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¿Cuál es el origen de la expresión ‘Buscar tres pies al gato’?

A través de mi perfil @curiosisimo (en la red social TikTok), me preguntan cuál es el origen de la expresión ‘Buscar tres pies al gato’.

¿Cuál es el origen de la expresión ‘Buscar tres pies al gato’?

Según consta, la expresión ‘Buscarle tres pies al gato’, con la que se aconseja no complicar un asunto, originalmente eraBuscarle cinco pies al gato’.

Algunas fuentes apuntan que originalmente dicha locución era algo más larga y decía ‘Buscarle cinco pies al gato, y no tiene más que cuatro’, recibiéndose como respuesta, en modo jocoso, lo siguiente: ‘No, que son cinco con el rabo’.

Según señalan la mayoría de los expertos, la frase no hablaba de tres pies, sino de cinco y se achaca a Miguel de Cervantes que la cambiara al ponerla en la forma de tres pies en boca del protagonista del Quijote.

Otro posible origen está en el hecho de que el vocablo ‘pies’ de dicha locución hiciera referencia a las sílabas que forman la palabra ‘gato’ y, por tanto, el buscarle tres sílabas (pies) sería algo imposible y con ánimo de complicar el asunto.

También hay quien indica que la locución podría ser una deformación de ‘buscar el traspiés al gato’, aunque esta versión parece no convencer a la mayoría de los etimólogos.

Cabe destacar que en un gran número de países de habla hispana, del continente americano, suele utilizarse la expresión en la que se mencionan cinco pies y no tres, existiendo diferentes versiones de la misma como: ‘buscarle la quinta pata al gato’, ‘no le busques la quinta pata al gato’ o ‘le andas buscando la quinta pata al gato’.

 

 

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Fuentes de consulta: ‘El porqué de los dichos’ (José María Iribarren) / Tesoro de la Lengua Castellana ( Sebastian de Covarrubias) / Abecedario de dichos y frases hechas (Guillermo Suazo Pascual)

¿De dónde surge la expresión ‘Buscar a María por Rávena’?

En mi afán de buscar y recuperar lo que se conoce como ‘expresiones viejunas’, añado a mi lista la locución ‘Buscar a María por Rávena’, la cual se utilizaba antiguamente para designar el acto de realizar una búsqueda que puede ser muy dificultosa o casi imposible de lograr (algo así como ‘buscar una aguja en un pajar’).

¿De dónde surge la expresión ‘Buscar a María por Rávena’?

Curiosamente esta expresión surge de un error de traducción, ya que esta no debería de ser ‘Buscar a María por Rávena’ sino ‘Buscar el mar en Rávena’.

Originalmente la locución surgió en latín en la forma ‘Ravennae maria quaerere’, que significaba literalmente ‘Buscar el mar en Rávena’, ya que el ‘maria’ al que hace referencia no es el nombre de mujer sino una de las muchas denominaciones que existían antiguamente para referirse al mar.

La población de Rávena se encuentra en noreste de Italia y está separada del mar Adriático varios kilómetros, aunque en la Edad Media tuvo un importante tránsito marítimo gracias al acceso fluvial a través del río Candiano (desde el siglo XVIII gracias al canal Corsini).

A pesar de no tener un acceso directo al mar, Rávena llegó a convertirse en uno de los principales puertos comerciales de su época auspiciado por la Serenísima República de Venecia. Una serie de inundaciones, a finales del siglo XVI, provocaron que se limitara aquel paso fluvial hacia el mar, surgiendo la mencionada locución ‘Ravennae maria quaerere’.

Una mala interpretación llevó a confundir el término mar con el nombre María, cambiándolo en la traducción.

Cabe destacar que en ‘El Quijote’ aparece esta expresión (pronunciada por Sancho Panza) con un pequeño cambio y de la siguiente manera: […] Y más, que así será buscar a Dulcinea por el Toboso como a Marica por Rávena, o al bachiller en Salamanca […], pero cabe destacar que la ‘Marica’ a la que hace alusión no es la forma despectiva usada para referirse a un hombre afeminado u homosexual, sino que es el diminutivo del nombre ‘María’ que se utilizaba en aquella época para llamar de ese modo y de una manera familiar a muchas mujeres.

 

 

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¿De dónde surge la expresión ‘Eres como el pintor Orbaneja’?

Esta es otra de aquellas expresiones que están prácticamente en desuso (catalogadas como ‘expresiones viejunas’) y que, de tanto en tanto, os traigo a este blog para explicaros su origen.

¿De dónde surge la expresión ‘Eres como el pintor Orbaneja’?

La expresión ‘Eres como el pintor Orbaneja’ lleva bastantes tiempo en desuso y pocas son las personas que lo utilizan e incluso la conocen. Se utilizaba antiguamente para señalar la torpeza de ciertas personas (poco dotadas para según qué arte, oficio o manualidad) que deben ir dando explicaciones de lo que hacen o dicen, debido a que no son correctamente entendidas.

La expresión hace alusión a un tipo llamado Orbaneja, oriundo de la población de Úbeda (Jaén) y de profesión pintor que no era muy diestro en su oficio, debido a que cada vez que pintaba un cuadro debía poner debajo de cada figura pintada de qué se trataba, con el fin de que quien lo mirase no pensara que era otra cosa.

Al menos así se le describía en imaginario popular y la referencia más famosa sobre él aparece en el Capítulo LXXI de la segunda parte de El Quijote, en la que el hidalgo caballero mantiene una conversación con su fiel escudero Sancho Panza, en referencia a que alguien debería inmortalizar pictóricamente las andanzas de ambos:

[…] Yo apostaré —dijo Sancho— que antes de mucho tiempo no ha de haber bodegón, venta ni mesón, o tienda de barbero, donde no ande pintada la historia de nuestras hazañas. Pero querría yo que la pintasen manos de otro mejor pintor que el que ha pintado a éstas.
—Tienes razón, Sancho —dijo don Quijote—, porque este pintor es como Orbaneja, un pintor que estaba en Úbeda; que, cuando le preguntaban qué pintaba, respondía: ‘’Lo que saliere’’; y si por ventura pintaba un gallo, escribía debajo: “Éste es gallo”, porque no pensasen que era zorra. Desta manera me parece a mí, Sancho, que debe de ser el pintor o escritor, que todo es uno, que sacó a luz la historia deste nuevo don Quijote que ha salido: que pintó o escribió lo que saliere; o habrá sido como un poeta que andaba los años pasados en la corte, llamado Mauleón, el cual respondía de repente a cuanto le preguntaban; y, preguntándole uno que qué quería decir Deum de Deo, respondió: ‘’Dé donde diere’’. Pero, dejando esto aparte, dime si piensas, Sancho, darte otra tanda esta noche, y si quieres que sea debajo de techado, o al cielo abierto. […]

La expresión también puede ser encontrada en la forma ‘Es como el pintor Orbaneja’, ‘Ser como el pintor Orbaneja’ e incluso haciendo referencia a un lugar y no a una persona ‘como el pintor de Orbaneja’.

 

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¿Cuál es el origen y significado de la expresión ‘Pagar con las setenas’?

A través de la cuenta de este blog en Instagram (@yaestaellistoquetodolosabe2), recibo una consulta en la que me preguntan sobre el origen y significado de la expresión ‘Pagar con las setenas’.

¿Cuál es el origen y significado de la expresión ‘Pagar con las setenas’?

Se conoce como ‘setenas’ a una antiquísima norma por la cual se establecía que ciertos delitos, faltas o pecados cometidos recibirían como castigo una pena siete veces mayor al acto o infracción cometida.

El término ‘setena’ o ‘seteno’ proviene del latín ‘septuplus’ y su significado literal era ‘siete veces’, por lo que no debe confundirse su sentido con el de ‘siete partes’.

La primera referencia escrita que existe a esta multiplicación por siete de un daño cometido la encontramos en el Antiguo Testamento, en el Génesis 4 (concretamente el 4:15), en el que se relata el crimen cometido por Caín (tras matar a su hermano Abel) y el castigo ordenado por Dios, expulsándolo de aquel lugar y haciéndole vivir errante. Ante el temor de Caín a morir a manos de cualquiera que lo hallase, recibió como respuesta:

[…]No será así; pues cualquiera que mate a Caín, siete veces sufrirá venganza[…]

También podemos encontrar la norma de castigar un delito con una pena siete veces mayor en numerosos escritos jurídicos romanos (el poeta Virgilio, en el siglo I a.C., habla de ello en algunos de sus textos) e incluso medievales, como por ejemplo la ‘Liber Iudiciorum’ (código de leyes visigodas redactadas en el siglo VII) o su traducción al romance, conocida como ‘Fuero Juzgo’ del año 1241.

Quien también mencionó a las ‘setenas’, como castigo a pagar el séptuplo, fue Miguel de Cervantes en El Quijote, tanto en su Primera parte (capítulo IV):

[…]Pero, al fin, le desató y le dio licencia que fuese a buscar su juez, para que ejecutase la pronunciada sentencia. Andrés se partió algo mohíno, jurando de ir a buscar al valeroso don Quijote de la Mancha y contalle punto por punto lo que había pasado, y que se lo había de pagar con las setenas. Pero, con todo esto, él se partió llorando y su amo se quedó riendo.[…]

Como en el capítulo XVI de la Segunda parte:

[…]Bien puede, señor -respondió a esta sazón Sancho-, bien puede tener las riendas a su yegua, porque nuestro caballo es el más honesto y bien mirado del mundo: jamás en semejantes ocasiones ha hecho vileza alguna, y una vez que se desmandó a hacerla la lastamos mi señor y yo con las setenas. Digo otra vez que puede vuestra merced detenerse, si quisiere; que, aunque se la den entre dos platos, a buen seguro que el caballo no la arrostre.[…]

 

 

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¿De dónde proviene la expresión ‘Temblar como un azogado’?

Esta es otra de aquellas expresiones que están prácticamente en desuso (catalogadas como ‘expresiones viejunas’) y que, de tanto en tanto, os traigo a este blog para explicaros su origen.

¿De dónde proviene la expresión ‘Temblar como un azogado’?

‘Temblar como un azogado’ se ha utilizado durante muchísimo tiempo para indicar que una persona está excesivamente nerviosa (a causa de algún motivo como frio, miedo, tensión…) y a causa de ese estado se le ve temblorosa y convulsionada.

Se trata de una locución antiquísima que ya aparece en el capítulo XIX de la primera parte de ‘El Quijote’ (1605):

[…]A cuya vista Sancho comenzó a temblar como un azogado, y los cabellos de la cabeza se le erizaron a don Quijote, el cual, animándose un poco, dijo:

—Esta, sin duda, Sancho, debe de ser grandísima y peligrosísima aventura, donde será necesario que yo muestre todo mi valor y esfuerzo.[…]

El término ‘azogado’ hacía referencia a las personas que trabajaban con mercurio (también llamado ‘azogue’ por su etimología del árabe hispánico ‘azzáwq’) y que solían enfermar a causa de estar en contacto con este metal. Dicha dolencia, entre los muchos síntomas que presentaba, estaba la sobreexcitación, temblores, convulsiones, espasmos o alteraciones del sistema nervioso y era muy común entre los mineros e incluso sombrereros que usaban ese elemento químico para procesar el fieltro con el que realizaban los sombreros.

Esta enfermedad también fue conocida con el término ‘hidragirismo’ (un cultismo que provenía del latín ‘hydrargy̆rus’: mercurio).

 

 

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Fuentes de consulta: etimologias.dechile.net / rae / cvc.cervantes.es / Abecedario de dichos y frases hechas de Guillermo Suazo Pascual

¿De dónde surge la expresión ‘Es caro como el Aceite de Aparicio’?

Expresión que está prácticamente en desuso (es de las que yo suelo catalogar como ‘expresiones viejunas’ y de las que ya os he hablado en varias ocasiones).

¿De dónde surge la expresión ‘Es caro como el Aceite de Aparicio’?

Hace referencia al ‘Aceite de Aparicio’, una especie de ungüento medicinal al que se le atribuían numerosos beneficios y que, según crónicas antiguas, servía para curar o aliviar gran cantidad de dolencias y heridas.

Gracias a sus propiedades este aceite también era de los considerados en su época como ‘Oleum Magistrale’ (Aceite Magistral) y fue elaborado por Aparicio de Zubia, curandero de profesión y natural de Lequeitio (Vizcaya).

Parece ser que el mencionado ungüento no estaba al alcance de todo el mundo y tan solo los más pudientes podían hacerse con él, motivo por el que surgió la expresión ‘Es caro como el Aceite de Aparicio’, la cual, con el paso del tiempo, se utilizaba para indicar que alguna cosa tenía un elevado precio.

Cabe destacar que el ‘Aceite de Aparicio’ aparece mencionado en la segunda parte de El Quijote (concretamente en el capítulo XLVI):

[…] Pero el gato, no curándose destas amenazas, gruñía y apretaba. Más, en fin, el duque se le desarraigó y le echó por la reja.
Quedó don Quijote acribado el rostro y no muy sanas las narices, aunque muy despechado porque no le habían dejado fenecer la batalla que tan trabada tenía con aquel malandrín encantador. Hicieron traer aceite de Aparicio, y la misma Altisidora, con sus blanquísimas manos, le puso unas vendas por todo lo herido; y, al ponérselas, con voz baja le dijo:
-Todas estas malandanzas te suceden, empedernido caballero, por el pecado de tu dureza y pertinacia; y plega a Dios que se le olvide a Sancho tu escudero el azotarse, porque nunca salga de su encanto esta tan amada tuya Dulcinea, ni tú lo goces, ni llegues a tálamo con ella, a lo menos viviendo yo, que te adoro. […]

 

 

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¿De dónde surge la expresión ‘A otro perro con ese hueso’?

A través de los comentarios de este blog, Juscelk me pregunta ¿De dónde surge la expresión ‘A otro perro con ese hueso’?

¿De dónde surge la expresión ‘A otro perro con ese hueso’?

Se utiliza esta expresión para indicar a alguien que no se le está creyendo aquello que explica o que se le ve las intenciones de liar/engañar, por lo que se le sugiera que vaya a otra parte (o a otra persona) a intentar su propósito. Con ella se da a entender al interlocutor que no se acepta que esté intentando hacerle pasar por un ingenuo.

A pesar de que se trata de una paremia (frase de uso popular) muy extendida y utilizada actualmente, tiene varios siglos tras de si y aunque no se sabe con certeza en qué momento se originó sí que hay constancia de su uso muy anterior al siglo XVII, debido a que la expresión ‘A otro perro con ese hueso’ ya aparece pronunciada en uno de los capítulos (concretamente en el XXXII) de la célebre novela ‘El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha’ de Miguel de Cervantes, publicada en el año 1605:

[…] A otro perro con ese hueso —respondió el ventero—. ¡Como si yo no supiese cuántas son cinco, y adónde me aprieta el zapato! […]

Pero, con anterioridad a la publicación de El Quijote, también podemos encontrar dicha expresión en otra obra literaria, publicada aproximadamente en el año 1530, titulada ‘La corónica de Adramón’ (de autor desconocido):

[…] Respondyó la dama: ‘¿No soys vos como los otros?’ El cavallero dyxo: ‘No en eso. Sy, por cyerto’, dyxo la dama, ‘a otro perro con ese hueso: que yo sé lo que me sé’ […]

 

 

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¿Cuál es el origen de la expresión ‘Es del año de la pera’?

A través de Twitter, @ruben_rubn me pregunta sobre el origen de la expresión ‘Es del año de la pera’.

Esta locución se utiliza para indicar que algo es muy antiguo o sucedió hace muchísimo tiempo.

¿Cuál es el origen de la expresión ‘Es del año de la pera’?

Lo que no está tan claro es el origen de dicha expresión, debido a que son múltiples las respuestas que se encuentran sobre su posible procedencia. A continuación os explico las tres que más compartidas son:

¿Cuál es el origen de la expresión ‘Es del año de la pera’?Por una parte, el posible origen al término ‘pera’ como alusión a algo acontecido hace mucho tiempo, y  que cuenta con un mayor número de apoyos por parte de historiadores y expertos en etimología, es el que indica que hace referencia al célebre bandolero catalán, del siglo XVII, Perot Rocaguinarda (mencionado en la segunda parte de El Quijote como ‘Roque Guinart’) y cuyo nombre (Perot) es un aumentativo de Pere (pronunciado como ‘pera’). El hecho de relatar historias protagonizadas por este famoso bandido y la transmisión oral de las mismas una generación tras otra, hizo que quedará asociado a sucesos ocurridos mucho tiempo atrás (algo muy similar a lo ocurrido con la expresión ‘ser de tiempos de Maricastañas’ que os expliqué en otro post).

¿Cuál es el origen de la expresión ‘Es del año de la pera’?También podemos encontrar quien señala como origen de la expresión ‘ser del año de la pera’ a los interruptores de la luz que antiguamente había en muchos hogares (colocados principalmente en los dormitorios sobre la cama) y que eran conocidos como ‘peras’ debido a su característica forma.

¿Cuál es el origen de la expresión ‘Es del año de la pera’?Finalmente, hay quien indica que proviene de la época en la que los caballeros llevaban perilla (barba que se dejaba crecer en la punta de la barbilla y que  solía tener forma de pera invertida).

 

 

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Fuentes de consulta: cvc.cervantes / enciclopedia.cat / blog.derrama / diccionariovenezolano / elcartapaciodegollum / cuandoerachamo / muyinteresante / academia.andaluza
Fuentes de las imágenes: pixabay / Wikimedia commons (1) / Wikimedia commons (2) / publicdomainpictures

¿Cuál es el origen de la expresión ‘De noche, todos los gatos son pardos’?

El refrán ‘De noche, todos los gatos son pardos’ se trata de advertir de la facilidad que hay, en algunas ocasiones, de ser engañados por un impostor a quien podemos toma por otra persona y no percatarnos de sus malas intenciones.

¿Cuál es el origen de la expresión ‘De noche, todos los gatos son pardos’?

La clara referencia a la noche, de esta locución  venía a decir que, con el oscurecer de la noche, es difícil distinguir a unas personas de otras, a los que van con malas intenciones de los vienen con buenos propósitos.

La mayoría de historiadores apuntan que la mención que se hace al gato no es por referencia el animal felino, sino a los madrileños, debido a que los oriundos de esta ciudad son conocidos con dicho apelativo. Todo indica que se originó el refrán poco después de trasladarse a Madrid la capitalidad del Reino, convirtiéndola en Corte y Villa. Esto originó que fuesen numerosos los rufianes y malhechores nocturnos que por allí aparecieron.

Hay constancia de que la expresión era ampliamente conocida y utilizada hacia mediados del siglo XVI e incluso Miguel de Cervantes la utilizó para incorporarla en la ‘Segunda parte del ingenioso caballero don Quijote de la Mancha’ publicada en el año 1615 (capítulo XXXIII):

[…]Tan buen pan hacen aquí como en Francia, y de noche todos los gatos son pardos, y asaz de desdichada es la persona que a las dos de la tarde no se ha desayunado, y no hay estómago que sea un palmo mayor que otro, el cual se puede llenar, como suele decirse, de paja y de heno[…]

También cabe destacar que existen referencias y citas al mencionado refrán (en sus diferentes variantes) varias décadas antes de aparecer en el Quijote. Esas otras formas de encontrar la expresión son, por ejemplo: ‘De noche los gatos, todos son pardos’, ‘Por la noche todos los gatos son pardos’, ‘Cuando oscurece, todos los gatos son pardos’, ‘En la noche todos los gatos pardos son’ o ‘De noche, a la vela, la burra parece doncella’.

 

 

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¿De dónde surge la expresión ‘Con la Iglesia hemos topado’?

¿De dónde surge la expresión ‘Con la Iglesia hemos topado’?
Con motivo del cuarto centenario de la muerte de Miguel de Cervantes, 2016 se ha convertido en el #AñoCervantes y a lo largo del mismo se va a realizar una serie de actos conmemorativos hacia la figura del quien está considerado como el más famoso e ilustre de los escritores en lengua española. Muchas son las publicaciones, posts y artículos que, desde los más diversos medios, le dedican al autor de ‘El Quijote’, su obra más carismática y la más universal de las letras españolas.

Pero entre toda la amalgama de contenidos relacionados con Cervantes o alguna de sus obras, podemos encontrarnos con un gran número de ellos que se dedican a publicar citas famosas y de uso común y que adjudican al escritor o a algunas de sus obras (sobre todo a El Quijote). Algunas son correctas (como ‘Nunca segundas partes fueron buenas’) otras adjudicadas erróneamente a él (‘Ladran, Sancho, señal que cabalgamos’) e incluso bastantes que han sido tergiversadas o cambiadas en su forma o contexto, como es el caso de la que os traigo hoy al blog: ‘Con la Iglesia hemos topado’ (algunas ocasiones acompañadas con el nombre de ‘Sancho’, fiel escudero de Don Quijote).

La frase ‘Con la Iglesia hemos topado’ se utiliza normalmente para expresar algún problema o inconveniente que ha surgido con algún tipo de estamento o autoridad de cierto peso (gubernamental, militar, eclesiástico…) atribuyéndose el origen de dicha expresión a un pasaje de ‘El Quijote’, pero esto es una verdad a medias, debido a que en el capítulo IX de la ‘Segunda parte del ingenioso caballero don Quijote de la Mancha’ (1615) aparece una frase similar, pero con un sutil cambio cuya intención de la frase es totalmente diferente.

La parte en que aparece es la siguiente:

[…]Guió don Quijote, y habiendo andado como docientos pasos, dio con el bulto que hacía la sombra, y vio una gran torre, y luego conoció que el tal edificio no era alcázar, sino la iglesia principal del pueblo. Y dijo:
—Con la iglesia hemos dado, Sancho.
—Ya lo veo —respondió Sancho—, y plega a Dios que no demos con nuestra sepultura, que no es buena señal andar por los cimenterios a tales horas, y más habiendo yo dicho a vuestra merced, si mal no me acuerdo, que la casa desta señora ha de estar en una callejuela sin salida.[…]

La fase original es ‘Con la iglesia hemos dado, Sancho’ y hace referencia al edificio (iglesia de San Antonio Abad de El Toboso) y no a la institución; de ahí que ‘iglesia’ esté escrita en minúscula en el texto de Cervantes y cuando se usa con el sentido de referirse al estamento eclesiástico (‘Con la Iglesia hemos topado’) aparece en mayúscula. Además, el cambiar ‘dado’ por ‘topado’ ayuda a enfatizar y darle importancia.

Muchas son las citas e incluso detalles y anécdotas de la vida de Cervantes que son erróneos o no son del todo ciertos, entre ellos el que tiene referencia con su brazo y el porqué se le conoció con el sobrenombre de ‘el manco de Lepanto’.

 

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Fuente de la imagen: Néstor Alonso @arrukero (con expresa autorización del autor para la utilización en este post)