Alfred López 23 de octubre de 2020
Mucho se está hablando en los últimos días de la conveniencia (o no) de aplicar ciertas medidas en algunos lugares en las que restringir la libre circulación de los ciudadanos a determinadas horas de la noche, con el fin de frenar los encuentros entre grupos de personas y evitar la rápida expansión del Covid19 en la llamada ‘segunda ola’ de la pandemia.

Esas medidas restrictivas se están denominando como ‘toque de queda’ y originalmente tenían una estrecha relación con prohibiciones o restricciones que se aplicaban en tiempos de guerra o bajo algún tipo de dictadura, además de por motivos de seguridad nacional debido a algún tipo de conflicto (cívico-militar) o sanitario, como es la situación actual.
El término ‘toque de queda’ proviene del mundo militar y etimológicamente hace referencia al aviso (toque) que se realizaba a la población para indicar cada día que comenzaba el periodo de prohibición de salir a la calle o restricciones de movimiento ciudadano.
El término ‘toque’ hace referencia al hecho de tocar una campana (como originalmente se anunciaba), aunque con el tiempo ese aviso se realizaba también con algún instrumento como un tambor o una corneta y, en tiempos más recientes, haciendo sonar una sirena.
El vocablo ‘queda’ proviene del latín ‘quiētus’, cuyo significado era ‘quietud’, ‘calma’, ‘silencio’ y hacía referencia al momento de serenidad y reposo que hay por las noches.
Curiosamente, al toque de queda se le denomina con otros términos en otros idiomas, encontrándonos que en inglés se dice ‘Curfew’, siendo éste una variación del francés ‘Couvre-feu’, cuyo significado literal era ‘cubrir el fuego’ y que provenía de la obligación (impuesta en la Edad Media) de apagar todas las chimeneas, velas y candelabros a determinada hora de la noche y así evitar incendios nocturnos fortuitos (en una época en la que las viviendas estaban construidas básicamente de madera). Los italianos también hicieron su propia adaptación utilizando el término ‘Coprifuoco’.
Para saber en qué momento del día se terminaba el toque de queda y, por tanto, ya se podía circular con libertad, se realizaba el conocido como ‘toque de diana’, denominado así porque era el aviso que se hacía al despuntar el día.
Lee y descubre el curioso origen de otras conocidas palabras y expresiones
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Alfred López 26 de septiembre de 2016
Séptima entrega de la serie de post dedicados a traer al blog un buen número (de docena en docena) de cosas que quizás no sabíais cómo se llamaban en realidad o que conocías con otro nombre muy distinto.
Espero que la selección de palabras que he hecho en esta ocasión sea de vuestro agrado, al igual que ha ocurrido con las veces anteriores.

Escusón: Normalmente decimos que una moneda tiene ‘cara y cruz’ y se dice de esta manera porque antiguamente era común que en las mismas apareciera por un lado la cara del rey o emperador y por el reverso una cruz (normalmente cristiana). Pues bien, se le llama ‘escusón’ al reverso de la moneda cuando en ésta lo que aparece representado es un escudo.

Mador: Se conoce como ‘mador’ a aquella fina capa de humedad que en ocasiones cubre parte de nuestro cuerpo (proveniente por ejemplo del rocío de la noche), pero que no proviene de nuestras glándulas sudoríparas y por tanto no puede ser considerado como sudor.

Lanugo: El lanugo es el vello fino y casi imperceptible, parecido a la pelusilla, que cubre parte del cuerpo de los recién nacidos o que incluso algunas personas (ya adultas) tienen en algunas partes del cuerpo.

Beborrotear: Es el acto de ir bebiendo a pequeños sorbos y de manera continuada.

Vedija: Se le llama vedija a aquel mechón de pelo que está enredado y encrespado.

Lauto: Prácticamente en desuso, el término ‘lauto’ se ha utilizado durante mucho tiempo para referirse a alguien o algo que era ‘rico, espléndido, opulento’. Proviene de la palabra en latín ‘lautus’ que significaba ‘lavado’, en clara referencia a los baños (e higiene personal) que en la antigüedad solo podían ser privilegio de personas ricas.

Adiar: Fijar una fecha (día) para realizar cualquier asunto. Por ejemplo, quedar con antelación para verse con alguien en un día concreto.

Pegotear: Lo que hace el típico gorrón que se autoinvita a casa de los demás y siempre aparece justo a la hora de comer/cenar. A este tipo de personas se les suele llamar también ‘pegote’, debido a la acción de pegarse al prójimo con la intención de ser invitada o se le pague la consumición. Muy típico son aquellos que se presentan (sin haber sido invitados) a cualquier tipo de evento (por ejemplo una fiesta de cumpleaños, banquete de una boda…).

Escamondar: Se trata de la acción de limpiar algo a lo que se le quita lo superfluo o aquello que no le sirve, por ejemplo las ramas y hojas secas de un árbol.

Faetón: Un faetón es el carruaje de paseo, con cuatro ruedas, descubierto (aunque con una capota que se puede subir y bajar) y tirado por uno o dos caballos, muy típico en algunas ciudades con el que se pasea a los turistas.

Sangradura: Así es como se le llama a la parte del brazo que se encuentra opuesta al codo (la que queda hundida al doblarse). Se le denomina de ese modo porque es por donde se hace la incisión para extraer sangre (antiguamente las famosas ‘sangrías’ y en la actualidad donde se pincha la aguja para las donaciones o análisis).

Conticinio: Momento de silencio absoluto durante la noche, cuando todos duermen y no se escucha ni un solo sonido. Proviene del latín ‘conticinium’ el cual se utilizaba antiguamente para señalar el cese total de todos los sonidos debido a que era el momento de descansar.
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Alfred López 04 de mayo de 2016
Se utiliza la expresión ‘andarse con sigilo’ para referirnos a aquello que se hace de manera secreta, sin levantar sospechas y a escondidas.
El término sigilo proviene del latín sigillum y es el nombre que recibía el sello que se utilizaba para estampar y dejar lacrado un documento, normalmente secreto o privado.
El secretismo con el que se solía llevar dicho documento dio paso a la utilización del término sigilo como sinónimo de discreción y cautela y de ahí nacieron expresiones como andarse con sigilo, sigilo profesional (que se refiere al secreto que debe guardarse en ciertas profesiones como médico, abogado…) o sigilo sacramental (que es el secreto de confesión que debe guardar un sacerdote).
Lee y descubre el curioso origen de otras conocidas palabras y expresiones

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