Archivo de diciembre, 2019

El precedente que sienta el ‘caso Zozulya’: tendrá que haber suspensiones todas las jornadas

El ucraniano Roman Zozulya (TWITTER).

«Ese portugués, ‘hijo puta’ es»; «Guti maricón»; «Ole ole ole, cornudo Simeone»; «Griezmann muérete»; «Shakira tiene rabo»; «Puta Barça y puta Cataluña»; «Aitor Zabaleta era de la ETA»; «En el Calderón hay mucho maricón»… Podría estar horas escribiendo graves insultos homófobos, racistas, xenófobos o simplemente, cargados de odio, que se oyen o se han oído en los campos de fútbol de España desde tiempos inmemoriales, eso sin entrar en sonidos de mono con jugadores de origen africano o hasta el lanzamiento de plátanos. En todos estos casos, que se han saldado con más o menos castigos a posteriori, no se han suspendido partidos. Pero este domingo hemos tenido el primer caso.

Ha ocurrido, como bien sabrá el lector, en Vallecas, donde los cánticos de «puto nazi» al delantero ucraniano del Albacete Roman Zozulya han provocado que, por decisión unánime de ambos equipos y el árbitro, con el apoyo de LaLiga y la RFEF, el partido no se jugara tras el descanso.

Personalmente, estoy de acuerdo que se suspendan partidos con este tipo de cánticos que entrarían en la categoría de manifestaciones de odio. Creo que debería haber más mano dura. España por suerte no es Italia, pero creo que aún nos queda para alcanzar el nivel de Alemania e Inglaterra. Me parece fantástico que haya habido quórum este domingo en Vallecas. Pero el problema es que ha sido demasiado tarde.

La cuestión es que no deja de chirriar que se suspenda este Rayo-Albacete después de que hayamos vivido ejemplos como los que recordaba en el primer párrafo, y en los que nunca pasó nada, más allá de sanciones a posteriori y nunca con excesiva dureza. Si no suspendes un partido por cánticos racistas y sí lo haces por llamar «nazi» a un jugador, es inevitable que haya gente que se haga preguntas.

Por otro lado, me pregunto si este caso con Zozulya va a suponer un precedente. Si es así, árbitros, Liga y Comité de Competición van a tener mucho, muchísimo trabajo, porque habrá que suspender numerosos partidos todas las jornadas. Quizá sea un precio razonable si al final, el aficionado español tome conciencia de qué puede y no puede rebuznar en un campo.

Tengo verdadero interés por ver lo que pasa este miércoles, en el Barcelona-Real Madrid. A ver cómo ha quedado el listón de alto.

Los culpables de la depresión del Atleti

Un lance del partido disputado en el Metropolitano (EFE).

Ya os lo adelanto: no, no es Simeone. Más allá de algunas decisiones en sus onces y algunos cambios que a veces sólo él entiende, el Cholo es el único valor seguro de este equipo que, en lo que llevamos de temporada, parece sumido en una depresión que lo tiene en diciembre muy lejos de lo que muchos esperábamos en agosto y pendiendo de un hilo en la Champions.

Los culpables del Atleti son los de siempre, los que dejaron incompleta una plantilla ya de por sí muy renovada, los que van anunciando a través de sus plumas de cámara que en enero tampoco se va a fichar, pese a que el principal problema del equipo en el terreno de juego es la total carencia de gol (Morata está haciendo una dignísima temporada, pero no es suficiente) y encima con Diego Costa lesionado (el hispano-brasileño merece capítulo aparte).

Los culpables son aquellos que fueron transmitiendo este pasado verano que el club tenía la mejor plantilla de su historia, aunque quizá también los que, en algún momento u otro de la canícula, nos creímos esa película.

Empecé este artículo citando a Simeone y creo que todo lo que haya que hacer a partir de ahora debe de pasar por él y sólo él, porque el futuro sin su presencia da verdadero pánico. Pero es una pena que cada vez la imagen que se va formando en la cabeza del aficionado atlético es que el ciclo del Cholo se está agotando, entre otras cosas porque hay mucho olvidadizo dentro de la afición que en vez de mirar al palco, mira al banquillo.

Este domingo el Atleti podía, perfectamente, haber ganado. Ter Stegen, la falta de acierto y la tradicional y sibilina actuación de uno de los peores árbitros europeos de los últimos años, el siempre sobre y malactuado Mateu Lahoz lo han impedido. En realidad, todo eso ya no importa. El Atleti está ‘depre’ y habrá que ver si cenamos en Nochebuena con alguna esperanza para 2020. Pero por favor, nunca olvidemos que las cosas malas no pasan por el Cholo, sino a pesar de tenerle entre nosotros.