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Firma por la posibilidad de reducir la jornada hasta los doce años del menor

Una amiga me pasa un enlace para una petición que me parece razonable e importante.

Están recogiendo firmas para que el Gobierno apruebe de una vez la reducción de jornada hasta los doce años del menor en lugar de hasta los ocho.

Aprobar esta ampliación supondría equipara a las empresas privadas y las públicas, ya que es algo que los funcionarios ya disfrutan.

Aquí se puede firmar y esto es lo que dicen en el comunicado:

Una de las promesas electorales del actual Presidente del Gobierno fue la de ampliar la edad de la reducción de jornada por cuidado de un menor hasta los 12 años. Este compromiso todavía no se ha llevado a cabo.

Actualmente esta ley es hasta que el menor cumpla 8 años y luego ¿que?.

Un menor con 8 años es totalmente dependiente de sus padres, no puede ir y venir sólo al colegio, no puede prepararse sólo el desayuno, no puede ir sólo a realizar tareas extraescolares y en casa necesita de nuestra ayuda para realizar los deberes.
Cuando el horario laboral es de 8:00 a 18:00, en el mejor de los casos, y el del menor es de 9:00 a 17:00, aún quedandose a comer en el colegio, es completamente imposible atenderle como es debido, no le puedes levantar, preparar el desayuno y llevarle al colegio, tampoco puedes ir a recogerlo por las tardes para llevarle a las tareas extrescolares y tampoco puedes ayudarle con los deberes.

Por lo tanto tenemos que exigir, que se cumpla esta promesa. Con ello se consigue lo siguiente:

Se cumpla una promesa electoral.

Que podamos conciliar la vida laboral y familiar.

Se favorece el empleo con el contrato a tiempo parcial. Dando oportunidades de trabajo a un mayor número de personas.

Se favorece la natalidad, ya que no tenemos que elegir entre trabajo e hijos, y se incrementa la cotización asegurando el actual sistema de pensiones.

Que todos los trabajadores, con independencia de si son o no funcionarios, tengamos los mismos derechos en lo referente a la conciliación.

Es completamente necesario e imprescindible si queremos conciliar la vida laboral y familiar que la reducción de jornada por guarda legal se amplie hasta los 12 años, tal y como se prometió a todos los ciudadanos en el anterior proceso electoral.

Pásalo a todos tus contactos para ver si conseguimos que este correo llegue a Zapatero o al ministro que le corresponda, para poder criar a nuestros hijos sanos y felices.

Haz que se oiga la voz del pueblo.

“La liberación de unas mujeres se produce a costa de la opresión de otras”

Esa cita del libro “Sirviendo a la clase media” de Gregson y Lowe la leí en la primera novela de mi compañera María Fernanda AmpueroLo que aprendí en la peluquería”. No pude evitar pensar en la razón que tenía.

Hoy es el día de la mujer trabajadora. Es decir, el día de todas las mujeres (salvo tal vez pocas excepciones como las protagonistas de “mujeres ricas”). Yo soy una mujer trabajadora. Y puedo serlo gracias a otra mujer trabajadora.

Todas las mañanas, hasta que yo regreso a casa a la hora de comer y desde que me incorporé de nuevo al trabajo cuando Jaime casi tenía seis meses, mis hijos están en las excelentes manos de Flor.

Flor es ecuatoriana, como María Fernanda. Es muy inteligente, cariñosa y una buena amiga. La conozco desde hace doce años. Tiene apenas un par de años más que yo y ha pasado por varios tragos francamente duros. Es madre de dos hijas ya crecidas, aunque en realidad podría haber sido madre de cinco hijos: dos murieron en el parto y uno a las pocas semanas de nacer. Probablemente de haber vivido en España por aquel entonces estarían todos vivos. Tuvo que dejar su país y a su familia siguiendo a su marido a este país buscando con todo el derecho un futuro mejor, se vio obligada a separarse de sus hijas durante unos pocos años cuanto eran pequeñas (no puedo ni imaginar lo duro que tuvo que ser) y a trabajar en lo que salía.

Si hubiera nacido en otro lugar o con otras circunstancias su vida habría sido y sería muy distinta. Pese a toda su buena cabeza no tuvo oportunidad de estudiar y encontrar una profesión cualificada, algo que ella se está esforzando por ofrecer a sus hijas.

Ahora no está oprimida ni mucho menos. No podría mirarme a mi misma al espejo por las mañanas si así fuera.

Hoy en este post quiero acordarme y agradecer a todas las flores que nos permiten a muchas madres recientes compaginar nuestra profesión con la maternidad, igual que en otras ocasiones quise acordarme y agradecer por lo mismo a los abuelos.

Todas esas mujeres que cuidan a nuestros niños mientras nosotras trabajamos. Mujeres que en algunos casos tienen a sus propios hijos lejos.

Y por último me sumo a una justa reinvidicación por regularizar la situación de las empleadas del hogar ya que se rigen por una normativa laboral vigente que data de los años 70 y es completamente favorable al empleador. Por ejemplo, no tienen derecho a paro, vacaciones, derecho a contrato…

En 2007 el gobierno prometió que antes de que acabara su legislatura lo solventaría. Aún estamos esperando.

Algunos datos de cómo está ahora la cosa:

De 800.000, sólo 204.000 están afiliadas a la Seguridad Social, es decir que la mayoría subsisten en la economía sumergida.

El 71% son trabajadoras inmigrantes y un 53% están en situación irregular.

Además, el 83% tienen jornadas laboral de más de 40 horas semanales y sólo un 17% de esas 800.000 alcanza el Salario Mínimo Interprofesional (SMI), de 633 euros.

“Son tantas las disfunciones que afectan a este colectivo que debe corregirse esta patología social”, insistió hace pocos meses Emilio Olabarría, diputado del grupo parlamentario vasco, e instó al Gobierno a que imponga por ley realizar un contrato a estas trabajadoras, que se elimine el límite de 18 horas de trabajo por semana a partir del cual es obligatorio dar de alta a una empleada en la Seguridad Social y que se regulen las horas y salarios que cobran.

Manifiesto por unos horarios racionales

Un post rápido heredero del inmediatamente anterior para comentaros simplemente que la Asociación para la Racionalización de los Horarios Españoles tiene un manifiesto por unos horarios racionales al que podéis sumaros por Internet si estáis de acuerdo.

La Comisión Nacional para la Racionalización de los Horarios Españoles y su Normalización con los demás países de la Unión Europea manifiesta:

– Que el tiempo es un bien único e insustituible, al que debemos dar el máximo valor.
– Que debemos respetar el tiempo de los demás porque vale tanto como el nuestro.
– Que la puntualidad ha de ser un principio ético que guíe nuestra conducta.
– Que para hacer un mejor uso del tiempo es imprescindible que en España cambiemos nuestros horarios.
– Que los padres y madres deben disponer de tiempo para convivir y dialogar con sus hijos, interesarse por sus sentimientos y sus problemas, y ofrecerles un sólido apego.
– Que es necesario disponer de tiempo para dormir, porque dormir bien es vivir mejor.
– Que es necesario educar a la juventud en valores tales como la solidaridad, la tolerancia, el respeto, el esfuerzo y la igualdad entre la mujer y el hombre, además de subrayarles la importancia de hacer un buen uso del tiempo.
– Que a las personas se les ha de valorar por sus resultados, ya que las horas de presencia no garantizan una mayor eficiencia.
– Que las jornadas laborales prolongadas perjudican la calidad de vida de los empleados y no son rentables para las empresas.
– Que la relación entre la dirección y el personal colaborador ha de estar sustentada en conseguir resultados y basarse en la confianza y el compromiso, y no sólo en el cumplimiento estricto del horario.
– Que las iniciativas de racionalización y flexibilización de horarios permiten a los empleados atender adecuadamente su vida privada, con lo que se encuentran con más motivación y más lealtad a su empresa.
– Que los horarios comerciales deben ser flexibles en beneficio de todos, sin perjuicio de que los trabajadores del sector dispongan de su tiempo de descanso y de ocio.
– Que la radio, la televisión y los espectáculos deben ajustar su programación a unos horarios racionales.

Reivindica

Una profunda modificación de los horarios en España, que nos ayude a ser más felices, a tener más calidad de vida, y a ser más productivos y competitivos.

Exige a nuestros representantes y poderes públicos:

Que lleven a cabo las medidas ejecutivas y legislativas necesarias para llevar a la práctica las reivindicaciones expuestas.

Recuerda que la necesidad de unos horarios racionales tiene como objetivos prioritarios:

* Conciliar nuestra vida personal, familiar y laboral.
* Permitir la corresponsabilidad en el reparto de tareas domésticas y atención a la familia.
* Favorecer la igualdad entre la mujer y el hombre.
* Mejorar nuestra calidad de vida.
* Aumentar la productividad.
* Dormir el tiempo suficiente.
* Fomentar la salud.
* Disminuir la siniestralidad.
* Apoyar el rendimiento escolar.
* Facilitar la globalización.

Y, en definitiva, dar mayor valor al tiempo.

«Los horarios de trabajo de ahora son machistas»

Eso dice Ignacio Buqueras, empresario, presidente de la Comisión Nacional para la Racionalización de los Horarios (ahora mismo voy a entrar en esa comisión a investigar un poco más), en una entrevista concedida al Qué.

Es una entrevista cortita pero interesante. No puedo estar más de acuerdo.

Es cierto que hay veces que no queda más remedio que tener guardias, turnos complicados y horarios difíciles. Pero también es verdad que hay un montón de trabajos en los que se podrían tener horarios mucho más razonables. Y no sólo por los padres recientes, también aquellos que no tengan hijos se beneficiarían de ello.

Por suerte yo tengo un horario flexible y trabajo por la mañana y mi santo tiene un horario intensivo de mañana. Nuestra vida sería mucho más difícil si no fuera así.

Ignacio Buqueras, presidente de la Comisión Nacional para la Racionalización de los Horarios, está hace años involucrado en una compleja lucha: conseguir que en España las jornadas laborales no sean tan largas, «de 10 ó 12 horas en algunos casos». Este hecho, asegura, juega en contra de una vida familiar plena y de la propia productividad de la empresa, y está en las antípodas de lo que ocurre en el resto de países europeos.

-Sostiene que en España persisten unos horarios de trabajo obsoletos. ¿Por qué?

-«Porque las jornadas son demasiado largas, lo cual deriva en malos hábitos en las comidas, escasas horas de descanso, reducción de la productividad, problemas para conciliar vida laboral y familiar… Nosotros predicamos que España tenga horarios normalizados. Nuestra cultura de ahora es tercermundista y es necesario cambiarla».

-¿Y por qué no se cambia? ¿Dónde está el problema?

-«En las rutinas. Se cree que siempre ha sido así y no es verdad. Hay muchas personas, en su mayoría hombres, que quieren estos horarios, los defienden. Estos hombres están poco en casa. Yo sostengo que el hombre aún no ha entrado en casa, que tiene que hacer el viaje de vuelta. Se puede decir que los horarios de ahora son machistas. Estos hombres se sienten cómodos en el trabajo, donde tienen autoridad. En casa la mujer les estaría diciendo que tienen que cambiar al niño, echar una mano en las tareas domésticas… Ojo, no se puede generalizar, ¿eh?. Y también es cierto que las nuevas generaciones son más receptivas».

-¿Qué países son el ejemplo a seguir?

-«La mayor parte de Europa. Alemania, los países nórdicos, Francia, Italia, Portugal… Todos cuentan con horarios más humanos y racionales. Una de las consecuencias de los malos horarios laborales es la baja tasa de natalidad. España es líder de Europa en esto. Cuántas mujeres querrían tener más hijos y no pueden porque no disponen del tiempo necesario.

-¿Cuál sería el horario ideal?

-En una sociedad moderna tiene que haber multitud de horarios dependiendo de las profesiones. Lo ideal sería entrar entre las 7.30 y las 9 horas; parar 45 minutos para almorzar, una comida sana mediterránea, y salir entre las 16 y las 18 horas. España está en la cola de la productividad en Europa a pesar de que sus trabajadores pasan más horas que nadie en el trabajo.

La organización de las vacaciones de Navidad

Todos los padres recientes trabajadores con niños pequeños escolarizados que conozco tienen que organizarse como buenamente pueden para sobrevivir a las fiestas de Navidad.

Los niños tienen unas merecidas vacaciones entre el 23 de diciembre y el 10 de enero. Y la semana previa, la semana que viene, el día que no hay función de Navidad van los Reyes Magos al cole o se celebran los cumpleaños del trimestre. Es decir, la semana que viene sólo habrá dos días normales de clase.

Yo recuerdo con entusiasmo esas vacaciones de invierno cuando era pequeña. Para mi madre no suponía ningún problema, no trabajaba.

Para las parejas en las que ambos miembros trabajamos es un rompecabezas. Hay que reservar vacaciones, contratar canguros, solicitar la ayuda de tíos y abuelos…

Nosotros ayer terminamos de hacer cábalas y tomar decisiones: el martes, día de la función navideña, me cogeré el día y el jueves, día que los Reyes van al cole y entran más tarde, irá su padre. Nos habíamos planteado que yo me cogiera la última semana de diciembre y su padre la primera semana de enero. Por suerte nos quedan días. Pero así sería imposible hacer nada todos juntos, así que finalmente ambos tomaremos de vacaciones la última semana de diciembre y para la primera de enero contaremos con la ayuda de la familia.

¿Cómo os váis a organizar vosotros?

Una buena noticia, pese a quien pese

No viene mal de vez en cuando desayunarse con noticias como ésta: La UE aprueba una propuesta para ampliar la baja de maternidad hasta las 20 semanas.

Personalmente creo que la baja deberían ser los seis meses que la OMS recomienda de lactancia materna exclusiva.

Pasito a pasito se va haciendo camino…

El Parlamento Europeo (PE) aprobó este miércoles la propuesta para ampliar la baja de maternidad mínima en la toda la UE hasta las 20 semanas y con el cien por cien del sueldo.

En su sesión plenaria celebrada en Estrasburgo (Francia), la Eurocámara se pronunció a favor de prolongar el permiso de maternidad mínimo, actualmente fijado en 14 semanas en la UE, hasta el nivel que reclamaba el informe aprobado por la comisión de Derechos de la Mujer.

El resultado de la votación fija la postura del Parlamento en primera lectura, a la espera de lo que decidan los países, en un proceso legislativo que se prevé largo. Los eurodiputados que se opusieron a la medida alegaron que la ampliación del permiso tendría un coste excesivo para las cuentas públicas y sería inviable en el actual contexto de ajuste presupuestario, una postura que comparten varios estados miembros.

La principal responsable del informe en el que se basa el texto, la socialista portuguesa Edite Estrela, defiende que las 20 semanas darían a la mujer tiempo para recuperarse de su embarazo y del parto, fomentarían la lactancia y permitirían a la madre forjar un vínculo más fuerte con su hijo.

Las actuales condiciones de los permisos de maternidad difieren entre los países de la UE, muchos de los cuales aplican bajas de maternidad con una duración superior al mínimo de 14 semanas fijado en una directiva europea de 1992.

La imagen es del proceso de votación (efe)

¿Qué pasa con esos padres recientes que no quieren pisar su casa?

Padres y también algunas madres. Que somos tantos que hay de todos. A raiz del post de ayer andaba metida en una conversación sobre los muchos padres recientes que parecen no querer pisar su casa hasta que los niños están dormidos.

Seguro que a muchos os suenan.

Hacen más horas que un reloj en el trabajo, aún sin necesidad y/o productividad.
Quedan a tomarse algo tras el trabajo. O van al gimnasio o se buscan cualquier otra actividad. No tienen problemas en apuntarse a todos los viajes, oficiales u oficiosos, que se presenten aunque supongan pasar semanas lejos de su hogar y sus hijos pequeños.

Los hay que juraría que aman tiernamente a sus hijos. Pero no sé qué demonios pasa con ellos. No sé qué es lo que hace que estén tan poco involucrados en el día a día de sus hijos.

Tal vez delegar excesivamente en sus parejas, quizás una asunción de roles equivocada, quizás la culpa sea del ambiente que reina en casa o de la relación que tengan con su mujer, tal vez sus hijos sean para ellos unos desconocidos a los que no saben tratar…

De verdad que no entiendo lo que puede pasar para no desear ir corriendo a casa y ver la cara de sus hijos rebosante de alegría corriendo a sus brazos.

Con lo poco que dura esa maravilla.

El horario escolar y la imposible conciliación

La mayoría de las familias en las que ambos padres recientes trabajan se encuentran estos días haciendo encaje de bolillos con los horarios escolares de sus vástagos.

¿Quién le recoge? ¿Quién le lleva? ¿Dónde come?

Me consta que hay otros colegios con otros horarios. Pero os voy a poner el ejemplo del de mi hijo, que es con poca diferencia el de todos los colegios públicos de mi ciudad.

Este año, su segundo año, ya no hay periodo de adaptación: han comenzado directamente de 9 a 13. El próximo mes ya tendrán horario normal de mañana y tarde. Él no acude por las tardes, las tiene repletas de terapias.

Pero la cosa entre octubre y mayo es así: se entra a las 9:00, se sale para comer a las 12:30. Se regresa a las 15:00 hasta las 16:30.

Cabe la posibilidad por supuesto de quedarse al comedor. Algo que cuando yo era una niña pequeña pocos hacían y ahora casi es la norma general. Y también es posible llevar al niño a las 8:00 y que desayune en el cole.

Es decir, que como mucho puedes dejar a tu hijo a las 8:00 y recogerle a las 16:30. En total son 7,5 horas de jornada escolar.

Y creo sinceramente que es excesivo para los más pequeños, de 3 (en algunos casos aún 2), 4, y 5 años. Pero cuando no queda más remedio, qué se le va a hacer…

Pero es que, aún siendo mucho para el niño, sigue siendo poco para muchas madres trabajadoras.

Ayer le explicaba estos horarios a una madre reciente a la que aún le quedan un par de años para tener a su hija en el cole. Y me hacía ver que para ella, aún con jornada intensiva y ligeramente reducida, sería imposible poder llevar y recoger a su hija.

Dejarla a las 8:00 supondría llegar a su trabajo pasadas las 9:00. A menos que se redujese mucho más, sería imposible recogerla a las 16:30.

Y ella tiene suerte con su horario. Muchos padres no tienen la posibilidad de trabajar en jornada intensiva de mañana o de reducirse la jornada a conveniencia.

Por eso las puertas de los colegios están tan llenas de abuelos.
Por eso muchas veces elegimos un colegio al que ya vayan primos o hijos de amigos para crear rutas escolares familiares. Por eso algunas nos agarramos al teletrabajo y los horarios flexibles (pero olvidad tener un bebé en brazos frente al ordenador como en la foto, no hay niño que se resista a golpear el teclado, mover el raton o tocar la pantalla).

Sobre todo por eso muchas madres (suelen ser ellas) dejan de trabajar definitivamente o durante los primeros años escolares de sus hijos. Pero la decisión de dejar de trabajar no es siempre puramente monetaria y es difícil de tomar.

Y eso sin contar vacaciones, días de fiesta, excursiones o enfermedades que obligan a quedarse en casa…

Hablar de conciliación en estos casos a veces suena a broma pesada
. Pero sinceramente, no veo que haya una solución sencilla.

La cuenta atrás

Sólo le queda una semana para incorporarse al trabajo. Ha apurado la baja maternal, el periodo de lactancia, las vacaciones e incluso ha tomado un par de meses de excedencia.

Parecía que iba a ser mucho tiempo. Pero el momento ha llegado antes de lo esperado. Le toca reincorporarse y dejar a su bebé de ocho meses en manos ajenas.

Por suerte no son manos extrañas. Por suerte el bebé se quedará en su casa con una rutina muy semejante a la que llevaba hasta ahora. Por suerte su horario permitirá que pasen muchas horas por la tarde juntos.

Pero ahora eso sólo son pequeños consuelos
mientras apura los últimos días de maternidad reciente a plena jornada.

Mi experiencia fue semejante a la suya. Con una suerte más: mi trabajo me gusta.

Por eso no lo pasé mal en la reincorporación a mi puesto de trabajo. Fue incluso mejor de lo que creía pese a que algo en mi cabeza insistía en que debería ser yo quiene estuviera con mi hijo, pese al recordatorio constante que fue la mochila con el sacaleches en el trabajo.

Fue peor la incertidumbre de cómo lo llevaría que la realidad que me encontré.

Aunque me consta que hay muchas madres recientes que se han encerrado en los baños de su empresa a llorar el primer día.

Y que también las hay que estaban deseando trabajar y pasar unas horas lejos del bebé. Me da que son las menos.

Para la mayoría de las madres romper el cordón umbilical es duro. Es un proceso que dura toda la vida plagado de pequeños hitos.

La vuelta al trabajo

Se acabó. Hasta hoy hemos llegado. Mañana toca volver al trabajo.

He sumado la baja, los días de lactancia, las vacaciones y además he cogido dos meses de excedencia.

Dejo a Julia a una semana de cumplir los ocho meses. Devorando a chupetones y con sus cuatro dientes los cuscurros de pan. Sana y espabilada como una avispa.

Seguiré sacándome leche en el trabajo para que mi producción vaya disminuyendo gradualmente, según ella va descubriendo otros alimentos. Aunque mi intención es darle el pecho en casa todo el tiempo que ella quiera.

Y he podido estar en el inicio escolar del peque. Que en este mes y medio sólo ha logrado asistir dos semanas seguidas al cole. Él, que nunca se ponía malo, está librando batallas constantes con los virus. Hoy mismo le tengo medio recuperándose (tiene tendencia a caer malo los viernes).

¿Cómo lo llevo? Pues bien. ¡Qué remedio! Mi trabajo me gusta. Y he podido estar bastante tiempo con mis hijos. Y tengo un buen horario. Salgo de casa a las 06:45 y estoy de vuelta a las 16:00. Aún me quedan bastantes horas para estar con ellos.

Lo que peor llevo es la idea de volver a meterme en ese atasco de más de una hora camino al trabajo

¿Y cómo lo llevarán ellos? Ambos están acostumbrados a tenerme en casa todo el día. Julia comienza ahora a desarrollar más apego por mí. Eso que unos llaman mamitis y otros la angustia de los ocho meses.

Pero ambos se adaptarán pronto. Los niños son así. Ya os iré contando.