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¿Por qué al lanzar una moneda se da a elegir entre ‘cara o cruz’?

A través de mi perfil @curiosisimo en la red social TikTok, me preguntan de dónde surge que al lanzar una moneda se dé a elegir entre ‘cara o cruz’.

¿Por qué al lanzar una moneda se da a elegir entre ‘cara o cruz’?

Existe un conocidísimo juego o apuesta que consiste en decir algo lanzando una moneda al aire y escogiendo cara o cruz. Incluso es habitual realizarlo en los eventos deportivos, donde se decide de ese modo qué equipo elige campo o saque.

Pero esta una práctica casi tan antigua como la existencia de las propias monedas y hay constancia de realizarse ese tipo de apuestas para decidir algo desde la época de la Antigua Roma, donde era conocido como ‘Navia aut Capita’ -Barco o Cabeza- (en algunos lugares se menciona como ‘Navia aut Caput’, con idéntico significado), debido a que en un lado de la moneda mostraba una embarcación y en la otra una cabeza.

Esta práctica ha llegado hasta nuestros días y en España es comúnmente conocida desde hace varios siglos como ‘cara o cruz’. Esto es debido a que antiguamente era común que apareciera en el ‘anverso’ de las monedas la cara de un rey o emperador y por el otro lado (reverso) una cruz, por lo general, cristiana. Pero no siempre ha aparecido una cruz en el reverso, pues muchas monedas han llevado el escudo de armas de un Estado o nación. En ese caso al otro lado de la moneda se le llama escusón, palabra que proviene del francés medieval escuçon, cuyo significado es ‘escudo’. Aunque esto no ha alterado la denominación de dicha práctica.

Los ingleses llaman a esta práctica como ‘Cross and Pile’, que se traduciría como ‘Cruz o Pila’, debido a que en muchas monedas, antiguamente, eran acuñadas con una cruz en un lado y una columna (pilar) en el otro. También se conoce en el mundo anglosajón como ‘Heads or tails’ (de idéntico significado que el dado al que realizaban los romanos, aunque su traducción literal es ‘cabeza o cola’).

En otros lugares del planeta, por poner unos pocos ejemplos, se le llama ‘testa o croce’ (cabeza o cruz) en Italia; ‘pile ou face’ (columna o cara) en Francia; ‘cara o sello’ en varios países de Hispanoamérica.

Cono dato curioso, cabe destacar que desde hace varias décadas, cada vez son más los países que acuñan sus monedas en las que no aparece ninguna cara ni escudo o cruz en alguno de sus lados, pero de todos modos se ha mantenido la misma denominación para esta práctica.

 

 

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Fuente de la imagen: pixabay

Seis curiosidades sobre el cobre que quizá te gustaría conocer

Seis curiosidades sobre el cobre que quizá te gustaría conocer

1) El término cobre lo recibimos del latín ‘cuprum’ el cual a su vez derivaba de ‘Cyprus’ que es el modo en el que los antiguos romanos llamaban a Chipre, debido a que en esta isla del Mediterráneo oriental se encontraron grandes yacimientos de este mineral.

2) Existen evidencias de que en el siglo XXVIII a.C. ya se utilizó el cobre en el Antiguo Egipto para realizar tubos a través de los cuales suministrar agua

3) El cobre es un gran conductor eléctrico y por tal motivo es tan preciado para el cableado y lo podemos encontrar en nuestros hogares, electrodomésticos, automóviles, e incluso en nuestros smartphones.

4) Ha sido utilizado desde la antigüedad para fabricar monedas (el actual euro contienen cobre)

5) Cuando está en contacto con la humedad el cobre es altamente oxidable y ese óxido es conocido como ‘cardenillo’. Una de las ventajas de este óxido, tras aparecer y cubrir una superficie de cobre, es que sirve de protección del mismo.

6) La Estatua de la Libertad fue realizada con 80 toneladas de cobre y su color verde no es pintura sino óxido, el mencionado cardenillo.

 

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Este texto formó parte de mi colaboración con el podcast de divulgación ‘Ondas Elementales’, una producción de Laboratorio de Radio y Penélope Saray.

¿De dónde proviene el término ‘talento’ para referirnos a tener aptitud para una actividad?

¿De dónde proviene el término ‘talento’ para referirnos a tener aptitud para una actividad?

Muchos son los programas de televisión que se han puesto de moda en el que acuden personas con alguna aptitud a la hora de cantar, bailar, cocinar o realizar cualquier otra actividad y que son conocidos genéricamente como ‘Talents show’.

Pero el término talento no fue originalmente acuñado para referirse a la capacidad (ya sea artística como intelectual) que posee una persona, sino que en la antigüedad se conocía con ese término (talentum en latín y tálanton en griego) al plato de la balanza con la que se pesaba las mercancías y productos en los mercados.

Por aquel entonces tanto griegos como romanos calculaban el precio a pagar por una mercancía en base al peso de esta. Tanto pesaba, tanto costaba.

Esto llevó a que comenzara a utilizarse el término talento (referido a la medida de peso) también para llamar a una unidad monetaria (moneda) que además tenía gran valor. Por ejemplo en la Antigua Grecia un  talento equivalía aproximadamente a 20 kilos de plata.

Para encontrar el origen del término talento, como sinónimo de inteligencia, capacidad y aptitud de una persona para realizar una actividad (ya sea artística, intelectual, deportiva, empresarial…), debemos acudir al Nuevo Testamento donde a través de un par de parábolas contenidas en los Evangelios de Lucas y Mateo podemos encontrar el relato en el que un hombre, antes de partir de viaje, reparte unos talentos (monedas) entre sus sirvientes y a su regreso cada uno le explica qué hizo con aquel dinero y cuál fue el resultado. Dos de ellos lo invirtieron y sacaron buenos beneficios, doblando la cantidad inicial, pero un tercero prefirió guardarlo, temeroso de ser castigado por su patrón si perdía el dinero. El amo premió y elogió la actitud de los dos primeros y censuró al cobarde.

A partir de estas parábolas (y numerosas versiones que surgieron de ellas), comenzó a utilizarse el término talento para destacar el intelecto y perspicacia de las personas de cara a desempeñar un cometido, quedando estrechamente vinculado a la aptitud que se posee por encima de otras personas en alguna disciplina.

 

 

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Fuentes de consulta: RAE / etimologias.dechile / unaparolaalgiorno / etimo.it
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El curioso e histórico origen de llamar ‘peluco’ al reloj

El curioso e histórico origen de llamar ‘peluco’ a un reloj

Son muchas las personas que utilizan el término ‘peluco’ para referirse a un reloj. De hecho, muchos son los que creen que ésta es una palabra surgida de la jerga juvenil, pero, en realidad, tras el vocablo hay una larga historia que nos sitúa en pleno siglo XVIII.

En 1728, bajo el reinado de Felipe V, se ordenó que a partir de aquel momento las monedas de 8 escudos (que eran de oro) serían acuñadas con el escudo real en el reverso y la efigie del monarca en el anverso (hasta entonces en esas monedas se había representado una cruz en lugar de la imagen del rey).

El curioso e histórico origen de llamar ‘peluco’ a un reloj - Moneda pelucona de 8 Escudos de Felipe VResulta que Felipe V (y su Corte) había adoptado la moda de su Francia natal en la que los Borbones portaban unas grandes y vistosas pelucas, por lo que su efigie en la moneda de 8 escudos aparecía con ella, algo que provocó que el pueblo llano comenzara a llamar a dichas monedas con el apelativo de ‘peluconas’.

A lo largo de algo más de un siglo tanto Felipe V como los reyes que lo sucedieron (Fernando VI, Carlos III y Carlos IV) aparecieron con pelucas en las monedas (Fernando VII ya no la llevó), haciéndose cada vez más popular el término ‘peluconas’ para referirse a algo caro y ostentoso (en clara referencia al modo de vida de los monarcas).

Tas el derrocamiento de Isabel II (hija de Fernando VII) la peseta pasó a sustituir a las ‘monedas peluconas’ de 8 escudos como moneda única nacional, a partir de la aprobación del Decreto del 19 de octubre de 1868.

Los términos ‘pelucona’ y ‘pelucón’ ya estaban totalmente establecidos en el lenguaje coloquial de la población y cada vez que se quería hacer alusión a algo grande, caro o lujoso se utilizaba dichos vocablos.

Algunas fuentes indican que fueron las personas de etnia gitana (aunque otras señalan que fue la población en general) quienes utilizaron por primera vez el término ‘peluco’ para referirse a los relojes de bolsillo, ya que algunos de éstos eran grandes y ostentosos y con el tiempo acabó generalizándose a cualquier tipo de reloj (sobre todo los de pulsera).

 

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Fuentes de consulta: RAE / elsalondecris / relojes-especiales / arkeologia
Fuentes de las imágenes: maxpixel / Wikimedia commons

Una docena de cosas que quizás no sabías cómo se llamaban [7]

Séptima entrega de la serie de post dedicados a traer al blog un buen número (de docena en docena) de cosas que quizás no sabíais cómo se llamaban en realidad o que conocías con otro nombre muy distinto.

Espero que la selección de palabras que he hecho en esta ocasión sea de vuestro agrado, al igual que ha ocurrido con las veces anteriores.

Una docena de cosas que quizás no sabías cómo se llamaban

 

Escusón: Normalmente decimos que una moneda tiene ‘cara y cruz’ y se dice de esta manera porque antiguamente era común que en las mismas apareciera por un lado la cara del rey o emperador y por el reverso una cruz (normalmente cristiana). Pues bien, se le llama ‘escusón’ al reverso de la moneda cuando en ésta lo que aparece representado es un escudo.

 

 

Una docena de cosas que quizás no sabías cómo se llamaban

Mador: Se conoce como ‘mador’ a aquella fina capa de humedad que en ocasiones cubre parte de nuestro cuerpo (proveniente por ejemplo del rocío de la noche), pero que no proviene de nuestras glándulas sudoríparas y por tanto no puede ser considerado como sudor.

 

Una docena de cosas que quizás no sabías cómo se llamaban

 

Lanugo: El lanugo es el vello fino y casi imperceptible, parecido a la pelusilla, que cubre parte del cuerpo de los recién nacidos o que incluso algunas personas (ya adultas) tienen en algunas partes del cuerpo.

 

 

Una docena de cosas que quizás no sabías cómo se llamaban

 

 

Beborrotear: Es el acto de ir bebiendo a pequeños sorbos y de manera continuada.

 

 

Una docena de cosas que quizás no sabías cómo se llamaban

 

 

Vedija: Se le llama vedija a aquel mechón de pelo que está enredado y encrespado.

 

 

Una docena de cosas que quizás no sabías cómo se llamaban

Lauto: Prácticamente en desuso, el término ‘lauto’ se ha utilizado durante mucho tiempo para referirse a alguien o algo que era ‘rico, espléndido, opulento’. Proviene de la palabra en latín ‘lautus’ que significaba ‘lavado’, en clara referencia a los baños (e higiene personal) que en la antigüedad solo podían ser privilegio de personas ricas.

 

Una docena de cosas que quizás no sabías cómo se llamaban

 

Adiar: Fijar una fecha (día) para realizar cualquier asunto. Por ejemplo, quedar con antelación para verse con alguien en un día concreto.

 

 

Una docena de cosas que quizás no sabías cómo se llamaban

Pegotear: Lo que hace el típico gorrón que se autoinvita a casa de los demás y siempre aparece justo a la hora de comer/cenar. A este tipo de personas se les suele llamar también ‘pegote’, debido a la acción de pegarse al prójimo con la intención de ser invitada o se le pague la consumición. Muy típico son aquellos que se presentan (sin haber sido invitados) a cualquier tipo de evento (por ejemplo una fiesta de cumpleaños, banquete de una boda…).

 

Una docena de cosas que quizás no sabías cómo se llamaban

 

 

Escamondar: Se trata de la acción de limpiar algo a lo que se le quita lo superfluo o aquello que no le sirve, por ejemplo las ramas y hojas secas de un árbol.

 

 

 

Una docena de cosas que quizás no sabías cómo se llamaban

 

Faetón: Un faetón es el carruaje de paseo, con cuatro ruedas, descubierto (aunque con una capota que se puede subir y bajar) y tirado por uno o dos caballos, muy típico en algunas ciudades con el que se pasea a los turistas.

 

 

Una docena de cosas que quizás no sabías cómo se llamaban

 

Sangradura: Así es como se le llama a la parte del brazo que se encuentra opuesta al codo (la que queda hundida al doblarse). Se le denomina de ese modo porque es por donde se hace la incisión para extraer sangre (antiguamente las famosas ‘sangrías’ y en la actualidad donde se pincha la aguja para las donaciones o análisis).

 

Una docena de cosas que quizás no sabías cómo se llamaban

Conticinio: Momento de silencio absoluto durante la noche, cuando todos duermen y no se escucha ni un solo sonido. Proviene del latín ‘conticinium’ el cual se utilizaba antiguamente para señalar el cese total de todos los sonidos debido a que era el momento de descansar.

 

 

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¿De dónde surge llamar ‘calderilla’ al conjunto de monedas de escaso valor?

¿De dónde surge llamar ‘calderilla’ al conjunto de monedas de escaso valor?

Solemos llamar ‘calderilla’ al conjunto de monedas de menor valor (moneda fraccionaria) que habitualmente llevamos encima (céntimos), además de ser un término utilizado para referirse a aquellas cosas que tienen un precio bajo: ‘Es tan barato que solo te va a costar calderilla’, ‘Esto para mi es calderilla’

El vocablo proviene de un conjunto de monedas de ínfimo valor que se acuñaron entre los siglos XVII y XVIII y que estaban realizadas de cobre, un material que por aquel entonces tenía un escaso coste y que también se utilizaba para confeccionar los calderos (recipientes que servían para cocinar los alimentos).

Si bien es sabido que el término calderilla proviene de caldero y que éste era de cobre, en este punto es cuando existen divergencias entre las diferentes fuentes sobre si se acuñó el vocablo porque las monedas y los calderos estaban hechos del mismo material o bien porque el cobre utilizado era reciclado de viejos calderos con el que se realizaban las monedas.

 

 

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Post realizado a raíz de una consulta de Carmen Pérez enviada a través del apartado de contacto.
Fuentes de consulta: erroreshistoricos / fuenterrebollo / RAE
Fuente de la imagen: pixabay

¿Cuál es el origen de la expresión ‘pagar a tocateja’?

¿Alguna vez te han pedido que pagues algo a tocateja? Con esta curiosa expresión te están pidiendo que desembolses una compra o reembolses una deuda al contado, en efectivo y en mano. Literalmente y según la RAE:

“En dinero contante, sin dilación en el pago, con dinero en mano, en efectivo”

El origen de la expresión ‘pagar a tocateja’  proviene de una moneda de oro de gran tamaño (7,15 centímetros de diámetro y 339,35 gramos de peso) acuñada por Felipe III (de la Casa de los Austria) en el siglo XVII, llamada centén y cuyo valor era de 100 escudos(*).

Probablemente y debido al  gran tamaño que tenía cada moneda de centén, no tardó en comenzar a ser conocida popularmente con el nombre de ‘tejo’, que era la manera con la que se llamaba al pedazo pequeño de teja o piedra, muy utilizado  en diversos juegos infantiles de la época. Con el tiempo de tejo pasó a teja.

Por lo tanto ‘pagar a tocateja’ era concretamente tocando la teja, la moneda.

 

(*)En el siglo XIX, bajo el reinado de Isabel II se acuñaron unas monedas de 100 reales a las que también se les llamó centén, pero su peso era de 8,33 gramo y un pequeño tamaño de 22 milímetros.
 

Portada Vuelve el listo que todo lo sabe

 

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Fuente imagen: ceutaldia