Nunca he sido de las que me intercambiaba ropa con mis amigas, ni siquiera en lo más duro de la adolescencia.
Hasta ahora: en este segundo embarazo en el que la barriga ha decidido asomar tan pronto, he recurrido a un par de amigas que sufrieron de gorduras maternales más o menos con la misma temperatura.
Y ellas han acudido encantadas cargadas de bolsas con pantalones y faldas con gomas, camisetas y camisas.
Y yo feliz. Que la ropa premamá no es fácil de encontrar, no siempre es barata y no suele ser de lo más bonito del mundo precisamente.
Con mi peque no tuve tanta suerte.
Apenas un par de mis amigas habían sido madres y no nos cuadraban las épocas.
Pero no se me dió mal del todo equiparme.
Lo primero fue llevarme un buen susto viendo precios de vaqueros de premamá en sitios como Prenatal o El corte inglés.
Pero no tardé en encontrar pantalones con elásticos y camisetas anchas (suerte que se llevaban esa temporada) en sitios de moda joven como Zara o Stradivarius a muy buen precio.
¿Cómo te apañaste tú?