Cuando la educación física es mala educación psíquica

Me ha sorprendido gratamente toparme con un estudio que califica como desmotivadoras y psicológicamente nocivas las típicas frases de entrenador, esas al estilo de «hay que sudar la camiseta», «hasta que os duela» o «aprende de fulanito»; esas que «se focalizan en los resultados, fomentan la comparación social y no tienen en cuenta las diferencias individuales de salud o forma física».

El estudio, elaborado por investigadores de dos universidades de Oregón (EEUU) y publicado en la revista Sociology of Sport Journal, ha analizado los contenidos de diez DVD que se venden para hacer ejercicio en casa, y llega a la conclusión de que en muchos casos contienen mensajes que pretenden ser motivadores y constructivos, pero que son todo lo contrario. El estudio concluye cuestionando el valor de estas instrucciones enlatadas para gimnasio casero.

Imagen de Pedro Dias / Wikipedia.

Imagen de Pedro Dias / Wikipedia.

Entiéndanme: me importan tres pimientos los DVD comerciales de ejercicios, y quien esté dispuesto a dejarse avasallar por la imagen grabada de un(a) tipo/a cachitas es muy libre de hacerlo sin necesidad de contar con mi solidaridad. Si traigo aquí este tema es porque, si se reconoce que este estilo de instrucción resulta psicológicamente dañino para mentes adultas que lo eligen voluntariamente, ¿qué hay de aquellos a quienes se les impone sin posibilidad de elección y que además son material sensible inmaduro –es decir, los niños?

Imagino que todos los pedagogos, educadores y padres estarán de acuerdo en que hoy resulta censurable que un profesor de, digamos, matemáticas, se refiera a sus alumnos menos dotados con frases despectivas, les haga ser conscientes de su menor capacidad intelectual en comparación con los lumbreras de la clase o les conmine a la obligación de hacer problemas hasta que les salga callo en los dedos para ponerse a la altura del nivel medio. Evidentemente que las notas son las notas; pero tanto en el trato del profesor como en la aproximación pedagógica, hoy se anda con pies de plomo y se insiste en el refuerzo positivo para no agredir, herir o traumatizar a los niños.

Pero no en la educación física. Este parece ser un ámbito educativo en el que, al menos en algunos profesores, la pedagogía moderna no ha calado. Me consta (sin generalizar) que en ciertos casos se sigue aplicando ese mismo viejo estilo, la agresividad verbal, la denigración, la comparación ofensiva sin tener en cuenta las capacidades de cada niño ni valorar su esfuerzo personal. Todo eso que antes parecía normal, pero que las normas sociales de hoy censuran y que, según el estudio que menciono arriba, incluso psicólogos del deporte consideran nocivo. Y lo es; lo ha sido siempre, aunque antes se pretendiera que se desconocía.

No me gusta el deporte. Ni verlo, ni practicarlo. Ningún deporte. De pequeño no se me daba bien, y tampoco me atraía. Fui del Atleti, pero sospecho que aquello era más una expresión de mi personalidad mitómana que un verdadero interés por el fútbol. Tuve alguno de esos profesores a los que aborrecí por su trato denigrante y vejatorio a los que no éramos atletas. Alguno de ellos, por cierto, ha llegado a desempeñar cargos de alta responsabilidad en el deporte español, así que al parecer su estilo formativo, por llamarlo de alguna manera, debe de resultar encomiable en el mundillo.

Poco importa esta experiencia personal, pero la menciono a modo de declaración de conflicto de intereses. Más allá de esto, de la indiferencia a la aversión no solo media la imposición, sino también la constancia de que el clima social presiona con la transmisión de mensajes sin suficiente apoyo contrastable, cuando no claramente erróneos.

Los valores que transmite el deporte no son los que pretenden hacernos creer; es hipocresía retórica. El deporte no aleja de las drogas, aunque ayuda a elegir las que aumentan el rendimiento sin dejar huella en los análisis. No hay medallas por la participación ni por el esfuerzo. No se fomenta el compañerismo, sino la competitividad. A los futbolistas se les consiente moralmente todo: la chulería, la agresividad, la evasión fiscal, la corrupción; son los modelos más nefastos para los niños. Los numerosos escándalos de dopaje, corrupción y violencia en el deporte deberían desmontar ya esa clásica falacia que equipara «buen chaval» a «deportista».

Sin embargo, es evidente que los niños necesitan la actividad física para el desarrollo de su arquitectura corporal; aún no nos hemos librado de esta carga evolutiva. Pero también es evidente que, en general, los niños la practican sin necesidad de imponérselo: corren, saltan y sudan sin que nadie se lo pida ni haya ninguna necesidad. Que la actividad física tenga que reglarse en una asignatura es opinable; que esta asignatura sea calificable es innecesario.

Excepto cuando las notas de un niño que en el futuro se dedicará a una actividad intelectual quedan lastradas por la distancia a la que es capaz de lanzar un balón de cinco kilos, o por cuántas abdominales es capaz de hacer en un minuto. En este caso no es innecesario, sino perjudicial. Es más, apostaría a que, incluso para aquellos niños que vayan a dedicarse profesionalmente al deporte, las notas de educación física de su infancia les van a servir más bien de poco.

Soy consciente de que la mía es una postura minoritaria y contraria a la moda, pero de vez en cuando descubro algún otro verso suelto que me hace albergar esperanzas. Hace un par de años leí un artículo publicado por el pediatra Jesús Martínez Álvarez en un blog del Huffington Post. El artículo se titulaba Hacer deporte no es bueno y contenía ideas similares a las que sostengo, como estas: «[El deporte] es una actividad peligrosa en sí misma desde varios puntos de vista»; «competitividad disfrazada con la manida frase de que lo importante es participar»; «hay que huir del sedentarismo, pero de ahí a lanzarlos [a los niños] al deporte hay una zona intermedia que tendríamos que recuperar»; «no aborregarlos [a los niños] en actividades repetitivas físicas y competitivas como el fútbol, donde prima más el músculo que el cerebro y que les abocará a un futuro de desastre».

Posturas como esta son clamar en el desierto, pero hay que seguir clamando. Bastante tenemos ya con sostener a base de nuestros impuestos, sin que se nos ofrezca una casilla de opt-out, que este país continúe siendo la primera potencia mundial en fútbol y una de las primeras en otros deportes, en un país que no ha ganado un Nobel de ciencia desde 1906 (ya he mencionado anteriormente que, en el caso de Ochoa, el científico era de origen español, pero la ciencia era estadounidense), en un país que continúa ocupando un puesto mundial en ciencia por debajo de su potencial económico, en un país favorito de los estudiantes Erasmus (¿orgasmus?) pero donde apenas vienen extranjeros a completar una carrera, en un país cuyas universidades ocupan puestos sonrojantes en el ránking mundial, donde la primera aparece en el lugar 166 por debajo de instituciones de otros 28 países, entre ellos India, Malasia, Brasil o Singapur… Y donde además, si Cataluña se va, no lo duden, va a ser aún muchísimo peor.

13 comentarios

  1. Dice ser Ángel

    Madre mía, creo que estás confundiendo el deporte profesional con la educación física infantil.

    Para los niños es tan importante aprender a moverse como aprender lengua, matemáticas, historia y demás asignaturas, que una cosa es lo que puedan hacer en el recreo y otra ejercitarse de forma regulada.

    Y te diré que yo odiaba la clase de gimnasia, se me daba fatal y era de los peores en las pruebas físicas, pero me esforzaba todo lo que podia, y sí, esas pullitas que tan malas te parecen fueron la clave para que pudiera dar lo mejor de mí, que no es lo mismo el esfuerzo físico que el mental. Ahora, aunque no practico ningún deporte, trato de mantenerme activo físicamente, al igual que intelectualmente, ambos son importantes.

    Y el deporte, en su esencia fundamental, fomenta el esfuerzo y la cooperación, es en lo profesional donde todo se desvirtúa, y la mayoría de los niños no van a llegar a eso.

    No te las des de entendido sobre el deporte si ni te gusta ni lo practicas, solo porque no te gustara en el colegio.

    24 enero 2016 | 16:19

  2. Dice ser Ro

    Ni puta de idea de lo que dices colega.

    24 enero 2016 | 16:26

  3. Dice ser FOGADAS

    Sin perder mucho tiempo en contestar una sandez como lo que habéis publicado, hay que documentarse algo más antes de verter tanta basura sobre la EDUCACIÓN FÍSICA. Mezclando churras con meninas desde el inicio al final. Impresionante.

    24 enero 2016 | 17:00

  4. Dice ser Lo leo y no lo creo

    Claaaaaaaaaaaaro.
    Éso es lo que hacemos los profesores de Educación Física, machacar a los peques como si ésto fuera el equipo Cobra Khai de Karate Kid. Además encima recomiendas eliminar la educación física del currículum escolar y abandonar el deporte/actividad física (?!?!).
    Mira, simplificando mucho y para que lo sepas: hoy en día la Educación Física de infantil y primaria no va sobre las capacidades físicas (resistencia-velocidad-fuerza-flexibilidad), sino sobre las habilidades motrices (movimiento, como apuntaban otro comentario) a través del juego (definición de juego de wikipedia: actividad que se utiliza como diversión y disfrute para su participación). Se pretende mejorar, además de sus habilidades específicas de movimiento, su autoestima, el trabajo en grupo y los buenos hábitos y la prevención de adicciones … y en ninguna asignatura puede trabajarse de forma vivenciada como en la nuestra. Por no hablar de la que nos caería si los padres se enterasen que vamos descalificando al niño de esa manera, con la que está cayendo con el «bullying».
    Desde luego que todo ésto no haría falta saberlo sin estar en el gremio docente, faltaría más… Pero atreverse a vomitar un artículo desde la represión y algún trauma infantil mal llevado y atacar a un área alegremente sin molestarse en verificar cuál es la actualidad en las aulas es preocupante.
    Dentro de un par de años le cuentas a tu médico todas estas conclusiones de bar a las que llegas y nos cuentas lo que te ha dicho.

    24 enero 2016 | 23:24

  5. Dice ser lala

    Totalmente a favor de lo que has dicho.
    Yo, por desgracia, sufrí a un profesor así. Era un colegio pequeño, sólo había un profesor, y no había opción a cambiar. Me traumatizó tanto que aún hoy, años después, soy incapaz de disfrutar con ningún tipo de deporte en equipo, o que involucre balones.

    25 enero 2016 | 04:08

  6. Dice ser Angel Mava

    Concuerdo con lo que escribe el autor, no se como los otros comentarios lo toman de loco…

    Cuando estaba en la primara corria el año de 1991, y los nueve años de primaria y secundaria fueron fatales para mi en educacion fisica, el maestro siempre tratándote de marica, niña llorona y putito debilucho, no es broma, y si creen que eso ahora no existe es como decir que el gobierno es incorrupto o que todos los criminales son castigados por la ley, afortunadamente an disminuido, pero lo que si a cambiado es que ese tipo de «motivasiones» se ha buleto mas sutiles, aun existen escuelas en donde los maestros alientan esas frases e incluso advocan por el boxeo, en plena secundaria y primaria… Para cuando llegue a la prepa esos maestros eran menos y finalmente me toco uno decente y que a cada quien le examinaba su ritmo en ves de imponer el suyo y aguas con no poder. Si no ubiera sido por lo extra comprensivo del maestro de la prepa hubiera dejado para siempre alguna practica deportiva o siquiera calentamiento.

    25 enero 2016 | 05:02

  7. Dice ser Educacine

    Hablando de educación, tal vez os interese saber que hay un festival de cine educativo en Madrid sobre ello. Del 1 al 4 de febrero en Madrid. ¡Os esperamos!
    http://festivaleducacine.es/programacion/

    25 enero 2016 | 10:47

  8. Dice ser Miguel Franco

    Estimado Javier Yanes:

    Es interesante estar atento y reconocer en uno mismo las reacciones que provoca el leer o escuchar opiniones que se alejan mucho de la que es la opinión propia. Además de interesante es necesario, sobre todo para controlar algunas reacciones instintivas y mal avenidas con los términos educados en los que toda conversación se debe producir. No sé si eres dado a interactuar en estos comentarios, pero por si acaso.

    Soy profesor de EF y he leído tu artículo esta mañana porque un indignado colega me lo ha enviado. También he leído el de Jesús Martínez, que citas en favor del tuyo aunque en mi opinión ambos artículos se parecen poco. Creo que confundes, con o sin intención, muchas cosas en relación a lo que es nuestra profesión, nuestros contenidos y nuestras finalidades. Seguro que tus preocupaciones y ocupaciones van hoy por otros parajes intelectuales, pero si quisieras podríamos entrar en detalle en algunas de ellas. Solo me detengo en la mayor y más grave: asimilar la Educación Física con el deporte. Muchas personas han tenido malísimas experiencias con la actividad física, escolar o no, y como consecuencia lógica han desarrollado actitudes y opiniones contrarias a la misma. La experiencia personal, en cualquier ámbito, es fuente principal de conocimiento pero como bien sabes no es la única ni la más importante. A pesar de tu mala experiencia y de todas las maldades que bajo el paraguas de “lo deportivo” se puedan encontrar, y no son pocas, conoces de sobra las razones para incluir, favorecer y defender una presencia diaria de la actividad física y del fomento de los hábitos saludables relacionados con ella en el horario escolar. Los maestros y profesores de EF somos los encargados de garantizar experiencias de aprendizaje satisfactorias en las que el movimiento (el cuerpo en movimiento) es el principal protagonista. El cuerpo, el mismo que enferma de forma anticipada si no se usa.

    Tu artículo me ha hecho descubrir tu blog, muy interesante por cierto.
    Un saludo.

    25 enero 2016 | 12:43

  9. Dice ser Jaime

    Es de vergüenza que dejeis publicar a gente que no sabe de lo que habla.

    26 enero 2016 | 14:25

  10. Dice ser LUIS

    Es increible que hoy se puedan publicar artículos como éste sin ningun tipo de rigor periodístico. Atacar de una forma tan gratuita a un colectivo docente que día tras día se parte la espalda por fomentar el gusto por la actividad física, para promover una sociedad activa y saludable y para poder desarrollar valores entre nuestro alumnado me parece cuanto menos mezquín.
    El coste individual y social del sedentarismo es altísimo tanto a nivel económico como a nivel de felicidad en cualquier sociedad y es que la actividad física no sólo aporta a la persona salud física, sino también salud emocional (genera endorfinas, dopamina, serotonina,.. ) y social.
    Además parece ser que las últimas investigaciones en neurociencia demuestran la relación inéquivoca entre el movimiento y la actividad física y el aprendizaje, el cerebro ha sido creado para ser gestionado desde el moviniento (bndf). Asi que si queremos tener un premio nobel debemos como recomienda Europa promover la 3a hora de educación física, como ya lo han hecho los sistemas educativos mejor valorados.
    Creo que tener voz en un medio como este periódico, debe conllevar la gran responsabilidad de contrastar todo aquello que se publica.

    26 enero 2016 | 20:20

  11. Dice ser Alberto Cendrero

    Increible que se pueda publicar de algo sin tener informacion sobre el tema. En lavida se me ocurriria escribir lo inutil de la bioquimica y Biologia molecular porque no se me da bien o porque en su dia suspendi naturales y porque los cientificos que veo en las peliculas son unos pirados e inadaptados sociales. Pues esto es lo que t has hecho con la educacion fisisica amigo.
    (Perdon por las tildes pero escribo desde teclado americano)

    26 enero 2016 | 21:19

  12. Dice ser Lidia Gómez

    Creo que no deberías realizar este tipo de comentarios sin haberte documentado antes sobre ello.Es cierto que hace años cualquier maestro daba Educación Física, sin ser especialista en ello y ha podido cometer estos agravios comparativos y ha dañado mucho la imagen de esta asignatura,pero también es cierto que esos son los menos en la Educación Física hoy en día por suerte.También es importante diferenciar entre Educación Fisica escolar y deporte -espectáculo.Al igual que se necesita desarrollar la mente se necesita desarrollar el cuerpo y ahora los docentes lo hacemos a través de multitud de ejercicios,juegos y actividades deportivas en las que se trabajan aspectos físicos,pero también cognitivos y otros valores como el respeto,cooperación, igualdad…yo te invito a pasarte por algún centro hoy en día y preguntar a alumnos o docentes por este tema e incluso meterte en alguna clase;quizás te sorprenda o quizás no,pero no te quedes con tu mala experiencia ni critiques una de las asignaturas que a los chicos/as más le gusta…por algo será.

    27 enero 2016 | 00:04

  13. Dice ser Miguel Angel

    Amigo, has pasado demasiado tiempo escribiendo artículos, y nunca te has molestado en ver como se desarrolla una clase de educación Física, que no deporte, que no fútbol, en un colegio.

    Como buen periodista, escribes sin conocer, sin profundizar, y basándote únicamente en titulares y en estereotipos.

    Y también decirte que no debes confundir el fútbol con el deporte. El fútbol es un deporte, cierto, pero en el que los valores han sido sustituidos por la rentabilidad.
    Te invito a conocer otros deportes, menos rentables, para que compruebes como se dan esos valores que tu dices que son mentira.

    28 enero 2016 | 13:54

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