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¿Sensación de culpa por no haber podido parir?

Un amigo, padre recientísimo, me contaba el otro día el nacimiento de su hijo. Un pequeño que llegó tras un parto inducido e infructuoso por cesárea y que está como unas pascuas.

Me llamó mucho la atención que me contase que su mujer se sentía culpable por no haber podido tener un parto natural. Que era un tema muy delicado los primeros días para ella. Se entristecía creeyendo que no había sido capaz, se sentía como si hubiera fallado, decepcionada consigo misma.

Me contaba que todo el equipo que la asistió hizo lo posible por lograr un parto lo más natural posible, pero que no pudo ser y ella se sentía responsable. Tenía dentro el «no pude parir a mi hijo».

Deseo que ese sentimiento no dure. Imagino que es lo que sucederá, aunque no puedo estar segura. Tal vez sea una sensación que persistirá latente toda la vida.

Mi primer hijo nació por cesárea programada. Era muy grande y venía en una posición de nalgas bastante complicada. No me siento culpable, no siento haberle ni haberme fallado. Me alegro de que en casos como esos exista la posibilidad de una cesárea tan poco traumática como la mía, que estuve consciente y pude abrazar y besar a mi bebé mientras me suturaban (sólo faltó la presencia de su padre).

Pero si me rastreo con detenimiento, sí que supuso una pequeña decepción cuando me lo dijeron saber que no podría afrontar un parto natural. Algo que hubiera preferido con creces.

Eso sí, tuve tiempo de digerirlo y cuando llegó el momento lo tenía totalmente asumido. No es lo mismo que encontrarte con la noticia y la cirugía tras varias horas de infructuoso trabajo de parto.

Resulta curioso pensar que las formas tan diferentes que tenemos de afrontarlo: hay mujeres que prefieren una cesárea antes que un parto, las hay que las viven de modo traumático, las hay que se sienten derrotadas en su maternidad y las hay que avanzan sobre el tema sin preocuparse demasiado como es mi caso.

¿Como fue en vuestro caso?

La depresión postparto

Durante el embarazo, el parto, el puerperio, la lactancia… Las madres recientes somos un cóctel andante de hormonas bien estudiado por la vieja madre naturaleza.

Uno de los momentos más delicados es el puerperio o postparto.

Durante el periodo inmediatamente posterior al parto (hasta los cuatro meses) las embarazadas pueden parecer depresión postparto, que en los casos más graves deriva incluso en psicosis postparto.

Es muy peligrosa tanto para la madre como para su hijo. Y es una manera terrible de sufrir en lugar de disfrutar esos primeros días de maternidad, duros pero mágicos.

En casi todos los libros maternales hay algún capítulo dedicado a este tipo de depresión. En los cursos de preparación al parto suelen hablar también del tema y, sobre todo, advertir a los padres recientes para que estén al loro.

Dicen que aproximadamente un 13% de las madres lo padecen, afortunadamente en sus grados más leves en la mayoría de los casos.

Afortunadamente, a mí no me tocó. Nunca he sido dada a la depresión, no sé si tendrá que ver.

Pero es verdad que estás algo alterada anímicamente: el segundo día en casa me emocioné pensando en la suerte que tenía por tener un bebé sano y un marido estupendo, y me vino una llantera tonta de alegría que no es propia de mí en condiciones normales.

No sé cual es vuestro caso. Pero sea cual sea seguro que os alegráis de la siguiente noticia: Descubren el papel del gen que entristece a las parturientas

La depresión posparto, que afecta al 13% de las mujeres, podría prevenirse en un futuro a través de un pequeño test genético, según los resultados de una investigación que describe el comportamiento de los genes en este trastorno, llevada a cabo por un equipo multicéntrico de siete hospitales españoles.

La conclusión principal del estudio es que «la depresión posparto desde un punto de vista genético parece tener un mecanismo diferente al que actúa en otros tipos de depresión, debido a la interacción de dichos genes con los cambios hormonales que se producen en el posparto», explica Julio Sanjuan, profesor titular de Psiquiatría de la Universidad de Valencia.