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¿La donación de sangre y la lactancia son compatibles?

En dos ocasiones me ha sucedido. La primera vez en un autobús de esos de donación que aparcan en la vía pública o en la puerta de las empresas. La segunda vez fue en un gran hospital público.

Quise donar sangre pero cuando supieron que aún estaba dando el pecho me dijeron que no. Les comenté que mi hijo tenía más de un año y sólo tomaba el pecho cuando yo volvía de trabajar (la merienda) y antes de dormir (el postre de la cena). Pero ni con esas.

Luego he leído en algunos blogs y webs que considero de fiar que no hay ninguna incompatibilidad entre la lactancia y la donación de sangre. Por ejemplo, en bebesymas.com:

El Real Decreto 1854/1993 con ORDEN de 1996 determinaba que “Después del embarazo, el periodo de cuarentena debe durar tantos meses como haya durado el embarazo, o por lo menos durante todo el tiempo que dure la lactancia”.

Sin embargo el Real Decreto 1088/2005, de 16 de septiembre, que deroga al anterior dice que en caso de embarazo se produce una “exclusión de seis meses tras el parto o interrupción del embarazo, salvo en circunstancias excepcionales y a discreción del médico”. Sin especificar nada relativo a la lactancia.

El Centro de Transfusiones de la Cruz Roja dice lo mismo: “Durante el embarazo no se puede donar y después se podrá donar a partir de los 6 meses del parto”.

Y como curiosidad os comento que la Cruz Roja Americana no permite donaciones hasta las 6 semanas posteriores al embarazo, haya lactancia o no, que es mucho antes de los 6 meses establecidos en España.

En conclusión, una madre sí puede donar sangre aunque esté dando el pecho después de los 6 meses de haber parido (siempre que no haya ninguna otra contraindicación).

Pero también veo que todas las webs centradas en la donación recomiendan esperar a concluir la lactancia. Vienen a decir lo que en este ejemplo:

¿Se puede donar sangre estando embarazada, habiendo sufrido un aborto o después de un parto?
El embarazo es una situación de clara exclusión para la donación. Se debe esperar 6 meses después del parto o aborto para volver a donar sangre. Además, en el caso de lactancia materna, después de este período de 6 meses, se recomienda no donar sangre hasta su finalización.

No me queda claro si hay un vacío legal, una prohibición, unas recomendaciones en contra, si depende del criterio del médico…

Si hay alguien por ahí que sepa a ciencia cierta cómo está la cosa y puede aclararlo, se lo agradecería.

La lactancia materna y la depilación láser

Ayer por la tarde tenía cita en un centro de estética con una doctora. Estaba pensando en someterme a la depilación láser en ingles y axilas. No tengo mucho vello (de hecho en las piernas no lo necesito), pero la verdad es que la cera es un engorro y la idea de olvidarte de ella para siempre es muy tentadora.

La doctora estuvo primero explicándome
en qué consistía el láser, el ciclo de crecimiento del pelo, el tipo de láser que ellos tienen, las precauciones que hay que tomar durante el tratamiento…

Después observó las zonas a tratar, apuntó mi fototipo (III), me indicó aproximadamente el número de sesiones precisas y empezó a preguntarme sin parar: tratamientos médicos, edad, alergias, exposición al sol, enfermedades crónicas tipo diabetes, tatuajes eliminados en las zonas a tratar…

Todo estupendamente hasta que me preguntó: «¿Tienes alguna duda?»

Yo: «Hay algo sí: tengo una niña de un año y diez meses que aún está tomando el pecho».

Médico: «Pues entonces para empezar el tratamiento tienes que quitarle el pecho».

Yo: «No voy a hacer eso. No voy a dejar la lactancia por una depilación. Mi hija dejará de mamar cuando ella lo decida, no cuando quiera yo».

Médico: «Pues entonces dejaremos el historial preparado y vuelve cuando eso suceda. La lactancia es incompatible con la depilación láser. Nunca se ha hecho ningún estudio sobre cómo podría afectar y por tanto en ningún sitio serio lo harán».

Yo: «Ya había pensado que podría haber una incompatibilidad, pero pensaba que en todo caso sería en las axilas, no en las ingles».

Médico: «No, la incompatibilidad es absoluta. No se puede hacer ninguna zona«.

Así que la cosa queda aparcada indefinidamente. Mañana llamaré al sitio de siempre para pedir cita y que me hagan la cera.

No es ningún sacrificio, eso que me ahorro,
que la verdad es que aunque los precios han bajado mucho lo de la depilación láser no es nada barata.

Pero he querido traerlo al blog por si a alguien le resulta interesante saberlo.

Si yo no hubiera preguntado, a la doctora no se le hubiera ocurrido hacerlo.

Y miedo me da que haya centros por ahí que se hagan los locos para redondear el mes.

Donar leche salva vidas

Hace unos días me escribió Arancha. Me decía lo siguiente:

Hola mama reciente, es la primera vez que escribo, pero te leo desde que me quedé embarazada.

El post de hoy sobre los prematuros me ha encantado, y aprovechando este, sería muy bueno para los prematuros que comentaras algo sobre el banco de leche humana del hospital 12 de Octubre.

No se si habrá en otras ciudades, yo soy de Madrid y conozco este, creo además que es el único aquí.

Estoy segura que muchas mamás no lo conocen y por eso no donan.

Principalmente la leche materna donada la utilizan para prematuros, aunque tambien me comentaron que tienen (o por lo menos cuando yo donaba tenían) un becario que tambien la analizaba. Es muy facil donar, te hacen un test y una analítica, y si eres apta para donar, ellos te dan todo lo necesario, sacaleches, biberones, nevera para el transporte de la leche, placas de frio…

La verdad es que te lo ponen muy facil, y a las mamas no nos cuesta nada, solo llevarlo al hospital.

Tú que tienes en tu mano dar a conocer temas a mucha gente a la vez, por ellos, hazlo.

Yo no llegué a donar leche nunca, todo lo que me extraía se lo zamparon mis peques. Pero sobre todo con Jaime recuerdo una época en la que mi congelador parecía una pequeña factoría de leche humana. O s aseguro que si me hubiera sobrado, no se me hubiera ocurrido tirarla. Me habría informado sobre la posibilidad de donarla.

Pero no sólo es la que te sobre. Es la que quieras sacarte mientras amamantas. O la que «sobra» cuando tus hijos están dejando el pecho o se lo estás retirando tú.

Julia aún mama, pero poco. Para dormir por las noches. Ahora que leo más despacio sobre el tema, la verdad es que me arrepiento un poco de no haber hecho el esfuerzo de donar un poco de mi leche.

Os dejo la información que facilita el Hospital 12 de Octubre (Madrid) sobre su Banco de Leche Humana. Aquí hay más.

DONACIÓN DE LECHE HUMANA

La lactancia natural es el mejor alimento para cualquier niño, especialmente si está enfermo o es prematuro. Después de la leche de su propia madre, la leche humana donada es la mejor opción para esos bebés porque se asimila mejor que la fórmula artificial, les protege de infecciones y mejora sus posibilidades de recuperación, supervivencia y desarrollo (Organización Mundial de la Salud y UNICEF)

¿Qué es un Banco de Leche Humana?

Un centro especializado donde la leche donada por algunas madres se recibe, se procesa, se almacena y se distribuye según indicación médica, a niños enfermos que no pueden recibirla de sus propias madres. Tanto la donación como la dispensación son gratuitas.

La selección de las donantes, la recogida y almacenamiento de la leche en condiciones óptimas y su pasteurización previa al consumo, junto con estrictos controles de calidad, otorgan a la leche humana donada la seguridad y los beneficios que ofrece la leche materna.

Este hospital apoya a las madres que quieren lactar a sus hijos y también dispone de un Banco de Leche.

¿Quién puede ser donante?

Las madres sanas y con un estilo de vida saludable, que estén amamantando a su hijo y quieran donar parte de su leche de forma voluntaria y altruista.

En el Banco se realiza una entrevista y un análisis de sangre para descartar situaciones que contraindiquen la donación. No podrá ser donante la mujer que:

* consume drogas ilegales, o tabaco, alcohol, cafeína u otros tóxicos en exceso.
* tiene infecciones como VIH (virus del SIDA), hepatitis o sífilis, o padece ciertas enfermedades.
* toma medicamentos o hierbas que puedan perjudicar a otro niño que no sea el suyo propio.

¿Necesita más información sobre la donación de leche?

Puede contactar con el Banco para concertar una cita y los profesionales del mismo contestarán a todas sus preguntas

1. Servicio de Neonatología. Edificio Materno-Infantil (planta baja)
2. Teléfono: 91 390 88 11 begin_of_the_skype_highlighting              91 390 88 11      end_of_the_skype_highlighting begin_of_the_skype_highlighting              91 390 88 11      end_of_the_skype_highlighting begin_of_the_skype_highlighting              91 390 88 11      end_of_the_skype_highlighting begin_of_the_skype_highlighting              91 390 88 11      end_of_the_skype_highlighting.
3. Horario provisional: de 8 a 15 horas, laborables
4. e-mail: bancodeleche.hdoc@salud.madrid.org

Si finalmente llega a ser donante, se le informará detalladamente de cómo extraer, almacenar y transportar al Banco su leche, para proporcionar a los niños que la reciban un producto seguro y de calidad.

¡Donar leche salva vidas!

En nombre de todos los niños enfermos, de sus padres y en el del hospital, gracias por su interés.

Si alguien sabe de otro hospital en España que tenga también banco de leche, por favor, que lo comparta con el resto en los comentarios. Yo no he sido capaz de encontrarlo.

———————-

ACTUALIZACIÓN: La doctora Medina del Banco de Leche del Hospital 12 de Octubre de Madrid ha tenido la delizadeza de contestar mis dudas. Comparto su mensaje con vosotros:

Afortunadamente hay otros bancos de leche humana en España y estamos en fase de crecimiento.

En Palma de Mallorca existe el primero que se abrió y que está operativo y en alza, ellos hacen recogida domiciliaria, se encuentra en el Banco de Sangre y Tejidos.

Otro hay, desde la pasada primavera (2010), en el Hospital La Fé de Valencia.

Recientemente ha comenzado a trabajar otro más en Granada en el Hospital Virgen de las Nieves.

Esperamos que pronto se abran nuevos bancos en Cataluña y en Aragón.

Estas son las noticias que nosotros tenemos.

Respecto a madres que quieran donar leche al banco del Hospital 12 de Octubre viviendo fuera de Madrid, es dificil, pero no imposible, tenemos alguna donante de Toledo y otra muy colaboradora de León, son casos extraordinarios, que se deben valorar en forma individual.

Gracias por tu colaboración en bien de los pacientes que reciben la leche y de las posibles donantes

¿Mamá o vaca? ¿Qué tal mamá y vaca?

Simplemente la elección de esa vocal en el titular del reportaje, esa o en lugar de una y, ya indicaba por dónde iban los tiros. Cuando lo tuve en las manos no daba crédito.

Aparentemente cedía la palabra tanto a defensores de la lactancia materna como a aquellos que la ponen en duda. Pero en realidad no existía tal igualdad, dejando de lado extractos la mar de divertidos como que los profesionales sanitarios empujan a las madres hasta la depresión a costa de presionar para que den el pecho, tenía demasiado eco esa vieja rama feminista que propugna la igualdad de la mujer a costa de convertirnos casi en hombres.

Aquella que nos quiere convencer de que aquella mujer que elija la maternidad por encima de los intereses personales o laborales está loca, vive engañada por oscuros complots masculinos o no sabe lo que es bueno para ella.

Por favor, no maquillemos los beneficios de la lactancia materna, que son muchos para madre e hijo. Seamos más naturales. Dejemos elegir a cada cual lo que desee, teta o biberón, sin buscar crear estériles batallas con ello.

Me encantaría encontrar el artículo original para ofrecerlo a vuestro juicio, pero me temo que está disponible sólo previo pago en esa cosa de El mundo llamada Orbyt.

Tal vez buscando la polémica (cosa que ha logrado), tal vez por basarse en su experiencia o prejuicios personales, tal vez por los interlocutores elegidos… no lo sé, pero me pareció como bien dicen en todos estos blogs:

– Una maternidad diferente: Vaca no, mamífera sí… y por supuesto, madre.
– Criando amando: ¿Madre o vaca? No, mamífera humana
– Aprendiz de madre: De «madres vaca» y periodistas fatuas
– Jesusa Ricoy-Olariaga: Ignorancia o información
– Papá Conejo – Mamá Piojo: La era de las madres-vaca
– Cavilaciones: Nada como mamá, nada como mamar
– La mamá vaca: Lo siento, yo soy madre y vaca
– Ser mamás: Mamás, a secas
– Una mamá sin complejos: ¿Vacas? ¡No! Madres y mujeres, por favor.
– Nace una mamá: ¿Madre o vaca? Madre lactante
– Criar creando: Mamá o vaca… o lo que es igual: estás conmigo o contra mí

Hay un grupo en Facebook llamado Me indigna que El Mundo haga este ataque contra la lactancia materna que ya tiene casi 2.800 seguidores.

Y que conste que a mí las fotos que ilustraban el artículo no me molestan en absoluto, aunque me parezcan algo chuscas…

12.000 mujeres arrestadas al año en EEUU por amamantar en público

Descubro este vídeo de Buenafuente gracias a unas amigas de facebook. Y no doy crédito a lo que está pasando en el autoproclamado país de las libertades.

Es una noticia de hace un par de semanas del New York Times que fue recogida y ampliada por Suzanne MacNevin en la web Citizens for Change.

12.000 mujeres son detenidas cada año por amamantar a sus hijos y otras 30.000 por hacer topless. Las fuerzas del orden se amparan en uans leyes de la indecencia vigentes en varios estados, pese a que ya se han legislado normas adicionales para que dar el pecho sea legal en todo EEUU.

En realidad el país de las paradojas y la mojigatería. El país de la aristocracia del dólar.

Ahí tenéis el vídeo:

Watch live streaming video from tucomadre at livestream.com

«Cuando empiece con los cereales dormirá mejor»

En el último post hablábamos de la incorporación de los sólidos en la dieta de los bebés. Y os contaba las cosas en las que coincidieron mis dos hijos cuando llegó ese momento.

Pues hay otra cosa que tienen en común y que olvidé mencionar: sus pautas de sueño no cambiaron. Buscaban el pecho (no llegaban a despertarse) varias veces durante la noche y lo siguieron haciendo durante varios meses más.

Nunca noté que tomar cereales por la noche, o empezar con las carnes y verduras, afectara de ninguna manera su forma de dormir.

Claro que evolucionaron hasta llegar a dormir del tirón (bueno, Julia pasa entre unas 10 u 11 horas durmiendo pero un par de veces aún busca el pecho sin llegar a despertarse del todo), pero fue más cuestión de tiempo y paciencia que de dietas milagrosas.

Pero es verdad que eran muchos los que me decían que cuando empezara con los cereales dormirían mejor.

Curiosamente nunca me lo dijeron la pediatra o la enfermera de pediatría, es una de esas sentencias que se oyen a pie de calle.

Es algo que creo que todas las madres hemos oído, da igual si hemos alimentado los primeros meses a nuestros hijos con el pecho o con el biberón: «Ya verás, ya verás, con los cereales se llenará más y dormirá mejor»

O en un tono más prudente: «a ver si ahora con los cerales hay suerte y te deja dormir más».

Es dudoso que los cereales llenen más que la leche. Y es dudoso también que tener el estómago a rebosar ayude a dormir mejor. A mí desde luego me lo dificulta.

Si mis hijos se han medio despertado a mamar un poco, más que por hambre, era por necesidad de contacto o para comprobar que estaban acompañados.

Pero tal vez en otros casos sea cierto. Esa sentencia tan extendida debe tener su origen en alguna parte. ¿Vuestros hijos comenzaron a dormir mejor con los cereales?

Comenzando con los sólidos

En pocos días una madre reciente y su bebé de seis meses a los que conozco bien abandonarán la lactancia materna en exclusiva. Comenzarán con los famosos cereales sin gluten, que igual son los polvos de farmacia como el arroz hervido de toda la vida. Toda una nueva etapa para ambos.

Recuerdo que cuando en esos momentos, sobre todo con mi primer hijo, me dió por pensar que hasta ese momento todo su ser procedía de mí. Durante las 38 semanas de embarazo fue mi sangre y los seis meses siguientes fue mi leche lo que le aportó todo el alimento. Sus huesecillos, su carne tierna y firme, todo en él venía de mí.

Comenzar con otros alimentos era también comenzar a despedirme de todo eso. Algo bueno, ilusionante, pero también un poco triste.

Con ambos pasamos directamente del pecho a la cuchara. Ni Jaime ni Julia han probado jamás un biberón ya que la leche la continuaron tomando de su envase original. Y la transición fue natural y sencilla.

Pero es lo único que tienen en común.

Jaime era un niño que comía cantidades industriales de cereales y papillas desde el primer momento. En torno al año bajó la cantidad de alimento durante unos meses, pero pronto volvió a recuperarse.

Eso sí, nunca mostró interés por ver o probar lo que había en nuestros platos. Tampoco por coger él la cuchara o la comida con los dedos. Ahora sé que eso era parte de su problemática.

Además, aunque al año ya devoraba aspitos, tardó mucho en comenzar a masticar como es debido. Todo tenía que estar trituradísimo. Eso, aunque puede que también, no tiene por qué deberse al autismo. Muchísimos niños de entre uno y dos años tienen el mismo problema.

De hecho recuerdo en un programa de televisión a una niña de unos cinco o seis años que, salvo las palomitas de maíz y alguna que otra chuche más, también quería todo triturado.

Julia en cambio durante los primeros tres meses (de los seis a los nueve) apenas comía otra cosa más que el pecho. Los cereales y purés, muy poquito. Afortunadamente lo tenía a su disposición.

Al contrario que su hermano, muy pronto comenzó a querer probar y masticar lo que teníamos en nuestros platos. Y a día de hoy, con casi catorce meses, come de todo con las manos y no toma nada triturado. No lo quiere. Desayuna pan con queso, o galletas y fruta. Pero en trocitos.

Y come bastante cantidad. La que ella quiere.

Hace ya mucho tiempo que aprendí que es una guerra absurda pretender que un niño coma más de lo que desea. Convertir las comidas en una guerra es un desgaste inútil para la madre y para el hijo.

Nunca he obligado a comer a mis niños. Creo que nadie mejor que ellos sabe lo que necesitan sus estomaguitos. Recuerdo perfectamente cómo me intentaban obligar a mí. El tiempo perdido ante un plato de lentejas frías. El uso de la comida como arma arrojadiza. Era una comedora horrible de niña y ahora como absolutamente de todo.

Nuestra experiencia de niños siempre marca nuestras reacciones como padres.

En cualquier caso, independientemente de los planes que los padres tengamos, nuestros hijos vendrán a romperlos marcando sus preferencias desde el principio. También con apenas seis meses y la introducción de nuevos alimentos.

Más vale estar abierto a lo que sea y ser fléxibles.

Creo que la madre reciente de la que os hablo lo tiene bastante claro.

El 90% de las madres puede dar el pecho a sus hijos

Hace unos días se publicó una noticia en 20minutos.es que creo que os podría resultar interesante.

Se trata de un análisis estadounidense que calcula que se podrían evitar unas 900 muertes de bebés en ese país si el 90% de las madres dieran el pecho en exclusiva durante los primeros seis meses.

También se evitarían miles de enfermedades tipo otitis, gastroenteriris…

Por lo visto ya hubo otro estudio similar hace unos años que llevó a cabo el Gobierno en el que calculaba que se podrían ahorrar 3.600 millones de dólares en gasto sanitario si el 50% de las madres alimentara a sus hijos con leche materna ese primer semestre.

Y eso en Estados Unidos, que en otra noticia de 2009 la OMS decía que elevar al 90% la tasa global de amamantamiento de los bebés durante los 6 primeros meses de vida evitaría alrededor del 13% de las 10 millones de muertes de niños menores de 5 años que se producen en el mundo cada año.

Según esta organización la lactancia es especialmente importante en los países no desarrollados, ya que aporta a unos niños especialmente vulnerables nutrientes vitales y fortalece su sistema para combatir enfermedades como la diarrea y la neumonía. La fórmula láctea no aporta la misma inmunidad y el agua local puede estar contaminada o ser insegura en muchas partes del mundo.

En todos los estudios todos los expertos hablan del 90% coinciden en hablar como el porcentaje perfectamente posible de mujeres que podrían amamantar.

En España sólo el 36% de las mujeres dan el pecho en exclusiva durante seis meses. En Estados Unidos es un pírrico 12%.

Está claro que tenemos un problema con muchas vertientes: falta de información, de ánimos, pocas facilidades para las mujeres trabajadoras, profesionales de la salud poco concienciados y preparados…

No sé yo cuando llegaremos, si es que llegamos, a ese 90% «perfectamente factible» del que hablan los expertos.

Esto (la menstruación) sí que no lo echaba de menos

Este fin de semana hablaba con otras dos madre recientes del regreso de la menstruación tras haber tenido un niño.

Ambas han tenido su primer hijo. Una de ella ya no da el pecho y su hija tiene nueve meses. Lleva ya tres reglas encima. La primera vino, con muy mala baba, justo la primera semana que se incorporó al trabajo.

La segunda aún da el pecho en exclusiva a su bebé de cuatro meses. La venida de la regla aún pinta lejana.

Comentábamos si venía igual que antes o si la frecuencia, duración y cantidad de los menstruos variaba tras haber tenido un hijo.

En caso de la primera madre reciente la cosa ha cambiado mucho en cuestión de cantidad. Y me decía que otras madres con las que ha hablado del tema le habían confirmado que sí, que volvía con más fuerza.

Yo con el peque no tuve el periodo de nuevo hasta justo el momento en que cumplió el año. Y la verdad es que no noté diferencia alguna.

Y tal vez por hablar del tema, justo hoy noto que me está bajando la regla por vez primera tras un año y nueve meses.

Justo cuando Julia tiene un año. Igualito que con su hermano.

Es algo que, de verdad, no echaba de menos.

Aunque no me puedo quejar. Entre embarazos y lactancia, desde noviembre de 2005 apenas he tenido al regla unas siete veces.

En cualquier caso me da que pensar. No es algo de lo que se hable mucho.

Los manuales no suelen tratar sobre el regreso de la menstruación y en los cursos de preparación al parto que yo conozco, aunque dediquen una o dos sesiones al puerperio, no hablan tampoco de este tema o lo pasan muy por encima.

¿En vuestro caso como fue? ¿Regresó de la misma manera? ¿Con fuerzas renovadas? ¿Con menos? ¿Más o menos dolorosa? ¿Con la misma regularidad?

Las madres recientes y la crisis

Philips tiene toda una línea de productos dedicados a los bebés (chupetes, extractores, esterilizadores…). Se trata de la marca Avent, seguro que os suena.

Coincidiendo con el 25 cumpleaños de esa marca y ha puesto en marcha a través de la Consultora independiente ASAP, un estudio llamado La Mujer Española ante la Maternidad.

Me han mandado la nota de prensa con los resultados, os dejo con tres conclusiones del estudio que me han llamado la atención, a ver qué os parecen a vosotros:

Las madres de hoy admiten que prefieren recortar gastos de ellas mismas antes que hacerlo de los de sus bebés; aun así, el 17% ha cambiado la comida del bebé, el 27% ha recortado gastos de guardería y el 33% de cuidadora y el 36% reconoce que hace menos regalos a otros bebés del entorno

La crisis llega a todas partes. También a la maternidad. Imagino que el recorte en la alimentación del bebé se refiere al paso a marcas blancas. Es algo que yo también he hecho.

Los padres de hoy se involucran en las tareas diarias de forma responsable y fiable, así lo confirma el 94% de las madres. Pero casi la mitad de las madres de hoy (48%) cree que los hombres deberían colaborar más, aunque una buena parte confía más en su madre (la abuela) que en su pareja (37%) y reconoce que no siempre deja a su pareja que le ayude (36%).

Pues yo no confío más en mi madre que ne mi pareja. Tampoco menos. Y por supuesto que dejo que mi pareja me ayude. Aunque el concepto «dejo que me ayude» ya me parece poco acertado simplemente en su planteamiento.

La interrupción de la lactancia es por motivo de falta de leche (38%), por consejo del médico (11%), por reincorporarse al trabajo (26%) y para hacer participar a la pareja en la alimentación del bebé (11%).

Los tres primeros motivos con una pena. el segundo sobre todo es de juzgado de guardia, aunque conozco un par de casos de médicos que recomiendan quitar tanto el biberón como la teta al año.

¿Para hacer participar a la pareja en la alimentación del bebé? Eso sí que no lo entiendo. Anda que no habrá tiempo para que cocinen y den papillas como para andar interfiriendo en esos primeros seis meses de lactancia exclusiva.