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Lewis Hamilton le ha devuelto el golpe a su compañero Nico Rosberg al arrebatarle en Monza una victoria, que parecía segura para el alemán después de la primera vuelta, cuando Nico rodaba en primera posición y el británico había caído a la cuarta plaza.

Y el mérito de Hamilton es doble porque ganó el GP de Italia a pesar de los consejos de su ingeniero de pista, Peter Bonnington, con el que seguro habrá cruzado algunas palabras después de la carrera.

La cosa es que después de hacer su primera y única parada en boxes, en la vuelta 27, Hamilton se reincorporó a la pista en segunda posición por detrás de Rosberg. Entonces Bonnington contactó por radio con Lewis para decirle que no atacará a Nico todavía, porque supuestamente era preferible ahorrar combustible y neumáticos para lanzar un ataque en las últimas vueltas.

Afortunadamente, Hamilton se pasó ese consejo por donde amargan los pepinos y se lanzó en busca de Rosberg marcando dos vueltas rápidas consecutivas. El propio Lewis lo explica:

«Los ingenieros me dijeron que deberíamos quedarnos atrás, pero aprendiendo de experiencias pasadas, sobre todo de este año, yo sabía que ese no era el camino para estar delante por lo que decidí optar por otra vía. El coche lo sentía bien y en ese momento estaba más cerca de Nico que nunca. Sabía que mi única oportunidad iba a ser al comienzo de ese stint»

Además de dejar claro que su confianza en Mercedes ha vivido mejores momentos, Hamilton también explica por qué se quedó clavado en la salida y cayó hasta la cuarta posición:

«Ha sido una carrera difícil. Por alguna razón, hubo algún error en la secuencia de arranque. En la vuelta de formación ya no funcionó, pensé que se solucionaría para la salida, pero tampoco funcionó. Es algo muy, muy extraño, que nunca nos había ocurrido. Nunca habíamos practicado una salida sin secuencia de arranque, así que no tenía ni idea de lo que tenía que hacer. Afortunadamente, me las arreglé para no perder demasiadas posiciones»

Rosberg, por su parte, también ha puesto su granito de arena en la victoria de Hamilton al cometer dos gravísimos errores en las chicanes de Monza. La presión ha derrotado hoy al germano, que ha desmentido que sus fallos fueran forzados por el equipo para compensar lo ocurrido en Spa:

«Lewis venía muy fuerte por detrás, yo necesitaba un ritmo fuerte y como consecuencia cometí algunos errores, que me costaron el liderato y la victoria final»

PD. Sobre Fernando Alonso, solo decir que su abandono no supone ningún disgusto porque la pérdida de puntos es insignificante. El Mundial hace tiempo que se terminó para Ferrari y para Alonso, lastrado por un F14T indigno de llevar el escudo del cavallino. Solo hay que tener en cuenta que Raikkonen cruzó hoy la meta a más de un minuto de Hamilton.