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Media docena de oficios cuyo nombre quizás desconocías (I)

Miles son los oficios que existen e innumerables los términos por los que se conocen. Algunas profesiones han desaparecido con el paso de los años, pero otras muchas siguen siendo realizadas por trabajadores cualificados y cuya denominación del trabajo que llevan a cabo es totalmente desconocido para la mayoría de personas. Eso sí, todas ellas están (o han estado) recogidas en alguna de las ediciones de los diferentes diccionarios de la RAE.

En este post os traigo media docena de la primera entrega (de una serie de entradas que iré publicando).

Media docena de oficios cuyo nombre quizás desconocías (I)

Mojón: Término que proviene del occitano moisson y que originalmente se utilizaba para denominar de ese modo a los borrachines, ya que este era su significado literal y que con el tiempo se transformó en la forma de hacer referencia a la persona que se dedicaba a catar el vino (catavinos) e informar sobre las cualidades de esos caldos. No debemos confundir con la palabra mojón que sirve para referirse a la señal de piedra que se encuentra en las carreteras indicando el punto kilométrico (en este caso proviene del árabe mutŭlo)

Currinche: En el argot del mundo periodístico, esta era la forma en la que los profesionales se referían a los principiantes (también llamados gacetilleros o plumillas) encargados de cubrir ruedas de prensa, redactar noticias cortas o realizar los trabajos menos gratificantes. Su etimología es algo discutida y algunos etimólogos apuntan que podría ser una forma derivada de currante (currito).

Marchamador: Empleado de la aduana que se dedica a revisar y marcar los paquetes y género que por allí pasan. El término proviene de marchamo que es, tal y como indica la RAE: ‘la señal o marca que se pone en los fardos o bultos en las aduanas, como prueba de que están despachados o reconocidos’. Etimológicamente procede del árabe máršam, cuyo significado era hierro para marcar.

Trujamán: Persona que tenía como oficio la de mediar en una compra, venta o negocio entre personas de distintos idiomas y que, con el tiempo, se convirtió este término en un sinónimo de intérprete o traductor. El término proviene del árabe hispánico turgumán, de idéntico significado.

Añacal: (también llamado anacalo) era la persona que, antiguamente, tenía encomendado trasladar al molino el trigo u otro cereal que debía ser molido y, posteriormente, llevar la harina resultante al horno donde se cocería (en algunas ocasiones era en el mismo lugar) para después entregar el pan resultante a sus propietarios. El término proviene del árabe hispánico annaqqál, cuyo significado literal era acarreador.

Afeitadera: Modo en el que antiguamente se conocía a la mujer que tenía el oficio de arreglar el cabello o embellecer a otras personas. Y es que debemos tener en cuenta que el término afeitar, que la originó, etimológicamente proviene del latín affectare, cuyo significado literal es arreglar, que, con el tiempo, sirvió para referirse al acto de peinarse y, luego, a quitarse el vello de la cara.

 

 

Lee y descubre el curioso origen, historia y etimología de infinidad de palabras y palabros

 

 

Fuente de la imagen: Wikimedia commons

El curioso origen de referirse a quienes hacen un papel secundario como ‘actores o actrices de reparto’

Cuando se celebra una gala de entrega de premios a la interpretación (ya sea en el teatro, cine o televisión) a los actores y actrices que optan a uno de esos galardones se les cataloga en diferentes categorías: mejor actor o actriz principal, mejor actor o actriz novel y mejor actor o actriz de reparto.

El curioso origen de referirse a quienes hacen un papel secundario como ‘actores o actrices de reparto’

Esta última categoría engloba a todos aquellos intérpretes que no tienen un papel protagonista en la producción  (o sea, que su trabajo ha sido relevante aunque no principal).

Cabe destacar que algunas son las ocasiones en las que en una producción, un intérprete con un papel no protagonista ha optado también a un premio a mejor actor o actriz principal.

Muchas son las personas que se refieren a ese colectivo como ‘actores o actrices secundarios’, aunque de un tiempo a esta parte se les ha diferenciado, además de que en el nomenclátor de la profesión se cataloga por un lado a los ‘secundarios’ y por otro a los ‘de reparto’.

Y es que curiosamente tiempo atrás (hablo de hace varios siglos) se llamaba ‘actores de reparto’ a todos aquellos intérpretes que formaban parte de una compañía teatral (cuando todavía no existía el cine) y que tenían derecho a percibir parte de lo recaudado en taquilla (e incluso de las monedas que el público lanzaba al escenario).

No todos los integrantes de una compañía tenían ese derecho a percibir una gratificación (solo aquellos con papeles protagonistas, secundarios o que fuesen relevantes en la trama). De ahí que se les conociera a todos ellos como ‘actores de reparto’ y, por tanto, ese término no hacía referencia al reparto de papeles sino al reparto que se hacía al final de la función de lo recaudado en taquilla.

Con el tiempo las cosas han cambiado y la forma de gestionarse las compañías han evolucionado y el término ‘actor/actriz de reparto’ ya no se refiere al colectivo con derecho a cobrar (al reparto de beneficios), sino a quienes tienen un papel con un máximo de 31 líneas (en un montaje escénico) o 20 líneas (en uno audiovisual). Quienes superan esas cifras son los secundarios y protagonistas (dependiendo la relevancia) y por debajo de esas líneas están los catalogados como ‘figurantes’, ‘figurantes especiales’ (sin frases) y los ‘de pequeñas partes’ (con menos de 5 líneas en teatro y 2 en audiovisual).

Os recomiendo leer el post del blog Premiere Actors donde explican la ‘diferencia entre actor protagonista, secundario, de reparto y de pequeñas partes’.

 

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