El nuevo Alpine, en los test de Bahréin (Foto: EP).

Empiezo a notar cierto pesimismo en torno al equipo Alpine después de los test de pretemporada, especialmente después de que Fernando Alonso le confesara a Antonio Lobato que todavía son «un poco lentillos», pero creo sinceramente que los test no fueron tan mal y, sobre todo, que todavía es demasiado pronto para rasgarse las vestiduras.

En primer lugar quiero decir que si alguien pensaba que Alonso iba a ganar este año el Mundial con Alpine, puede ir quitándose esa idea de la cabeza porque eso nunca ha estado sobre la mesa (quizás el año que viene). Pero de ahí a pensar que el equipo ya es un desastre, hay un trecho.

Como os comenté hace unos días, el nuevo A521 ha demostrado una excelente fiabilidad en pista y eso es fundamental para seguir creciendo. Y no es fácil de conseguir.

Y en segundo lugar, el rendimiento en pista tampoco fue malo, porque Alonso estuvo en el top’10 en la tabla de tiempos de forma consistente y, además, el equipo no exprimió al máximo el monoplaza, como quizás sí hicieron otros equipos como Alpha Tauri, cuyo mejor crono fue un farol por exceso de uso del DRS.

El director del equipo, Davide Brivio, lo ha explicado en declaraciones que recoge el portal GPFans:

«Alonso tuvo que hacer algunos trabajos aburridos (en los test), probando diferentes configuraciones y set-ups, realmente no buscamos el máximo rendimiento. Se trataba de volver al coche, probar las diferentes opciones y configuraciones que tenemos para ver que todo estaba en orden y preparado para la carrera. Estamos en la misma situación que los demás»

PD. Creo que los test fueron según lo previsto para el equipo Alpine y que solo tras la primera carrera de Bahréin podremos situar a cada escudería en la parrilla.