¿Habéis visto los parques infantiles madrileños estos días de verano intenso? Ni un alma. Creo que en el desierto de Almería hay más gente. Lógico por supuesto, a ver quién aguanta con niños pequeños y más de treinta grados. Y a ver quien está tan loco como para permitir que sus hijos pequeños están tirándose por el tobogán y corriendo del columpio al balancín con semejante chicharrera.
En cambio en lo más crudo del invierno sí que pueden verse niños en los parques. Yo misma he tenido a mis peques, bien abrigados eso sí, en los parques en supuestas olas de frío. Y si llueve, pero no diluvia, también se lo puede pasar uno bien en el columpio cantando aquello de que llueva, que llueva, los pajaritos cantan, las nubes se levantan…
Por la calle paseando, montando en bici, patines o patinetes veréis unos pocos, sí. Muy pocos comparados con cualquier otra época del año.
¿Dónde están los niños pequeños (y los bebés) en las grandes ciudades que están en alerta amarilla y naranja? Muy fácil: paseándose por los centros comerciales, en los parques de bolas, en el cine (no es casualidad que estrenen bastantes películas infantiles en verano), en las piscinas, en las playas (los afortunados que pueden) y en casita con el aire acondicionado tirando de juguetes, tele, consolas, juegos de mesa, pinturas… o de visita en casa de otros amigos con o sin niños. Con los bebés puede ser una buena oportunidad de recorrer museos.
¿Qué hacéis vosotros con vuestros niños con estos calores?