Entradas etiquetadas como ‘viajar’

Sobre Disneyland París

7281817000_71b67af056_cHe estado dos veces en los parques de Disneyland París, o en Eurodisney, como queráis. La primera vez con nuestros niños, la segunda con unos familiares que tienen un hijo de la edad de Julia.  Este año volveremos y seremos aún más: se vienen además dos amigos con niños de casi 5 y 3 años. Es el gran capricho que nos permitimos al año (los años que hemos ido).  Hemos estado seis días en cada uno de nuestros viajes, nos gusta ir sin prisas, que no sea una paliza y que si quieren subir todos los días dos veces en las barquitas del Small World, puedan.

Es curioso, porque nunca fui una niña aficionada a Disney. En absoluto. Algunas de sus películas me gustaron como Los 101 dálmatas o Tod y Toby pero Micky Mouse y compañía nunca me llamaron la atención. En cambio ir ocn mis niños a ese lugar me parece una experienca mágica, básicamente por verles disfrutar. Y somos conscientes de que esa magia pasará pronto, que en menos años de los que creemos  se desvanecerá.

Justo ahora un amigo anda camino de Disneyland París. Para él y para todo aquel al que le interese, va este post.

¿Cuál es la edad ideal para ir a los parques Disney? Es cierto que se puede ir a cualquier edad, pero mi impresión es que está pensado sobre todo para niños pequeño, niños en esa edad en la que aún se cree en los Reyes Magos. Ellos son los que disfrutarán especialmente del encuentro con los personajes. Además, la mayoría de las atracciones son para todos los públicos: bonitas pero muy suaves. Al contrario que en los parques de atracciones españoles, no tienen una zona acotada con atracciones para niños, allí todo es para todos y hay muy pocas con requisito de altura. Mi impresión es que no es un parque para los que gusten de emociones fuertes, para los fans del maquinismo vamos.

7281921498_709482e7d6_c¿Se puede ir con un bebé? Perfectamente. Muchas de esas atracciones para todos los públicos son aptos con bebé. Yo he visto allí a recién nacidos. Obviamente, los bebés tan pequeños no se enterarán de nada y además el resto tendrán que adaptar sus ritmos a los del bebé o dividir el grupo, pero por poder ir, claro que pueden.

¿Es más para niños o para niñas? Este es un pequeño debate que me surgió hablando con una amiga. Ella sostenía que era un parque más para niñas que para niños. No creo que sea así. Es cierto que hay muchas princesas, pero también está Toy Story, Cars, Indiana Jones, los Piratas del Caribe… Sí que es tal vez cierto que los niños reniegan de la animación y de Disney (o de la animación de Disney) antes que las niñas. En mi entorno hay algún niño que  a los tres estaba loco por que los Reyes le trajeran la casa de Micky Mouse, a los 5 era el mayor fan de Rayo McQueen y a los 9 solo quiere ver en el cine Piratas del Caribe o Iron Man. No lo sé.

¿Dónde dormir? Nosotros nos hemos alojado siempre en hoteles vínculados al parque. Los hoteles Disney no son especialmente buenos, en absoluto. Son gigantescos, el trato es amable pero impersonal y mecanizado y la comida es mala. Pero tiene sus ventajas: hay personajes Disney por ahí, sobre todo cuando se baja a desayunar, la ambientación ayuda, te ahorras traslados y te abren el parque dos horas antes, que puedes aprovechar para ir a las atracciones más solicitadas.  También está la opción de alojarte en otro hotel cercano y desplazarte en tren (vetustos y sucios, pero en la misma puerta de acceso a los parques) o en coche, pero haciendo cuentas no salía demasiado bien de precio teniendo en cuenta lo cara que es la entrada a los parques cuando se compra suelta. Lo tienen muy estudiado. Hay foros en los que hablan de gente que se saca el abono anual y van dos o tres veces al año, sobre todo para ver el parque en fechas señaladas como Navidad o Halloween, a esos si les sale a cuenta, pero me da que pocos van a poder amortizar esa opción teniendo en cuenta el precio de los vuelos.

¿Dónde y cómo comer?  A una parada de tren hay un gran centro comercial, con un acuario que se puede visitar, y una enorme oferta de restaurantes y un Auchan (nuestro/su Alcampo). Es buena idea ir y comprar suministros. La comida en los restaurantes de los parques o los que están camino a los parques es cara y no especialmente buena, por mucho que algunos sean preciosos. Aún así merece la pena ir un día a comer al Micky Café en el Disney Village (una calle peatonal entre los hoteles y los parques llena de tiendas y restaurantes, con unos cines y el espectáculo de Bufalo Bill) pasillo, por el que se pasean los personajes y se paran en cada mesa tipo boda. Es un lugar tipo pizzas y hamburguesas y más vale reservar si queréis tener sitio. También se puede ir a desayunar, que es incluso más tranquilo y puede salir más barato. Y tirando hacia Discovery Land también hay una hamburquesería que es a la vez cine y emiten piezas clásicas de Disney que es interesante visitar. Dentro de los parques hay puestos de pasta, pretzels, creps… ese tipo de comida semiambulante con la que te puedes apañar alguna vez. No es un lugar en el que mi compañero El nutricionista de la General fuera a disfrutar mucho.

7278294350_1ff7ed05e1_cPrincesas. Si tenéis niñas locas por las princesas Disney, allí estarán en su salsa. Por todas partes veréis mucho merchandising asociado y vestidos en venta, diferentes, más caros y mejores que los que hay en tiendas Disney convencionales o en centros comerciales. Son las estrellas de los parques, se venden caras, literalmente. En el parque principal es imposible verlas a menos que se entre en la nuevo atracción que han creado y en la que esperando una buena cola te dedican entre tres y cinco minutos en exclusiva. Que sepáis que hay tres princesas dentro que van rotando y que no puedes elegir la que tú quieres ver, pero si la niña lleva puesto un disfraz de una princesa en concreto que coincide que está allí, será a la que le conduzcan. Otra opción para ver princesas es acudir al restaurante de Cenicienta. Es carísimo, se come mejor y hay que reservar incluso desde España, unos días antes de pisar suelo francés.  Allí te sientas como en una boda y las princesas, con algún príncipe, visitan las mesas en plan boda. En el segundo parque, en el Disney Studios, es posible verlas de cerca en la parada que hacen, tras la parada además se dignan a  mezclarse con el vulgo y firmar autógrafos. Es impresionante la preparación que tienen esas chicas, la primera vez que vimos a Blancanieves Jaime se emocionó tanto (sí, le gustan las princesas, el autismo le quita complejos) que se lanzó a abrazar sus piernas y por poco la derriba, un placaje en toda regla, pero no creáis que perdió la compostura.

¿Cuándo ir? Nosotros vamos huyendo de las multitudes y buscando buen tiempo. Mayo o junio son buenos meses, la segunda quincena de mayo nos gusta por asegurar algo más el tiempo, tener precios razonables y no encontrar demasiada gente. Nos gusta ir entre semana, los fines de semana se nota muchísimo que hay más gente y más colas. Y entrando un domingo en el hotel suele ser más barato. La primera vez fuimos en marzo y no fue la mejor idea. Hacía mucho frío, anochecía pronto y coincidimos con las vacaciones de invierno francesas por lo que había bastante gente. En Navidad deben dejarlo precioso, pero lo del clima parisino es realmente un problema, se disfruta mejor con buen tiempo.

¿Las mejores atracciones? Si le preguntasen a Julia diría que Small World, el laberinto de Alicia (no sé que tiene que le gusta a todos los niños que conozco), el vuelo de Peter Pan, las cuevas de los piratas, las atracciones de Blancanieves y Pinocho, la de Buzz Lightyear y recorrer el palacio de la Bella Durmiente de principio a fin. Para más mayores también está bien las montañas rusas del oeste y de Indiana Jones y los piratas del Caribe (a los mas pequeños puede darles un poco de miedo). Para ver el desfile el sitio que más nos gusta es en la rampa del Small World, lo ves desde arriba y justo cuando salen. El espectáculo nocturno merece mucho la pena. En Disney Studios, más pequeño pero también recomendable, lo mejor es la zona de Toy Story para niños a los que les gusten esos personajes, pero lo imprescindible es el espectáculos de Animagique, la montaña rusa de Nemo (apta para niños algo mayores) y el espectáculo en vivo de Disney Junior (para los niños más pequeños).

¿Las peores atracciones? La peor, la que no  merece la pena ni pisar y no tiene sentido que mantengan en el parque es la dedicada a Michael Jackson, de hecho la tienen medio escondida. También está algo escondida la de StarWars, pero esa sí merece la pena.  El paseo en el barco del Misissipi es, a mi parecer, lo más soso del mundo. A Jaime le encanta Autopia, pero a mí me parece también un tanto tonto.

¿Más consejos? Zapatos cómodos, carritos para los niños (Julia ya no lo usa nunca, pero aún así lo llevarmos que hay mucho que andar e incluso los adultos los agradeceríamos), procurar no ir a la carrera y disfrutar a un ritmo razonable, acudir a las atracciones más demandadas a primera y a última hora, toda la contención posible en las tiendas…

Es un lugar impuloto y tan cuidado que no se verá un desconchón, el mantenimiento es ejemplar. Cualquier visita a un parque temático español después de pasar por Disneyland hará que parezcan un pelín cochambrosos.

Esa es mi opinión muy resumida y basada en mi experiencia, pero se agradecerá cualquier consejo para aprovechar mejor el viaje al palacio de la Bella Durmiente.

 

Solos

Hotel La Salve

Hotel La Salve

Este fin de semana estamos solos por primera vez en cuatro años mi santo y yo.

Fue su cumpleaños y le regalé una escapada de una noche en uno de esos pequeños hoteles con encanto tan fáciles de encontrar en nuestro país.

El objetivo: descansar. Estar tranquilos. Recuperar el sueño perdido con las pesadillas del peque. Cargar las pilas.

¿Y sabéis qué? Estos dos días y una noche que estamos viendo transcurrir solos, por mucho que los estemos disfrutando, son la mejor prueba de que no podemos ni queremos alejarnos de ellos. Ellos son nuestro tema de conversación recurrente en estos momentos.

Siempre hemos viajado con ellos. Nos gusta viajar con ellos. Y uno de nuestros temas de conversación favoritos en esta calma fresca y llena de pájaros cantores es planear nuestros futuros viajes con ellos.

Es imposible no echarles de menos.

Unos viajes muy largos

Ir en coche con un bebé recién nacido puede ser una odisea. O les encanta y se duermen nada más empezar a rodar, o berrean como locos y se retuercen queriendo salir de la silla de seguridad.

Y claro, no los puedes sacar. Tienes que intentar contentarlos como puedes o acabar haciendo el viaje a paso de procesión de tantas paradas como te ves obligado a hacer.

Mi peque tuvo las dos etapas: con dos y tres meses nos aguantó dos viajes de quinientos kilómetros sin rechistar y también hubo trayectos de diez minutos en los que tardamos una hora.

Ahora que es mayor le encanta ir en coche y va la mar de entretenido con sus cuentos, mirando el paisaje, con sus juguetes o el cantajuegos sonando y todos cantando a grito pelado.

La peque es otra historia. Si no se duerme estás perdido. Y entretener a una niña con cuatro meses recién cumplidos. Ya no recordaba lo que era un bebé a grito pelado y tú conduciendo de los nervios y buscando desesperada el primer sitio en el que poder parar con seguridad.

Y piensas que cuando nosotros éramos bebés los viajes eran sencillísimos en brazos de nuestras madres, aunque estábamos muy expuestos a los accidentes de tráfico.

No hay que volver a aquello, está claro. Pero estoy temiendo irme de vacaciones…

¿Viajar por el mundo con un bebé?

El domingo unos muy buenos amigos que están embarazados de unas 20 semanas me contaban su planes de escaparse al Caribe una semanita.

Conocemos a esta pareja desde hace tantos años que pensar cuántos nos hace sentir viejos. Por una mezcla de buen hacer y buena suerte tienen más fácil que el común de los mortales agarrar un avión y salir volando a cualquier rincón del mundo.

Y eso llevan haciendo, y muy bien hecho, desde hace años.

Planean escaparse en plena preñez. Y seguramente continuarán recorriendo el planeta con su bebé y un buen cambiador de viaje en el bolso.

Nosotros, dentro de nuestras posibilidades, también hemos sido bastante correcaminos, pero desde la primera ecografía y hasta ahora que mi peque tiene 18 meses nuestros viajes han sido todos patrios: Cádiz, Asturias, Sevilla y Galicia.

Ya me atrevería a viajar por Europa. Y lo siguiente sería EE UU, que hoy me echa para atrás por el número de horas de avión.

No me iría, por ejemplo, a ver Vietnam o Kenia con un bebé tan pequeño.

Primero porque no podríamos disfrutar del viaje como querríamos, segundo porque me parece mucho tute para un enano y tercero porque con un bebé prefiero viajar a países en los el sistema sanitario me inspire confianza.

Así que hasta que el peque tenga 8 o 9 años nos hemos quedado sin viajes exóticos.

Lo que sí os prometo es que no me veréis en el mismo chiringuito de la playa todos los veranos.

¿Viajarías por el mundo con un bebé? ¿Lo harías embarazada? ¿Dónde irías y dónde no?