La crónica verde La crónica verde

Podrán cortar todas las flores, pero no podrán detener la primavera. (Pablo Neruda)

Las golondrinas luchan por llegar a casa

Este fin de semana ha sido especialmente duro aquí en Fuerteventura (Islas Canarias). Hemos sufrido una terrible ola de calor sahariano, acompañada de fuertes vientos del Este y de polvo del desierto en suspensión (calima). Como único remedio nos fuimos a la playa.

Allí, con más de 40 grados en un terreno terríblemente árido, mis hijos me señalaron alegres la presencia de un grupo de golondrinas que sobrevolaban los abruptos acantilados de la costa oeste majorera. Para ellos era toda una novedad, pues estas bellas aves no crían en Canarias y sólo las vemos de paso, cuando suben o bajan en su incansable peregrinar migratorio. Pero yo sentí una pena terrible.

Por ellas, que volaban hacia atrás, empujadas sin piedad por el huracanado céfiro, en un intento imposible por mantener su obstinada dirección hacia el norte, pero también por todas esas otras miles de golondrinas, seguramente decenas de miles, que no tuvieron tanta suerte de encontrar una isla en medio del Atlántico donde poder descansar antes de seguir su camino hacia el continente vecino. Y murieron ahogadas en medio del mar.

Ya lo sé. Es ley de vida, la dura ley de la Naturaleza donde no sólo hace falta ser el más fuerte para sobrevivir, sino también el más afortunado. Así ha ocurrido siempre y así seguirá ocurriendo siempre.

Mañana aflojará el viento y las golondrinas supervivientes podrán seguir su periplo. En Andalucía algunas llegaron hace más de un mes y ya tienen incluso pollos, así que muy probablemente éstas pertenezcan a poblaciones instaladas muy al norte, quizá escandinavas o escocesas. Luchan por llegar a sus casas, algún establo o buhardilla en un perdido rincón al que acuden todos los años con tanta puntualidad como exactitud, sin necesidad de GPS ni de mapas. Les quedan por lo tanto más de 2.000 o 3.000 kilómetros de viaje, pero tras recalar aquí en Canarias y recuperar fuerzas llegarán puntuales a su destino.

¡Les deseo toda la suerte del mundo!

7 comentarios

  1. Dice ser Farmacia

    La verdad es que esperemos que lleguen a su casa, y que no se pierdan por el camino …

    28 abril 2008 | 01:46

  2. Dice ser montse

    Yo siempre siento una gran alegria cuando las golondrinas llegan a mi pueblo. Les tengo mucho cariño y me ha alegrado que alguien hable de ellas y de la dureza de su viaje.

    28 abril 2008 | 08:19

  3. Dice ser andros

    !!AMÉN!!

    28 abril 2008 | 09:41

  4. Dice ser madeleine

    benditas aves,que acompañan a muchos en la temible soledad de los pueblos con su canto sin igual,quiera dios que puedan llegar a su destino.

    28 abril 2008 | 09:59

  5. Dice ser Jamelguez

    Y los mosquitos de los que nos libran …

    28 abril 2008 | 10:54

  6. Dice ser teresa

    su dulce piar, me acompaña de forma agradable durante mis paseos matinales en un pueblo del centro de España, dulces avecillas..son un encanto.

    28 abril 2008 | 11:18

  7. Dice ser Myriam

    Todos los años viene una pareja a anidar en el cuarto de la caldera. Y no sólo tienen una nidada, el año pasado tuvieron 2, tenían el nido lleno de pollitos! son preciosas y cantan estupendamente. Que sigan viniendo, que las recibiremos con las puertas abiertas!

    21 mayo 2009 | 16:08

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