Días atrás fui testigo de una conversación en twitter entre mi amiga @MissTabooSw y el usuario @Emilietf sobre un comentario que había hecho ella en un tuit donde decía lo siguiente:
[…]Todas nos volvemos Afrodita y chillamos “PECHOS FUERA” (quien sea de mi quinta y viese MazingerZ sabe de k hablo)[…]
Fue entonces cuando recibió la contestación de Emilietf en la que le indicaba que no quería romperle la magia pero que jamás se dijo esa frase en la serie de dibujos animados Mazinger Z. Misss Taboo aseguraba que, siendo ella una niña, recordaba haberla dicho (en referencia al personaje de Afrodita A) y como su padre le había dado alguna que otra colleja.
No quiero romper la magia pero JAMAS se dijo esa frase en la serie! Forma parte de nuestros recuerdos inventados que el paso del tiempo convierte en verdaderos.
Y la verdad es que esta es una más de las muchísimas leyendas urbanas que, a lo largo de los años, hemos ido compartido y dado como cierto. Preguntes a quien le preguntes (que ya haya cumplido los 40 años) te contestará que Afrodita A, el personaje femenino de la serie Mazinger Z, cada vez que disparaba los misiles que salían de sus pectorales gritaba ¡Pechos fuera!
Pero no, nunca se dijo tal frase en los 92 capítulos en los que constaba la serie. Aunque cabe destacar que en España inicialmente tan solo se emitieron 32 capítulos por TVE -27 durante su estreno en 1978 y cinco más, sueltos y no correlativos- un año después (en las navidades de 1979). No fue hasta la llegada de las televisiones privadas cuando Telecinco emitió la serie completa a partir de 1993.
Pero ¿por qué aquellos niños y niñas que vieron la serie en 1978 jugaban en el patio a Mazinger Z y gritaban eso de ¡Pechos fuera! Si nunca se dijo? Muy sencillo, por una serie de coincidencias que se dieron y que acabaron convirtiendo la frase en algo popular.
Por un lado tenemos que tener en cuenta que la frase que gritaba el personaje masculino (Kōji Kabuto, a los mandos de Manzinger Z) era ‘¡Puños fuera!’. También encontramos que en alguna ocasión (pocas veces) Sayaka Yumi (a los mandos de Afrodita A) en lugar de decir ¡Fuego! al disparar los misiles pectorales gritó ‘¡Fuego de pecho!’. Así pues, el hecho de mezclar ambos gritos (¡Puños fuera! y ¡Fuego de pecho!) originó que se empezara a utilizar el de ‘¡Pechos fuera!’ que, verdaderamente, nunca se dijo en la serie televisiva.
NOTA IMPORTANTE: Hay muchas personas que, indignadas porque están convencidas de que sí se dijo, se quejan por las redes intentando demostrar que la mítica frase fue pronunciada y adjuntan el fragmento de un vídeo, pero cabe destacar que dicha escena pertenece a la película Mazinger Z estrenada en el año 2017 y no de la serie de 1978. Además, la frase de la película, no aparecía en la versión en japonés y es una licencia que se tomaron en el doblaje de la versión en español, pero, como indico, del filme de 2017 y no la serie original.
Conocida como ‘bandera arcoíris’ o ‘bandera de la libertad’, gracias a sus llamativos colores y característico diseño, es reconocida fácilmente por cualquier persona que, de inmediato, la relaciona con los colectivos de diversidad sexual (hoy en día agrupados bajo las iniciales LGTB+).
La creación de este emblema, mundialmente conocido, se la debemos al diseñador estadounidense Gilbert Baker quien en 1978 se inspiró en la canción ‘Over the Rainbow’ (Sobre el arcoíris) interpretada por Judy Garland en la famosa película ‘El Mago de Oz’, la cual era considerada por el colectivo homosexual como una canción emblema.
Originalmente la bandera arcoíris diseñada por Baker tenía ocho franjas que, de arriba abajo, eran: rosa, rojo, naranja, amarillo, verde, azul turquesa, azul oscuro y violeta. Y de ese modo fue utilizada la primera vez en San Francisco durante el Festival del Orgullo Gay celebrado el 25 de junio de 1978.
Esas primeras banderas fueron confeccionadas a mano por los miembros del colectivo que teñían y cosían cada una de las franjas para realizar cada una de las señeras que ondearon en el mencionado festival.
La siguiente ocasión en ser utilizada públicamente fue cinco meses después durante los actos en memoria de Harvey Milk, activista homosexual y representante municipal (en la Junta de Supervisores) que fue asesinado el 27 de noviembre.
Para el Festival del Orgullo de 1979 el comité organizador decidió anular una de las franjas (la rosa), debido a que era muy complicado encontrar tela y tinte de ese color, por lo que la bandera arcoíris pasó a tener siete franjas. Tras la celebración del festival se dieron cuenta que al haber anulado una franja la bandera no quedaba compensada y en lugar de volver a añadir la que se había quitado optaron por anular otra franja, aunando en una sola las de color azul turquesa y azul oscuro.
De este modo la bandera de la libertad quedó con seis franjas a partir de mediados de 1979, modo que todavía se utiliza en la actualidad: rojo, naranja, amarillo, verde, azul y violeta.
Gilbert Baker falleció en 2017 y parece ser que durante sus últimos años de vida intentó (sin éxito) que la bandera arcoíris que él creó volviera a su diseño original de ocho franjas.
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En las últimas semanas un gran número de cuentas de Instagram, Facebook, Tumbrl o Twitter se han visto afectadas por una ola de puritanismo y censura, por parte de estas redes sociales, siendo cancelados algunos de esos perfiles (o en el mejor de los casos, borrados algunos contenidos).
Yo, personalmente, me he visto afectado por ello al haberme cancelado Instagram la cuenta en la que divulgaba las curiosidades que por aquí publico: @yaestaellistoquetodolosabe. Una cancelación de cuenta que se hizo sin previo aviso y que además me imposibilita el poder volver a recuperarla (ya que, según indica el cartelito que aparece al intentar acceder, se trata de una cancelación definitiva).
Que yo sepa no he publicado ninguna imagen hiriente, pornográfica o contenido de desnudos, sexo o violencia. Todo lo contrario, me distingo por publicar material divulgativo para todas las edades y quienes seguís este blog conocéis mi trayectoria y podríais dar buena fe de ello.
Según me indican quienes entienden de redes sociales y de este tipo de baneo de cuentas, pueden ser dos las posibles causas: por un lado que el sistema haya detectado que últimamente aparecía con mucha frecuencia la palabra ‘sexo’ en mis publicaciones (y es que, como sabréis, ese término forma parte de título de mi último libro “Ya está el listo que todo lo sabe de SEXO” publicado a principios de abril).
Otro de los posibles motivos de la cancelación de la cuenta puede haberse debido a alguna denuncia anónima por parte de algún usuario al que no le gustasen mis contenidos, aunque estos no fuesen ofensivos ni incumpliesen las normas de la red social. Cuando esto ocurre, Instagram en lugar de verificar qué hay de cierto en la denuncia suele banear automáticamente, sin dar explicaciones ni derecho a reclamar.
Y este ha sido mi caso particular, pero he podido conocer docenas de casos similares que le está ocurriendo a otros divulgadores, terapeutas, sexbloggers y psicólogos a los que les borran contenido de educación sexual o les cancelan cuentas sin justificación alguna.
Y es sorprendente que se haga desde algunas redes sociales en las que es muy fácil encontrar material que podría ser calificado de mal gusto, ofensivo e incluso ilegal. Hay centenares de cuentas privadas que se dedican a compartir contenido pedófilo, infinidad de contenido violento (de cazadores, maltratadores de animales o relacionados con el toreo y la muerte o agonía del toro), racista, homófobo y ningún responsable de esas redes pone filtro a ello.
Ante esta situación se ha comenzado a movilizar por las redes sociales el hashtag #SexCensurando con el que se quiere visibilizar la censura que existe hacia la divulgación sexual (ya sea terapéutica, educación, etc) o por el borrado o cancelación de cuentas por el hecho de publicarse una foto de una flor que recuerda una vulva o en el que aparece un simple pezón (como ha sido el caso de @MissTabooSw,@iria74ferrari,@sexopositivo_, @mirilladecupido,@sexyconsentido o @sexualizados_as por citar unos pocos).
Aquí tenéis, como ejemplo, algunos de los tuits que se están moviendo por la red social Twitter:
Debido a la censura en redes sociales de publicaciones de cuerpos, divulgación sexológica y palabras clave relacionadas. Iniciamos está campaña #sexcensurando para poner de manifiesto el descontento de los profesionales y sus actividades. Hagamos de esto una intención positiva. pic.twitter.com/lTzHkwVtbD
Poco más queda por decir sobre la hipocresía que supone que censuren páginas y contenidos enfocados a la educación sexual y continúen por la red contenidos discriminatorios, sexistas, homófobos o machistas. Esta es nuestra respuesta. Únete con el hashtag #SexCensurandopic.twitter.com/FwpnLvH3fv
Acto seguido de mi reinvicativa y su hastag me han vetado de nuevo el Facebook sin darme razones de dónde infrinjo leyes (ojo que en Facebook no he colgado la foto de Twitter).Me temo que es una denuncia personal! Alguien está aburridisim@ y ha decidido joderme! #SexCensurando
Deseo aprovechar esta denuncia a la censura en redes para también señalar a algunos medios de comunicación (prensa escrita, webs, radio y televisión) y profesionales que en ellos trabajan que también ejercen un extraño filtro y censura hacia los contenidos de divulgación sexual. También se trata de una experiencia personal y que me ha ocurrido con la promoción de mi último libro. Infinidad son quienes tras haber recibido un ejemplar (de los 300 que he enviado) me han comentado por privado que mi libro le parece increíblemente bueno, pero que no pueden entrevistarme o hacer reseñas del mismo porque en el medio que trabajan no les permiten hablar de sexo (tan solo un 10% se han hecho eco). Y no, quienes no me han entrevistado no trabajan en medios vinculados a la Conferencia episcopal (en Cope me han entrevistado en dos ocasiones), todo lo contrario, son profesionales que ejercen en medios que se conocen como progresistas y que utilizan continuamente los términos libertad de expresión y democracia en sus publicaciones/programas.
En castellano se conoce como ‘destornillador’ pero internacionalmente es llamado con el nombre ‘screwdriver cocktail’, un combinado la mar de sencillo y que se realiza mezclando vodka con zumo de naranja (aunque hoy en día en la mayoría de lugares han sustituido el zumo exprimido por el refresco embotellado). A lo largo de medio siglo fue el tercer combinado alcohólico más popular y consumido en todo el planeta.
Su origen es algo confuso y dependiendo del experto al que consultes te dará una respuesta u otra…
Por un lado encontramos quienes defienden que se inventó durante los años de la Ley Seca estadounidense (1920-1933), en la que se simulaba beber un saludable zumo de naranja cuando en realidad llevaba un buen chorro de alcohol (en este caso, vodka).
También hay quien indica que fueron los soldados norteamericanos, durante la Segunda Guerra Mundial, quienes lo inventaron al mezclar un chorro de vodka en la lata de naranjada que se les proporcionaba.
Finalmente (y con más expertos e historiadores defendiendo esta opción) nos encontramos la versión más extendida que dice que se les ocurrió a unos obreros estadounidenses que trabajaban en perforaciones petrolíferas en el Golfo Pérsico, éstos añadían vodka a sus zumos de naranja, pero como no disponían de una varilla para remover el combinado decidieron usar un destornillador, que era lo que tenían más a mano, para mezclar la bebida, dando no solo origen al combinado sino también el nombre (‘screwdriver’ es el nombre que recibe la herramienta que sirve para destornillar y atornillar).
Cabe destacar que una de las primeras referencias aparecidas en la prensa europea sobre este combinado data del 24 de Octubre de 1949 en el magazine ‘TIME’ donde se menciona a esta bebida como «el último invento norteamericano».
Cuando se celebra una gala de entrega de premios a la interpretación (ya sea en el teatro, cine o televisión) a los actores y actrices que optan a uno de esos galardones se les cataloga en diferentes categorías: mejor actor o actriz principal, mejor actor o actriz novel y mejor actor o actriz de reparto.
Esta última categoría engloba a todos aquellos intérpretes que no tienen un papel protagonista en la producción (o sea, que su trabajo ha sido relevante aunque no principal).
Muchas son las personas que se refieren a ese colectivo como ‘actores o actrices secundarios’, aunque de un tiempo a esta parte se les ha diferenciado, además de que en el nomenclátor de la profesión se cataloga por un lado a los ‘secundarios’ y por otro a los ‘de reparto’.
Y es que curiosamente tiempo atrás (hablo de hace varios siglos) se llamaba ‘actores de reparto’ a todos aquellos intérpretes que formaban parte de una compañía teatral (cuando todavía no existía el cine) y que tenían derecho a percibir parte de lo recaudado en taquilla (e incluso de las monedas que el público lanzaba al escenario).
No todos los integrantes de una compañía tenían ese derecho a percibir una gratificación (solo aquellos con papeles protagonistas, secundarios o que fuesen relevantes en la trama). De ahí que se les conociera a todos ellos como ‘actores de reparto’ y, por tanto, ese término no hacía referencia al reparto de papeles sino al reparto que se hacía al final de la función de lo recaudado en taquilla.
Con el tiempo las cosas han cambiado y la forma de gestionarse las compañías han evolucionado y el término ‘actor/actriz de reparto’ ya no se refiere al colectivo con derecho a cobrar (al reparto de beneficios), sino a quienes tienen un papel con un máximo de 31 líneas (en un montaje escénico) o 20 líneas (en uno audiovisual). Quienes superan esas cifras son los secundarios y protagonistas (dependiendo la relevancia) y por debajo de esas líneas están los catalogados como ‘figurantes’, ‘figurantes especiales’ (sin frases) y los ‘de pequeñas partes’ (con menos de 5 líneas en teatro y 2 en audiovisual).
Las islas subantárticas están pobladas por una extensa colonia de pingüinos papua (conocidos también por el simpático nombre de ‘pingüino juanito’ en honor a Johann Reinhold Forster, el primer científico que los describió en 1781) cuya conducta en el momento de aparearse no deja de ser curiosa y sorprendente: se gana los favores sexuales de la pingüino hembra aquel palmípedo que le entregue un guijarro (piedra redondeada) necesaria para construir el nido en el que posteriormente se depositaran los dos huevos concebidos y que serán incubados al mismo tiempo por los dos miembros de la pareja.
Esto propicia que, cercano a la época de celo, los pingüinos juanito machos empiecen a recolectar piedras, vigilándolas con recelo e incluso atacando violentamente a otros de su especie que tratasen de robarles alguno de aquellos guijarros.
Es curioso ver cómo alguno de estos ejemplares de pingüinos andan a la búsqueda de las piedras más grandes que puedan encontrar, cargando algunas cuyas dimensiones son de 20 por 25 centímetros, teniendo en cuenta que la tienen que portar con el pico y que la estatura de estos animales es aproximadamente de unos 80 centímetros.
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A través de la página en Facebook de este blog, Valentín Ruíz me consulta sobre el origen de la expresión ‘Hacer las cosas por el artículo 33’ muy utilizada por su padre cuando quería imponer su voluntad (diciendo ‘en esta casa se hacen las cosas por el artículo 33’).
El mencionado ‘artículo 33’ ha existido realmente y era uno de los 36 artículos que conformaban lo que se conoció como ‘Fuero de los Españoles’, un texto publicado en el número 199 del Boletín Oficial del Estado (BOE) del 18 de julio de 1945 que definía cuáles eran los derechos y obligaciones de los ciudadanos.
Puntos como que la ley amparaba a todos los españoles sin preferencia de clases ni acepción de personas, que todos los españoles tenían derecho a recibir educación o que podían reunirse y asociarse libremente para fines lícitos y de acuerdo con lo establecido por las leyes (por poner unos pocos ejemplos) se encontraba de repente con una barrera al llegar al artículo 33 el cuál indicaba literalmente: “El ejercicio de los derechos que se reconocen en este Fuero no podrá atentar a la unidad espiritual, nacional y social de España”.
Y es precisamente este texto el que hacía que, por mucho que indicase durante toda una serie de artículos que los españoles disfrutaban de una serie de garantías, derechos y libertades, lo que venía a indicar el 33 era que finalmente eran las autoridades quienes determinaban arbitrariamente qué derechos tenía realmente cada ciudadano y cuándo los podía ejercer.
Por tanto, a pesar de esos escasos derechos y libertades que se otorgaban a los españoles, finalmente se hacía lo que el gobierno franquista quería y dictaba arbitrariamente.
Cuatro son los jugadores que, hasta la fecha, ostentan el honor de haber participado en más Copas del Mundo de Fútbol acudiendo a 5 citas mundialistas cada uno:
El cancerbero mexicano Antonio Carbajal (Brasil 1950, Suiza 1954, Suecia 1958, Chile 1962 e Inglaterra 1966) mantuvo el récord de ser el único en haber participado en cinco ocasiones durante tres décadas; fue en 1998 cuando lo alcanzó el medio volante alemán Lothar Matthaus (quien participó en España 1982, México 1986, Italia 1990, EEUU 1994 y Francia 1998); el portero italiano Gianluigi Buffon consiguió su quinta participación en la pasada Copa del Mundo 2014 disputada en Brasil (Francia 1998, Corea del Sur-Japón 2002, Alemania 2006, Sudáfrica 2010 y Brasil 2014).
En el Mundial de Rusia 2018 se ha unido a este trío el defensa mexicano Rafa Márquez, quien este mismo año ha decidido colgar las botas y retirarse del fútbol activo pero no lo ha querido hacer sin tener la oportunidad de entrar en esta exclusiva lista. Los Mundiales de Fúlbol en los que ha participado Márquez son: Corea-Japón 2002, Alemania 2006, Sudáfrica 2010, Brasil 2014 y Rusia 2018.
Cuando se decide excluir o eliminar algo de un propósito o plan suele decirse que ha quedado ‘descartado’. Múltiples son los motivos por los que se puede usar el término y a continuación tenéis unos pocos ejemplos: ‘El jugador ha sido descartado por el seleccionador y no irá a los mundiales’, ‘Queda descartada cualquier intencionalidad en el incendio habiéndose producido accidentalmente’, ‘Se descarta posibilidad de lluvia para los próximos días’ o también ‘Hacer algo por descarte’.
Etimológicamente el término proviene de la unión del prefijo ‘des’ (negación, privación o acción inversa) y ‘carta’ (cartulina rectangular –naipe– utilizada para juegos de meza y azar).
Y es que fue a través de la acción del ‘descarte’, a la hora de jugar a los naipes, lo que dio origen al vocablo como referencia de aquello de lo que prescindimos, excluimos o eliminamos.
El 6 de mayo de 1957 se estrenaba en España la película ‘El último cuplé’, la cual suponía el regreso al cine español de Sara Montiel, quien por aquel entonces estaba triunfando en Hollywood.
Se trataba de un filme de bajo presupuesto y que se había visto obligado a retocar muchas partes del guion original, así como de las canciones que formaban parte de la banda sonora, a causa de la férrea censura de la época.
Una de las canciones interpretadas por la actriz manchega era ‘Fumando espero’, en la que de una forma sugerente y muy sensual empezaba diciendo:
[…] Fumar es un placer genial, sensual. Fumando espero al hombre a quien yo quiero, tras los cristales de alegres ventanales […]
Pero esta canción no fue originalmente escrita para la película, sino que era una adaptación de un famoso tango homónimo compuesto en 1922 por los músicos catalanes Joan Viladomat Masanas y Félix Garzo (seudónimo este último de Antoni Josep Gayà) para un espectáculo musical estrenado, en 1923, en el teatro Victoria de Barcelona y que llevaba por título ‘La Nueva España’.
Dicho tango originalmente tenía una estrofa que en la versión que se realizó en 1957 para Sara Montiel desapareció de un plumazo a causa de la censura y que explícitamente hablaba del cigarrillo que era costumbre fumar tras hacer el amor (el mencionado ‘cigarrillo postcoital’).
Esa estrofa censurada (y que se puede encontrar en versiones anteriores cantada por otros artistas) decía así:
[…] Tras la batalla en que el amor estalla, un cigarrillo es siempre un descansillo y aunque parece que el cuerpo languidece, tras el cigarro crece su fuerza, su vigor […]
Y es que este fragmento era muy explícito en cuanto a lo que se hacía comúnmente durante el periodo refractario.
En el siguiente vídeo podréis escuchar un extracto de la canción ‘Fumando espero’ sin censurar en la versión interpretada en 1958 por la ‘Bella dorita’, célebre artista de cabaret de mediados del siglo XX
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