Fernando Alonso, al volante del McLaren (Foto: McLaren).

McLaren se ha encontrado con más averías de las esperadas en pretemporada, pero ha terminado los test con las ilusiones intactas y con la convicción de que el nuevo MCL33 es un monoplaza competitivo.

A pesar de todos los contratiempos, la escudería británica ha disfrutado de unos test radicalmente distintos a los de los últimos años con el motor Honda en los que el box del equipo olía a pesimismo más que a gasolina.

Este año saben que las averías sufridas son menores («ningún problema estructural de diseño», dijo Eric Boullier) y han podido, además, rodar de forma mucho más consistente que las anteriores pretemporadas.

Sirva como ejemplo que el año pasado no pudieron pasar de las 80 vueltas en ninguna jornada de test y este año han llegado a superar las 150 en dos jornadas distintas.

Aunque en McLaren saben que no van a ganar en Australia, Eric Boullier ha transmitido tranquilidad a los aficionados preocupados por la fiabilidad del equipo. Esto ha dicho en el portal italiano Motori Online:

«Tengo que admitir que no hemos rodado lo suficiente, pero en general el coche funciona sin problemas. Tenemos un buen equilibrio y los pilotos están satisfechos con el motor. Necesitamos más datos, por supuesto, pero las señales son absolutamente positivas»

Boullier admite que Ferrari, Mercedes y Red Bull serán difíciles de alcanzar «por ahora» (un matiz importante), y explica que McLaren tiene una gran capacidad de evolución esta temporada, ya que parte de un diseño muy agresivo que debe ser pulido:

«Si queremos volver a la cima tenemos que evolucionar de forma agresiva. Nos arriesgamos este año porque es la única forma de acortar los tiempos. Tenemos un proyecto ambicioso que finalmente funcionará, estamos bastante seguros de eso»

PD. En los últimos tres años, los pocos McLaren que han cruzado la meta de Australia han terminado doblados. Este año partimos de un objetivo mucho más ambicioso.