Andreas Wahl, ¿genio o Jackass de la ciencia?

Se puede tener una absoluta confianza en los principios científicos. Pero de ahí a poner la vida de uno sin necesidad alguna en manos de Newton, Bernoulli o cualquier otro respetable señor muerto hace siglos, va un trecho que solo Andreas Wahl se ha atrevido a recorrer.

Andreas Wahl, en una imagen promocional de su espectáculo Elektrisk. elektriskshow.no.

Andreas Wahl, en una imagen promocional de su espectáculo Elektrisk. elektriskshow.no.

Por lo que he podido saber, Wahl es un físico noruego, divulgador científico, estrella televisiva y triple campeón de escupir huesos de cereza, con una plusmarca personal en 2015 de 13,06 metros. En su cuenta de Twitter se presenta con una foto a lo Tesla que al parecer promociona un espectáculo circense-científico de electricidad protagonizado por él y actualmente en gira por su país.

Pero si Wahl ha traspasado las gélidas fronteras de su Noruega natal ha sido por publicar vídeos en los que pone a prueba principios físicos jugándose la vida; como en aquel programa televisivo de Jackass, pero sabiendo a qué ilustre científico deberá culpar si algo sale mal.

En su última entrega, Wahl experimenta con uno de los clichés cinematográficos más manoseados en el cine de acción: la capacidad o incapacidad de las balas para mantener su poder mortífero a través del agua. En la secuencia inicial de Salvar al soldado Ryan, el desembarco aliado en la playa de Omaha en 1944, pudimos ver cómo los proyectiles alemanes se abrían paso sin dificultad bajo el agua y abatían a los soldados estadounidenses. En cambio, y aunque ahora mismo no recuerdo ningún ejemplo, en otras películas los héroes o villanos se arrojan al mar para protegerse de los disparos. ¿Cuál es la versión acertada?

Otros ya habían puesto a prueba anteriormente esta incógnita, como los presentadores del programa de Discovery Channel Mythbusters o el videobloguero de ciencia Destin Sandlin en su magnífico canal de YouTube Smarter Every Day, del que ya he hablado aquí antes. Pero Wahl no se conforma con una piscina vacía o un bloque de gel para experimentar la penetración de la bala. Él se planta dentro del agua en bañador enfrentado al cañón de un fusil de asalto SIG SG 550 con un cordel atado al gatillo. Y tira.

Por supuesto, Wahl sabía muy bien lo que hacía. La densidad del agua ofrece una enorme resistencia a la penetración del proyectil, y curiosamente, cuanto más rápida es la bala más tiende a frenarse, ya que el rozamiento es mayor. Es decir, que un disparo con una pistola tiene más posibilidades de herir a alguien bajo el agua que el de un fusil. Lo sentimos, Spielberg.

No es la primera hazaña de Wahl. Anteriormente ya se había jugado el cuello, hasta ahora con la sonrisa de la fortuna, en experimentos como la demostración de la fuerza centrípeta, ese componente que explica el movimiento de los objetos en una trayectoria curvada y que es responsable, por ejemplo, de las órbitas.

El físico también lo probó consigo mismo, colgándose a 14 metros de altura con una cuerda que pasaba sobre un eje y cuyo extremo contrario terminaba atado a un peso sujeto a la pared. Wahl cae al liberar el peso, pero el movimiento circular de este alrededor del eje enrolla la cuerda y termina deteniendo la caída. Naturalmente, él sabía que debía usar una cuerda elástica como las que se emplean para hacer bungee jumping (eso que absurdamente aquí se conoce como puenting, vocablo inexistente). De otro modo, la columna se le habría partido en dos como una patata frita.

No sé a ustedes, pero a mí todo esto me trae a la memoria un viejo recuerdo televisivo que solo resultará familiar a los mayores de treinta y tantos. Verán, según parece la competición de escupir huesos de cereza Morellsteinspytting, en la que Wahl ha resultado tres veces campeón, es desde 1996 el principal atractivo de la localidad noruega de Lofthus, donde se celebra anualmente en sus tres categorías (hombres, mujeres y junior para menores de 14) cada último fin de semana de julio en el marco del Festival de la Cereza. El récord absoluto lo estableció en 2003 la celebridad local Sverre Kleivkås, con 14,24 metros. ¿Alguien recuerda a Rose y sus historias de Saint Olaf, Minnesota?

7 comentarios

  1. Dice ser Sherlock

    Hay que ver el lado positivo: a la gente le resultan atractivas esas teorias cientificas, expuestas de ese modo. Durante décadas hemos visto explicra matematicas, fisica, quimica, biologia, etc como formulas aburridas, lejos de la realidad muchas veces, sin interes alguno. Me recuerda a Carl Sagan y su serie Cosmos, que despertó inetres en astrofisica a tanta gente alrededor del mundo, incluyendo a un joven llamado Neil De Grasse Tyson, que se apuntó a tomar clases con Sagan y ahora es el conductor de la nueva serie Cosmos.

    30 enero 2016 | 16:26

  2. Dice ser Carmen

    Ufff, qué pesados con los estúpidos anglicismos. Ni idea de lo que es un jackass, no tengo por qué saber inglés ni quiero.

    30 enero 2016 | 17:08

  3. Dice ser muchos pasos equivocados

    A mí me gustaría que un científico del cerebro humano hiciera videos, por ejemplo, sobre la irracionalidad y la estúpida relatividad de las verdades humanas. Así, por ejemplo, se pondría justo al lado de una frontera. Haría una cosa aceptada, incluso festiva, desde ese lado de la frontera y luego, dando sólo un paso, más allá de la línea, ser detenido por lo mismo. Más revelador que el paso del hombre en la Luna.
    Sería revelador lo torpe que es el mundo humaon para con sus principios.

    30 enero 2016 | 19:04

  4. Dice ser Gonzalo Calvo

    Excelente. Noruega es un país con gente que apuesta por la ciencia. ¡Cuánto que aprender tenemos los españolitos!

    30 enero 2016 | 19:21

  5. Dice ser Miguel

    Bueno… de la Estupidez (jackass) a la ciencia hay un trecho muy largo

    30 enero 2016 | 23:26

  6. Dice ser Rompecercas

    ¿confianza en los principios científicos? ¿en cuales, en los de este año, en los de hace 40 años, o en los de hace 100 años?

    31 enero 2016 | 21:40

  7. Dice ser ROMPEMITOS

    La prueba de dispararse a si mismo…, hubiera sido otro resultado si se dispara con el arma fuera del agua…

    31 enero 2016 | 23:31

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