¿Hora de enterrar para siempre a Hans Asperger, médico nazi?

El pediatra austríaco Hans Asperger (1906-1980), cuyo nombre se utiliza desde 1981 para designar un síndrome relacionado con los Trastornos del Espectro del Autismo (TEA), comenzó en 1938 a firmar sus diagnósticos con un «Heil Hitler«. De por sí, alguien podría argumentar que este hecho no es suficiente motivo para descalificar a Asperger: ¿quizá estaría obligado? ¿Pudo ser un trampantojo para mostrar una fachada aceptable ante el régimen nazi que le permitiera proteger a sus pequeños pacientes, como hacía Oskar Schindler cuando agasajaba a los jerarcas del III Reich?

Hans Asperger, circa 1940. Imagen de Wikipedia.

Hans Asperger, circa 1940. Imagen de Wikipedia.

Precisamente el caso de Schindler, si es que la película es fiel a la historia real, sirvió para popularizar a través del cine la figura del personaje con claroscuros frente a la dictadura de Hitler, lejos del clásico esquema de los buenos sin sombras y los malos sin luces. En aquel guion fluía maravillosamente la transición del personaje: desde el especulador sin remordimientos deseoso de lucrarse a costa de la guerra y el sufrimiento, al empresario interesado en defender a los suyos en pro de su propio beneficio, y finalmente al benefactor dispuesto a arruinarse por salvar una vida más.

Después de la Segunda Guerra Mundial y aparte de los juicios como los de Nuremberg, infinidad de personajes de la época fueron sometidos a escrutinio para determinar cuál había sido su relación real con el III Reich. Muchos salieron de aquel proceso legalmente exonerados pero con su reputación comprometida, como el director de orquesta Herbert von Karajan, muy representativo del caso del oportunista que prefirió mirar para otro lado: von Karajan no era nazi ni colaboró de ningún modo con el régimen, pero sí fue miembro del partido y se aprovechó de esta condición para edificar su carrera llevando su música por los países invadidos.

Esta ambigüedad tuvo su propio capítulo en el mundo de la ciencia. Es bien sabido cómo se hizo la vista gorda con el ingeniero Wernher von Braun y otros 1.600 científicos y especialistas nazis, reclutados después de la guerra por el gobierno de EEUU con sus expedientes limpios de polvo y paja. Pero quizá no tan conocido es el hecho de que algunas de las crueles investigaciones llevadas a cabo por los científicos con los prisioneros de los campos de concentración continuaron sirviendo después como referencias en ciertas líneas científicas.

Experimento de hipotermia con un prisionero en el campo de concentración de Dachau. Imagen de Wikipedia.

Experimento de hipotermia con un prisionero en el campo de concentración de Dachau. Imagen de Wikipedia.

Un ejemplo es el efecto de la hipotermia en el cuerpo humano. Con el fin de investigar cómo proteger a los pilotos de la Luftwaffe si caían derribados en el mar, los científicos nazis sumergían a los prisioneros en bañeras de hielo con uniforme de vuelo, cronometrando el tiempo que tardaban en morir. Durante décadas, estudios posteriores sobre esta materia han citado aquellas investigaciones, obviando el pequeño detalle de que los resultados se obtuvieron torturando hasta la muerte a los sujetos humanos.

De cuando en cuando, en los foros científicos resurge el debate sobre la necesidad de terminar de limpiar la ciencia de aquella herencia macabra. Y esta discusión concierne también a ciertos trastornos que aún hoy continúan llevando el nombre de médicos presunta o probadamente relacionados con el régimen nazi. Probablemente el más conocido de estos nombres es el de Asperger.

Pero ¿quién era Hans Asperger? ¿Era un Schindler, o al menos un mero von Karajan? ¿O era en realidad un médico nazi? Durante décadas su figura ha estado envuelta en una neblina de incertidumbre: “la literatura existente sobre el tema ha tendido a minimizar o pasar por alto cualquier implicación [con el régimen nazi], o incluso a postular que Asperger adoptó una posición de resistencia activa”, escribía el mes pasado en la revista Molecular Autism el historiador de la Universidad Médica de Viena (Austria) Herwig Czech.

Sin embargo, según muestra el trabajo de Czech, parece que la versión más ajustada a la realidad es la más terrible. A lo largo de un decenio, Czech ha desenterrado y analizado una vasta documentación sobre el pediatra austríaco que hasta ahora dormía en los archivos, además de reunir y repasar las diversas y a veces discrepantes fuentes ya conocidas. Y de su amplio estudio de 43 páginas se desprende un veredicto contundente. Según resume un editorial que acompaña al estudio de Czech, Asperger “no solo colaboró con los nazis, sino que contribuyó activamente al programa nazi de eugenesia enviando a niños profundamente discapacitados a la clínica Am Spiegelgrund de Viena”.

Am Spiegelgrund es uno de los nombres más infames en la historia de las atrocidades nazis. “Era una clínica que él [Asperger] sabía que participaba en el programa de eutanasia infantil del III Reich, donde se mataba a los niños como parte del objetivo nazi de crear por ingeniería eugenésica una sociedad genéticamente pura a través de la higiene racial y de la eliminación de las vidas consideradas una carga y no merecedoras de vivir”, prosigue el editorial. Como parte del programa de eutanasia Aktion T4, en aquella siniestra institución 789 niños murieron por gas, inyección letal o desnutrición, muertes que en los certificados oficiales se atribuían a la neumonía. La clínica conservó en tarros los cerebros de cientos de niños para su estudio.

Memorial en Viena por los niños asesinados por el régimen nazi en Am Spiegelgrund. Imagen de Haeferl / Wikipedia.

Memorial en Viena por los niños asesinados por el régimen nazi en Am Spiegelgrund. Imagen de Haeferl / Wikipedia.

La investigación de Czech no descubre, ni el historiador pretende alegar, que Asperger participara directamente en las muertes de aquellos niños. Pero con diagnósticos “marcadamente duros”, como calificar a un niño de “carga insoportable”, el pediatra recomendaba el internamiento de los pequeños en Am Spiegelgrund, donde sabía que muchos de ellos eran asesinados. La jerarquía nazi consideraba a Asperger «políticamente irreprochable» y un firme defensor de los principios de higiene racial, y su lealtad al régimen fue recompensada con progresos en su carrera.

Como conclusión principal, Czech señala: “A la luz de la evidencia histórica, la narrativa de Asperger como destacado oponente del Nacional Socialismo y valiente defensor de sus pacientes contra la eutanasia nazi y otras medidas de higiene racial no se sostiene”.

Por si no fueran pruebas suficientes, la publicación del estudio de Czech ha coincidido con la del libro de Edith Sheffer Asperger’s Children: The Origins of Autism in Nazi Vienna, que expone una tesis similar: “Asperger no solo estuvo implicado en las políticas raciales del III Reich de Hitler, sino que además fue cómplice en el asesinato de niños”.

Recientemente se ha informado de que en la nueva versión –que entra en vigor este mes– de la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE) de la Organización Mundial de la Salud (OMS), una de las dos referencias globales utilizadas por la psiquiatría, desaparece definitivamente el diagnóstico de Síndrome de Asperger, pasando a fusionarse dentro de los TEA. Algunas personas diagnosticadas con Asperger van a echar de menos este epónimo, algo comprensible después de una vida acostumbrados a él. Pero la decisión adoptada por la OMS, que responde a motivos clínicos, va a evitar algo que para otros muchos sí puede ser una carga insoportable: llevar en su condición el nombre de quien mandaba a los niños al exterminio.

8 comentarios

  1. Dice ser Cyrano

    El que haya sido un personaje política (y quizás moralmente) reprochable, al menos hoy, que sabemos lo que ocurría con el proyecto Aktion T4 no invalida el hecho de haber sido quien describió al Síndrome que lleva su nombre.
    Como se menciona hay miles de científicos con un pasado inmoral que luego fueron “absueltos” porque le interesaban a los poderes de turno.
    EEU tiene un negro historial de experimentación con seres humanos (Whitecoat, Tuskegee, Sífilis en Guatemala, Malaria con prisioneros japoneses) e incluso el Dr. Salk (Famoso por vacuna de la polio) estuvo envuelto en experimentación de una vacuna antigripal con enfermos mentales.
    Sin olvidar que EEUU absolvió al Dr. Shiro Ishii y al repugnante escuadrón 731 pese a las miles de personas que asesinaron bajo tortura.
    Así que, si se desea hacer una ciencia “moralmente correcta” hay muchos nombres que tachar, pero claro, incluso los que arrojaron dos bombas nucleares sobre posblación civil son los “buenos” y por eso no digno de escarnio.
    Hipocrecía.

    http://www.exordio.com/blog/otros-temas/descubierto-feo-pasado-de-experimentos-humanos-en-eeuu.html#axzz5GsWO0x00

    29 mayo 2018 | 10:52

  2. Dice ser Jonaicro

    Muy bien dicho @cyrano

    29 mayo 2018 | 11:22

  3. Dice ser Tarari

    Cyrano esta todo dicho, chapó !!!

    29 mayo 2018 | 12:35

  4. Dice ser Albia

    Se puede decir más alto pero no más claro. Totalmente de acuerdo con Cyrano.

    29 mayo 2018 | 19:27

  5. Dice ser Ferlenger

    Dejemos de ser maniqueos y aceptemos los méritos profesionales, artísticos o científicos de las personas como cuestión aparte de su comportamiento individual y social. Seguramente Galeno era un esclavista y machista, y desde ahí hasta nuestros días, similares tachas tendrán casi todos los personajes de renombre.

    29 mayo 2018 | 19:40

  6. Dice ser Ferlenger

    Por cierto, pensar que MILLONES de alemanes (de diferentes clases sociales, profesiones, tendencias políticas precedentes y religión) se unieron al nazismo sólo por mera maldad o desconocimiento es muy simplista. Hubo razones (no necesariamente legítimas) que explican aquella ignominia. Los dirigentes de la posguerra europea las hallaron y entendieron, y por eso nació la actual UE.

    29 mayo 2018 | 21:17

  7. Dice ser Wreghd

    Paso de leer toda esa mierda, pero sin haberlo leído huele a falacia de argumentun ad hitlerum.

    29 mayo 2018 | 23:32

  8. Dice ser gay telephone

    Gracias por este artículo que me hizo descubrir tu sitio muy interesante. Deseando volverte a leer

    30 mayo 2018 | 15:34

Los comentarios están cerrados.