Mucho se habla sobre la ropa premamá, hay un montón de tiendas especializadas y otras que no lo son tienen su propia línea. Hay catálogos, artículos, publicidad…
¿Pero que pasa con la ropa postmamá? Quitando sujetadores de lactancia y fajas compresoras (que mi matrona no recomienda usar), apenas nada. Tal vez algunas camisetas de lactancia como la de mamisetta que os pongo en la imagen. Y ya.
Pues no sé a vosotras, pero a mí también me cuesta mucho vestirme tras el parto.
La barriga va bajando rápidamente, pero aún así durante un tiempo la mayoría de tu ropa no te entra o no te sienta bien. Y la ropa del embarazo, salvo muy pocas excepciones, se te cae. Además, te hace parecer más gorda de lo que ya estás.
Si además das el pecho hay una complicación añadida: necesitas camisas y camisetas de fácil acceso: con botones, escote bajo, muy elásticas…
Al poco de volver del hospital en marzo, si hubieráis pasado por mi casa, me habríais visto con el dormitorio hecho un cisco de ropa seleccionando lo que podía ponerme.
Además de cambiando de temporada, que esa es otra.
Tengo el armario en continuo proceso de suma (este pantalón que no me valía hace dos semanas, parece que ahora sí) y descarte (este otro ahora se me cae).
Y, claro, algo he tenido que comprarme. Intentando que me quede bien ahora y que pueda utilizarlo también en unos meses.
De verdad os digo que me da más quebraderos de cabeza vestirme ahora que con el embarazo.
Menos mal que no dura demasiado tiempo.