Yo me moriría de pena.
Una lectora me manda un correo con una terrible situación de separación justificada de una madre y su bebé. Aquí está contado en Facebook y es muy recomendable para entender bien todo este artículo y este otro.
Aquí está explicado y resumido el caso desde el punto de vista de Habiba:
Habiba es una joven madre de una niña de quince meses, a la que sigue amamantando. De origen marroquí y con unas circunstancias socioeconómicas adversas, hace cuatro meses aceptó vivir en una residencia para madres jóvenes de la Comunidad de Madrid, junto con su hija, con la esperanza de que así sería todo más sencillo.
Hace cuatro días y medio, el Instituto Madrileño del Menor y la Familia (IMMF) decidió separar a la niña de la madre por no cumplir con los objetivos de un programa de psicoterapia y “habilidades maternales” que implica abandonar la lactancia materna a demanda y prolongada por considerarla “caótica” y “perjudicial para los niños y niñas”.
Con estas consideraciones, todas carentes de base científica y legal, se obliga a las madres lactantes a tomar una medicación para que se les vaya retirando la leche.
Según la Asociación Española de Pediatría, la lactancia materna debe ser a demanda y puede prolongarse tanto como madre e hijo deseen. No se ha seguido procedimiento legal alguno para separar a esta madre de su hija, ni se ha permitido a la madre despedirse ni se le ha dicho a dónde iría la niña, produciendo a ambas una grave indefensión.
Habiba está con los pechos congestionados de leche, al borde de la mastitis y con el corazón partido de dolor sin apenas dormir ni comer, angustiada por no poder estar junto a su hija.
Esta madre ha sido valorada por una psicóloga y una psiquiatra y no presenta ningún indicio de enfermedad mental, ni consumo de drogas ni nada que justifique ser víctima de semejante agresión.
A Habiba se le echó del centro a la calle en el mismo momento en el que se llevaron a su hija, diciéndole que ella ya no tenía plaza en ese lugar, pues es un recurso para madres e hijos y ella ya no tiene hija.
Una Fundación de ayuda humanitaria ha decidido amparar a esta madre dotándole de alojamiento y manutención, así como de apoyo jurídico.
Estamos profundamente consternados por el dolor de Habiba y nos duele imaginar en qué circunstancias estará la niña de 15 meses, separada de su madre, sometida a un destete abrupto, sin que probablemente nadie le haya explicado nada.
Consideramos el caso de Habiba y su hija como una gravísima violación de los Derechos Humanos y de los Derechos del Niño.
El daño ya está hecho, pero si madre e hija se reúnen inmediatamente podrá ser reparado. Por todo ello os pedimos que escribáis urgentemente a la oficina del Defensor del Pueblo solicitando su rápida intervención y hagáis llegar vuestra protesta a la gerencia del Instituto Madrileño del Menor y la Familia, pidiéndole la inmediata entrega de la niña a su madre.
¿Cómo ayudar?
Os pedimos calma. Que de momento, nos limitemos a enviar cartas al defensor del menor y del pueblo y animar a otras personas a unirse a este grupo de denuncia. Hacerlo público a través de blogs y espacios de reflexión propios, sin descalificativos ni insultos. Con la ciencia en la mano.
Este no es un hecho que se limite a la lactancia materna en exclusiva. Estamos reclamando la separación abrupta de esta madre y su hija. Que se le haya desprotegido en un lugar en el que debería ser cuidada y no agredida. Que se hayan violado sus derechos y los de su bebé.
De momento no hemos pensado en hacer ningún tipo de reunión o protesta en las calles. Creemos que si utilizamos los cauces existentes será más beneficioso para Habiba y el resto de mamás.
Queremos que este caso sirva para que no vuelvan a suceder cosas parecidas. Que se planteen las mismas buenas prácticas que se están implementando en hospitales, centros y redes, también en los espacios públicos como éste.
Podéis dirigir vuestras cartas/correos (aquí hay varios modelos de cartas) a:
immf@madrid.org
maltratoinfantil@madrid.org
derechos.infancia@madrid.org
También puedes ayudar difundiendo este post o alguno de los enlaces explicativos que he puesto arriba en twitter con el hashtag #Habiba
Aquí hay un teletipo de Europa Press con la versión de el IMMF:
Desde la Consejería que dirige en funciones Engracia Hidalgo explican que llevan trabajando con esta joven desde marzo de 2010 y han negado que se haya retirado la tutela de la menor a la madre porque diera el pecho a su hija sino porque varios informes de los centros por los que ha pasado explican que la mujer tiene una «conducta agresiva» y no atiende como debe a la pequeña.
Así, entre otras cosas, el mismo centro donde la madre estaba en un principio emitió un informe en el que se explicaba que la mujer tenía una actitud «muy negativa y conflictiva» y, que entre otras cosas, agredía a sus compañeras. Además, carece de apoyo familiar y presenta «inestabilidad mental».
Según explican, a las madres se les establece unas pautas psicosociales con el objetivo de que las cumplan, algo que en este caso no se hace. Entre otras cosas, señalan que la alimentación que recibía la pequeña no era la adecuada porque aunque no se meten en el hecho de que siga con la lactancia materna o no, se le aconseja que tiene que tener unos complementos que, según los informes, la menor no estaba recibiendo.
En resumen, dicen desde la Consejería, los informes en los que se ha basado el Instituto para retirar la tutela de la menor a su madre, aparecen un conglomerado de cuestiones que oscilan desde el comportamiento de la madre (en algunos casos hablan de «cierto grado de inmadurez porque no cuida a su hija adecuadamente») hasta que la niña no va aseada o no tiene una disciplina alimentaria.
Aquí os dejo la valoración de la psiquiatra infantil Ibone Olza, que visitó a Habiba.
«Conocí a esta madre el miércoles, a petición de la Fundación Raíces. Llevaba dos días sin ver a su niña y tenía los pechos congestionados. Emití un informe que se llevó al Juzgado de Guardia. El viernes le volví a atender. Ante la inmovilidad de los sucesivos juzgados de guardia para resolver la situación y la gravedad del caso decidimos hacerlo público ayer. Por razones de seguridad de la madre no podemos revelar su identidad, pero el Defensor del Pueblo tiene todos los datos.
Doy fé de la veracidad de la información. He hablado con una persona del IMMF encargada del caso que me ha confirmado que se le ha retirado la custodia por cosas como «dar el pecho de forma caótica» y «negarse a suprimir la lactancia» y que también me ha asegurado que a los menores tutelados no se les puede amamantar en ningún caso. Cuando he expresado a esta persona la contradicción enorme que supone esa medida con el consejo que damos los profesionales sanitarios que animamos a las madres a alimentar ademanda y durante dos años como minimo se me ha respondido que «si permitieramos a los niños en los centros que sus madres vinieran a darles el pecho se volverían locos».
Habiba se sacó medio litro de leche en mi presencia la madrugada del viernes, y yo ayer hice lo único que pensé que podía hacer: ir por la mañana a llevar la leche al centro donde está su niña. En este centro nunca han recibido leche de madre, y si la aceptaron fue por mi insistencia de que no podíamos tirar algo tan precioso. No pude ver a la niña, pero insistí igual que hice en mi informe, en que como psiquiatria infantil que soy sé que separar bruscamente a una niña de quince meses de su madre y llevarla a un centro donde no conoce a nadie, es hacerle un daño enorme. Expresé mi preocupación por la niña.
A Habiba de momento sólo le van a permitir ver a su hija el proximo día 9, no sabemos durante cuanto tiempo. Es habitual que cuando a un niño pequeño se le interna en un centro del IMMF a sus padres solo se les permita visitarlo una hora a la semana, lo sé por otros casos que he atendido.
Estamos coordinando el apoyo a esta madre y sobre todo la asistencia jurídica, que esperamos dé fruto en las próximas 48 horas.»
—————-
Un bebé no es un arma, Cuando no quieren estar contigo, cuando te parten el corazón y 20 de noviembre, concentración por la custodia compartida.
A todos aquellos que hablan de la tragedia cotidiana de padres recientes que sufren separados de sus hijos, con visitas racionadas, les invito a comentar en cualquiera de esos tres posts, que he escrito en el pasado al respecto. Y prometo a volver a hablar sobre el tema. Pero éste no es el lugar.