Solemos llamar ‘calderilla’ al conjunto de monedas de menor valor (moneda fraccionaria) que habitualmente llevamos encima (céntimos), además de ser un término utilizado para referirse a aquellas cosas que tienen un precio bajo: ‘Es tan barato que solo te va a costar calderilla’, ‘Esto para mi es calderilla’
El vocablo proviene de un conjunto de monedas de ínfimo valor que se acuñaron entre los siglos XVII y XVIII y que estaban realizadas de cobre, un material que por aquel entonces tenía un escaso coste y que también se utilizaba para confeccionar los calderos (recipientes que servían para cocinar los alimentos).
Si bien es sabido que el término calderilla proviene de caldero y que éste era de cobre, en este punto es cuando existen divergencias entre las diferentes fuentes sobre si se acuñó el vocablo porque las monedas y los calderos estaban hechos del mismo material o bien porque el cobre utilizado era reciclado de viejos calderos con el que se realizaban las monedas.
Lee y descubre el curioso origen de otras conocidas palabras y expresiones
Post realizado a raíz de una consulta de Carmen Pérez enviada a través del apartado de contacto.
Fuentes de consulta: erroreshistoricos / fuenterrebollo / RAE
Fuente de la imagen: pixabay