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Ahora, todos a rezar para que el Real Madrid no gane la Champions

Parece que si el Real Madrid se alza con su decimotercera Champions League la temporada del Barça se va al traste. Conseguir un doblete (es decir, ganar dos títulos) no sería suficiente si el eterno rival gana la competición continental (un solo título). Vale más una Champions, que una Liga y una Copa del Rey juntas. O esa es la sensación que tienen muchos de los aficionados madridistas, ansiosos por que la felicidad que merodea ahora por Barcelona llegue a Madrid a finales de mayo. Pero esta sensación también la tienen algunos culés, aunque es cierto que se debe a diversos motivos.

Cristiano Ronaldo se lamenta. (GTRES)

Cristiano Ronaldo se lamenta tras una ocasión perdida con el Real Madrid. (GTRES)

Uno de ellos quizás sea que, de ganar la 13.ª Champions, cada vez se antojará más difícil que el Barça pueda superar al Real Madrid en el número de copas de Europa que lucen sus vitrinas. Una competición en la que los blancos son los reyes. Y esto también jode en Barcelona. ¿Por qué no admitirlo? Siempre fastidia que tu máximo rival te supere. Sea en lo que sea. Y si es a nivel continental todavía más porque es más visible fuera de España.

El primero en mostrar esta opinión fue el expresidente del Barça Joan Gaspart, que dijo tras ganar la Copa: «Para que la temporada sea completa me gustaría que el Madrid no ganara la Champions». Y después muchos aficionados hicieron esta frase suya. Y los hinchas blancos alardean de ello, encantados con chafar la gran temporada del equipo culé. Por ello, no contentar las sensaciones de la afición del Madrid es otro de los objetivos. Los piques siempre han existido: en casa, entre amigos, en el trabajo… y a los vaciles siempre le siguen otros vaciles. Un bucle del que todos quieren salir airosos.

Otro de los motivos por el que un culé quiere que el Madrid pierda su ansiada Champions podría deberse a las sensaciones que había antes de perder contra la Roma. El Barça tenía el triplete cerca, las impresiones eran muy buenas, igual que la temporada, que se chafó en ese momento. En cambio, la del Real Madrid ha sido muy irregular, eliminado primero en Copa y alejándose cada vez más del líder de la Liga. Un tira y afloja que, casi siempre, suele pasar factura.

Entonces, ¿ahora que nos queda? Parece que rezar para que el Real Madrid no gane la Champions y no pueda deslucir la gran temporada del Barça. Y es que la rivalidad va más allá de los clásicos.

Seis retos que le quedan a un Barça de récord

Tras alcanzar el sábado a la Real Sociedad con la cifra récord de 38 partidos consecutivos sin perder, el Barça de Ernesto Valverde busca más retos. La Liga está casi sentenciada: por ahora lleva 24 victorias y 7 empates. Está a once puntos del Altético de Madrid y a 15 del Real Madrid. Tiene a Leo Messi como Pichichi de la Liga y a Ter Stegen al acecho del Zamora, que ahora está en manos de Oblak. Una competición propicia para batir más récords e incluso ganar otro triplete (o sextete). Estas serían las opciones:

1. Ganar la Liga sin perder. Es algo que lograron el Atlético de Madrid (1929-30) y el Real Madrid (1931-32) cuando el campeonato nacional solo contaba con 18 jornadas. El Barça puede ser el siguiente, alzándose con su vigesimoquinta Liga; la séptima en la última década. El pasado sábado ya igualó el récord de partidos sin perder que ostentaba la Real Sociedad: 38 (31 de esta temporada y siete de la anterior). En su mano está superarlo el próximo sábado 14 de marzo en el Camp Nou ante el Valencia (16.15 horas).

2. Superar los 100 puntos. Lo consiguieron en su día Tito Vilanova (con el Barça en la temporada 2012-13) y Mourinho (con el Madrid un año antes) y el equipo de Valverde podría solo igualarlo. Eso sí, tendría que ganar los siete partidos que le quedan por delante. Ahora tiene 79 puntos y se colocaría con 100 puntos en total.

Jordi Alba y Leo Messi celebral un gol del argentino. EFEJordi Alba y Leo Messi celebral un gol del argentino. EFE

Jordi Alba y Leo Messi celebra un gol del argentino ante el Leganés en Liga. EFE

3. Récord de goles. Es uno de los retos más complicados. El Barça ha batido la portería contraria en 79 ocasiones, con un promedio de 2,55 goles por partido. Es una buena marca, pero está lejos del récord que alcanzó el Real Madrid de Mourinho en la temporada 2011-12, cuando el conjunto blanco marcó 121 tantos. Le quedan 42 goles por marcar y solo siete partidos… debería marcar una media de seis por encuentro. Si lo consigue sería algo sobrenatural.

4. Cinco pichichis. Leo Messi es el actual Pichichi de la Liga con 29 goles marcados, muy por delante de sus perseguidores: Cristiano Ronaldo (23), Luis Suárez (22), Iago Aspas (19) y Antoine Griezmann (18). Se antoja que terminará la temporada como el que más goles ha marcado en la competición nacional y, con ello, conseguirá su quinto pichichi. Una marca que solo consiguieron en Primera División El Brujo Quini, Alfredo Di Stéfano y Hugo Sánchez. Su próximo objetivo: igualar la marca de Telmo Zarra, el máximo goleador de la historia del pichichi, con seis.

5. Menos goles recibidos. El que fuera portero del Deportivo de la Coruña en la temporada 1993-94, Paco Liaño, recibió 18 goles en las 38 jornadas de liga. Un récord que, hasta el momento, nadie ha podido superar. Pero Ter Stegen, a la caza de Oblak por el Zamora, ha encajado solo un gol más que él en Liga: 16 en 31 partidos. Y, si logra mantener la portería a cero en la mayoría de los encuentros que queda, el récord de Liaño podría olvidarse.

6. Lograr otro triplete. El Barça es el único equipo europeo que ha logrado la triple corona (Copa, Liga y Champions League) dos veces: Temporadas 2008/09 y 2014/15. Y podría ser el que lo logre una tercera. Está vivo en todas las competiciones: La liga está casi sentenciada, disputa la final de Copa del Rey el 21 de abril en el Wanda contra el Sevilla y tiene ya un pie dentro de semifinales de Champions: solo le falta el partido de mañana ante la Roma.

Por fin pitan un penalti en contra del Barça, ¡y no era!

Más de dos años después un árbitro ha dictaminado que ha habido penalti en contra del Barça en Liga. Desde el 14 de febrero de 2016, cuando le tocó al Celta, ningún equipo se había visto en la tesitura de tener que lanzar un penalti ante un portero culé. Hasta hoy. Y las dudas sobre si Mateu Lahoz debía pitar o no la pena máxima en el Las Palmas-Barça son muchas.

El colegiado Mateu Lahoz en el partido. (EFE)

El colegiado Mateu Lahoz en el partido. (EFE)

Tantas que he visto la jugada repetida tres veces y todavía no entiendo la decisión del árbitro. Ni yo ni mucha, pero que muchísima gente. ¿Qué ha visto dentro del área Mateu Lahoz? ¿Un supuesto agarrón de Sergi Roberto a Aguirregaray? ¿Una mano involuntaria de Digne, que apenas roza el balón ni desvía su trayectoria? Pues ninguna de las dos cosas son apreciables. Por tanto, a mi forma de ver el fútbol, no existe penalti.

En el caso de que sea penalti por agarrón, la supuesta jugada retransmitida por televisión y a cámara lenta es tan inapreciable que el ojo humano en directo lo apreciará aún menos. Y, si no se aprecia lo suficiente, es que el contacto es mínimo. No lo digo yo, lo dice toda lógica.

Respecto a la segunda posibilidad vamos a consultar fuentes oficiales de la RFEF:

¿Qué dice el reglamento sobre las manos dentro del área?

«Se concederá asimismo un tiro libre directo si un jugador  toca el balón deliberadamente con las manos o brazos (excepto el guardameta dentro de su propio área). Se deberá tener en cuenta lo siguiente:

  • El movimiento de la mano hacia el balón (no del balón hacia la mano)
  • La distancia entre el adversario y el balón (balón que llega de forma inesperada)
  • La posición de la mano no presupone necesariamente una infracción
  • Tocar el balón con un objeto sujetado con la mano (como una prenda, espinillera, etc.) se considera una infracción
  • Golpear el balón con un objeto lanzado (una bota, espinillera, etc.) se considera una infracción»

Vale, una vez consultado esto podríamos concluir que el único punto que (en caso de haber pitado penalti por manos) sería susceptible de crear dudas sería el segundo. Por la distancia que hay entre el jugador y el balón. Sin embargo, el balón es el que da en la mano de Digne y por tanto, la deliberación del azulgrana de parar la jugada es inexistente. Y tampoco influye en su trayectoria. Ustedes valoren…

La ventaja que el Barça no sabe aprovechar en los clásicos

El FC Barcelona nunca ha disputado un partido como visitante ante el Real Madrid en la primera vuelta de la Liga con 11 puntos más que el eterno rival. El de este sábado será el primero, en la jornada 17. Pero los datos históricos de victorias y derrotas de los clásicos a los que acudieron con ventaja no favorecen en resultados al equipo culé.

Las dos veces que los azulgrana viajaron al Bernabeu con 10 o más puntos de ventaja (ya sea en la primera o segunda vuelta) perdieron el partido. Ocurrió en la temporada 1990/1991 en un partido que comenzó con el pasillo de los madridistas a los azulgrana de Cruyff y terminó con un 1-0. Y se repitió en el año 2012/2013, cuando además llegaron con el récord de distancia al Bernabéu: +16 puntos en la Jornada 26. En ese momento el Barça de Tito Vilanova cayó por dos goles a uno contra los de Mourinho.

Leo Messi lamenta el empate del Real Madrid al final del partido

Leo Messi se lamenta al final del un clásico. (EFE)

El Barça también perdió seis partidos, empataó tres y solo ganó dos de las once veces que fue al Bernabeu con seis puntos de diferencia con los madridistas. Además, de las siete ocasiones en las que los culés viajaron a Madrid con tres o más puntos de ventaja, solo en una (1997/1998) consiguieron ganar el partido y, con ello, el título de la Liga.

Por tanto, el histórico de victorias no es nada alentador a tan solo tres días de un clásico al que los de Valverde viajan, por primera vez, con 11 puntos más que los de Zidane. ¿Será cuestión de relajación, de convicción o de mala suerte?

No lo sabemos, pero los culés tienen a su favor que en toda la historia de la Liga, el Real Madrid nunca ha logrado remontar una diferencia de más de ocho puntos con el líder para conseguir ser campeón. Aunque ahora existen otros perseguidores como Atlético o Valencia, pase lo que pase, será un partido emocionante (como siempre) y quizá decisivo.

El Barça no tiene un rival real

Cada vez que empieza una temporada pedimos que sea diferente, emocionante y con más candidatos al título. Pues ahora, cuando todavía estamos en la jornada 12, ya tenemos ante nosotros una Liga que nadie había imaginado. Pero los candidatos a ganarla se han reducido. Y es que el Real Madrid y el Atlético están diez puntos de distancia de un Barça líder. Una diferencia que nadie ha logrado remontar nunca. Así, tras empatar ambos en el Wanda Metropolitano, sus aspiraciones al título ya son mínimas. Y eso que la Liga no ha hecho más que empezar.

La única emoción ha llegado gracias a un renovado Valencia que ha dado la sorpresa. Con la victoria de hoy ante el Espanyol, el Valencia ha ganado ya ocho partidos consecutivos en esta Liga. Una marca que nunca había conseguido en sus 83 temporadas en Primera División. Marcelino ha conseguido rescatar a un Valencia hundido y transformarlo en un posible candidato al título. Un equipo que ha sabido aprovecharse de los errores del resto para luchar por el campeonato.

Suárez celebra un gol ante el Leganés. (EFE)

Suárez celebra un gol ante el Leganés. (EFE)

No sabemos cuánto tiempo le durará al equipo ché el estado de gracia. Ahora está segundo a cuatro puntos del Barça y, por ello sería el único posible rival del conjunto azulgrana hacia al título. Y una piedra en el camino culé que, sin embargo, podrían quitarse del medio el próximo domingo en Mestalla.

Porque el Valencia no es un rival real. El Barça parte como favorito para el enfrentamiento y ahora no hay equipo que esté a su nivel. Para encontrarlo habría que ir más allá de nuestra Liga.

Las opciones para el domingo son dos: si pierde el Barça en Mestalla, seguiría siendo líder a un punto del Valencia y sin margen de error. De este modo la emoción de la Liga no perdería emoción. La segunda, y más probable, es que los azulgrana ganen. De ser así, darían un puñetazo en la mesa y se pondrían a un paso de hacerse con el campeonato liguero por vigesimoquinta vez. En la jornada decimotercera y sin rival. Con tres cuartas partes de la Liga por delante (faltan 26 jornadas) y dejando sin sentido el campeonato.

Pero, si os digo la verdad, no sé que prefiero. Todavía queda demasiado.

¿Y tú seguirías siendo del Barça si Cataluña se independiza?

Parece que es la pregunta del millón. Esta semana me han preguntado —no menos de 10 veces— que si seguiría siendo aficionada del Barça pese a que Cataluña finalmente se independizara. Pues bien, he decidido responder a todos aquellos que tienen la duda a través de este post. A ver si así consigo que la semana que viene no me la repitan.

Es verdad, como dije en mi post anterior, que el hecho de que el deporte se politice tanto ya me hace replantearme hasta esto de ser aficionada al fútbol. Aunque bueno, eso sería exagerar, sí. Pero lo cierto es que fútbol pierde mucho cuando en su círculo se habla más de política que del propio deporte.

Por ello, mi respuesta es depende (no, aunque parezca gallega, no lo soy). Es una respuesta ambigua, lo sé. Pero en ella influyen muchos otros factores que los políticos y una posible independencia. Empezando porque es demasiado pronto para saber qué pasaría con el club azulgana en caso de que se proclame la DUI. Y es que nadie se atreve a asegurar nada todavía, no vaya a ser que se vuelva en su contra.

Pero, tranquilos, lo único que tengo claro es que nunca me haré seguidora del Real Madrid y seguiré siendo culé toda mi vida. Eso de los ‘chaqueterismos’ nunca lo he llevado demasiado bien. También es verdad que si el Barça deja de formar parte de la liga española tendría mucha menos emoción.

Varios aficionados del Barça se hacen una foto con el mural de la entrada al Camp Nou. (EFE)

Varios aficionados del Barça se hacen una foto con el mural de la entrada al Camp Nou. (EFE)

Por ejemplo, yo también soy aficionada y seguidora de la Ponferradina, que es el club de mi ciudad. Sin embargo, tuve que buscarme a otro al que seguir que me permitiera emocionarme o cabrearme cada vez que ganan o pierden algún título importante. Porque, seamos sinceros, todos sabemos que a lo máximo que puede aspirar la Ponfe (por desgracia) es a subir hasta la 2ª División o a descender de categoría. Seguro que a más de un aficionado de ‘equipos menores’ también le ha pasado.

Por esta regla de tres, si el Barça se va a otra liga (ya sea catalana, francesa o rusa) no me quedaría otro remedio que ser de la Ponferradina, del Barça y de otro equipo que pelee por títulos, tanto nacionales como internacionales, y del que pueda ser simpatizante. ¿No creen? Es que, seguramente, ni los jugadores serían los mismos…  Pero a mi me cuesta todavía hacerme a esta idea. Tendré que darle vueltas después del momento en el que Puigdemont salga al balcón de la Generalitat para proclamar la independencia. Si finalmente pasa, claro.

¿Y vosotros, culés, seguiréis siendo aficionados del Barça si Cataluña se independiza?

No todos los aficionados (ni jugadores) del Barça somos independentistas

Empezando por mí. Yo podría ser un claro ejemplo. Es verdad que no soy catalana, pero sí aficionada al fútbol y, en concreto, hincha del FC Barcelona. No lo niego. Y es que el Barça como equipo mueve fronteras y no solo tiene afición dentro de Cataluña. Es más, estoy completamente segura de que los catalanes ocupan una mínima parte del total, aunque hagan más ruido. De hecho, muchos de los que conozco simpatizan más con el Real Madrid y esto les aseguro que no es pura casualidad.

La mayoría de los seguidores culés son de Asia, América, buena parte de Europa o del resto de España. Por este preciso motivo, no comprendo que, como entidad, el club azulgrana apoye el referéndum separatista ilegal de este domingo. También es verdad que, individualmente, cada uno está en todo su derecho de decir lo que quiera. He ahí la libertad de expresión.

'Esteladas' durante un Barça-Real Madrid. EFE

‘Esteladas’ durante un Barça-Madrid. EFE

Que Piqué quiere votar, que lo intente. Que Bartomeu quiere que Cataluña sea un país, que lo proponga… Pero, por favor, que no involucren en este acto (recalco lo de ilegal) a un club que representa, no solo a catalanes, sino también a españoles, chinos, argentinos, rusos y, si me apuran, hasta a portugueses. ¿Qué les interesa al resto del mundo que ellos quieran ser independientes? Nada. Y, entonces, ¿ tendría que afectarles? No, pero sí, les afecta.

Por ejemplo en que, por mucho que lo desmientan, en caso de que Cataluña se separe de España, el FC Barcelona pudiera salir de la Liga. Y no solo de la Liga española, también de la Champions y de todas las otras competiciones en las que ahora destaca como uno de los candidatos al título. No me cabe la más mínima duda de que si su club (nuestro club) deja de ser un referente a nivel mundial, dejará de tener los seguidores que tiene. Pues esto, señores, también aporta dinero (y prestigio) a su (todavía) comunidad autónoma.

Si, una vez independientes, no sale de ninguna de estas competiciones también estoy segura de que no será gracias a sus directivos, sino a sus jugadores. Muchos de ellos no están en el Barça por su nivel de catalanismo. Es más, la mayoría no son ni catalanes. Y a la hora de elegir si jugar en una liga catalana o en la española… ¿Ustedes qué creen que decidirían? Pues eso.

¿Se imaginan al actual Barça sin Messi, Rakitic, Iniesta, Luis Suárez o incluso… Ernesto Valverde? Y es que de los 24 jugadores que están ahora en la primera plantilla, 18 no son catalanes por lo que lo más lógico sería que se fuesen del club, aunque podrían no hacerlo.

Será difícil entender una competición sin el Barça. Es más, sin duda, sería aburrida. Y sería difícil ver a un Barça fuera de la Liga igual de competitivo. Por lo que, el hecho de que el fútbol y la política se cojan de la mano podría no ser una buena idea para este deporte, los futbolistas y los aficionados. Pero claro, una gran idea para la política porque, ya saben, el fútbol mueve montañas (y hasta puede separar países).

El objetivo del Barça: ganar la Liga para olvidar el desastre

Así estamos a falta de una jornada de Liga: empatados a puntos Barça y Madrid luchan por el título. Un título que hace poco más de tres meses los azulgranas veían muy lejos por culpa de una primera vuelta bochornosa con cinco empates y dos derrotas.

Pero las temporadas de los equipos grandes son así. Cuando menos te lo esperas caen ante el colista y un recién ascendido de Segunda División o ganan al líder y le adelantan en la clasificación… Un caos incomprensible para la mayoría de los aficionados al fútbol pero que ayuda a dar emoción y morbo a la Liga.

Los jugadores del Barça celebran un gol. (EFE)

Los jugadores del Barça celebran un gol. (EFE)

Tras dejarse 16 puntos por el camino hasta mediados de enero, los de Luis Enrique ahora rozan el título, un premio que haría olvidar las irregularidades que ha mostrado el equipo esta temporada… Que no han sido pocas, tanto en liga como en otras competiciones; y tanto dentro como fuera del campo. Jugadores y directivos imputados, fichajes que no progresan adecuadamente, lesiones, empates y derrotas inesperadas… una situación que los culés supieron remontar en la segunda vuelta. Bueno, más o menos: perdieron dos partidos más y empataron otro y Luis Enrique anunció su dimisión.

Sin embargo, pese a que no haya sido el mejor año, y con la ayuda de algún pinchazo que otro de los rivales, el Barça ha logrado alzarse hasta la cabeza de la clasificación a expensas de lo que hagan los madridistas mañana contra el Celta (partido aplazado) y el sábado ante el Málaga. Si estos pierden en Balaídos o en La Rosaleda, el Barça dependería de sí mismo y si gana en el Camp Nou contra el Eibar se haría con el título de Liga gracias al golaveraje.

De ganarlo, los culés añadirían a sus vitrinas un trofeo conseguido gracias a los goles marcados en el Bernabeu que ayudaría a olvidar el desastroso año de competición, tanto nacional como internacional, y que se podría sumar la Copa del Rey el día 27 de mayo. Un doblete que no merecería desde un punto de vista objetivo pero que sería muy bienvenido.

André Gomes y Paco Alcácer: el despertar más tardío

Siempre son el objetivo de toda las críticas, pero ellos se lo han ganado a pulso. Probablemente uno de los deseos de todos los culés de cara a la próxima temporada es que ni André Gomes, ni Paco Alcácer continúen en el club (cito a estos dos por no citar a toda la segunda plantilla del Barça). Y hay rumores que retumban desde hace tiempo que dicen que se va cumplir.

No ha sido la mejor temporada de ninguno de ellos. Bueno, ni esta ni la anterior, ni la anterior de la anterior… ¿para qué engañarnos? Y ahora ven su futuro más fuera que dentro del Barcelona, pero a nadie le sorprende. Este miércoles, intentaron reivindicarse, callar bocas (entre ellas la mía) y alejar fantasmas, pero no consiguieron hacer que las dudas que sobrevuelan sobre sus cabezas se disipen.

André Gomes, ayer ante Osasuna. EFE

André Gomes, ayer ante Osasuna. EFE

Porque ahora no, ahora no es el momento. El momento era en la primera o la segunda oportunidad que Luis Enrique les dio, no tras decenas de partidos sin hacer nada. Un doblete contra Osasuna (ya en Segunda División) y cuando el partido tuvo complicación cero no vale lo mismo que uno en Champions y a punto de caer eliminado o uno a principios de año y en partidos decisivos. Lo siento, pero no.

Por tanto, el trato a Gomes o Alcácer tras lo de ayer no debería cambiar: marcaron dos goles para redondear una victoria hasta el 6-1.

Lo mismo podría decir de Mascherano, que lleva sin oler balón en el centro de la defensa desde sabe dios cuánto. No me acuerdo, así de pronto, de ningún ‘partidazo’ del argentino esta temporada. Incluso sus compañeros tuvieron que cederle ayer un penalti para no irse del Barça, con más de 300 partidos jugados, sin marcar ni un solo gol. Y lo marcó, sí, pero tarde.Tan tarde como el despertar de sus compañeros, que se irán del club con la cabeza gacha y por la puerta trasera.

La BBC al lado de Messi, puro postureo

Messi celebra el gol ante Bale.

Messi celebra el gol ante Bale.

Messi está un escalón por encima del resto. No hay nadie en el mundo que pueda aportar argumentos sensatos y verídicos para negar eso. No me canso de decirlo y de alabar al argentino y ya se me acaban los calificativos para un genio de tal calibre.

Da igual que le rompan la cara (literalmente hablando), Messi se recompone rápidamente para marcarse una de sus jugadas por excelencia y dejarnos a todos boquiabiertos. O para ayudar a su equipo robando balones, presionando y dando pases de gol. Lo tiene todo y es un lujo verlo cuando está en uno de sus mejores momentos, es decir, casi siempre.

Ya lleva 500 goles con el Barça, pero no es lo único que se le da bien. Dar de probar al rival de su propia medicina es otra de sus especialidades: ¿Que tú marcas un gol? él dos; ¿que tú eres el mejor lanzando faltas? él te supera. No hay quien le pare. Y así hasta llegar al clásico de ayer. Leo Messi fue el protagonista en el momento más oportuno. Marcó dos goles, pero metió el que más le duele al rival: el que se encaja en el último minuto, cuando ya no tienes capacidad de reacción, cuando tus esperanzas de ganar se esfuman y llega la rabia y la impotencia.

Una pena que Sergio Ramos tuviese que verlo desde el vestuario. ¿A que fastidia? Pero alguna vez le tendría que tocar al Real Madrid, equipo experto en decidir un partido en las ultimas jugadas gracias a la aportación del jugador de Camas, que saca a su equipo de más aprietos que su tridente galáctico.

Y es que la BBC, con Bale lesionado, Benzemá que no da pie con bola y Cristiano pasando una de sus peores rachas profesionales… es todo postureo.