Los dinosaurios ya no son lo que eran

Si usted piensa en un tiranosaurio, es posible que le venga a la mente algo que no se diferencia demasiado de esta ilustración de 1925:

Cartel de la película 'The Lost World' (1925). Imagen de Wikipedia.

Cartel de la película ‘The Lost World’ (1925). Imagen de Wikipedia.

De acuerdo, irse hasta 1925 tal vez es como remontarse a la propia prehistoria. Pero ¿qué hay de, por ejemplo, 1977? Ya suena algo más cercano, ¿no? Por entonces, un tiranosaurio era esto:

Fotograma de la película 'El planeta de los dinosaurios' (1977). Imagen de Cineworld Pictures.

Fotograma de la película ‘El planeta de los dinosaurios’ (1977). Imagen de Cineworld Pictures.

Bien, es probable que el rigor científico no formara parte de las prioridades de los responsables de la película El planeta de los dinosaurios (1977), aunque la mayor parte del (bajo) presupuesto de aquella producción se gastó en los efectos especiales. Pero si el retrato de aquel tiranosaurio no es científicamente sólido, en cambio es indudable que calca la imagen popular clásica de aquellos monstruos del Mesozoico.

Gracias a la saga jurásica iniciada por Spielberg en 1993, seguramente la idea presente hoy en las mentes de muchos se parece más a esto:

Fotograma de la película 'Parque Jurásico' (1993). Imagen de Universal Pictures.

Fotograma de la película ‘Parque Jurásico’ (1993). Imagen de Universal Pictures.

Pero seguro que muy, muy pocos pensarán en un T-rex como… ¡esto!:

Reconstrucción actual (2016) de un T-rex. Imagen de Wikipedia.

Reconstrucción actual (2016) de un T-rex. Imagen de Wikipedia.

Bastante diferente, incluso de las últimas versiones del cine, ¿no? Y sin embargo, esta reconstrucción actualizada de 2016 es lo más cercano que hoy tenemos a lo que realmente debía de ser un tiranosaurio.

Lo cierto es que, de acuerdo a la paleontología actual, aquella especie de lagarto-cocodrilo erguido y más bien panzudo que siempre habíamos tenido en mente en realidad jamás existió; siempre ha sido un producto de nuestra imaginación. Y además de los cambios en la construcción corporal, la postura, los brazos y las plumas, hoy los científicos piensan que aquel amenazante morro rematado por un ribete de puntas de sierra es otro mito derribado: probablemente el T-rex tenía labios que le cubrían los dientes. Así que del lagarto-cocodrilo hemos pasado a esta especie de… ¿rata-ornitorrinco-liebre de la Patagonia?

Los estudios científicos del ayer son tan excitantes como los del mañana. Del mismo modo que la ciencia actual va abriendo brechas sorprendentes y casi insospechadas hacia lo que ha de venir, también va regresando hacia el conocimiento de lo que nunca llegamos a presenciar, y de lo que únicamente nos quedan dispersos retratos fragmentados. Hoy no solo es un gran momento para conocer el futuro, sino también el pasado.

Y es probable que aún mucho más de lo que hoy creemos conocer sobre la historia de nuestro planeta acabe quedando obsoleto. A medida que el pasado se nos revela nuevo y fresco, lo único verdaderamente fosilizado es el estereotipo en el que creíamos: aquel tiranosaurio del siglo pasado es el Tony Manero de la ciencia. Probablemente aquel T-rex clásico seguirá apareciendo en ilustraciones, juguetes, dibujos animados o cuentos para niños. Lo cual está bien, mientras tengamos presente que esa criatura es al tiranosaurio lo que Bob Esponja a las esponjas.

Ahora, otro más de los pilares fundamentales de la ciencia de los dinosaurios parece a punto de caer. Puede que para el ciudadano medio esto no resulte tan llamativo como lo del T-rex, y tampoco cambiará la manera en que veremos los dinosaurios retratados en el cine. Pero uno, por aquello de ganarse la vida con esto, siempre ha explicado a sus hijos que piensen en los dinosaurios como dos grandes equipos: ornitisquios y saurisquios.

Ambos se diferencian por la forma de la cadera: los ornitisquios tienen caderas de pájaro, mientras que los saurisquios las tienen como los lagartos. Los ornitisquios incluyen (no exclusivamente, pero para que los niños lo entiendan mejor) los dinosaurios tipo rinoceronte: triceratops, anquilosaurios, estegosaurios… Mientras que los saurisquios a su vez se dividen en dos grupos: los saurópodos, tipo diplodocus, y los terópodos, tipo tiranosaurio. Todo muy clarito, fácil de entender y recordar para los niños. Y así ha sido durante 130 años.

Hasta que ha llegado un equipo de investigadores de la Universidad de Cambridge y el Museo de Historia Natural de Londres para echárnoslo todo por tierra. En un estudio recién publicado en Nature, los científicos han emprendido un gran análisis comparativo de 450 rasgos anatómicos de 74 especies de dinosaurios, comprendiendo todos los grupos.

Y la conclusión revuelve las piezas de su sitio. Resulta que terópodos y ornitisquios comparten 21 rasgos anatómicos importantes, por lo que el tiranosaurio y el velocirraptor aparecen como parientes más próximos del triceratops y del estegosaurio que del diplodocus y el brontosaurio. Es decir, que los terópodos dicen adiós al equipo de los saurisquios y hola al de los ornitisquios para formar junto a ellos un nuevo grupo: los ornitoscélidos, una denominación inventada en el siglo XIX que cayó fuera de uso.

Claro que por el momento se trata solo de una propuesta; otros paleontólogos han elogiado el trabajo, pero han advertido que aún deberán obtenerse más confirmaciones independientes hasta que la hipótesis consiga una aceptación general.

Esta es la imagen del árbol evolutivo de los dinosaurios tal como se entendía hasta ahora, y la nueva versión propuesta por los autores del estudio:

Imagen de Dmitry Bogdanov, Torley, Durbed / CC.

Imagen de Dmitry Bogdanov, Torley, Durbed / CC.

6 comentarios

  1. Dice ser nuestros antepasados

    Mejor apariencia de reptil y ave actuales en mezcla bigmonster que un acorazado desvolucionado.

    23 marzo 2017 | 22:57

  2. Dice ser mal carácter debían de tener

    Un roedor plumífero cacatuno canguroide con muy mala baba parece

    23 marzo 2017 | 23:03

  3. Dice ser Doctorsaurio

    O sea que todavía es un rumor, como tantas otras cosas, pongamos como ejemplo a Plutón.

    24 marzo 2017 | 00:03

  4. Dice ser Raul

    Los dinosaurios no existieron al menos como nos los pintan. Mas información en mundodesconocido. es con el amigo J. L ese si que sabe.

    24 marzo 2017 | 02:30

  5. Dice ser Alucino

    ¡Muy buena la de JL de mundo desconocido! ¡ja,ja,ja!
    ¿Por que es una broma no? a mi me mató con lo de que la evolución es un cuento de hadas.

    24 marzo 2017 | 08:26

  6. Dice ser Sociólogo Astral

    ¿Una rata gigante? no me gusta.

    24 marzo 2017 | 11:18

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