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¿Cuál es el origen de la expresión ‘Estar hecho una braga’?

A través de Twitter, he recibido un mensaje de @BluesSia en el que me pregunta por qué se dice ‘estar hecho una braga’ para encontrarse mal.

¿Cuál es el origen de la expresión ‘Estar hecho una braga’?

Se utiliza la expresión ‘Estar hecho una braga’ para hacer referencia a que algo o alguien se encuentra en malas condiciones, tanto físicas como psíquicas (por ejemplo ‘Ayer bebí más de la cuenta y hoy estoy hecho una braga’, ‘Tengo que cambiarme de moto, que la tengo hecha una braga’…). El Diccionario de la RAE apunta que la locución también es utilizada en la forma plural ‘Estar hecho/a unas bragas’.

El origen de la expresión es muy incierto, encontrándonos que puede tener de varias posibles procedencias, debido a que el término ‘braga’ puede hacer referencia a diversas cosas. Estos son los orígenes más probables…

Por una parte está el que pueda haber surgido la expresión del deterioro de la prenda íntima femenina (comúnmente llamada bragas), un tipo de calzón utilizado antiguamente por los hombres e incluso la especie de bufanda cerrada y de tela fina que es utilizada para cubrirse el cuello y boca en los días de frio. El posible deterioro de alguna de estas piezas de ropa (a causo de su uso) podría haber dado el origen, aunque en mi opinión tengo ciertas dudas de que así sea.

También debemos tener en cuenta que varios siglos atrás, antes de que el termino braga se utilizara para referirse a las piezas de ropas indicadas en el párrafo anterior, era el vocablo usado para llamar así al trozo de tela utilizado a modo de compresa o pañal de los niños pequeños, encontrándonos en el Diccionario de Autoridades de 1726 la acepción […] ‘trapo que se pone à los niños dentro de las mantillas, para que n se ensucien en ellas’ […] redirigiendo hacia el vocablo ‘metedor’ y cuyo significado era […] ‘paño de lienzo largo y angosto, que se pone a los niños pequeños debaxo del pañal’ […]

Otra hipótesis es la que apunta hacia la localidad portuguesa de Braga, la cual sufrió diferentes ataques e invasiones a lo largo de su historia, quedando en más de una ocasión destruida casi por completo, pasando por allí, entre otros, suevos, visigodos o musulmanes. Durante varios siglos (entre el IX y el XI), esta población estuvo perteneciendo respectivamente a los reinos de Asturias, Galicia y León.

Finalmente, la opción que me convence bastante para ser el origen de la expresión es la que señala que la braga a la que hace referencia es una cuerda (hecha de esparto o cáñamo) que era muy utilizada antiguamente para realizar trabajos agrícolas o de pesca. Ese tipo de soga o maroma, llamada ‘braga’, se usaba para atar, suspender o sumergir diferentes cosas, como vigas, fardos, toneles, piedras… Pero originalmente no se llamaba braga sino ‘briaga’ y ya aparece recogida de esta forma en el Diccionario de Autoridades de 1726, dándole la acepción: […] ‘Maróma mui gruessa de esparto, con que se ciñe y rodéa el pie de la uva en los lagáres, quando se junta para apretarla y exprimirla con la viga ò prensa’ […]

Es más que probable que, originalmente, la expresión hiciera referencia al deterioro o mal estado de ese tipo de cuerda (briaga) debido a la gran cantidad de utilidades que se le llegaba a dar.

 

 

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¿Qué es el ‘ojo de boticario’?

A través de mi cuenta @curiosisimo en la red social TikTok, un usuario me pregunta a qué hace referencia la frase ‘ojo de boticario’.

¿Qué es el ‘ojo de boticario’?

Se conoce como ‘ojo de boticario’ a algo que nada tiene que ver con el órgano ocular de un farmacéutico o cualquier persona que atiende y despacha en una botica y que hace referencia a una especie de armario de la farmacia en el que se guardan ciertos medicamentos (o compuestos químicos para elaborar éstos) y, sobre todo, los estupefacientes, que solía estar colocado en un lugar seguro del establecimiento (como la ‘rebotica’, parte trasera de la apoteca).

Referida al mencionado mueble surgió la célebre expresión ‘Como pedrada en ojo de boticario’, la cual significaba que algo había ocurrido de manera muy oportuna. Se desconoce el porqué y cómo de originó dicha locución, aunque ya hay constancia de la misma en el Diccionario de Autoridades de 1726. Escribiré sobre esta expresión y sus posibles orígenes en un futuro post.

 

 

 

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¿De dónde surge utilizar el término ‘bodrio’ para referirse a algo mal hecho?

El término ‘bodrio’ ha sido utilizado durante mucho tiempo para señalar aquello que no nos gusta, es una chapuza, encontramos que es malo o que está mal hecho (por ejemplo, decir que una película aburrida es un bodrio).

¿De dónde surge utilizar el término ‘bodrio’ para referirse a algo mal hecho?

Aunque originalmente este vocablo no tenía un carácter negativo o despectivo, ya hace varios siglos que se utiliza para hacer referencia a lo que no es de nuestro agrado.

Etimológicamente llegó al castellano desde el italiano ‘brodo’ y en un principio (y así consta en el Diccionario de Autoridades de 1726) este término se pronunciaba como ‘bródio’. El significado de dichos vocablos era el de ‘caldo’ y hacía referencia a una sopa que antiguamente se realizaba con las sobras (mendrugos de pan, verduras y/o legumbres) y que se cocinaba, sobre todo, en los conventos para servirla a los menesterosos. El término italiano brodo provenía del germano ‘brod’, de idéntico significado.

El hecho de que aquel caldo servido en los conventos estuviese aguado, con poco sabor y realizado con productos de deshecho es lo que originó que se le diera la connotación negativa al término, llegando has nuestros días sin apenas tener referencia alguna a la sopa original y sí a aquello que no es de nuestro agrado.

 

 

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¿Cuál es el origen del término ‘bochorno’?

Conocemos como ‘bochorno’ al calor asfixiante y estado de sofocación (sobre todo en verano con altas temperaturas y un altísimo nivel de humedad en el ambiente) y como referencia al rubor del rostro (a causa de pasar vergüenza o sentirse ofendido).

¿Cuál es el origen del término ‘bochorno’?

Etimológicamente proviene del latín ‘vulturnus’ cuyo significado literal era ‘viento del este’ (también llamado ‘viento solano’) y hacía referencia al viento muy cálido que llegaba a ser molesto y sofocante y que, según los antiguos romanos, provenía de las islas griegas (algunas fuentes lo llaman ‘viento del sureste’).

En el siglo XVII ya aparece mencionado el término bochorno y la primera aparición en el Diccionario de Autoridades es del año 1726,  dándole el significado ‘Vapor caliente y molesto que levanta el viento solano en el estío’. También es recogido en la forma ‘buchorno’, que es como se estuvo diciendo siglos atrás y que estuvo apareciendo en los diccionarios oficiales hasta el año 1936.

Como nota curiosa, cabe destacar que en el Diccionario de Autoridades de 1726 se apuntaba como posible origen etimológico a bochorno a la unión de los término ‘boca’ y ‘horno’, dándole la siguiente explicación: ‘porque el calor que da parece al que despide la boca del horno encendido’.

 

 

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Fuentes de consulta: Diccionario de Autoridades (I) / Diccionario de Autoridades (2) / Nuevo tesoro lexicográfico de la lengua española (NTLLE) / etimologias.dechile / RAE

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El curioso origen etimológico del término ‘acelga’

Conocemos como acelga a un tipo de hortaliza de hoja verde y tallo comúnmente blanco (aunque se puede encontrar en otras tonalidades), considerada como una de las más saludables e idóneas para realizar dietas gracias a ser rica en vitaminas y fibra, su alto contenido de agua (aproximadamente el 48%) y su mínimo aporte calórico.

El curioso origen etimológico del término ‘acelga’

La etimología del término ‘acelga’ es la mar de curiosa ya que llegó al castellano a través del árabe hispánico ‘assílqa’ y a éste desde el árabe clásico ‘silqah’. Pero los árabes no fueron quienes acuñaron ese nombre para dicha hortaliza, sino que ellos la adaptaron desde el griego clásico ‘sikelḗ’ (σικελή) y cuyo significado literal era ‘la siciliana’.

Y es que en la Antigua Grecia se tenía el convencimiento de que esa verdura era originaria de la isla de Sicilia, motivo por el que se referían a la misma de ese modo.

También cabe destacar que los antiguos romanos tenían otro modo de referirse a las acelgas y era ‘Beta’ (su nombre científico es ‘Beta vulgaris var. Cicla’). El hecho de que en latín se le denominase de ese modo era porque cuando sus tallos crecían se doblaba las puntas y quedaba de forma que parecía la letra B (β beta).

El término acelga fue recogido en español, por primera vez, en 1494, en el diccionario ‘Vocabulario español-latino’ del famoso humanista y gramático Antonio de Nebrija. En 1726 aparece en el primer diccionario publicado por la Real Academia Española de la Lengua (conocido como ‘Diccionario de Autoridades’).

Durante el Siglo de Oro (siglos XVII y XVIII) se hizo inmensamente popular la expresión ‘Cara de acelga amarga’, con la que referirse al semblante pálido y macilento (flaco, descolorido) que presentaba una persona por el cansancio o tras haber trasnochado. Con los años la referencia ‘amarga’ desapareció’ de dicha locución y, todavía hoy, sigue siendo utilizada en el modo ‘Cara de acelga’.

 

 

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Fuentes de consulta: 300 historia de palabras de Juan Gil (Editorial Espasa) / RAE /  etimologias.dechile / Diccionario de Autoridades (1726)
Fuente de la imagen: pixabay