dos está más centrado en otras competiciones que en esa, lo normal es que la pierda. Es lo que le ha pasado a los blancos esta última década: se han centrado más en ganar Champions tras Champions (cuatro en los últimos cinco años, sin contar este) y han dajado la Liga de lado.

El campeonato nacional hay que jugarlo con intensidad y ganas desde el primer al último partido. Es el que evalúa el rendimiento de un equipo durante todo el año, con partidos casi todos los fines de semana (e incluso entre semana) que obligan a estar al 100% si se quiere tener opciones al título. Es el más sacrificado, y por tanto, el que más se agradece ganar al final de temporada. Pero claro, no tiene el mismo reconocimiento a nivel mundial como ganar una Champions. Y eso, el copar todas las portadas de Europa, es lo que le mola a Florentino.

Zidane está asustado. No solo por la Liga, también porque ve que este año el Barça puede ganarlo todo: un triplete. Va por el buen camino: la liga decidida, la Copa a punto de caramelo con una final asequible ante el Valencia y la Champions encarrilada, ya en semis y tras haber pasado la fase maldita con solvencia. Un triplete que podrían conseguir los azulgrana, que sería su tercer triplete de la historia, por los… CERO que llevan los blancos. Y eso escuece.

Messi, Suárez… ¿y para qué más?

Leo Messi y Luis Suárez celebran un gol del Barça. (EFE)

Leo Messi y Luis Suárez celebran un gol del Barça. (EFE)

Messi y Suárez forman un tándem letal. El argentino lleva 43 goles en todos los torneos disputados por el Barça esta temporada, por los 23 del uruguayo. Juntos han anotado 66 goles (el 60% de los de su equipo) que hacen que los azulgranas sean claros favoritos para ganar todas las competiciones, tanto nacionales como continentales. La primera ya la tienen en el bolsillo: ambos sentenciaron la Liga el pasado sábado ante el Atleti en el Camp Nou a falta todavía de siete jornadas. Y no les hizo falta nadie más. Ni Coutinho, ni Dembelé, ni Malcom… ni mucho menos Kevin-Price Boateng… el tridente del Barça no está cojo: tiene solo dos patas (útiles), la MS. Y, no, tampoco echan de menos a Neymar… aunque parece que él sí que los echa de menos a ellos.

Cinco temporadas llevan juntos en el Barça. Cinco temporadas en las que se han ido conociendo y adueñando de la delantera azulgrana. Han hecho de sus posiciones inamovibles. Ni la llegada de Griezmann podría acabar con eso… si se piensa mejor «La Decisión».

Si echamos la vista atrás, Suárez se ha convertido en el socio perfecto para Messi. Nunca antes el argentino había encontrado semejante complicidad con alguno de sus anteriores compañeros: ni Ibahimovic ni Villa o Eto’o lograron encajar piezas con él. Pero Suárez sí. No le importa estar en un segundo plano. Y es que los estratosféricos números de Messi ensombrecen las brillantes estadísticas de Suárez, que ha alcanzado ya los 175 goles en 240 partidos con el Barça desde su llegada en 2014. Pero no le importa que Messi destaque más que él. Es más, él le ayuda a que lo haga. Es uno de los principales culpables de que Messi sea cada vez mejor Messi. Y eso es de admirar.

Leo y Luis son amigos fuera y socios dentro del campo. En esta temporada, Messi es el Pichichi de la Liga (33 goles), pero también el máximo goleador en Champions con 8 tantos marcados esta temporada, empatado con Lewandowski (8) y con una diferencia de 3 goles con Neymar y de cuatro con Cristiano y Mbappé. Suárez sigue al crack argentino de cerca en el contador de Liga, en segunda posición con 20 tantos; pero en Champions no se ha estrenado este año. Ganar el máximo torneo europeo es la obsesión del Barça, por lo que tener el marcador a cero es algo que le pesa, y mucho, al uruguayo, que todavía tiempo tiempo de marcar: la próxima oportunidad, el miércoles ante el Manchester United. Y seguro que Leo le ayudará a quitarse la espinita.

¿Tiene el Barça un camino fácil hacia el triplete?

Zidane ha vuelto, pero tarde. El Real Madrid ya ha sido eliminado de la Champions en octavos, ante el Ajax. No jugará la final de la Copa del Rey al perder contra el Barça en semifinales. Y está a 12 puntos del liderato de la Liga. Vaya, temporada en blanco para los blancos (valga la redundancia). Y eso hace que el Barça sea favorito a todo. Favorito a ganar la Copa del Rey, donde jugará la final el próximo 25 de mayo ante el Valencia en el Benito Villamarín. Favorito en la Liga, primero, a mucha distancia de sus grandes rivales. Y en Champions está muy vivo: este miércoles eliminó al Olympique de Lyon en octavos (5-1). En cuartos toca el United.

Conclusión: el Barça podría volver a ganar el triplete (ya lo hizo en 2015). Pero, ¿será fácil el camino hasta él?, ¿qué le espera estos tres meses?

  • En Copa del Rey, al ser a partido único la final, tiene el 50% de las probabilidades de ganarla ante un Valencia que ha ido de menos a más esta temporada. Para los ches es un aliciente enorme estar en la final y así lo demostró Marcelino tras eliminar al Betis. Además, seguro que no les pondrán las cosas en bandeja a los de Valverde. Sin embargo, los culés son claros favoritos, y raro sería (siendo sinceros) que el Barça no sumara a su palmarés la trigesimoprimera Copa. Los azulgranas son los reyes de esta competición. Y eso que este año no la querían… (ironía).
  • En Liga, es verdad que queda mucho y la cosa no está asegurada matemáticamente, pero raro sería que el Barça se dejara por el camino los 7 puntos que tiene de ventaja con el Atlético de Madrid y, mucho más, los 12 con respecto al Real Madrid. Solo quedan 10 jornadas ligueras, con los blancos ya ha cumplido en todos sus enfrentamientos y solo les queda, entre sus  inmediatos perseguidores, el duelo con el Atleti del 6 de abril. Aunque perdieran, los de Valverde —si ambos equipos ganan todos sus partidos hasta ese día— se quedarían con 4 de diferencia a seis jornadas. No es imposible para los del Cholo ir a por la Liga, pero sí lo tendrán complicado.
  • En Champions queda mucho por delante y grandes duelos asegurados. El Barça todavía tiene cinco partidos por delante y hay que ser prudentes. Aunque es verdad que la eliminación del Real Madrid ha sido un alivio, al ser esta la competición fetiche de los blancos. Sin ellos, los culés quizás puedan cumplir su obsesión de esta temporada: levantar la Sexta (intuyo que todas se escriben ahora en mayúsculas) orejona. Ahora el objetivo es llegar hasta la final del 1 de junio en el Wanda Metropolitano. El enfrentamiento de cuartos será ante el Manchester United, asequible y que no estaba dentro de los ‘cocos’ de la eliminatoria. Y, de llegar a semifinales, el rival de los culés sería el ganador del duelo entre Oporto y Liverpool. Buen cuadro, que ayuda a evitar a la Juventus de Cristiano Ronaldo y al City de Pep Guardiola hasta la final.
La Copa del Rey, la Liga y la Champions, triplete del Barça en 2015.

La Copa del Rey, la Liga y la Champions, triplete del Barça en 2015.

La Champions no está hecha para el Atlético de Madrid

Los jugadores del Atleti, cabizbajos tras uno de los goles de la Juve (EFE).

Así de duro, así de sencillo. Hay cosas que son incompatibles y después de la debacle del Atlético de Madrid en Turín (diré poco del encuentro, sólo que los de Simeone han estado totalmente superados por un rival que ha sido infinitamente mejor) me queda claro que una de esas incompatibilidades universales es el éxito de los colchoneros en la Champions League.

Es una competición que no está hecha para nosotros. Sin más. Ni lo fue en los 70, ni lo fue en este nuevo reverdecer con Simeone. Ni la ilusión de que la final se jugara en el Metropolitano ha servido para cambiar el destino. El Cholo tiene entre ceja y ceja esta competición pero bien haríamos los atléticos en borrarnos de la mente la mera ilusión de que algún día podamos tocar el trofeo. 

Suena pesimista, suena oscuro, suena terrible, pero es la verdad. En la vida puedes alegrarte de lo que tienes o lamentarte de lo que no tienes. Mejor optar por lo primero. Y seguir adelante.

Buenas noches.

Atléticos: Cristiano Ronaldo nos va a hacer picadillo (si el equipo sigue así)

Jordi Amat lucha por el balón ante Antoine Griezmann (EFE).

Tenía pensado escribir este artículo antes de que Griezmann marcara el gol que ha dado la victoria al Atlético de Madrid en su visita a Vallecas, pero el tanto del francés no varía ni un ápice lo que pienso: tal y como está el equipo ahora mismo, las posibilidades de pasar ante la Juventus en octavos de final de la Champions son prácticamente nulas.

Los colchoneros llevan un mes muy malo. Eliminados de la Copa por el Girona. Derrota en Sevilla ante el Betis. Derrota en el derbi madrileño, el partido de este sábado en Vallecas, para olvidar… Las sensaciones no pueden ser peores, porque el equipo no tiene gol, físicamente no está fresco, no tiene ideas, algunos jugadores dan preocupantes síntomas de desconexión, las lesiones no dan tregua…

Enfrente, además, está una Juventus que finalmente va a llegar al Metropolitano este miércoles con menos bajas de esperado y con un Cristiano Ronaldo que demuestra en cada partido que sigue con el hambre que le hizo batir todos los récords en el Real Madrid. Cierro los ojos y lo veo haciéndonos picadillo.

Así las cosas, y si las cosas no cambian mucho, soy francamente pesimista. Pero, por suerte, esto es fútbol.