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Por aquí han pasado cooperantes de Ayuda en Acción, Cruz Roja, Ingeniería Sin Fronteras, Unicef, Médicos del Mundo, HelpAge, Fundación Vicente Ferrer, Médicos Sin Fronteras, PLAN
Internacional, Farmamundi, Amigos de Sierra
Leona, Sonrisas de Bombay y Arquitectura sin Fronteras.

Entradas etiquetadas como ‘solidaridad’

La juventud canta para cambiar el mundo

Florence Cisse, Plan International en Senegal

En el Estudio Timbuktu, en Senegal, los jóvenes aprenden a utilizar su voz no sólo para crear música, sino para convertirla en un instrumento de transformación.

En los suburbios de Dakar, existe un estudio de música muy especial llamado Timbuktu. Aquí, los bolígrafos componen canciones sobre el papel, los ritmos hacen latir los altavoces, y la juventud de Dakar rapea la realidad de sus comunidades.

El Estudio Timbuktu utiliza la cultura y acoge a los jóvenes con ganas de hablar sobre su vida en canciones. El estudio forma parte de un proyecto puesto en marcha por Plan International con el apoyo del rapero sueco Jason Diakité, también conocido con el nombre artístico Timbuktu.

El rapero Timbuktu con algunos de los chicos y chicas que acuden al estudio impulsado por Plan International en Senegal

El rapero Timbuktu con algunos de los chicos y chicas que acuden al estudio impulsado por Plan International en Senegal

El proyecto tiene como objetivo promover la música rap como herramienta para defender y promover los derechos de los niños y las niñas. De esta forma, los jóvenes se forman acerca de sus derechos y aprenden diferentes vías de participación en el desarrollo de sus comunidades.

Un equipo de técnicos y productores jóvenes comprometidos ayuda a los chicos y chicas para que tomen contacto con el mundo de la composición, la programación, la grabación y la producción musical.

Hace poco, el estudio pidió a 15 jóvenes que trabajasen en una serie de temas centrados en los abusos sobre la infancia (particularmente en el caso de las niñas), el acceso a la educación y el liderazgo juvenil. Las canciones fueron recopiladas en el primer CD de rap en defensa de los derechos de la infancia en Dakar.

Los jóvenes que participan en el estudio aprenden a desenvolverse para poder producir su propia música

Los jóvenes que participan en el estudio aprenden a desenvolverse para poder producir su propia música

El Estudio Timbuktu ha producido el primer CD de rap en defensa de los derechos de la infancia

El Estudio Timbuktu ha producido el primer CD de rap en defensa de los derechos de la infancia

Cultivando sus capacidades y reconociendo los retos a los que se enfrenta la juventud en Dakar, el Estudio Timbuktu empodera a los jóvenes enseñándoles a utilizar sus voces para cambiar el mundo.

“Veo cómo mejoran, cómo han pasado de no saber apenas nada acerca de componer, al punto en el que están actualmente: ahora lo llevan en la sangre”, afirma el cantante Jason Diakité.

Echando la vista atrás a lo largo de su recorrido como rapero, que comenzó cuando tenía 14 años, Jason ve el estudio como una forma de hacer que los chicos y chicas que participan en él encuentren motivos para estar orgullosos, aumenten su autoestima y se empoderen.

Diakité explica: “Saber de lo que eres capaz, en eso consiste el empoderamiento. Los adultos quizá no entienden lo importante que es para los jóvenes tener voz, sentir que pueden hacer algo valioso. Tener una idea y ser capaces de plasmarla en un papel y cantarla, les hace sentirse a gusto consigo mismos”.

El papel del Estudio Timbuktu crece cada año, incrementando el número de chicos y chicas que toman parte en la lucha a través de la música y utilizando el estudio como espacio de producción así como una fuente de inspiración y creatividad musical.

Diakité mira al futuro con ilusión: “Mi esperanza para los próximos tres años es que más jóvenes puedan venir – que más personas, tanto chicos como chicas, puedan venir y aprender”.

La organización de ayuda humanitaria y cooperación al desarrollo Plan International trabaja para garantizar y proteger los derechos de los niños, niñas y jóvenes. A través de programas de emprendimiento y participación juvenil, Plan International en España garantiza que los jóvenes puedan continuar su educación, accedan a un trabajo digno y tengan mejores oportunidades de futuro.

 

Por la solidaridad, siempre

Por Roxana Pintado, Ayuda en Acción Bolivia

Hace dos años me embarqué en esta empresa con un propósito: intentar demostrar que la solidaridad de muchos, aunque expresada en pequeño, puede cambiar positivamente la vida de muchísima gente. Corría marzo de 2010 y Ayuda en Acción entraba al Blog Solidario de 20minutos.es.

Fue así, y en un intento por mostrar los resultados del trabajo que Ayuda en Acción hace en Bolivia, que llegué a este espacio al que quiero profundamente. Fue mi primera experiencia de publicación en la red  y me dejó muchas sorpresas agradables. Dos años después, y ante la falta de tiempo para cumplir con los requerimientos de un espacio como este, dejo el Blog Solidario.

Y quiero hacerlo reconociendo, como siempre, el valor de la solidaridad y del empeño de nuestra propia gente por hacer uso de ella para mejorar la vida de la colectividad. Hay quienes piensan que con un poquito de ayuda no se puede hacer nada: Ayuda en Acción viene juntando esos muchos poquitos (que agradecemos profundamente)  desde hace años y está consiguiendo  cambiar la vida de millones de personas en el mundo.

Pero de quienes quiero hablar aquí hoy, como despedida y  por hacer merecido homenaje a sus esfuerzos en un día especial como el 8 de marzo, es de las mujeres.

Creo haber dicho otras veces aquí que soy de raíces cubanas. Más que de raíces, nací en Cuba y me crié allí, pero los azares de la vida me trajeron a esta tierra que quiero tanto y es mía también. Cuando llegué a Bolivia vine con la ilusión de poder conocer a la gente, sus tradiciones, su modo de ver la vida y descubrir sus ilusiones y esperanzas; y si podía, ayudarles a encontrarlas. Y en ese camino, las mujeres bolivianas me llevaron de la mano.

Corría el año 2003 cuando conocí a Geydi, una chica de 14 años de una intrincada comunidad en el norte paceño. Con esa edad, siendo aún adolescente, dirigía la Central  Agrariade Mujeres Campesinas de su municipio y lideraba un grupo de jóvenes que promovían el cumplimiento de sus propios derechos. Ella y su grupo consiguieron, por esfuerzo propio, que los gobiernos locales instalaran Defensorías de la Niñez en los municipios de la zona. “Cuando sientes que gente que no te conoce  comparte tu problema y te apoya desde lejos, no hay ninguna razón para que tú no lo hagas con los que tienes a tu alrededor”, me dijo entonces. Ella y otros 100 adolescentes impulsaron el proyecto de alfabetización que llevó a su municipio a declararse unos años después “Libre de Analfabetismo”.

 

Matrimonio Montaño

 

A finales de 2004 tuve la suerte de conocer a la Sra. Montaño, quien con más de 60 años de vida y  5 hijas, y dada su tradición cafetalera, decidió asociarse con otras 24 mujeres de Coroico y emprender un esfuerzo colectivo de producción orgánica y exportación vía comercio justo. ¿Qué si le fue difícil? Claro que sí! Pero no dudó en correr el riesgo, embarcar a su marido en la empresa y exigir a sus hijas que se superaran para ser el futuro dela empresa.  Irma, la mayor de las hijas del matrimonio Montaño, terminóla Universidad Campesinay se formó como Perito Cafetalero, siendo jurado en competencias internacionales. “Café con aroma de Coroico” –como se llama su asociación- ha obtenido diversos premios en competencias internacionales donde se evalúa la calidad del café.

 

Remy

 

Allí conocí también a Remy, una joven de veintitantos años, voluntaria del proyecto de Ayuda en Acción que, con su hijita mayor de la mano (no tendría más de 5 años) y embarazada, recorría las comunidades cercanas a la suya para orientar a las mujeres sobre el embarazo y el parto. A ello dedicaba el 70% de su tiempo libre. “Antes no había buena orientación ni atención en las comunidades. Muchas personas tenían muchos hijos y luego no tenían recursos para criarlos; no traían a sus hijos al hospital  porque tenían que pagar. Ahora les explicamos que hay seguro gratuito para las madres y los niños; y nosotros mismos tenemos medicamentos y conocimientos para atender casos simples, gracias a las capacitaciones. Cuando las nacen las “wawas” (niños) les explicamos que deben traerlos al hospital a vacunarse y les hablamos sobre la importancia de la lactancia materna y la alimentación del bebé”.

 

 

Teresa Ramírez

 

En Viacha conocí a Doña Teresa Ramírez, quien empezó a producir leche con dos vaquitas. Luego supo del proyecto que Ayuda en Acción estaba apoyando, donde se capacitó en técnicas de manejo y alimentación del ganado. Así aprendió a conservar mejor el forraje para todo el año y aumentó su producción. En un concurso para promover el  aprendizajese ganó elderecho a la construcción de un establo pequeño, que luego ella misma  hizo ampliar, con lo ganado de su venta. Hoy tiene un hato de 18 cabezas, produce queso pasteurizado y tiene un ingreso aproximado de 405 euros/mes. De sus 9 hijos, 7 estudian en la ciudad, 2 de ellos para ser maestros.

 

 

 

 

 

Mujeres Yamparas

 

Y en Molle Punku, en Chuquisaca,  conocí a un grupo de mujeres yamparas que me mostraron la represa que ellas mismas, junto a los hombres de su comunidad, habían construido con sus manos; la que les garantizaba la cosecha de todo el año. Con la mirada orgullosa señalaban el camino que, a pico y pala,  habían abierto para llevar los materiales de construcción hasta el sitio dondese construiría eldique; el camino del futuro garantizado.

No olvidaré nunca esa imagen y con ella grabada en la retina sigo caminando de la mano de mujeres heroicas anónimas, que siguen apostando por crecer aún en las peores condiciones, de la mano dela solidaridad. Atodas ellas, mi homenaje este 8 de marzo porque me enseñaron que por la solidaridad, siempre se puede.

 

P.D: Aprovecho para agradecer a 20minutos.es este espacio creado para que la gente ligada al mundo de la cooperación muestre lo que se está haciendo desde esta trinchera para construir un mundo mejor para todos. Y a los lectores, que siempre, desde la crítica y/o  la coincidencia, me animaron a seguir escribiendo.