Hace ya más de ocho años que nació Jaime y más de cinco desde que nació Julia, un lustro entero desde que mi último bebé estaba en mi interior, primero burbujeando y luego moviéndose claramente, una sensación que siempre permanecerá fresca en mi memoria. Ha pasado ya mucho tiempo desde que mi cuerpo exigiera ropa que no comprimiera mi cuerpo, que diera cabida a la expansión de mi útero, a unos pechos más llenos.
Recuerdo bien las prendas que me ponía. Unas compradas, otras prestadas. Son pocos meses los que podemos aprovechar la mayoría de la ropa de premamá, sobre todo si el embarazo abarca dos estaciones bien diferenciadas en condiciones climáticas. La ropa queda nueva con frecuencia. Por eso casi todas las mujeres que conozco prestan a otras lo que llevaron. Yo lo he hecho con casi todo. Algunas prendas en concreto han pasado ya por cuatro mujeres.
No guardo nada como recuerdo. En el caso de la ropa que J&J usaron de bebés, sí que he conservado alguna cosita concreta como recuerdo. Todo lo demás también lo he entregado. Pero con la ropa de premamá no he sentido esa necesidad. No hay mejor recuerdo que mi propia memoria. Pero sí que conservé algo de ropa que podría servirme pese a no estar embarazada.
Justo antes del verano fui al trabajo con una camiseta que era de premamá con Julia y creo que un poco se notaba en el pecho, pero era perfectamente reutilizable. Hay vestidos que he usado para andar por casa, como camisón, y los sujetadores de lactancia han tenido una segunda vida útil como sujetadores deportivos. Imagino que eso no siempre será posible, dependerá del sujetador y de cómo sea cada mujer. Pero en mi caso han cumplido perfectamente. Aunque ya me queda poco por aprovechar. Los años no pasan en balde para los tejidos tampoco.
Tengo una amiga que acudió con un buen puñado de esa ropa a una Tijera Veloz y logró adaptar casi todas para su uso sin barriga. Y también conozco a otra que iba buscando precisamente las prendas que pudieran tener luego una vida útil más allá del embarazo. Ella recomendaba comprar prendas holgadas que no fueran diseñadas específicamente para embarazadas. Siguiendo su consejo yo compré algunas cosas en tiendas normales, a un precio más barato, que me sirvieron perfectamente antes y después. A veces la moda imperante ayuda.
¿Habéis podido reciclar para vuestro propio uso parte de vuestra ropa de premamá?
* En las fotos las actrices Zoe Saldana y Hayden Panettiere, que probablemente no tengan la misma necesidad de reciclaje que la embarazada de a pie (GTRES).