Entradas etiquetadas como ‘bebés’

¿Emociones antes de nacer?

Las investigaciones sobre comunicación no verbal también llegan al útero materno. Antes de nacer ya podemos estudiar el comportamiento y las reacciones faciales de los bebés y, con la tecnología ecográfica de 4D, el análisis de estos movimientos cada vez son más certeros y elocuentes.

Un reciente estudio publicado por la Universidad de Durham es el primero en indicar que los fetos son capaces de detectar prenatalmente información quimio-sensorial transmitida por compuestos de sabor provenientes de la dieta materna.

Concretamente, reaccionaban de forma muy distinta al sabor dulce de la zanahoria y al sabor más amargo de la col rizada. En el primer caso se registraron rostros más compatibles con expresiones faciales placenteras y agradables, por contra, con el sabor amargo se detectaron movimientos faciales más compatibles con el desagrado y el llanto.

«Varios estudios ya habían sugerido antes que los bebés pueden saborear y oler en el útero, pero se basan en los resultados posteriores al nacimiento, mientras que nuestro estudio es el primero en ver estas reacciones antes del nacimiento«, aclara una de las autoras del estudio que publica la revista Psychological Science.

Algunos medios han extrapolado estos resultados al área de las expresiones emocionales, afirmando que los bebés ‘son felices’ con la ingesta de zanahoria y que les ‘da asco’ sentir el sabor de la col.

Tal y como apunta mi compañero Alan Crawley, hablar de emociones en este contexto sería malinterpretar los resultados de esta investigación: «Los estudios prenatales han corroborado empíricamente que la expresividad de sus rostros está relacionada con el sabor del alimento. ¿Es eso prueba de que la cara expresa emociones desde el nacimiento? No. Podrían ser reflejos o movimientos para reducir o aumentar la exposición sensorial a un gusto, solo por nombrar algunas alternativas».

Añade también la mención de Daniel Robinson, profesor de la Facultad de Medicina Feinberg: «No deberíamos interpretar que estas acciones faciales en fetos son señales de felicidad o desagrado. ¿No es algo obvio? ¿Por qué deberíamos asumir que esas muecas son emociones? Creo que ningun investigador descarta la posibilidad de que esos movimientos puedan considerarse actos faciales del asco, pero entre descartar y afirmar hay un largo tramo».

El rostro cumple muchas más funciones que la de solo expresar emociones y, conscientes de ello, los propios autores del estudio han sido bastante cuidadosos con el empleo de la terminología neutra «movimiento facial» a diferencia de la tradicional «expresión facial» para explicar los resultados de su investigación.

 

Referencia: Ustun, B., Reissland, N., Covey, J., Schaal, B., & Blissett, J. (2022). Flavor Sensing in Utero and Emerging Discriminative Behaviors in the Human Fetus. Psychological Science.

La conducta no verbal más universal: el baby talk

Salvando las obviedades como reír, llorar o bostezar, que sí es cierto que se trata de actos comunicativos que hacemos todo el mundo, se produce un fenómeno universal, no verbal, bastante curioso. Se conoce como baby talk.

Fotografía con licencia CCO

Fotografía con licencia CCO

El baby talk se define como la adaptación verbal y no verbal del lenguaje que utilizamos los adultos (y niños mayores de 6 años) para dirigirnos a los bebés y niños menores de 6 años.

¿Y cómo lo hacemos? Exagerando las expresiones no verbales con la cara y los gestos, usando diminutivos en las palabras, frases cortas y sencillas, entonación más expresiva con un tono más agudo, ritmo lento y más definido en el habla.

Pues bien, todo ello se practica en todo el mundo, sin excepción, independientemente del idioma, la cultura o el género, si bien es cierto que las madres lo utilizan con más frecuencia y ha sido la muestra más estudiada en diferentes investigaciones.

Se trata de un comportamiento innato en el se humano para asegurar, según los estudios, el correcto desarrollo y aprendizaje del niño, así se mejora su atención y se afianzan los conocimientos y la adquisición del habla.

Además, los bebés responden mejor al habla infantil que a la charla normal de un adulto y se sienten realmente especiales. Así lo demostró un estudio bastante importante, publicado en el año 2020.

Definitivamente, los bebés tienen una clara preferencia por este lenguaje adaptado, estos datos resultaron tan significativos porque se evaluaron con una amplia muestra, en 67 laboratorios diferentes pertenecientes a América del Norte, Europa, Australia y Asia (actualmente se están replicando en África y América del Sur).

Pero… ¿Y tu pareja?, ¿también te habla a ti como a un bebé? Igualmente hay estudios sobre el fenómeno del baby talk entre parejas adultas, pero esto da para otro post… No te lo pierdas!! 🙂

Solo una sonrisa puede hacer que te precipites al vacío (literalmente)

Existe un estudio psicológico muy antiguo (EE.UU. 1957) sobre el poder de la sonrisa. Éste marcó todo un hito en la psicología experimental, ya que comenzó a demostrar cómo la comunicación no verbal, en este caso, entre una madre y su bebé puede ser más poderosa de lo que se creía hasta entonces.

Los científicos observaron que en circunstancias normales, los bebés de aproximadamente 1 año de vida gateaban hacia sus madres independientemente de la expresión facial que éstas tuvieran mientras tanto. Pero modificando estas condiciones de seguridad, la situación cambiaba por completo. Colocaron a los bebés en el extremo de un acantilado visual (una superficie segura pero transparente y en altura), en el otro extremo, se situaba la madre de cada bebé.

Las criaturas, por supuesto, tenían la sensación de que si avanzaban hacia sus madres se precipitarían al vacío. Si las madres se mantenían serias, con gestos de miedo o enfado, los bebés no traspasaban la plataforma, pero todo cambiaba cuando la madre le miraba sonriendo, los bebés superaron la desconfianza y cruzaban la superficie (que simulaba un abismo) hacia ella.

Aquí podéis observar parte de la secuencia:

 

 

Tu bebé sabe cuándo mientes

Si crees que puedes fingir emociones con tu bebé estás equivocado. Investigadores de la Universidad de Concordia descubrieron en el año 2013 que los bebés de 18 meses ya pueden darse cuenta de que algo no encaja cuando  los sentimientos y las reacciones no se alinean.

Las implicaciones de este estudio son significativas, especialmente para los cuidadores. «Nuestra investigación muestra que no se puede engañar a los bebés para que crean que, por ejemplo, algo que causa dolor resulta en placer. Los adultos a menudo tratan de proteger a los bebés de la angustia poniendo una cara feliz después de una experiencia negativa. Pero los bebés saben la verdad: desde los 18 meses, pueden entender implícitamente qué emociones van asociados con qué eventos «, declaró el profesor de psicología Poulin-Dubois.

Fotografía Pixabay

Para realizar el experimento, ella y su candidata al doctorado Sabrina Chiarella reclutaron a 92 bebés con 15 y 18 meses de edad. En un entorno de laboratorio, los bebés observaron cómo un actor pasaba por varios escenarios en los que las reacciones emocionales iban con o en contra de las experiencias. En un caso, el investigador expresó una emoción que no coincidía, estar triste cuando se le presenta un juguete deseado. En otra, ella expresó una emoción que acompañaba a la experiencia, reaccionando con dolor al fingir lastimarse el dedo.

A los 15 meses, los bebés no mostraron una diferencia significativa en las reacciones a estos eventos, mostrando empatía a través de sus expresiones faciales a todos los rostros tristes/de dolor. Esto indica que la comprensión del vínculo entre una expresión facial después de una experiencia emocional es una habilidad que aún no se ha desarrollado en esa etapa.

A los 18 meses, sin embargo, los bebés detectaron claramente cuando las expresiones faciales no coincidían con la experiencia. Pasaron más tiempo mirando la cara del investigador y se reunieron con el cuidador en la sala para que pudieran evaluar la reacción de una fuente confiable. También mostraron empatía hacia la persona solo cuando su rostro compungido estaba justificado.

Chiarella explica que la indiscriminada muestra de preocupación por los rostros tristes en los bebés más pequeños es un comportamiento adaptativo. «La capacidad de detectar la tristeza y luego reaccionar de inmediato tiene una implicación evolutiva. Sin embargo, para funcionar de manera efectiva en el mundo social, los niños necesitan desarrollar la capacidad de comprender los comportamientos de los demás al inferir lo que está sucediendo internamente para quienes los rodean».

Adorables… ¡Aquí tenéis la muestra! 🙂

 

*Fuentes de consulta:

Universidad de Concordia. «Los bebés saben cuando estás fingiendo, según muestran los investigadores de psicología». Ciencia diaria. ScienceDaily, 16 de octubre de 2013. <www.sciencedaily.com/releases/2013/10/131016145638.htm>.

https://www.sciencedaily.com/