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¿De dónde proviene la famosa expresión ‘Nadie es profeta en su tierra’?

‘Nadie es profeta en su tierra’ es una famosa y muy usada expresión (a modo de sentencia) con la que se da a entender que no se nos valora adecuadamente en el lugar en el que vivimos ni somos lo suficientemente admirados por quienes nos rodean, siendo muchas las ocasiones en las que alguien ha conseguido su esperado y merecido reconocimiento en otro lugar o lejos de su entorno más íntimo.

¿De dónde proviene la famosa expresión ‘Nadie es profeta en su tierra’?

Muchos son los ejemplos que se podrían aplicar a esta máxima, fijándonos en deportistas, artistas, intelectuales y científicos que, para ser reconocidos y admirados profesionalmente, han tenido que traspasar fronteras y desarrollar sus exitosas carreras en otros países.

Esta expresión tan en vigencia actualmente tiene una antigüedad cercana a un par de milenos, debido a que la primera referencia escrita que tenemos de ella es en un pasaje bíblico del Nuevo Testamento, concretamente en Lucas 4:24 y Juan 4:44, el cual los apóstoles explican el episodio en el que Jesús viajó hasta Nazaret (lugar en el que creció) y tras acudir a la sinagoga (tal y como había hecho durante todos sus años de juventud) allí se encontró con que parte de los asistentes eran escépticos a su mensaje evangelizador, momento en el que el Mesías aprovechó para sentenciar que ningún profeta es aceptado en su tierra (dependiendo la versión y traducción de la Biblia podremos encontrarlo escrito de diferentes modos).

La mayoría de los expertos (entre ellos el famoso lexicógrafo José Mª Iribarren en su libro ‘El porqué de los dichos’) señalan que, muy probablemente, la sentencia utilizada por Jesús ante sus vecinos de Nazaret procediese de un antiguo proverbio hebreo.

 

 

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Fuentes de consulta: biblegateway (1) / biblegateway (2) / fundacionlengua / ‘El porqué de los dichos’ de José Mª Iribarren / cvc.cervantes / catholic.net
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¿Por qué el 26 de diciembre (San Esteban) es festivo en algunos lugares?

San Esteban está considerado como el primer mártir del cristianismo y según se relata en el Nuevo Testamento (concretamente en el «Libro de los Hechos») se trataba de un joven judío converso a las enseñanzas de Jesucristo que, tras pronunciar un discurso ante el Sanedrín (el consejo de sabios de Israel compuesto por rabinos,) fue acusado de blasfemo y lapidado hasta morir el 26 de diciembre del año 34 d.C.

¿Por qué el 26 de diciembre (San Esteban) es festivo en algunos lugares?

Aunque, con el paso de los años, la coincidencia de la fecha de su fallecimiento nada tenía que ver con la celebración de las celebraciones navideñas, se dejó en donde había caído debido a que con el tiempo este mártir se convirtió en un referente religioso para muchas culturas posteriores.

Una de ellas fue el Imperio Carolingio, en la que, entre las diferentes tradiciones que se practicaron, se tuvo un especial sentido del patriarcado o clan familiar, que consistía en que, durante las fiestas religiosas importantes (como eran las dos Pascuas, la de Navidad y la de Semana Santa) debía realizarse el recogimiento o celebración en el hogar paterno o del patriarca del clan familiar. Muchas eran las familias que residían separadas en distintos territorios, por lo que al llegar alguna de las mencionadas celebraciones necesitaban una jornada entera para acudir y otra para regresar a sus respectivos hogares.

En la sociedad carolingia el día de Navidad (25 de diciembre), era el central de la celebración. Para poder estar todos los miembros de una familia juntos debían salir la jornada anterior de sus respectivos lugares de residencia y reunirse en la casa del cabeza de familia, de ahí que llegaran siendo ya de noche y la Nochebuena se convirtiera en una celebración nocturna (cena familiar y acudir todos juntos a la Misa del Gallo).

Pero tras la celebración de la comida de Navidad, que solía ser opípara y de larga duración, se necesitaría otra jornada para regresar a sus respectivos lugares de origen, por lo que durante el Imperio Carolingio se estableció que los días posteriores a cada una de las Pascuas debían ser festivos ya que eran necesarias varias horas de viaje para regresar a sus respectivos hogares.

De ahí que el 26 de diciembre, festividad de San Esteban, quedara como festivo en los territorios bajo el dominio del Imperio Carolingio y sus tradiciones. La flanja norte de la Península Ibérica lo estuvo como territorios independientes durante el reinado de Carlomagno (siglo VIII), en el que se marcó una frontera defensiva, por debajo de los Pirineos que separaba las tierras de dominio musulmán con los francos o carolingios y que fue conocida como ‘Marca Hispánica’.

Este hecho es el que ha llevado a que algunos de esos territorios, que actualmente pertenecen a España, sigan teniendo como jornada festiva el día siguiente a la Navidad. Cataluña es uno de ellos y la festividad de «Sant Esteve» se ha convertido en una de las más importantes dentro del calendario de celebraciones navideñas.

El Día de Sant Esteve es costumbre comer en Cataluña unos tradicionales canelones realizados con las sobras de la comida del día de Navidad (cocina de aprovechamiento), pero, si me permites, el origen sobre la elaboración y degustación de este exquisito plato en esta jornada tan especial te la explicaré en otro post.

 

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¿De dónde proviene el término ‘talento’ para referirnos a tener aptitud para una actividad?

¿De dónde proviene el término ‘talento’ para referirnos a tener aptitud para una actividad?

Muchos son los programas de televisión que se han puesto de moda en el que acuden personas con alguna aptitud a la hora de cantar, bailar, cocinar o realizar cualquier otra actividad y que son conocidos genéricamente como ‘Talents show’.

Pero el término talento no fue originalmente acuñado para referirse a la capacidad (ya sea artística como intelectual) que posee una persona, sino que en la antigüedad se conocía con ese término (talentum en latín y tálanton en griego) al plato de la balanza con la que se pesaba las mercancías y productos en los mercados.

Por aquel entonces tanto griegos como romanos calculaban el precio a pagar por una mercancía en base al peso de esta. Tanto pesaba, tanto costaba.

Esto llevó a que comenzara a utilizarse el término talento (referido a la medida de peso) también para llamar a una unidad monetaria (moneda) que además tenía gran valor. Por ejemplo en la Antigua Grecia un  talento equivalía aproximadamente a 20 kilos de plata.

Para encontrar el origen del término talento, como sinónimo de inteligencia, capacidad y aptitud de una persona para realizar una actividad (ya sea artística, intelectual, deportiva, empresarial…), debemos acudir al Nuevo Testamento donde a través de un par de parábolas contenidas en los Evangelios de Lucas y Mateo podemos encontrar el relato en el que un hombre, antes de partir de viaje, reparte unos talentos (monedas) entre sus sirvientes y a su regreso cada uno le explica qué hizo con aquel dinero y cuál fue el resultado. Dos de ellos lo invirtieron y sacaron buenos beneficios, doblando la cantidad inicial, pero un tercero prefirió guardarlo, temeroso de ser castigado por su patrón si perdía el dinero. El amo premió y elogió la actitud de los dos primeros y censuró al cobarde.

A partir de estas parábolas (y numerosas versiones que surgieron de ellas), comenzó a utilizarse el término talento para destacar el intelecto y perspicacia de las personas de cara a desempeñar un cometido, quedando estrechamente vinculado a la aptitud que se posee por encima de otras personas en alguna disciplina.

 

 

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Fuentes de consulta: RAE / etimologias.dechile / unaparolaalgiorno / etimo.it
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¿Cuál es el origen del término ‘galimatías’?

¿Cuál es el origen del término ‘galimatías’?Cuando hay mucho desorden, confusión, algo es muy embrollado, lioso  o sinsentido suele utilizarse (aunque cada vez menos) el término ‘galimatías’.

En castellano, originariamente, recibimos esta palabra de la lengua francesa, siendo usada por nuestros vecinos galos para describir un discurso o escrito embrollado (la escriben de igual modo: ‘galimatias’ pero sin acentuar) y el término fue tomado por éstos del griego ‘κατὰ Ματθαῖον’ (kata Mathaion), cuyo significado es ‘según Mateo’.

Pero ¿por qué la expresión ‘según Mateo’ acabó designándose para describir un embrollo? Muy sencillo…

Mateo Levi fue uno de los Doce Apóstoles que acompañaron a Jesucristo, pero también es famoso por el Evangelio que escribió(*) y forma parte del Nuevo Testamento. En el comienzo de su obra Mateo el Evangelista lo hace de una forma embrollosa, describiendo la genealogía de una manera que si el lector pierde el hilo puede llegar a liarse y no entender situaciones ni personajes. De ahí que comenzase a utilizarse la expresión ‘galimatías’ (según Mateo) para describir ese tipo de escritos de lenguaje lioso e ideas confusas.

 

 

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(*)Se ha puesto en duda en infinidad de ocasiones que la autoría de dicho Evangelio correspondiera al Apostol Mateo debido a la imprecisión de datos y forma de citar algunos pasajes, mediante otros escritos, cuando tendría que haber sido vivido de primera mano. A pesar de ello, sigue siendo el más utilizado en los sermones eclesiásticos.

 

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