Arranca la carrera estelar: objetivo, Alfa Centauri

Ya que la semana va de ciencia ficción, con algunos medios (como ya expliqué, no los científicos autores de la propuesta) proclamando la próxima creación de seres humanos de laboratorio, seguimos para bingo: ¿imaginan que la comisión de presupuestos del Congreso ordenara desarrollar un propulsor capaz de alcanzar la décima parte de la velocidad de la luz, y utilizarlo para enviar una sonda al sistema Alfa Centauri?

El sistema triple Alfa Centauri. Imagen de ESO/DSS 2.

El sistema triple Alfa Centauri. Imagen de ESO/DSS 2.

Pues esto es exactamente lo que ha sucedido en EEUU. Only in America. La primera potencia científica del mundo, y también el semillero más fértil para todos los movimientos anticiencia. Mientras un candidato a la presidencia quiere regresar al Pleistoceno, un congresista del mismo partido pide organizar una misión a Alfa Centauri. Como dijo Newton, acción y reacción.

La historia es tal cual. John Culberson, congresista republicano de Texas que preside la comisión de asignación de presupuestos para varias agencias, entre ellas la NASA, ha emitido un informe de recomendaciones presupuestarias en el que propone la adjudicación de algo más de 739 millones de dólares para el desarrollo de nuevas tecnologías espaciales.

Culberson, en nombre de la comisión, subraya que los actuales proyectos de la NASA en materia de sistemas de propulsión, química, solar eléctrica o nuclear, no pueden “acercarse a velocidades de crucero de la décima parte de la velocidad de la luz (0,1c)”. Por ello, “el comité insta a la NASA a estudiar y desarrollar conceptos de propulsión que posibiliten una sonda científica interestelar con capacidad de alcanzar una velocidad de crucero de 0,1c”. Y prosigue: “Estos esfuerzos se centrarán en posibilitar una misión a Alfa Centauri que podría lanzarse en 2069, el centenario del alunizaje del Apolo 11”.

Pero lejos de quedarse ahí, Culberson, al parecer un firme defensor de la exploración espacial, enumera una serie de sugerencias: “Los conceptos de propulsión pueden incluir, pero sin limitación, sistemas basados en fusión (incluyendo fusión catalizada por antimateria y el ramjet interestelar de Bussard); reacciones de aniquilación materia-antimateria; múltiples formas de direccionamiento de energía; e inmensas velas que intercepten los fotones solares o el viento solar”.

Las sugerencias de Culberson están en la línea de las que se manejan para futuros sistemas avanzados de propulsión. Algunos de ellos, como las velas solares, están hoy en desarrollo, mientras que la aplicación de la antimateria aún es ciencia ficción, como me decía no hace mucho Miguel Alcubierre, el físico mexicano autor de una propuesta teórica de viaje superluminal.

Lo cierto es que hoy los esfuerzos de la NASA se dirigen a otros campos como la propulsión iónica. Pero tanto la idea de ganar las estrellas como la recomendación de explorar tecnologías más ambiciosas probablemente vienen inspiradas por el hecho de que a la NASA le están comiendo el terreno, y esto es algo que a los republicanos no les gusta nada. El pasado abril, el multimillonario ruso Yuri Milner, creador de los premios Breakthrough, anunció el proyecto de lanzar una flotilla de microveleros espaciales que serán propulsados por fotones de láser direccionados desde una estación terrestre.

El Breakthrough Starshot cuenta con el apoyo de físicos como Stephen Hawking y Freeman Dyson, además de un potente equipo de ingenieros y tecnólogos, incluyendo antiguos astronautas y exdirectivos de la NASA. Los expertos ya han hecho notar los grandes desafíos técnicos a los que se enfrentará el proyecto. Pero lo cierto es que no hay nada esencialmente revolucionario, nada que requiera un salto tecnológico inalcanzable hoy.

Así, se diría que podemos estar en los albores de una carrera estelar con visos de culminar a lo largo de este siglo. A 0,2c, como propone Milner, los 4,37 años luz que nos separan de Alfa Centauri se cubrirían en poco más de 20 años en tiempo terrestre. En cuatro años y unos meses más, los datos y las imágenes tomadas por las sondas estarían llegando a la Tierra. Esto significa que los mismos responsables del lanzamiento de la misión tendrían la oportunidad de ver coronado su esfuerzo en vida recibiendo los primeros retratos reales de exoplanetas y de otros soles (no de estrellas, entiéndanme el matiz). Afortunados quienes vivan para verlo.

En cuanto a la propuesta del comité presidido por Culberson, ignoro cuál es el proceso de tramitación de estas cosas; pero si se confirma, el informe ordena que en un año la NASA deberá presentar un estudio de viabilidad tecnológica de la propulsión interestelar y una hoja de ruta del proyecto.

Y todo esto, sin hablar de que aún queda otra vía, muy denostada por los físicos pero que se resiste a morir. Me refiero al propulsor de cavidad resonante de radiofrecuencia, más conocido como EmDrive. Quienes de ustedes sigan estas cosas habrán oído hablar de ese motor cuyo funcionamiento suele calificarse como físicamente imposible, pero que continúa dando guerra con resultados positivos. Curiosamente un nuevo estudio, tan controvertido como la misma idea del EmDrive, explica cómo y por qué a pesar de todo podría funcionar. Tal vez después de todo el EmDrive no sea fantasía, sino solo ciencia ficción. Mañana lo cuento.

9 comentarios

  1. Dice ser Fran

    Aquí hay ciertos aspectos que rozan la ciencia ficción y no sé hasta qué punto serían viables. Y no precisamente los relacionados con la propulsión; a fin de cuentas, en ausencia de materia que la frene, la sonda podría acelerar indefinidamente en el vacío y llegar a grandes velocidades, salvo que se encuentre con una gran nube de polvo en el camino.

    Pero mucho más irreal me parece la transmisión afinada de los datos, como para poder recibir siquiera una foto. Recién acabamos de obtener las imágenes de Plutón enviadas por la sonda Nuevos Horizontes hace ahora un año. Debido a la gran distancia, aunque incorporaba una parabólica de 210 cm, el ángulo de la antena tenía un margen minúsculo para conseguir apuntar a nuestro planeta, y al final la onda se dispersa tanto, que la tasa de datos había bajado a 600 bits por segundo a la altura de Plutón.

    Es decir, cada foto de la New Horizons necesita 12 horas para transmitirse. Se estima que ha necesitado 9 meses para transmitir los 10 GB de datos del sobrevuelo de Plutón a 14 km/s. Es ahora cuando hemos de recordar que la órbita de Plutón se sitúa «solo» entre 4,11 y 6,77 horas luz.

    Si la estrella Alfa Centauri está a 4,37 años luz, no ya solo el paralaje es un ángulo de 0,76 segundos de grado, con lo que hay que afinar bien la red de antenas del espacio profundo, sino que la tasa de bits caería en picado. No me quiero ni imaginar cómo llegará de deformada una señal de radio tras recorrer 41 billones de kilómetros y la capacidad para diferenciarla del ruido de fondo, y del tiempo necesario para transmitir con coherencia una imagen. ¿Cuántos bits por segundo serían posibles? ¿Cuántos años tardaríamos en recibir una única foto de 5 megapixels?

    11 junio 2016 | 11:14

  2. Dice ser Sociólogo Astral

    ¿No vamos a Marte y nos vamos a ir a otra galaxia? que poderosa es la imaginación y la ingenuidad.

    11 junio 2016 | 11:27

  3. Dice ser corrientes de ríos entre mareas

    ¿Se sabe ya cómo reacciona un objeto propulsado fuera de los límites del sistema Solar?

    11 junio 2016 | 12:04

  4. Dice ser Jaime D.

    ¿Fusión catalizada por antimateria? ¿Es eso posible? aún si es posible..
    ¿Como retener un cambio tan grande de presión sin que el propulsor estalle? Estamos hablando de un cambio de decenas o centenas de millones de grados en un tiempo extremadamente corto.

    11 junio 2016 | 13:15

  5. Dice ser imaginar variantes

    ¿Por qué hay que pensar, siempre que pensamos en movilidad espacial, en propulsión activa generada por quien supuestamente ha de moverse de un lugar a otro?

    11 junio 2016 | 14:00

  6. Dice ser danko9696

    Jaime D.
    ¿Que cómo retener ese cambio de presión?. No hay por qué retenerlo. Se puede usar para calentar propelente y que este proporcione el impulso o para producir energía eléctrica y esta energía usarla cómo sistema de propulsión iónica y alimentación de sistemas. Realmente el problema consiste sobre todo en la producción y almacenamiento de antimateria.

    El resto sería mucho más fácil, ya que gracias a la antimateria la reacción de fusión no tiene por qué ser autosostenida.

    Imaginar variantes
    Si has leído el artículo uno de los sistemas (de hecho el más mediático ahora mismo) consiste en impulsar diminutas sondas mediante lasers instalados en la Tierra.

    11 junio 2016 | 19:48

  7. Dice ser Rompecercas

    El gran invento científico del milenio es internet…todas las fantásticas teorías de arriba servirán para hacer las delicias de los internautas. El gran logro científico de nuestra era: mantener a media humanidad enchufada a la red, el sustitutivo de la realidad, donde todo es posible.

    11 junio 2016 | 23:28

  8. Dice ser Sociólogo Astral

    Lo malo de los sistemas de propulsión espaciales es que necesitan oxígeno para combustionar y en el espacio no hay, con lo cual hay que cargar con el oxígeno a cuestas.

    12 junio 2016 | 10:32

  9. Dice ser Ramiro

    Quisiera aclarar unas cosas con respecto a este comentario:
    «¿No vamos a Marte y nos vamos a ir a otra galaxia? que poderosa es la imaginación y la ingenuidad.»

    Ahora mismo hay 2 robots activos y varias sondas orbitando Marte. Como que no fuimos? (El tema del post es exploración sin humanos en la nave)
    Otra galaxia?? Alpha centauri es la estrella mas cercana al sol, pertenece a la vía Láctea igual que el sol… es el lugar más cercano que podemos ir fuera del sistema solar

    19 junio 2016 | 09:52

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