Poco a poco aumentan los indicios de que el accidente de Nelsinho Piquet en Singapur 2008 fue premeditado y, de ser cierto, al piloto brasileño se le debería caer el pelo.
Según publican los periódicos británicos, The Times y The Mirror, Piquet habría denunciado ante la FIA que Renault le obligó a estrellarse. Vamos, que no me imagino a Flavio Briatore, apuntando al piloto brasileño con un revolver ni nada por el estilo.
Symonds, siempre según estos rotativos, habría admitido que se habló de la posibilidad del accidente, pero que «sólo fue una conversación». Estoy seguro que en todos los equipos se habrá bromeado mil veces con situaciones parecidas, pero que nunca se llevan a la práctica. Briatore va más allá y denuncia que está siendo «extorsionado por la familia Piquet».
Lo que está claro es que si se demuestra que el accidente fue premeditado quien debería pagar los platos rotos es Nelsinho Piquet, que habría estado callado un año hasta que le despidieron de Renault.
Si realmente Renault le dijo a Piquet que se estrellara, el brasileño debería haberlo denunciado en su momento ante la FIA y, por supuesto, haberse negado en rotundo a cumplir aquella misión suicida.
Su excusa ahora es que estaba «demasiado presionado» en la escudería, pero por esa regla de tres cualquiera que se sienta presionado en la vida tendría impunidad para cometer el delito que le plazca.
Creo que la FIA debería inhabilitar a Nelsinho para que no vuelva a ponerse al volante ni para ir a comprar el pan.
En fin, lo que a mi me queda claro es que Fernando Alonso no tiene ninguna culpa y no debería ser sancionado. Incluso creo que no deberían retirarle la victoria de Singapur 2008. Sería suficiente con retirarle los puntos de aquella victoria a su escudería.